Mas propaganda para tapar las malas noticias

Encuestas realizadas por venezolanos y mantenidas en secreto, muestran la caída del apoyo al Si y el aumento del No, al proyecto de la nueva constitución masista.

En los estudios de la radio gubernamental Patria Nueva en uno de los acostumbrados programas al que acuden los jerarcas del gobierno para  decir lo que quieren, en tanto los «periodistas» del medio asienten sumisamente.

El año 2009 no se inicia con muy buenos auspicios para el gobierno y el nerviosismo en palacio de Gobierno es más que evidente al punto que se anuncian cambios de importancia en diversos niveles de la estructura gubernamental, aunque, como ya se sabe, los “intocables” han tomado sus previsiones y como siempre, los “patos de la boda”, serán funcionarios subalternos.



Las primeras malas noticias para el gobierno vienen de parte del referéndum constituyente. Hace un mes, los medios oficiales de prensa divulgaron profusamente los resultados de una encuesta, que hay que aclarar fue realizada por funcionarios venezolanos. En dicha encuesta se daba por ganador al SI con el 64 por ciento lo que movió a un razonable optimismo a los estrategas gubernamentales.

Sin embargo, una encuesta más reciente muestra una dramática caída si es que los resultados de la encuesta venezolana fueron reales. En esta encuesta se muestra una victoria del SI ante el NO por una mínima diferencia, lo cual evidentemente muestra una clara derrota para el gobierno.

Una de las consignas gubernamentales es que la población está con el cambio (el cambio según lo entiende el MAS). Aseguran además que el texto aprobado luego de los muertos y heridos de la Calancha y del espectáculo circense de Oruro, es la expresión de la voluntad popular.

Si se toma en cuenta estas premisas, lo menos que podría esperar el MAS es una decisión que se aproxime a la unanimidad pero esta no es la situación por lo que el gobierno ha diseñado a las apuradas, una estrategia que le permita obtener un porcentaje decente para el SI en el referéndum.

Esta estrategia tiene como componente principal la incorporación de los prefectos y dirigentes cívicos opositores a la campaña por el SI con el argumento de que en el texto masista se contemplan las autonomías. Es claro que la campaña concebida de este modo no dará mayor resultado y por tanto el gobierno alista una ofensiva para mostrar a prefectos y dirigentes cívicos como opositores a las autonomías y como únicos responsables si es que esta no llega a aplicarse.

Las malas noticias para el gobierno vienen también del lado de la economía, un sector al que siempre ha mirado con indisimulado desdén (debido a su total desconocimiento del área). A pesar de que Evo, como ya es su costumbre, prefiera aplicar la política del avestruz, existen varios estudios que muestran que el desempleo -que ya se ha incrementado en los últimos meses como consecuencia de la errática política gubernamental-, continuará creciendo y se calcula que al término del primer semestre alcanzará proporciones solo comparables – y es probable superiores- a los que se dieron en la época de la UDP.

Existen también estudios confidenciales en el Banco Central que indican que el precio del dólar, luego de que este fue subvaluado durante varios meses en forma artificial, alcanzaría los nueve bolivianos como consecuencia de la rebaja sustancial en los montos de las remesas, además de la caída en los precios de los minerales y el virtual colapso de la minería.

Sin duda una situación para el gobierno que no es de las mejores y que tiene varias vertientes, una de las cuales es, sin duda, la demostrada incapacidad para diseñar una política económica adecuada y su enfermiza tendencia para sumergirse en un mundo de ficción.