Con el ánimo fortalecido

image No fue el rotundo rechazo. Pero de antemano se sabía que a tal punto era no sólo difícil llegar, sino más propiamente, era imposible. Nos referimos a las expectativas bajo las cuales asistimos a la consulta, al referéndum del reciente domingo 25, motivado por el proyecto de una nueva Constitución Política del Estado.

Editorial El Deber.

Pero aunque ese rotundo rechazo, que ni los más exaltados esperaban, en efecto no se dio, el ánimo de los que disienten de los soberbios dueños del poder, resultó fortalecido y sigue tonificándose a medida de las nuevas y racionales lecturas que se hacen de las conclusiones del referéndum.



Tomando en cuenta apenas lo más elemental, se puede afirmar que quienes están apurando los tragos amargos de las frustraciones son precisamente aquellos ensoberbecidos dueños del poder. Para empezar, ellos derrocharon, despilfarraron recursos económicos que nadie duda su procedencia, en campañas publicitarias de toda índole en las ciudades, en áreas rurales, en calles y caminos, sin excluir la bajeza de apoyar el abrumador despliegue en hechos de significación histórica que, en su momento, habían repelido o les merecieron una abierta y palmaria condena verbal y de hecho.

Y sin duda alguna, ese redoblado y tan rechinante  despliegue publicitario tuvo su centro neurálgico en nuestra región, en esta Santa Cruz, a cuya población, nutrida de gente de todos los confines, del interior y del exterior del país, por una maliciosa y perversa miopía, se trata de reducir a la condición de plañideros y resignados sacristanes de amén.

De gran cosa no les sirvió a los dueños del poder ese su despliegue abrumador de propaganda por todos los medios. Y tampoco les funcionó, -al menos en la medida en que ellos esperaban-, las manipulaciones que seguramente tuvieron lugar por conducto de agentes limados en las mejores plazas, y de las que se habló especialmente como emergencia de varias denuncias particularmente sobre duplicidad de números de registro de cédulas de identidad que, hasta el momento, no han tenido una explicación válida.

Cómo no va a ser entonces reconfortante para el ánimo, a estas alturas, el resultado del referéndum que desahucia indiscutiblemente a la espuria Constitución Política del Estado cocinada a gusto y sabor de los detentadores del poder. Esa Carta Fundamental no puede dar un solo paso más adelante. Con estruendo ha fracasado el intento de abrir cauce a un cocinado íntimo con aderezos indigestos, de los dueños del poder incurablemente soberbios.

El sufragio cruceño, al que no hizo mella el despliegue publicitario de los mandamases ni sus turbias manipulaciones, no sólo es de esencia regional, autóctona. Lo es también de los cientos y miles de bolivianos que, al acogerse a nuestro cálido abrazo, alientan el empeño de compartir nuestra suerte y de ser parte de nuestras causas, cuya legitimidad y esencia patriótica son imposibles de negar.