Homilía del Cardenal Julio Terrazas

Domingo 21 de diciembre 2008

“HERMANOS Y HERMANAS DE BOLIVIA, DEJEN QUE EL DIOS DE LA VIDA NAZCA EN LAS FAMILIAS, EN LOS PUEBLOS, EN LA SOCIEDAD Y ASÍ TENDREMOS DÍAS MEJORES”



1.- Empezamos esta celebración con las palabras de Pablo, dirigida por supuesto para nosotros, pero también para todos los hermanos y hermanas que a través de los Medios de Comunicación siguen nuestra celebración desde la Catedral, proclamar a Jesucristo, revelar su misterio, que fue guardado en secreto durante siglos y siglos y ahora se ha manifestado, este es Jesucristo, es el centro del proyecto de Dios y tiene que ser el centro de nuestras vidas; para esto todos tenemos que estar despiertos.

2.- Estamos ya a pocos días de la Navidad, por eso tenemos que estar despiertos, para escuchar la Palabra, para ver quién llega, quién viene a nuestro encuentro; estar despiertos para saber cuál es la misión de Este que va llegar a comenzar una nueva historia, la historia de los elegidos, de los salvados auténticamente; la historia que termina con todas las prepotencias y dominaciones y que invita a todos y cada uno, a todos los pueblos a entrar en este camino de amor, de justicia, de verdad, de solidaridad y de libertad. Esta es la Navidad.

NOS TOCA ESTAR ATENTOS PARA QUE CUANDO LLEGUE EL SEÑOR NO NOS ENCUENTRE DEBAJO DE LUCES ARTIFICIALES ENVIDIANDO LOS LUJOS DE UNOS O LLORANDO LA POBREZA DE OTROS

3.- Tenemos que estar bastante despiertos, porque ahora casi no se habla de la Navidad, se habla de los regalos, se habla de las comidas, se habla de los lugares donde podemos divertirnos, se habla de música, se organizan bailes, paseos, turismo, se ponen algunos letreros, se iluminan muchos lugares bonitos, muchas plazas; pero todo se queda en eso. A nosotros nos toca estar atentos para que cuando llegue el Señor no nos encuentre debajo de luces artificiales envidiando los lujos de unos o llorando la pobreza de otros; que estemos tan despiertos para que cuando llegue el Señor entre en nuestras vidas, en nuestro pueblo, vuelva a entrar en nuestra Iglesia, para que esta Iglesia, al igual que María lleve a Jesucristo para mostrarlo, para entregarlo, para darlo a todos los que hoy necesitan palabra de vida, palabra de amor, palabra de justicia.

4.- Vamos a ver brevemente la primera lectura, ahí está David, el triunfador, el que había conquistado muchos pueblos, que venció a sus enemigos, ya está instalado, tiene su palacio y, de pronto se le ocurre decir, cómo es posible que yo tenga un palacio y no tenga ni siquiera un templo para el Señor, le vamos a construir uno, vamos a hacer el templo más lujoso, de piedra, de mármol, de oro, no importa, pero algo que realmente sirva para el Señor y algo que sirva también para la vanidad del mismo rey, para inmortalizarse.

5.- El Señor, le dice a Natán, anda y dile a David: Yo el Señor te digo, no serás tú que me construirás un templo para que habite en él, no te olvides que yo te saqué de Egipto, cuando estabas cuidando las ovejas, no te olvides que yo te he dado la sabiduría, te he dado la fuerza para vencer a tus enemigos, no te olvides que yo he dado un lugar para mi pueblo, para que en este pueblo reine la paz, la justicia; se acabe ya los dominios de los violentos y reine para siempre el Señor; no te olvides de eso; no quiero templos, el templo es el pueblo de Dios; yo te daré una descendencia; eso es lo importancia, una descendencia que está por encima de todos los reinos, una descendencia que no tendrá fin, eso lo voy a hacer yo a su tiempo, en el momento en que nuestro pueblo lo necesite.

6.- David, el gran rey, con proyectos vanidosos, como puede acontecer con todos los reyes de este mundo, hacer monumentos a Dios para después vivir separados de El. “Yo soy el que voy a darte una descendencia que será mejor que todos tus monumentos, que será mejor que todas las cosas que puedas hacer, porque así tendrás la vida, la vida de los salvados, de los elegidos”. Este es el misterio, oculto durante muchísimos siglos y que se nos manifiesta al inicio del evangelio y de una manera típica de nuestro Dios, sin ruido, cuántos ruidos hacemos nosotros la noche de navidad. Sin bulla, cuánta bulla se produce y se paga para que haya distracciones al cien por cien. Sin nada espectacular, y a nosotros nos gustan los espectáculos y mejor todavía si son espectáculos con sangre y corremos de un lado para otro.

DIÁLOGO DE LA SALVACIÓN, EN EL QUE SE VA DESARROLLAR LA CONCRETIZACIÓN DEL PROYECTO DE DIOS PARA CADA UNO DE NOSOTROS

7.- ¿Cómo cumple Dios su promesa?, ahí está en un pueblito, Nazareth, un pueblito insignificante, pequeño, pueblito de paso, allí llega Gabriel, el ángel; allí vive una virgen, que tiene promesa de casamiento con José, la virgen se llama María. Este es el escenario en el que se va desarrollar el diálogo de la salvación, en el que se va desarrollar la concretización del proyecto de Dios para cada uno de nosotros. Animémonos a recibir este mensaje. María es sencilla, José es un obrero, Galilea es una pequeña ciudad; no necesitamos crear estructuras que estén aplastando al otro, no necesitamos tener riquezas materiales, necesitamos acercarnos y dejarnos interpelar, llenarnos de la buena noticia.

8.- El ángel comienza diciendo: Alégrate, llena de gracia, alégrate, salta de gozo; es la palabra típica de Dios cuando habla directamente a una persona para darle una misión, para elegirla, para decirle que está privilegiada para cumplir un gran rol en la historia de su pueblo. Alégrate, llena de gracia, tú has cautivado el corazón del Padre, por tu sencillez y humildad has entrado en esa trayectoria de Dios que siempre se comunica en el humilde y en lo sencillo, en lo pobre, por eso el Padre te llena de gracia. Primer título que le damos a la virgen: La llena de Gracia, que lo rezamos constantemente en el Ave María. Esta mujer extraordinaria, cuya presencia la hemos tenido fuertemente entre nosotros en la fiesta de Cotoca, María ha estado allí, ha estado en nuestras parroquias, en nuestro santuario; por eso no tiene que ser difícil comprender que Dios ha elegido a esta mujer extraordinaria, que siga atrayendo multitudes extraordinarias, no porque reparte plata o privilegios, sino porque fue la humilde servidora del Señor.

9.- El Señor está contigo, saludo hermosísimo, ella se extraña, trata de entender y de captar; no es que ella no supiera que ese era el camino de Dios, era una mujer que manejaba la palabra de Dios, sabía que todos estos títulos, todos estos saludos tenían que llegar en un momento para la felicidad de su pueblo, pero ella trataba de comprender: ¿Acaso yo?, ¿porqué yo?, ¿porqué no otras personas? Y el ángel le dice: “No temas, has hallado gracia delante de Dios, vas a tener un hijo, se va llamar Jesús, será grande, será llamado hijo del Altísimo y el Señor le dará el trono de David su Padre, reinará en la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin”.

UN TEMPLO CONSTRUIDO EN EL CORAZÓN DE MARÍA, EN UN CORAZÓN ABIERTO A DIOS, PERO TAMBIÉN AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD.

10.- Lo que prometió a David se cumple, no con un templo hecho de piedra, sino con un templo construido en el corazón de María, en un corazón abierto a Dios, pero también al servicio de la humanidad, porque si ella acepta esto no es para ella misma, es para nosotros, para todos los hombres y mujeres de todos los siglos. Ahí está la virgen, pero ella todavía quiere saber algo más: “¿Cómo va suceder esto, si yo estoy prometida?” y el ángel le dice: “No temas, el espíritu de Dios, la fuerza de Dios, la paternidad de Dios va entrar en ti, por eso el fruto de tu vientre será hijo de Dios, esto es posible para Dios, para Dios nada hay imposible”, este es el regalo de la navidad, es el regalo que en el vientre de María se hace pequeño, se hace humilde, para salvarnos, para animarnos, para estar siempre con nosotros a fin de que no busquemos vanidades o privilegios, sino que nos pongamos en marcha para que llevemos la salvación a todos los rincones.

EL ESPÍRITU, LA FUERZA DE DIOS Y LA DEBILIDAD DE LA VIRGEN SON LOS QUE VAN A PRODUCIR ESTE MISTERIO

11.- Esta es la verdadera alegría, el espíritu, la fuerza de Dios y la debilidad de la virgen son los que van a producir este misterio oculto durante siglos y siglos y que se hizo presente en la navidad. Desde nuestra fe tenemos que recordar esto; si esto no lo tenemos presente, pues nos van a encandilar con luces artificiales, nos van a saturar de panetones; nos van a indisponer con tanto dulce y a lo mejor todavía con palabras y palabras si no llegamos a Jesús, si no nos encontramos con este Jesús que viene pequeñito, para que nosotros no nos asustemos. Ahí comprende la virgen cuál va ser realmente la misión que le está pidiendo el Señor y su palabra final: “He aquí la servidora del Señor”, yo me pongo a disposición, estoy totalmente a disposición de Dios, soy la sirvienta del Dios de la vida, no tengo que poner objeciones, porque no es sólo para mí, viene para todo el pueblo. Ahí esta Maria la llena de gracia, la mujer generosa, la que comparte todo, la que espera al hijo que va dar la felicidad a todos. Esa es María, a través de ella nos llega Jesús.

12.- “Hágase en mí según tu palabra”, es como decirle al Señor: Amén a tu palabra, amén por esa obra que comienzas a realizar, amén, porque has elegido mi humildad, amén porque los poderosos van a caer de sus tronos, amén porque los pobres van a ser saciados, amén porque cumples esa promesa que el pueblo esperaba de generación en generación.

13.- Así llegó Jesús en el vientre de María. eso no lo podemos olvidar, dedicamos tanto tiempo a los pesebres ahora y lo que nos interesa es que estén todos los animales, tapando la imagen del niño, pobre María, queda a un lado si es ella la portadora de Cristo, es ella la que nos trae así en carne humana al hijo de Dios, es ella la que lo tiene en su vientre, que lo dio a luz en la primera navidad, pero que ella sintió también que este su Hijo, cumplida su misión, muerto y resucitado iba estar presente en las comunidades, este Jesús tiene que hacerse presente cada vez que nosotros lo necesitemos. Lo recordamos de una manera especial en la navidad como el que va venir con fuerza, con gloria y majestad, pero no una gloria y una majestad para aplastar, sino para liberarnos.

NO ESTAMOS INVITADOS A COMENZAR A LLORAR, A CERRAR LOS OJOS, SINO A DARLE LA PERSPECTIVA DE LA VERDADERA ALEGRÍA

14.- Esta es la palabra que nos dirige el Señor hoy, ya a pocos días de la navidad. Tenemos entonces que ver que no estamos invitados a comenzar a llorar, a cerrar los ojos, sino a darle la perspectiva de la verdadera alegría a las alegrías que se multiplican en estos días, darle el sentido de estrechar la mano a alguien en que está el Señor viviendo, procurar encontrarnos con ese Señor en los rostros de todos los que vamos a encontrar estos días; no dejarnos llevar por los ruidos inventados sólo para distraer.

15.- Ayer nuestro país ha declarado que está libre del analfabetismo, hermoso hecho, hermoso de verdad, saber leer y escribir es algo que todos necesitamos hacer, allí hay un poco de luz para esos hermanos que han accedido a eso. En la navidad tenemos que pedir para que esta luz continúe a fin de que vayan mucho más allá de conocer las primeras letras, que adquieran esa sabiduría de Dios, saber distinguir entre lo malo y lo bueno; qué hermoso pues que un pueblo conociendo las bases de lo que puede ser su formación futura comience a colocar dentro de todas esas bases los valores del evangelio, los valores de este Cristo que viene para que pronunciemos el amén definitivo, juntamente con María y juntamente con todos los hermanos y hermanas que han logrado seguir al Señor con valentía.

LA LUZ DEL SEÑOR DEBE PERMANECER SIEMPRE

16.- A estos pocos días tratemos de darle el sentido de solidaridad, es cierto que se ve en nuestra tierra, se ve también en otros países mucha luz, mucha luz artificial; si esas luces terminaran con las sombras de muerte, con las sombras del odio, con las sombras de los rencores, entonces que se enciendan más luces, pues lo malo solamente puede esclarecerse y terminarse con la luz de Cristo. Esto no tenemos miedo de hablar, porque es el Señor de la vida, la luz de nuestras inteligencias y voluntades que viene en Navidad para terminar con las oscuridades de ese pueblo. Un pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz, eso es lo importante que no nos dejemos encandilar por lo que mañana o pasado va a quitarse otra vez de nuestros ambientes.

17.- La luz del Señor debe permanecer siempre y esa luz tiene que entrar en nuestros canales, tiene que entrar allí donde se está planeando el crimen, tiene que entrar allí donde hay egoísmos reconcentrados; esta luz del Señor tiene que iluminar todo lo que sea sombra, con todo lo que sea olvido de Dios y desprecio del hermano, sólo así nuestra esperanza de días mejores será más fuerte, más sólida y más auténtica. Esto, con la ayuda de nuestra madre la virgen María lo vamos a pedir insistentemente, así como hemos rezado en la novena de la Virgen de Cotoca: “Bolivia, abre tu corazón a Dios”, hoy tenemos que decir con María: “Hermanos y hermanas de Bolivia, dejen que el Dios de la vida nazca en las familias, en los pueblos, en la sociedad, y así tendremos días mejores”. Amén.