Brasil y Argentina ponen en jaque a Bolivia y el Gobierno admite dificultades económicas

Bolivia pierde $us 117 millones porque baja la demanda de gas.

Ahora peligra la producción de GLP y gasolina.

Una misión del Gobierno se encuentra desde anoche en Brasil para buscar una negociación.



image

Producción: un trabajador de Petrobras supervisa la extracción de gas en una de sus plantas en el Chaco

La Prensa

Con la caída del precio y la menor demanda de gas, se dejará de recibir hasta 87 millones de dólares del mercado brasileño

Una misión del Gobierno se encuentra desde anoche en Brasil para buscar una negociación. Bolivia sufre las consecuencias de no haber diversificado sus exportaciones a otros países.

Brasil y Argentina ponen en jaque a Bolivia y el Gobierno admite dificultades económicas por la reducción a casi la mitad de los volúmenes enviados y el recorte en 20 por ciento del precio del gas natural que el país exporta a esas dos naciones. Los analistas estiman que Bolivia dejará de percibir entre 64 y 87 millones de dólares en los ingresos de exportación en el primer caso y de seis millones en el segundo.

De acuerdo con agencias internacionales, el nivel de actividad de ambos países se vio afectado por la crisis internacional y esto repercutió directamente en su demanda de energía.

Brasil recortó a casi la mitad su dependencia del gas boliviano, mientras que Argentina redujo su consumo de 6 a 1,8 millones de metros cúbicos diarios y el precio en ambos casos se ajustará hacia abajo en 20 por ciento.

La caída de las ventas del energético representa para las arcas de Bolivia una importante reducción de ingresos.

Desde Santa Cruz, el ministro de Hidrocarburos, Saúl Ávalos, admitió, según la red Erbol, que la reducción en las compras brasileñas de gas natural complica las finanzas de Bolivia.

“Esto significa para Bolivia algunas complicaciones y problemas económicos porque son diez millones de metros cúbicos de gas que no podemos exportar fácilmente”.

Por eso, dijo la autoridad, se ofreció a Argentina incrementar los volúmenes de gas que actualmente se le vende diariamente. “Pero también (Argentina) tiene sus propias dificultades”.

Una misión formada por el ministro Ávalos, de Planificación del Desarrollo, Carlos Villegas, y de Recuperación de las Empresas Estatales, Héctor Arce, viajó ayer por la tarde a Brasil para negociar con autoridades de ese país. “Vamos a expresar nuestra preocupación por la fragilidad y facilidad con que se mueven los volúmenes de gas”.

Según el ex ministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, la disminución del precio se habría producido en forma automática desde el 1 de enero a raíz del descenso del precio del petróleo de 140 a 41,70 dólares ayer.

Por tanto, desde esa fecha el país sólo percibe 6,20 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU, por sus siglas en inglés) en lugar de los 8 dólares cobrados en promedio en 2008.

En el caso de Argentina, el precio bajó de 10 a 7,80 dólares el millón de BTU.

Ríos recordó que el promedio de ventas a Brasil entre enero y octubre fue de 229 millones de dólares mensuales y que en noviembre el país incluso llegó a obtener un ingreso de 250 millones. Con un menor valor de venta y disminución de la demanda, los ingresos bajarán mensualmente a 165 millones de dólares aproximadamente hasta marzo. Es decir, 64 millones de dólares menos respecto del precio promedio que regía hasta octubre.

El ex superintendente del sector Carlos Miranda señaló que el precio de venta a Brasil bajó de 8,20 a 6,82 dólares para este primer trimestre del año. Tomando en cuenta ese valor y la disminución de los volúmenes demandados por el país vecino, la ex autoridad reguladora estimó que los ingresos para el país bajarán hasta marzo de 780 a 521 millones (173 millones por mes).

Recordó que en promedio el año pasado el país percibió 260 millones de dólares al mes.

Sin embargo, si se restan los 173 millones que se obtendrán a partir de ahora, Bolivia dejará de percibir 87 millones de dólares en sus exportaciones a ese mercado.

En el caso de Argentina, Ríos explicó que hasta el año pasado el país le vendió, en promedio, de 1,8 a dos millones de metros cúbicos de gas y obtuvo 20 millones de dólares.

Si se mantiene esta demanda, la ex autoridad calculó que con la caída de precios, las exportaciones reducirán su valor a 13 millones de dólares y Bolivia dejará de percibir siete millones de dólares.

Para la ex autoridad, Bolivia comienza a sufrir las consecuencias de no haber diversificado mercados en Estados Unidos, Chile, Paraguay y ahora depende de la voluntad de Brasil.

Miranda agregó, según ANF, que el país se encuentra en una situación complicada porque no sabe a quién vender el remanente que dejó de enviar a Brasil, aunque aseguró que Chile puede ser una opción interesante. En su criterio, el Gobierno podría convencer a la administración Kirchner para que aumente la compra de gas y lo envíe al país transandino. Los analistas y las regiones vislumbran una merma en los ingresos por regalías y el Impuesto Directo a los Hidrocarburos que el año pasado representaron importantes recaudaciones para los departamentos productores.

Producción de gasolina, en riesgo

Si Bolivia no logra convencer a la Argentina para que tome el gas que Brasil dejó de demandar, la escasez de gasolina, diésel y gas licuado de petróleo (GLP) se agravará en los siguientes meses porque habrá un déficit de 12.000 barriles de petróleo.

Así lo advirtió el ex superintendente de Hidrocarburos Carlos Miranda, quien explicó que el país se encuentra contra la pared porque no sólo disminuirá sus ingresos, sino que le faltarán líquidos.

Señaló que están en juego aproximadamente 10 millones de metros cúbicos de gas que se dejarán de vender y si no se los produce o extrae de los campos gasíferos, se dejará de procesar 12.000 barriles de petróleo para inyectarlos a las refinerías.

“Actualmente ya nos faltan 4.000 a 5.000 barriles y si no procesamos más, habrá que importar gasolina y diésel y faltara más GLP”.

Para la ex autoridad, Argentina puede comprar más gas y venderlo a Chile a un mejor precio (15 dólares) del que lo adquiere en Bolivia.

El ex secretario de Energía e Hidrocarburos Carlos Alberto López complementó que la producción de gasolina, diésel y otros líquidos derivados del petróleo podría bajar en 20 por ciento si se deja de producir el gas que Brasil no comprará en los siguientes meses.

Explicó que el 60 por ciento de la extracción de líquidos condensados proviene de pozos productores de gas. “La producción del energético puede reducirse hasta en 30 por ciento por una menor demanda de Brasil y si Argentina no compensa, la oferta de líquidos se reducirá“.

La renta petrolera caerá

Los ingresos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y las regalías caerán como consecuencia del recorte en 20 por ciento del precio que Brasil paga a Bolivia por el gas. Tarija teme por una reducción del 30 por ciento de su presupuesto por hidrocarburos.

El ex ministro de Hidrocarburos Carlos Alberto López advirtió de que este descenso puede llegar al 50 por ciento si se añade la caída en el precio del petróleo que empieza a tener sus efectos en el valor de las exportaciones de gas.

Esto significa que si Bolivia fijó en el Presupuesto General de la Nación del año 2008 un ingreso de 4.558,9 millones de bolivianos por regalías, este año sólo recibirá 2.279,4 millones.

López explicó que por el mecanismo de atenuación en el cálculo del precio del gas de exportación que se fija sobre la base de un promedio de tres meses, los efectos se observan luego de ese tiempo.

Esto significa, dijo, que el 20 por ciento que restará Brasil en la cotización no será muy grande el primer trimestre del año; sin embargo a partir de abril se observará una reducción real. El senador por Poder Democrático y Social (Podemos) Roberto Ruiz dijo a la agencia ANF que Tarija sufrirá una caída de 25 a 35 por ciento en sus ingresos porque un 80 por ciento proviene de la exportación de gas natural. Agregó que esto afectará principalmente a las provincias. De acuerdo con el PGN 2008, Tarija recibió por concepto de regalías 1.820,7 millones de bolivianos como departamento productor.

Transporte

El Gobierno desconoce la fecha en la que estará listo el proyecto de expansión del Gasoducto al Altiplano (GAA) en su tercera fase.

La conclusión de estas obras, junto con la conversión del oleoducto Carrasco-Cochabamba, es la alternativa para incrementar el envío de gas a La Paz, Oruro y Cochabamba.

El viceministro de Industrialización y Comercialización, Williams Donaire, explicó que sólo una primera fase de instalación de los loops (lazos o líneas paralelas) está apunto de concluirse; las otras dos etapas esperan contar con una licencia ambiental que se tramita desde el año pasado. “Creemos que el de Vila Vila-Sica Sica ya está con su adecuación ambiental lista, los otros dos están en trámite y esperamos que se adecue este trámite de licencia ambiental”. Ayer, La Prensa informó que la industria del occidente teme un colapso a partir de junio si no se incrementa el suministro de gas natural, cuya oferta apenas llega a los 73,1 millones de pies cúbicos por día (MMPCD) que transporta actualmente el GAA. La demanda de la industria del occidente, del transporte a gas natural vehicular (GNV) y de las generadoras eléctricas es de 88,7 MMPCD.

Sin embargo, Donaire afirmó que el proyecto GCC entrará en periodo de prueba a partir de la segunda quincena de abril de este año.

A finales del mismo mes el envío a los tres departamentos de occidente, La Paz, Oruro y Potosí, se incrementará en 20 MMPCD, con lo que se mejorará la oferta.

Los datos

El año pasado, el país mejoró sus ingresos por el gas debido al alto precio del petróleo.

Las prefecturas, municipios y el TGN se beneficiaron de la bonanza generada por el crudo.

La crisis financiera bajó las cotizaciones de los minerales y ahora las de los hidrocarburos.

La reducción de precios y volúmenes de exportación a sus dos principales mercados pone en jaque a Bolivia

 

Ahora peligra la producción de GLP y gasolina

Los analistas sostienen que el país pasa por una situación complicada, porque debe decidir si quemará el gas que no exporta, para rescatar los líquidos y, de este modo, abastecer el mercado interno, o cerrar válvulas.

image

• LARGAS FILAS • La imagen de archivo muestra a vehículos que hacen fila para comprar gasolina, que en el último tiempo empezó a escasear, así como el diesel en el oriente del país.

La Razón

La actual reducción de la demanda de gas natural boliviano por parte del mercado brasileño —de 30 a 20 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), que puede prolongarse por los siguientes tres meses— afectará al mercado interno con una reducción del 10% en la oferta de GLP, gasolina, diesel y jet fuel, si las autoridades del país no consiguen compradores alternativos, informaron fuentes cercanas a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Esta situación complica al mercado interno, que actualmente tiene un frágil equilibrio entre la oferta y la demanda de Gas Licuado de Petróleo (GLP), gasolina y un importante déficit en el caso del diesel oil. El problema se presentaría porque el 25 por ciento de líquidos que son procesados en las refinerías, vienen acompañando al gas natural que se produce en el país.

“El efecto sería de 5% en el procesamiento en las refinerías y otro tanto en la extracción de los campos, en el caso del GLP; lo mismo sucederá con otros combustibles”, subrayó la fuente.

Ahora, con la decisión de Brasil de reducir su pedido de 30 MMmcd a menos de 20 MMmcd, Bolivia está en la disyuntiva de quemar el gas para rescatar los líquidos y abastecer al mercado interno (que tendría un alto costo), o dejar de producir gas (cerrar la válvula de algunos campos), generando un déficit de abastecimiento de combustibles en el mercado interno, que perjudicaría al agro, al transporte y al consumo doméstico, entre otros, explicó uno de los informantes.

“Las salidas que tiene Bolivia son encontrar otros mercados para acomodar 11 MMmcd o importar carburantes (GLP, gasolina y diesel) para satisfacer la demanda interna que en el último tiempo reclama atención”, dijo.

Por su parte el ex superintendente de Hidrocarburos Hugo de la Fuente señaló que se trata de un problema complejo, debido a que en Bolivia parte de los líquidos van asociados al gas natural.

“Nosotros (Bolivia) en este momento tenemos una baja en el volumen de producción de crudo, nuestra producción no excede los 45 mil barriles día (…) y si dejamos de exportar gas, cada millón de metro cúbico nos da más o menos mil barriles de crudo; entonces si reduciríamos 10 MMmcd de gas a nuestra producción, sería rebajar más o menos 10 mil barriles de la producción de crudo. Eso significa que el país quedaría con 35 mil barriles, es decir, generaríamos un terrible caos en el tema de la producción de gasolina, GLP y diesel para el mercado interno”, dijo.

COMPLICACIONES

Reinyectar • Para no perder el gas y producir líquidos, el país podría reinyectar el gas extraído, sin embargo esta alternativa es bastante costosa y toma mucho tiempo.

Heroico • Hugo La Fuente dice que el país puede tomar una decisión heroica y reducir el precio del gas el primer trimestre para hacerlo competitivo y que Brasil lo pueda comprar.

 

Bolivia pierde $us 117 millones porque baja la demanda de gas

CÁLCULO • La cifra corresponde al primer trimestre del 2009, período en el que la venta de gas al vecino país será sólo de 24,8 MMmcd, el volumen mínimo de compra que establece el contrato.

image

• EL BENEFICIO • Un grupo de personas hace fila para recibir la renta Dignidad, que es financiada con la venta del gas.

La Razón

La reducción en la demanda de gas de Brasil, en el primer trimestre de este año, se traducirá en una pérdida de 117 millones de dólares en los ingresos que Bolivia percibe por la venta de este recurso energético, informaron ayer a La Razón fuentes cercanas a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Si bien la demanda de Brasil, hasta el mes de marzo, será sólo de 20 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), el cálculo de la pérdida toma en cuenta el volumen mínimo de compra (24 MMmcd), establecido en la cláusula “Take or Pay” del convenio suscrito por ambos países.

“Si se calcula la caída (en la demanda) de 6 MMmcd, de 30 a 24, se tiene que el país va a facturar $us 1,3 millones menos por día”, indicaron las fuentes.

Multiplicando este monto por tres meses (enero, febrero y marzo), el perjuicio para el país resulta en $us 117 millones.

Esta cifra contempla además el actual precio internacional del petróleo, poco más de 6 dólares, mismo que determina a su vez el precio de venta del gas natural.

El 2008, recordaron las fuentes, Bolivia facturó 3 mil millones de dólares por la venta de gas a Brasil, con precios récord y con un volumen promedio de 30 MMmcd. De esa cifra, indicaron, 1.500 millones se destinaron al pago de regalías (a regiones productoras de gas) y al Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que beneficia a prefecturas, municipios y universidades.

En abril, cuando la demanda se recupere, la caída en el precio del barril de crudo “impactará en el Tesoro General de la Nación (TGN) y en las regiones”.

La baja cotización del petróleo, cerca de 48 dólares, regirá el precio de venta del gas desde el mes de abril debido a su forma de cálculo. “Lo que le vendemos en enero a Brasil, le facturamos el 15 de febrero y nos paga el 15 de abril, y YPFB paga regalías e IDH el 16 de abril”, explicaron.

Recordaron que parte de los ingresos por la venta de gas son empleados por el Gobierno para el pago de beneficios sociales como la renta Dignidad, a personas mayores de 60 años, y el bono Juancito Pinto, a escolares.