Las tendencias de la economía

image Las posibilidades de recuperar la corriente de exportaciones hacia EEUU queda pendiente de los progresos que muestren la erradicación de cocales y el combate al narcotráfico. También de la mejora de las relaciones entre ambos gobiernos y del tono que emplee el Presidente.

Editorial La Razón.

Las tendencias que se observan al finalizar el mes de enero permiten vaticinar que este año se romperá la tendencia creciente que tuvieron las exportaciones en el último lustro y que los 6.232 millones de dólares del 2008 serán muy difíciles de igualar. El valor de las exportaciones del año pasado fue superior en 41% al del monto alcanzado en el 2007, pero las ventas del 2009 podrían registrar una caída también de más de 40%, según cálculos efectuados por los exportadores.



El panorama se pinta gris en todos los sectores de la economía. El precio de las exportaciones de gas natural será, a partir de abril, la mitad del que fue el año pasado. En ese mes se realizará el ajuste trimestral del precio de las exportaciones a Brasil, y esta vez reflejará la caída que tuvo el crudo desde noviembre.

Pero además se prevé que las compras de gas por parte de Brasil sean inferiores en volumen, según lo ha pronosticado la directora de gas y petróleo de Petrobras, Maria das Gracias Forbes. Ella dijo que este año las compras de Brasil podrían ser inferiores a los 24 millones de metros cúbicos diarios de estos días. Es que la producción interna de Brasil sigue creciendo.

Las ventas a Argentina no podrán superar los seis millones de m3/d, debido a limitaciones del gasoducto. De esa manera se tendrá que las exportaciones de este 2009 será de 30 millones, comparadas con los 36 millones del año pasado.

En minería, las perspectivas son preocupantes no solamente por la caída del precio de los minerales sino por el desaliento de los empresarios del sector ante las nuevas condiciones jurídicas que les obliga a firmar nuevos contratos para el control de los yacimientos. Las cooperativas podrán seguir operando pero la fundición de Vinto volverá a ser un cuello de botella para aquellas que se dedican al estaño.

La agricultura tendrá que enfrentar no solamente los problemas de precios, de falta de mercados, de combustibles y de carreteras seguras, sino también la inseguridad que nace de la vigencia de una nueva Constitución Política del Estado que, por lo menos en estos días, alienta a los avasalladores de tierras. A eso habrá que sumar la persistencia de las trabas y controles de las exportaciones que comenzaron en abril del año pasado para el sector oleaginoso.

La industria nacional también enfrentará problemas porque este año sentirá la falta del acuerdo la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA) con Estados Unidos y la inseguridad de los mercados que se anunciaban como alternativos al norteamericano.

El Gobierno ha indicado que decidió aceptar un diálogo bilateral con la Unión Europea (UE), aunque volvieron las contradicciones porque algunos funcionarios insisten en que sólo podrá haber negociación bloque a bloque entre la CAN y la UE.

Las posibilidades de que Bolivia recupere la corriente de exportaciones hacia Estados Unidos queda pendiente ahora de los progresos que muestren la erradicación de cocales y el combate al narcotráfico. Pero también de la mejora de las relaciones entre ambos gobiernos y del tono que emplee el presidente Morales en sus continuas referencias al que llama “el imperio”.

Por lo pronto, el Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de levantar las prohibiciones para exportar oleaginosas. Las restantes, dependen de factores internacionales.