El MAS frente al ‘No’

Sería nefasto para el MAS que los porcentajes de oposición que se manifestaron en la Media Luna en el referéndum revocatorio se mantengan o crezcan en la próxima consulta, hecho que no sólo puede echar a perder el triunfo contundente que se espera sino que mantiene la polarización.

Editorial El Nuevo Día.



Amenos de 20 días del Referéndum Constitucional, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, se deja traicionar por el nerviosismo y lanza duras advertencias contra los que apoyan el voto por el “No” a la Carta Magna plagada de ilegalidades y amenazas contra el sistema democrático.

El discurso “autonomista” del MAS ha sido identificado por la ciudadanía como un mero disfraz, sobre todo en las regiones que saben lo que quieren desde hace años y donde la población es capaz de diferenciar entre la verdadera autonomía y una propuesta gubernamental engañosa y regresiva en relación a lo que Tarija, Beni, Pando y Santa Cruz ya lograron mediante el voto contundente y reiterado del soberano.

El Presidente sabe que no ha convencido y, lo peor de todo, que no ha conseguido el apoyo de ningún autonomista “notable” que le levante el pulgar, ni siquiera para un anuncio de televisión y menos para sumarse de lleno a la campaña por el “Sí”. Por eso es tan importante una nueva reunión con los prefectos opositores, con quienes supuestamente pretende coordinar el contenido de una futura ley marco de las autonomías departamentales. La idea es tan descabellada que sólo puede ser producto de la desesperación, pues equivale a proponer que los entrenadores de dos equipos de fútbol rivales coordinen las jugadas un día antes del clásico. Obviamente lo que se busca es un golpe de imagen, una nueva fotografía de rostros sonrientes, que pueda darle fuerza a la pantomima autonomista de Evo Morales.

El MAS tiene un excelente caudal de votos asegurados en el occidente del país y es posible que lo mantenga el 25 de enero, aunque probablemente algo disminuido en relación a lo que logró el 10 de agosto del año pasado.

Sería nefasto para el MAS que los porcentajes de oposición que se manifestaron en la Media Luna en el referéndum revocatorio se mantengan o crezcan en la próxima consulta, hecho que no sólo puede echar a perder el triunfo contundente que espera el oficialismo, sino que reafirmaría una realidad que siempre se ha querido negar, pero que algunos masistas comienzan a reconocer públicamente. Evo Morales no gobierna en todo el país y este hecho, que de por sí es tremendamente negativo, resultaría aún más funesto para una pretendida legitimidad de la ley suprema. La imagen internacional que proyectaría este escenario, que es casi un hecho, no le hace ninguna gracia a un Gobierno que le da tanta importancia al halo que proyecta su discurso de cambio en el exterior.

El otro gran problema que puede surgir de un voto fuerte por el “No”, especialmente localizado en el oriente y el sur del país, es la constatación fehaciente de que la oposición no ha sido destruida, pese a tantos esfuerzos que ha desplegado el MAS para lograrlo y peor aún, de que los líderes autonomistas y todo lo que ellos representan, siguen gozando del apoyo popular que se expresa de manera inequívoca en las urnas.