El oscuro fondo de la pobreza

Editorial El Nuevo Día.

Según la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (Cepal) Bolivia sigue entre los países más pobres de la región. El citado estudio señala que pese a los avances y esfuerzos, la pobreza en el país no se ha modificado sustancialmente, y compartimos esta situación con la República Dominicana y Uruguay. Es decir, que la mayoría de los países ha logrado avances significativos contra la pobreza en los últimos años, pero nosotros seguimos en el oscuro fondo. La Cepal considera quizás una tendencia a la mejoría en el país, pero no cabe duda que seguiremos siendo los más pobres en el futuro.



Hace muchos años que hemos identificado a la pobreza como el enemigo número uno del país. Sin embargo, sucesivos gobiernos han hecho poco o nada para cambiar una situación que nos coloca permanentemente en el atraso y subdesarrollo. Si se entiende a la pobreza como la carencia material expresada de manera multidimensional, es más fácil comprender cómo nos influye. La pobreza se concibe como la situación que afecta a las personas que carecen de lo necesario para el sustento de sus vidas. Es decir, ellas no pueden satisfacer necesidades básicas. Y esto contempla aspectos no sólo económicos sino también materiales y ambientales.

Significa en todo caso, tener cerrado el acceso a una vida larga, sana, creativa; y no poder disfrutar de libertad, dignidad, respeto a sí mismo y respeto por los demás. El hecho que las causas de la pobreza sean múltiples, ya sean problemas políticos, crisis de los mercados financieros, desastres naturales, gestión inadecuada del medio ambiente, con utilización incorrecta de los recursos naturales, compromete a los gobiernos a una gestión social y política que ataque de raíz los problemas puntuales. En suma, cada gobierno debe saber cómo y dónde actuar para contrarrestar la pobreza en su país.

Conviene saber que hay que combatir la pobreza y también el hambre (primer objetivo del milenio). Esto quiere decir que cada persona debe tener ingresos por encima de los niveles críticos, que son entre 57 y 175 dólares mensuales por persona en el área urbana, y de 39 y 101 en el área rural. Con este dinero se supone que una persona puede subsistir en el límite. La Cepal señala que el país tiene los ingresos más bajos del continente, lo que se puede mejorar diversificando y mejorando la producción con un aparato productivo dinámico apoyado por el Gobierno.

La pobreza afecta la gobernabilidad. Los actores sociales deberían asumir que lo suyo es dar soluciones y no problemas. Mientras más consenso haya para encarar acciones conjuntas contra la pobreza, mejorará la gobernabilidad y disminuirá la pobreza. El Gobierno debe esforzarse por realizar una buena gestión en diversos e importantes campos. Uno es prestar atención a los diferentes niveles productivos del país y ofrecerles lo necesario para que su aporte sea significativo. Además, resulta sensato y necesario fomentar el diálogo político sincero en favor del país. Sin ello, la lucha contra la pobreza se diluye sin remedio.

El Gobierno debe esforzarse por realizar una buena gestión en diversos e importantes campos. Uno de ellos es prestar atención a los diferentes niveles productivos del país y ofrecerles lo necesario para que su aporte sea significativo. Resulta sensato y necesario fomentar el diálogo político sincero.

Diesel y gallinas

bajo el penoco

La eficiencia de YPFB no dio para más de dos semanas. Desde el pasado jueves las colas han vuelto con todas sus curvas y viboreos a los surtidores de la ciudad, especialmente a la única estación de servicio “oficialista” ubicada en la doble vía a La Guardia. Ahora que las cosas están tan tensas con el periodismo, a este Penoco le gustaría hablar de Nueva Zelandia en lugar de la ya clásica escasez de diesel y gasolina y tal vez dejar contento al Presidente. Pero en ese caso sería más saludable para todos que este “ilustre” ciudadano se dedique a criar gallinas. Lo mejor de todo, sin embargo, sería que el MAS tome la sabia decisión de mandar al gallinero a todo aquel al que no le da la mollera más que para eso, en lugar de estar a cargo de cosas de las que no entiende “ni un huevo”. Ahora que está tan caro el pollo no vendría mal una saturación del mercado de gallinas.