El Sí, NO obtuvo los 2/3

image Juan Evo Morales, Tuto Quiroga y Percy Fernández, que se jugaron por un SI entusiasta desde la aprobación por parte del Congreso de la Ley Inconstitucional que llevó a Bolivia a un referéndum por la nueva CPE, cantan victoria cada uno para el lado que le conviene.

Gabriela Ichaso Elcuaz en Piedra Libre

La realidad es otra: el proceso Constituyente original exigía 2/3 para poner en vigencia la refundación de Bolivia. Que la tengan clara: ganamos los que dijimos NO con el casi 40%.



Bolivia sigue inconstituida. El acuerdo que convocó a la Asamblea Constituyente, redactora del proyecto mal escrito e incongruente de Constitución, decía claramente que sería el pueblo boliviano -a través de comicios populares- con 2/3 afirmativos de sus votos, el que daría al país una nueva Carta Magna.

Tuto Quiroga, líder de PODEMOS, principal partido de oposición en el Congreso, traicionó el mandato de sus bases, de aquel acuerdo que suscribió y de las leyes vigentes, al aprobar con sus parlamentarios un Referéndum, primero modificando el mal parido texto de Oruro y segundo, disminuyendo el límite de aprobación a una simple mayoría excluyente del pensamiento total nacional.

Percy Fernández, líder del centro urbano más importante en economía y población de Bolivia, desbocadamente en septiembre de 2008 refutó al homenajeado Ciudadano Ilustre e historiador Alcides Parejas que se jugó por el NO, aclamando que como Alcalde de Santa Cruz de la Sierra iba por el SI.

La conveniencia y la ignorancia de los que decían estar al otro lado de Juan Evo y su proyecto totalitario imperialista, les jugó una mala pasada. Ayer dijeron haber marcado NO pero su voto resultó intrascendente frente a la conciencia masiva que nuevamente sacó a relucir la gente libre, en defensa de su cultura y de su derecho de construir mirando adelante el presente y el futuro.

40% por el NO es más de un tercio que rechazó la CPE. Casi cinco departamentos de nueve que dijeron NO, no es minoría: 6 departamentos debieron decir SI para que esto parezca un país.

Bolivia sigue inconstituida y el sistema político nacional continúa arrastrándose en el pasado, reptando hacia atrás.

Los del NO tenemos que continuar la fiesta con trabajo, con amor al prójimo, con amplitud, con moderna humanidad, con optimismo, con claridad y con coherencia. El conservadurismo del poder central y local, como todo mal, no durará cien años y nuestros cuerpos no resistirán: venceremos.