La oposición al MAS se divide en 8 grupos

La bancada del MNR es la única que continúa unida.

La división en Podemos provocó que el oficialismo busque aliados sectoriales de la oposición, que ahora se presenta débil frente a un oficialismo que se siente fortalecido. Los bloques de la oposición buscan diálogos por separado.

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La Razón

Aunque oficialmente sólo hay cuatro bancadas parlamentarias, tres opositoras y una oficialista, en el último año las disidencias en el principal frente de oposición, Podemos, han provocado que la relación del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) se sostenga, en diferentes tonos, con al menos ocho grupo opositores.

La dispersión sacudió a Podemos (56 parlamentarios) luego de la aprobación del referéndum constitucional (octubre del 2008) cuando una fracción de este frente decidió apoyar la concertación con el MAS y otra la rechazó.

Tras ese hecho, la brigada parlamentaria de Santa Cruz fue la primera en expresar su disidencia. Días después, el presidente del Senado, Óscar Ortiz, quien lidera ese bloque, anunció la conformación de una agrupación propia con bases orientales.

La pasada semana, uno de los fundadores de Podemos, Wálter Guiteras, también anunció la conformación de su propio frente, que tendrá su base en el Beni.

Lejanos de estos dos frentes está el bloque de los tarijeños, liderado por los senadores Roberto Ruiz y Carlos D\’Arlach. Cercanos a ellos están los diputados Rodrigo Ibáñez y Rodrigo Paz, conocidos en Podemos como “los rodrigos”.

Ambos apoyaron las gestiones del senador Carlos Böhrt, quien impulsó los acuerdos con el oficialismo para aprobar el referéndum constitucional.

Otro frente visible es el del Plan Progreso (PP) de los diputados titulares Felipe Oña, Claudia Paredes y Jorge Solari, frente que anunció su separación de la línea de la bancada de Podemos.

A estos bloques se suma el de los disidentes que individualmente dejaron este frente, como la diputada Sandra Yáñez, que se sumó a la agrupación Autonomía Para Bolivia (APB), y el diputado Luis Alberto Pacheco, que renunció con llanto a Podemos.

El diputado suplente, Wálter Arrázola, también dejó la tienda.

Por otro lado, Fernando Messmer, un hombre que era cercano a Quiroga, también cuestionó a su líder y la decisión de apoyar el proyecto constitucional.

El otro bloque es el de Podemos-PDC, que alberga a los parlamentarios que aún no se pronunciaron sobre su futuro y otros que alientan la continuidad de esta agrupación política.

El tsunami político no golpeó con tanta fuerza en las otras tiendas. En el caso de Unidad Nacional (UN), la bancada de nueve legisladores continúa articulada, aunque hay dos visiones.

Según fuentes de este partido, por un lado se encuentra el bloque de Alejandro Colanzi, Peter Maldonado, Guillermo Mendoza y Jorge Becerra, que tienen una línea menos crítica al oficialismo y, por otro lado, aparece el bloque de Arturo Murillo, Gari Pereira, Edmundo Soruco, Elsa Guevara y José Villavicencio, quienes son más cuestionadores.

En el oficialista MAS, que cuenta con la bancada más numerosa (84 parlamentarios) tres legisladores se alejaron públicamente. Se trata de los senadores Guido Guardia y Gerald Ortiz, además del diputado Guillermo Beckard.

La única bancada que no sufrió ni siquiera fisuras es la del MNR, que mantiene cohesionados a sus ocho legisladores.

El jefe de bancada de Podemos en Diputados, Antonio Franco, argumentó que “el tema de la Constitución ha motivado divergencias al interior de la bancada”.

Explicó que esa determinación, que luego motivó que se inicie una etapa preelectoral, llevó a que “cada parlamentario haga una evaluación de tres años de gestión y cada uno vaya adoptando una posición en torno a su futuro político. En ese sistema de evaluación, cada parlamentario toma su decisión (de seguir o no en Podemos)”.

Pese a esas complicaciones, Franco aseguró que la bancada actuará de manera uniforme en las decisiones que se tomen.

“Nuestros principios y nuestros valores los vamos a seguir respetando…Vamos a seguir actuando de manera conjunta porque si no estaríamos actuando, así el MAS estaría aprobando algunas leyes que tiene”, aseguró.

Mientras tanto, el subjefe de bancada de UN, Arturo Murillo, aseguró que “la bancada está unida, sabe lo que quiere. Ahora todos somos diferentes”.

Para el jefe de bancada de MAS en el Senado, Félix Rojas, esa división en la oposición cambiará el panorama en el Congreso, principalmente para el MAS que volverá a controlar el Senado. “Será una estructura con una correlación de fuerzas totalmente diferente, en Diputados se va a mantener la primacía del MAS y en Senadores vamos a recuperar la primacía que la habíamos perdido el 2007 y el 2008”, aseguró.

Rojas insistió en que retomarán el control del Senado “con el apoyo de disidentes de Podemos” y aseguró que los senadores Guardia y Ortiz apoyarán al MAS.

“En momentos preelectorales cada parlamentario adopta una posición en torno a su futuro político”
Antonio Franco, jefe de bancada de Podemos.

La bancada del MNR es la única que continúa unida

SECRETO • Los emenerristas aseguran que se debe a que todos apuntan al mismo proyecto.

La bancada parlamentaria del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) es la única que se mantuvo unida desde el 2006, sin revelar posiciones públicas diferentes a la línea partidaria.

El secreto, según su jefe de bancada, el senador Miguel Majluf, es que “todos estamos con los mismos principios y la misma visión absoluta, que es buscar el reencuentro de los bolivianos a través de lo que es el principio básico de la alianza de clases y construir un gran proyecto nacional que permita ser atractivo para todos los bolivianos”.

El MNR nació en 1942 y en sus más de 60 años de vida los últimos cinco fueron los peores porque perdió electorado tras la huida de su ex jefe y ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Pese a estas vicisitudes, el MNR volvió a presentarse en las elecciones del 2005 y consiguió ocho parlamentarios (siete diputados y un senador).

Según el diputado Gustavo Torrico (MAS), “con la única bancada que se puede negociar en bloque es con el MNR”, pues con las demás se debe dialogar individual o sectorialmente.

Majluf explicó que, “como en cualquier partido revolucionario, hay posiciones y hay diferencias, pero esas diferencias se solucionan al interior del partido, donde se toma la decisión y se va por la decisión de mayoría”.

El parlamentario indicó que las decisiones se las toma en el comité político del MNR.

El Congreso priorizó lo político y olvidó la gestión

CONSTITUCIÓN • Un analista dice que fue un logro concertar la Carta Magna, otro difiere.

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• EL CONGRESO • Los parlamentarios aprueban la ley de convocatoria al referéndum constitucional. Fue un logro.

La labor de los congresistas el 2008 se abocó principalmente a enfrentar la crisis política en el país. La fiscalización e incluso la legislación quedaron relegadas, coincidieron analistas políticos.

“El Congreso no ha tenido una gestión que pudiera destacarse en lo que debe ser una gestión legislativa y fiscalizadora. Se ha notado una especie de dependencia del Poder Ejecutivo y eso le ha restado bastante brillo a la labor congresal”, evaluó el analista político José Antonio de Chazal.

El especialista acotó que la gestión del Parlamento “ha estado bastante politizada, con resultados de su trabajo legislativo muy poco rescatables”.

Explicó que esa ineficiencia en la labor congresal tiene que ver con su “subordinación al Poder Ejecutivo. Se ha visto una especie de sumisión del Legislativo”.

Según afirmó De Chazal, eso también se debe a la función de la oposición que estuvo desorientada. “No ha habido una coherencia, no ha habido una oposición constructiva”, dijo.

Para el analista Carlos Cordero, aunque hubo una desvalorización y un intento de prescindir del Congreso desde el Poder Ejecutivo, el Legislativo tuvo dos éxitos importantes en esta gestión.

El primero “poner en la agenda política el referéndum revocatorio, que significó que la energía gubernamental, en vez de dedicarse a hacer políticas públicas, se dedicara a la reelección y el segundo éxito político este año fue consensuar el proyecto de Constitución y en eso se explica que el Parlamento, en todo lo demás, fue absolutamente intrascendente, salvo algunas leyes”, acotó.

Según el analista, la consulta revocatoria puede considerarse un éxito para la oposición, porque se frenó la aprobación de un texto constitucional no consensuado y se obligó a que posteriormente éste sea modificado.

“La oposición ha cumplido su gran objetivo que era modificar la Constitución”, señaló Cordero.

El Congreso Nacional aprobó este año dos referendos: uno fue el de revocatoria de mandato del Presidente y los prefectos, como una salida a la crisis política que enfrentaba el país. La consulta se realizó el 10 de agosto. La aprobación de esta norma la hizo la oposición en el Senado, según justificaron, para frenar la aprobación del texto constitucional.

El segundo fue en octubre, cuando el Congreso asumió el rol de la Constituyente y modificó el proyecto de la Constitución para presentarle al país un texto consensuado que será sometido a referéndum dirimidor y aprobatorio el 25 de enero.

Las labores

Fiscalización • Hubo pocas interpelaciones y alguna vez una censura, pero el Presidente las neutralizó con la ratificación de los ministros censurados, recordó De Chazal.

Leyes • Señaló que tampoco se registró una iniciativa en cuanto a propuesta de leyes que se hayan aprobado y estén en vigencia, debido a la subordinación al Poder Ejecutivo.