¿Patriotas los amigos y traidores los disidentes?

El Mundo. El Director

El 28 de noviembre del 2006 el MAS en tiempo récord aprobó la Ley de Tierras resistida por la oposición y de inmediato, antes de la medianoche de ese martes, fue promulgada por el presidente Evo Morales ante la amenaza de la oposición de impugnar su legalidad, la oposición en ese momento contaba con la mayoría de los Senadores y el oficialismo mediante alguna técnica de seducción logró que tres Senadores -dos de Podemos y uno de U.N.- la aprueben de puro “patriotismo” y entrega a la Nación, logran sancionar en todas sus instancias la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria que modifica la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA Mario Vargas, de Podemos (titular); Andrés Fermín Heredia Guzmán (suplente de Podemos), y Abraham Cuellar, esa misma noche en momentos de promulgar tan “patriótica medida” reconoce que los Senadores actuaron por Bolivia, que no se les pidió ni reconoció alguna favor, que él a nombre del país y los pueblos originarios reconocía como leales y auténticos Bolivianos a tan dignos “padres de la patria”.

Ayer mediante la página oficial del gobierno (ABI) el Senador Félix Rojas acerca de la reelección del Presidente del Senado de la Nación señalaba: “"La reelección de Oscar Ortiz fue gracias al contubernio entre la fracción ultraderechista de Podemos y dos traidores del MAS que dejaron nuestra bancada hace tiempo", no sin antes reconocer el valor y patriotismo de los Senadores de Podemos Carlos Bohrt y Roberto Ruiz que apoyaron abiertamente el nuevo proyecto del MAS, para este dúo de tránsfugas y oportunistas que uno de ellos cuenta con el record nacional de militancias políticas Bohrt (PS1, Izquierda Unida, MIR, MBL, NFR, ADN, PODEMOS y hoy funcional al MAS) Mario Vargas es del trío de “patriotas” entre ellos Abraham Cuellar y Andrés Heredia. Abraham Cuellar es parte de todos los negociados en la zona franca de puerto Evo, y Heredia como reconocimiento se le entregó todo el consulado de San Pablo lugar donde radica y solo viene para cuando se requiere su voto.



Pero para el Senador Félix Rojas los dos Senadores disidentes del MÁS son un par de traidores, uno de ellos -Gerald Ortiz de Chuquisaca- renuncia al oficialismo luego de la muerte de la “Calancha” y Guido Guardia (que no es Santo de mi devoción) es expulsado del MAS una vez que denunció a jerarcas del MAS cruceño en los negociados de los pasaportes, los que ´por cambio de algo desconocido votaron por el MAS son Patriotas y los disidentes del MAS con motivos y razones para no seguirlos apoyando son unos traidores, esa es la lectura de la estupidez que hacen y de la que hablan los del oficialismo, esa son las grandes contradicciones que hacen que solo ganen desengaños y no adhesiones.

Partamos de algo, desde el retorno de la democracia el parlamento no es a cabalidad una institución donde los códigos y éticas de hombres probos están en práctica, ya es una costumbre ver que los Senadores y Diputados que saben que su voto define se conviertan en las piezas claves de cada elección , también se sabe que los argumentos son los mismos, el que logra conseguir el voto del cuestionado se transforma en héroe y patriota, por su parte quien sale perjudicado con ese voto de su boca solo salen improperios de todo calibre para descalificar al “representante del voto” que no se definió por él, de verdad que no los entiendo. Guardando distancias es importante reconocer que de ambos lados los métodos de seducción son los mismos, promesas de toda envergadura, y que la conducta de los Senadores del MAS, de Podemos o UN son de simples nuevas versiones de “Judas Iscariote”, de traidores, de hombres sin palabra, sin ley ni valores, no por nada algunos jefes de partido les marcan los votos y en otros casos se hacen dar hipotecas o cheques en garantía por su “lealtad”; que no nos sorprendan, que no nos mientan.

Existen disidentes pero lo más aconsejable es que renuncien al curul que no les pertenece a ellos sino al partido que los llevó hasta allí, o si es que la patria no puede vivir sin ellos que para votos que definen la línea partidaria llamen a sus suplentes y si no existieran que se abstengan, el votar por una consigna contraria es cohecho político.