La economía al garete

Evo y el MAS, bien gracias…

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Los pobres de Bolivia serán cada día mas pobres y seguirán implorando por una  garrafa de gas. Es el fiel reflejo de la «política» energética del gobierno masista. *



La negligencia con la que el gobierno del MAS ha manejado la economía linda con la ignorancia e irresponsabilidad. Hace un par de años, varios funcionarios gubernamentales reaccionaron de manera airada cuando a alguien se le ocurrió decir que la economía nacional estaba siendo conducida con “piloto automático” y a eso se debían las aceptables proyecciones que se mantenían al principio de la “administración” de Evo Morales.

Pero al parecer a alguien se le ocurrió ahora desconectar el piloto automático y está produciendo una desaguisado de proporciones imprevisibles. Es ciertamente digno de encomio el esmero que ha puesto el gobierno de Morales para crear las condiciones que podrían conducir al país a un severo descalabro económico.

En primer lugar hizo todo lo posible para que los Estados Unidos no amplíen las preferencias arancelarias con lo que se pusieron en peligro miles de fuentes de trabajo precisamente en El Alto, el más visible reducto masista. En primer lugar se buscaron confrontaciones innecesarias a título de “dignidad nacional” y luego resultó más que evidente que el gobierno estaba haciendo muy poco o nada en la lucha contra el narcotráfico.

Después a algún genial miembro del equipo económico se le corrió que la economía podía ser manejada al azar y solo cabía esperar lo que venga. Es de esta manera que no había que incentivar la producción de hidrocarburos y que tampoco había que buscar mercados, estos vendrían por su cuenta a rogarnos.

Esta concepción que no garantizaba un abastecimiento sostenido a nuestros tradicionales compradores de gas, Brasil y Argentina obligó a estos países ha aplicar en forma acelerada un plan de prospección y producción de hidrocarburos con los resultados que están a la vista. Ya no necesitan tanto el gas boliviano y en el futuro lo necesitarán menos.

Bastaron tres años de gobierno del MAS para que Bolivia haya sido degradada de “eje energético del Cono Sur” al triste papel de un productor casi residual que no puede abastecerse ni a sí mismo.

La tan decantada “nacionalización” de los hidrocarburos no fue más que una medida circense para obtener el aplauso de la platea. YPFB que debió asumir el papel rector de la economía, hoy por hoy es el reducto donde varios masistas, entre ellos su presidente Santos Ramírez están saliendo de pobres y los planes de industrialización del gas firmados  en medio de rimbombantes actos, valen menos que el papel en que fueron escritos.

En suma, una conducción absolutamente irresponsable que acarreará serios problemas para el país mientras Evo sigue obnubilado ante una constitución “plurinacional” que considera lo eternizará en la presidencia de la Nación.

*foto archivo El Deber