Ex guerrillera pone en apuros al gobierno

Loyola Guzman dijo que votará por el NO a la nueva constitución. Los estrategas de propaganda del MAS no saben que hacer para contrarrestar el golpe.  

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Loyola Guzman, luchó junto al Che Guevara en la guerrilla de Ñancahuazu, en la década del 60 en Bolivia.



El discurso masista hace aguas por todo lado

El anuncio les cayó como patada en cierta parte. Hubieran esperado cualquier cosa menos eso. Que Loyola Guzmán se les diera la vuelta en ningún momento estaba en sus cálculos y su capacidad de respuesta estaba obviamente limitada por la trayectoria de la inesperada opositora.

Luego del anuncio que hizo Loyola y su respaldo a la opción por el No a la constitución masista, se generó gran conmoción en esferas gubernamentales. En resumidas cuentas no se trataba de una opositora cualquiera a la que pudiera descalificársela de entrada lanzándole los conocidos anatemas de “derechista”, “oligarca” o “proimperialista”.

Se trataba, ni más ni menos, de una estrecha colaboradora de Ernesto “Che” Guevara, que tuvo que sufrir la cárcel, la tortura y en el mejor de los casos el exilio durante la época de las dictaduras. En una de la innumerables sesiones de tortura a la que fue sometida, intentó quitarse la vida saltando desde un segundo piso para evitar delatar a sus compañeros.

Sobrevivió y propios y extraños reconocen que ella ha dado en todo momento una lección incomparable de consecuencia y lealtad. Esto es reconocido aún por aquellos que discrepan con los métodos que en su momento propugnó la exguerrillera.

Además se debe recordar que ella fue constituyente por el MAS pero en todo momento mantuvo una actitud digna, alejada del servilismo de aquellos que se limitaron en Oruro a “bajar la mano y subir la mano” según les ordenara la incondicional de Evo, Silvia Lazarte.

Los «brillantes» estrategas del gobierno se pusieron de inmediato a intentar idear algún mecanismo para descalificar a Loyola pero la tarea se les hizo cuesta arriba. Ninguno de los epítetos usados comúnmente servía. ¿ Como se podía acusar de derechista y proimperialista a quien luchó al lado del Che Guevara?

Por tanto optaron por un prudente silencio pero ya existe la convicción de que la arbitraria división de la población que ha hecho el MAS entre “derechistas”, “oligarcas” y el “pueblo” es absolutamente artificial y solo sirve a los intereses de esa nueva casta enquistada en el poder.

Loyola Guzmán ha demostrado, en los hechos que el referéndum constituyente no implica un enfrentamiento entre “izquierda” y “derecha”, entre “oligarcas” y “pobres” sino entre la democracia y un proyecto autoritario encarnado en Evo Morales, que ha declarado en forma muy clara su intención de quedarse de por vida en el Palacio de Gobierno.