Termómetro político

El nuevo día

El MAS con su persecución, consagra a Branko Marinkovic como símbolo de esa lucha autonómica.



I. La semana pasada

Dos hechos muy fuertes marcaron la política durante la semana pasada:

1. La persecución masista contra Branko Marinkovic. El gobierno del MAS sigue teniendo en la autonomía, un problema enorme: el más grande de todos sus problemas políticos. Y es que la autonomía sigue siendo un mensaje muy fuerte para hacer oposición y sobre todo, sigue siendo un proyecto de sociedad alternativo al del MAS.

Sin embargo, el MAS cree que la autonomía es dos cosas muy frívolas: conspiración “de los blancos” y cuando mucho, un temita electoral. La autonomía es más que eso. Política, histórica, económica y culturalmente es mucho más que eso. La autonomía es, en realidad, un tema de nacionalidad: la nación cruceña (que incluye al Beni y quizá a Pando) se expresa políticamente mediante la autonomía.

En la lógica de tratar la autonomía como un tema frívolo o coyuntural, el MAS comienza una campaña jurando que es autonomista. Pero las encuestas le muestran que los cruceños hasta hoy, no aceptan ese mensaje. Con esas encuestas en mano, el Gobierno no tiene mejor iniciativa que agudizar la persecución contra los autonomistas… en la esperanza de sacar a Branko Marinkovic de la campaña por el NO y así, en la esperanza de no tener en Santa Cruz, un autonomista cuestionando su constitución. Pero ¡oh! sorpresa. La consecuencia de esta persecución es que los cruceños se enfadan aún más con el masismo. Y le creen aún menos su conversión a la autonomía.

En efecto, los electores en Santa Cruz, se preguntan cómo es posible que el MAS sea autonomista si pone todo su esfuerzo (incluso inventa un caso) en perseguir a una figura que sin duda, es muy identificada con la lucha por la autonomía: el presidente del Comité pro Santa Cruz, Branko Marinkovic.

El MAS con su persecución, consagra a Branko Marinkovic como símbolo de esa lucha autonómica. Lo cual, no deja más remedio al Prefecto, al Alcalde y a otros autonomistas, que hacer campaña por el NO en nombre de la autonomía… y solidarizarse con el perseguido.

En otras palabras, persiguiendo a Branko Marinkovic por haber luchado por la autonomía, el Gobierno termina de hundir la estrategia masista de mostrarse como “autonomista” y además, termina favoreciendo a Marinkovic, al convertirlo en una víctima que unifica al autonomismo.

El MAS tiene un enredo muy grave con la cuestión de la autonomía y no va a resolverlo el 25 de enero.

2. La crisis política de Quintana

Quintana no es sólo Quintana. Él es el Primer Ministro. Él y su ministerio son el eje en la estrategia de poder gubernamental. Por ejemplo, Quintana articula en el Gobierno, las magníficas relaciones con Venezuela. Sin duda, después de Evo Morales, Quintana es el hombre más poderoso del régimen. Tanto así, que a Quintana se le entregó el control total de un departamento: Pando. El Gobierno no tuvo empacho en desmontar todo el edificio institucional y democrático de Pando, para convertirlo en una suerte de “ínsula” -como la de Sancho- que se da y se quita. Pando pasó a ser una especie de “concesión territorial enorme” que debía ser manejada por el ministro Quintana y su amigo, el Mariscal Bandeiras. Hay que tener mucho poder, como los viejos duques, para obtener un departamento a modo de premio. Pero la crisis de Quintana es tan fuerte, que tapó la atención sobre el polémico informe de ese señor argentino que vino a nombre de Unasur para ayudar al MAS (¡en el tema Pando!). El régimen defenderá a Quintana hasta lo último. Pero en política, “lo último” puede estar a la vuelta de la esquina.

II. La semana

que hoy comienza

El MAS tratará de tapar el tema Quintana. Para ello, agudizará la campaña y los ataques contra alguien: contra los autonomistas, o algo así. A la vez, comenzarán a salir las dispersas campañas por el NO. Finalmente, esta semana el petróleo seguirá cayendo…y así, debilitando a Chávez y a todos los populismos dedicados a vivir con las rentas de los recursos naturales.