El MAS entiende la igualdad en rigurosas «categorías»

Los miembros de la «corte» de Evo gozan de privilegios de ricos. Los otros, los que marchan, bloquean, hacen vigilias y ponen el pecho, reciben las sobras.

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El MAS tiene una muy peculiar forma de entender la igualdad. A despecho de los encendidos discursos sobre la igualdad que en forma recurrente lanzan tanto el presidente Evo Morales como sus colaboradores, el partido gobernante en realidad actúa de una forma muy diferente y los hechos lo demuestran.



El MAS, contra todo lo que puedan decir sus miembros, es un partido sumamente estratificado y las diferencias están muy bien marcadas y el que no sepa mantenerse en el lugar que le corresponde, corre el serio riesgo de ser marginado con las consecuencias que ello implica.

La cúpula del MAS está ocupada por el omnipotente y ominipresente, el todopoderoso Evo Morales. En la escala jerárquica le siguen unos cuantos ministros, entre ellos Juan Ramón Quintana, Alfredo Rada, Walker San Miguel y Héctor Arce. Completan la escala de privilegiados cortesanos unos cuantos dirigentes de las llamadas “organizaciones sociales” como Fidel Surco, Isaac Avalos y Celinda Sosa y otros hombres de confianza como Santos Ramírez.

Los miembros de este selecto grupo y sus familiares tienen acceso a una serie de privilegios entre los que se cuentan atención médica de primera, ya sea en el país o en Cuba. Los hijos de estos cortesanos disfrutan de becas de estudio que supuestamente deberían estar destinadas a gente de escasos recursos. Otros tienen a su disposición lujosos vehículos, unos propiedad del Estado y otros provenientes de las donaciones venezolanas que muy fácilmente se extravían en el camino.

Existen privilegiados de segunda categoría entre los que se cuenta el pintoresco diputado Gustavo Torrico, el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo, el también diputado César Navarro y el senador Felix Rojas.

Pero ¿a que viene toda esta recapitulación de la cerrada estructura jerárquica del MAS? Ocurre que el pasado viernes el dirigente de los colonizadores y del Conalcam, Fidel Surco sufrió un accidente de tránsito cuando se dirigía a la localidad de Apolo junto a tres acompañantes para hacer campaña por el Si en el referéndum constituyente.

Surco y sus acompañantes sufrieron heridas de diversa magnitud. Pero aquí viene lo bueno. De manera consecuente con lo que el MAS entiende por igualdad, Surco fue trasladado a una cara clínica del exclusivo barrio paceño de Achumani en tanto que sus pinches acompañantes fueron depositados (el término resulta apropiado) en una precaria clínica de El Alto.

Surco tuvo como médico de cabecera al propio ministro de Salud, el ex demócrata cristiano, Ramiro Tapia y como ya es norma, de inmediato se iniciaron las gestiones para trasladarlo a Cuba en caso de ser necesario. Sus acompañantes, naturalmente no tuvieron tanta suerte, nadie averiguó por su estado de salud y sus familiares vagaron todo el fin de semana para averiguar quien pagaría los gastos que demande la atención médica y nadie pudo darles una referencia.

Se trata, sin duda, de un ejemplo más que claro de lo que significa la igualdad para el MAS.