Unasur aún no tiene reconocimiento legal

Limbo. El presidente Evo Morales reconoció que el organismo multinacional no fue aprobado por los congresos de la región y que aún no es plenamente legal

image Investigación: Mattarollo y otros investigadores, el 1 de octubre



El Deber

ANF/ABI/AFP. La Paz. El presidente Evo Morales reconoció ayer que la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) aún no goza de plena legalidad porque la mayoría de los países de la región no ha ratificado el tratado constitutivo del bloque, a través de sus respectivos congresos.

“Unasur es una realidad, aunque todavía legalmente no tenemos su funcionamiento; estoy seguro de que muchos congresos de Sudamérica van a ir aprobando el tratado constitutivo de la Unasur; todavía tardará», afirmó el mandatario que destacó el trabajo que realizó una comisión especial de este organismo sobre los hechos de Pando.

El Congreso boliviano ratificó el tratado consecutivo que suscribieron los presidentes el 23 de mayo de este año, en tanto que el resto de los países aún tramita este paso. En Chile, que ejerce la presidencia pro témpore del organismo, el Congreso tampoco pudo aprobar este documento constitutivo.   

Mientras tanto, distintos sectores políticos, económicos y sociales del país expresaron su rechazo al informe por considerarlo parcializado e irresponsable.

El presidente del Senado Nacional, Óscar Ortiz, afirmó que dicho documento busca dar un cheque en blanco al Gobierno del MAS para cualquier acto de violencia. “El informe parece sólo investigar las pérdidas que hubo del lado afín al Gobierno y no las pérdidas que hubo de otras personas que no eran afines al Gobierno”, dijo.

Mientras que el jefe de la comisión especial de Unasur que realizó las investigaciones sobre los hechos de Pando, el argentino Rodolfo Mattarollo, al ver las amplias reacciones en la prensa nacional, expresó que se evidenció que en Bolivia hay una gran mayoría de medios de prensa opositores al Gobierno de Morales.

Por su parte, el Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, destacó que el informe dejó claro que no fue un enfrentamiento, sino una masacre con crímenes de lesa humanidad. «El informe debe ser tomado en cuenta para evitar que los crímenes de lesa humanidad queden en la impunidad», aseveró.

Evo reconoce que la Unasur no goza de legalidad plena

Un ex Canciller dice que el informe no tiene carácter vinculante

La comisión especial que investiga los hechos en Pando solicitará la entrega oficial del informe.

La Paz / ANF y La Prensa.- El presidente Evo Morales reconoció que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aún no goza de legalidad plena porque la mayoría de los países de la región aún no ratificó el tratado constitutivo de ese bloque, a través de sus respectivos congresos.

“Unasur es una realidad, aunque todavía legalmente no tenemos su funcionamiento; estoy seguro de que muchos congresos de Sudamérica van aprobando el tratado constitutivo de Unasur, todavía tardará”, afirmó el Mandatario el miércoles, a tiempo de destacar el trabajo de investigación que realizó una comisión especial de este organismo sobre los hechos de Pando.

El Congreso boliviano ratificó el tratado constitutivo que suscribieron los presidentes el 23 de mayo de este año, en tanto que el resto de los países aún tramitan este paso. En Chile, que ejerce la Presidencia pro Témpore del organismo, el Congreso tampoco pudo aprobar ese documento.

Precisamente porque los países miembros aún no ratifican la constitución de ese órgano regional, el ex canciller Armando Loaiza precisó que el contenido del informe elaborado por la misión de investigación de la Unasur no tiene “carácter vinculante u obligatorio”.

“El Estado boliviano, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial boliviano pueden tomar como bases esas conclusiones, pero no tienen una obligación con el derecho institucional”.

“Ésta no es la Comisión o el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas o de la Organización de Estados Americanos, que tienen competencias en materia de democracia representativa porque hay acuerdos como la Carta Democrática Interamericana”.

De todas maneras, el presidente Morales sostuvo que el trabajo que realizó la Unasur a favor de la democracia ya refleja cierta independencia. “Lo más importante para quienes pensamos en la dignidad de Bolivia, de Sudamérica, de Latinoamérica, somos capaces de resolver entre nosotros los problemas”.

Los presidentes que integran la Unasur formaron, el 15 de septiembre, una comisión para que investigue la violencia que se desató en Pando entre el 11 y 12 de septiembre y que cobró la vida de al menos 20 campesinos, dos funcionarios prefecturales, un pastor y un soldado, según concluyó la investigación que fue entregada a Morales el miércoles.

El informe será evaluado por los mandatarios de la Unasur la próxima semana en la ciudad brasileña de Salvador, donde además se reunirá el Mercosur. En el encuentro también se prevé que los gobernantes realicen un análisis sobre la constitución de ese bloque regional.

El diputado Jorge Silva, miembro de la Comisión Especial de la Cámara Baja que investiga la violencia desatada en ese departamento, dijo que solicitará que se les entregue una copia de ese documento.

Explicó que esa instancia retornará nuevamente a Pando para indagar el asesinato de niños y mujeres, así como el paradero de personas desaparecidas, tal como la Unasur lo sugirió.

Aclaró, sin embargo, que durante su estadía en Pando también se logró recabar testimonios de campesinos que aseguraron haber sido testigos de la muerte de infantes y de féminas.

Trato inhumano en hospitales

Los testimonios recogidos por la comisión que investigó la masacre en Pando dan cuenta de que los heridos recibieron un trato inhumano de parte de los grupos cívico-prefecturales en los hospitales a los que fueron evacuados tras la balacera en la localidad de Porvenir el 11 de septiembre.

“Éramos los dos más graves heridos y de ahí, de terapia intensiva, nos quisieron sacar. Entraron unos seis ahí adentro, y nos quisieron sacar para matarnos afuera”.

Héctor Ordóñez también testificó que “a los compañeros que llegaban ahí los apaleaban, los terminaban de matar, a los compañeros heridos (…) Yo estaba en el hospital, en una oficina de un doctor, bien cerrado ahí estaba. No me encontraron”.

Otra de las personas que fueron entrevistadas por la misión de investigación dijo que “en la radio se informaba que en el hospital si era campesino, no lo atendían, lo mataban ahí”.

El documento también indica que los indígenas recibieron tratos discriminatorios y racistas reiterados por parte de los grupos cívico-prefecturales. Abigail Hidagua relató que “cuando llegaron las ambulancias, empezaron a gritar: ‘¡Campesinos de mier…!, ¡hijos de pu…!’. Estaba allí cuando llegó una ambulancia con uno de los normalistas, y una mujer comenzó a gritar: ‘¡Eh indio!, ¡es un colla de mier… hay que matarlo!’”.