El MRTA estaría operando en Bolivia

Existe preocupación en el Perú en relación a las actividades de algunos emerretistas que gozan de la protección del gobierno boliviano.

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Para nadie es un secreto que los miembros del MRTA peruano se pasean por Bolivia, particularmente por La Paz y el Chapare, como Pedro por su casa pero existen preocupantes indicios que sus actividades no son precisamente pacíficas.



El mes de agosto del pasado año, la Dirección Contra el Terrorismo (Dincote) del Perú cursó una solicitud a los organismos de Inteligencia bolivianos para indagar sobre las actividades de varios peruanos que se encuentran en el país, algunos en calidad de refugiados y otros de manera clandestina, cuyas ligazones con el MRTA son ampliamente conocidas.

Esta preocupación fue reiterada en diciembre de 2008 sin que hasta el momento el Ministerio de Gobierno boliviano haya atendido la solicitud peruana.

¿De donde surge la preocupación de la policía peruana? Resulta que en Bolivia desde hace dos años se han producido varios atracos y asaltos que han involucrado a importantes cantidades de dinero y existe la comprensible preocupación respecto de la posibilidad de que estas acciones estén siendo ejecutadas por miembros de la organización terrorista peruana para financiar sus actividades en territorio peruano.

Los organismos antiterroristas peruanos tienen muy grabada en su memoria que los recursos obtenidos en el secuestro del empresario boliviano, Samuel Doria Medina fueron utilizados para financiar la toma de la embajada del Japón por parte del grupo encabezado por Néstor Cerpa Cartolini y temen que en esta ocasión se esté preparando una acción similar.

De acuerdo a los organismos de inteligencia peruanos existe la posibilidad cierta de que miembros del MRTA sean los responsables, por ejemplo, del atraco a una remesa de 250 mil dólares destinados al pago de jubilados de YPFB en la ciudad de Santa Cruz y otros ocurridos recientemente en el país. 

Según su evaluación, no se trata de acciones perpetradas por delincuentes comunes de poca monta sino de atracos rigurosamente planificados en los que debió hacerse previamente todo un trabajo de inteligencia y seguimiento, lo que corresponde a organizaciones muy bien estructuradas y disciplinadas.

Sin embargo, los organismos de Inteligencia bolivianos, que sabemos muy bien por quienes están manejados, hasta el momento no han dicho esta boca es mía y la mayor parte de los atracos han quedado en la más absoluta impunidad.

No se trata de una simple susceptibilidad pero resulta que también son conocidos los estrechos vínculos que mantiene el gobierno del MAS con el MRTA, al punto de que algunos de los miembros de esta organización, brindan asesoramiento de prensa al presidente Evo Morales y otros, según se ha denunciado en varias oportunidades, están dando entrenamiento militar en la región del Chapare, coligados con actividades ilícitas de narcotráfico.

Por otro lado se sabe, por comentarios de los propios alteños, que varios «hermanos peruanos» participan activamente en las movilizaciones y marchas de las llamadas organizaciones sociales afines al MAS.

¿Es que Bolivia, en los hechos, se ha convertido ya en el santuario de estas organizaciones narcoterroristas con la inconfesada complicidad gubernamental?