El Señor Jesús es el profeta por excelencia

image HOMILIA DE MONS. BRAULIO SÁEZ, OBISPO AUXILIAR DE STA CRUZ

Domingo 1º de febrero



EL VERDADERO PROFETA ES QUE TIENE FIDELIDAD A DIOS, A LA COMUNIDAD Y A LOS POBRES: EL SEÑOR JESUS ES EL PROFETA POR EXCELENCIA

Queridos hermanos y hermanas:

1.-Nos hemos reunido para escuchar la Palabra de Dios, para celebrar nuestra fe y participar del misterio del amor de Jesucristo en la Eucaristía. La Palabra de Dios que acabamos de proclamar nos animaba en el salmo 94 “Ojalá escuchen hoy su voz, no endurezcan el corazón como el día de Meribá. Nos hemos reunido para eso, para escuchar la Palabra y para ablandar el corazón y para poner nuestra conciencia en sintonía con el Señor, nuestro Dios.

2.-Nos cuesta escuchar, poner atención e interiorizar aquello que proclamamos, hacer seguimiento de las lecturas que la Iglesia nos presenta cada domingo. Escuchamos, pero no oímos, más aun, nos cuesta vivir esa palabra porque supone no solamente aceptar un mensaje, una doctrina, supone aceptar una persona: La Palabra de Dios es Jesucristo vivo, real. Jesús es una palabra que anima, cautiva, estimula y convierte. Dios habló una sola vez y esa fue su palabra, en su Hijo. Aceptar a Cristo es comprometernos a vivir como El vivió: ¡una vida nueva!.

3.- Las expresiones del Evangelio de hoy nos dirán que ante las actuaciones de Jesús la gente se quedaba asombrada de su enseñanza, todos se preguntan estupefactos: ¡Enseña con autoridad y no como los escribas! Es muy fácil decir esas palabras de Jesús, pero es difícil aceptar la persona, la vida, el misterio de Jesucristo, lo fue entonces y lo sigue siendo hoy. Este mismo Jesús es el mismo que nos habla hoy no sólo a través del Evangelio, sino a través de la vida, de tantos acontecimientos como vemos a nuestro alrededor a través de tantos hechos que nos interpelan frente a la realidad nacional y frente a la realidad que vive nuestro mundo.

4.- La primera lectura nos presenta una de las experiencias más fascinantes de la historia del pueblo de Israel, el profetismo. Los profetas surgen en un tiempo determinado de la historia, tiempos de crisis, de infidelidad a la alianza, de olvido al proyecto de Dios, de persecución, de deportaciones y de esclavitud; tiempo de gracia porque Dios se acuerda de su pueblo y El tiene presente a su pueblo, Dios ama a su pueblo. Los profetas hablan en nombre de Dios y están en sintonía con Dios, no hablan por su cuenta o por intereses personales.

5.-El libro nos da una descripción del profeta: Pondré mis palabras en su boca y él les dirá lo que yo le mande. Por tanto, el profeta es el hombre de la palabra, anuncia el proyecto de Dios, sus mandamientos, sus exigencias, lo que El quiere de la conducta del pueblo y denuncia todo aquello que va en contra del proyecto de Dios y al mismo tiempo, de todo aquello que denigra a la persona humana y las necesidades del pueblo, ese es el profeta el que anuncia y que denuncia todo aquello que va contra la dignidad de todo ser humano. Escuchar al profeta, es por tanto, escuchar a Dios, al que no escuche las palabras que él diga en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas, por eso el éxito del profeta no son las palabras, las alabanzas o el beneplácito que puedan causar en unos o desprecio o incomodidad que causa en otros, sino la fidelidad que tiene que tener al mandato de Dios; el profeta que tenga el atrevimiento de anunciar en mi nombre lo que yo no le haya ordenado o hable en nombre de otros dioses, morirá. La responsabilidad grande de ser profeta.

6.- Es necesario que hoy nos preguntemos: ¿Cuáles son los signos de un verdadero profeta o de un falso profeta?, ¿cuáles son los signos que atestiguan que alguien habla en nombre de Dios y cuáles son los signos de aquellos que hablan a nombre personal, solamente por intereses personales?, en primer lugar, la fidelidad a Dios, a la Palabra de Dios, es lo mismo que fidelidad al Dios de la vida, que exige para que hablen en su nombre, exige conocimiento de la palabra, exige intimidad, empoderación, exige discernimiento y transparencia de esa palabra; fidelidad también a la comunidad, que habla, no se le puede engañara a la comunidad, se le tiene que decir las cosas que está viviendo, las situaciones que está sufriendo y las angustias que aquejan su corazón y, sobre todo, la tercera nota es fidelidad a los pobres. Estos tienen que estar siempre en el corazón del que habla, ser voz de los que no tienen voz, estar con los desvalidos, con los humillados, con los despreciados, es un signo de fidelidad al pueblo. Los pobres serán siempre la opción de Jesús.

7.- Ayer como hoy no fue ni es cómodo ser profeta, lo sabe la Iglesia, que ha dado a la historia tantos mártires y lo saben todos aquellos que han recibido de Dios la misión de ser profetas del reino, de anunciar y denunciar las injusticias, las calamidades que vive el pueblo, luchar por la verdad, anunciar buenas noticias, no para los que se creen poderosos, sino para los sencillos y los que están abiertos al mensaje del Señor.

8.- Ayer como hoy es difícil ser profeta, que lo diga nuestro Cardenal Julio, tan denunciado, tan despreciado, tan criticado por muchos sectores, que lo diga la Iglesia de Santa Cruz y la Iglesia de Bolivia, donde está perseguida por anunciar el reino, la verdad y la Buena Noticia del Evangelio.

9.- Jesús es el Profeta por excelencia. El evangelio de Marcos nos presenta la actividad evangelizadora de Jesús que tiene una doble dimensión: Enseñar al pueblo y curar las dolencias de los pobres. Marcos presenta el primer milagro que se refiere a la expulsión de un demonio, no sólo es ayudar a las personas, impactar a los que le siguen, el efecto de esa enseñanza crea una conciencia crítica en relación de la gente a las autoridades de la gente de su época, la gente percibía, comparaba y decía: Este enseña con autoridad, es una manera de hablar diferente de los escribas y de los fariseos, los escribas enseñaban como Doctores de la ley, enseñaban la ley, se apoyaban en determinados dichos de otras personas; Jesús habla partiendo de su experiencia de Dios, de su experiencia de la vida, de estar con los pobres, con los necesitados, con los que lloran, de estar sufriendo el mismo dolor de aquellos que viven con él, su sanidad, por eso nace de dentro, nace de la vida; su palabra tenía las raíces en el corazón y en el testimonio de su vida.

10.- Con el primer milagro Jesús emprende un combate frontal contra el mal y sobre todo contra los malos espíritus. En tiempos de Jesús se habla mucho de Satanás, que personificaba al mal, las enfermedades, las dolencias, tanto del cuerpo como del espíritu, el poder del mal tenía muchos nombres: demonio, diablo, Belcebú, príncipe de los demonios, Satanás, dominaciones, potestades. Las enfermedades eran fruto de los espíritus y aquellos que los padecían eran hombres impuros que no podían tener acceso a una vida social como los demás; los dirigentes habían estructurado unas leyes que en vez de animar y orientar la conducta y la vida de la sociedad la esclavizaban y oprimían cada vez más, justamente por eso el primer gesto de Jesús es de arrojar y combatir el poder del mal, Jesús restituye a las personas en su integridad y las recupera para que sean ellas mismas, para que sean sujeto de su historia, para que tengan dignidad; restituye la conciencia y la libertad del pueblo y restituye la conciencia y la libertad de cada persona; el hombre no está hecho para el sábado, sino el sábado para el hombre; El ha venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

11.- La pregunta que nos hacemos hoy es ¿cuáles son los malos espíritus, los demonios, los temores, las esclavitudes que aterrorizan y atormentan a los hombres de hoy y que nos atormentan también a cada uno de nosotros; pareciera que algunos hombres no le temen a nada ni a nadie, se pueden cometer todos los atropellos que se quieran, realizar todas las maldades que se quieran y con las intenciones más oscuras y manipular a los grupos a su antojo y quedar con la conciencia tranquila. Estamos espectando este hecho y es realmente grave. Lo que nos atemoriza hoy, los grandes pecados de nuestra sociedad son las grandes mentiras que se presentan como verdad, la impunidad frente a la injusticia, la corrupción, la manipulación de la conciencia, los fraudes, la violencia en la calles, la doble moral que tiene muchísima gente. Satanás se nos disfraza de ángel de luz y nos quedamos tan tranquilos, con ese ángel de luz que hoy la sociedad está tergiversando con términos del verdadero cristiano, de la verdadera fe, de los verdaderos valores que tiene que regir la sociedad. Hoy tenemos que saber leer lo signos de los tiempos para no dejarnos embaucar con falsos profetas, que halagan los oídos, pero dejan seco el corazón y matan la fe de nuestro pueblo, esto es lo que va en contra del evangelio de hoy.

12.- El evangelio nos dice cómo el pueblo queda impactado por el hablar y el actuar de Jesús: Habla como quien tiene autoridad! ¿Cuál es la autoridad que tiene Jesús?, ¿De dónde la viene esa autoridad? Se preguntaban los del pueblo; la autoridad no le viene de la aprobación de las masas, ni del entusiasmo de las palabra que encandilan por el anuncio de un mundo nuevo, no le vienen de los signos y milagros que realizan y dejan atónitos, porque multiplica el pan, libera de las enfermedades, hace hasta resucitar a los muertos, no le viene del cumplimiento de determinados ritos, de largas oraciones, de organizar manifestaciones espectaculares, de pasarse las noches en oración, la autoridad de Jesús le viene de la comunión de vida que tiene con su Padre Dios, esa es la verdadera autoridad que tiene Jesús, de la comunión íntima entre el Padre y El; esos momentos de intimidad profunda de diálogo amoroso es que le hace decir: “el padre y yo somos una sola cosa, como tú, padre, estás en mí y yo en ti, que ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea”. El Padre es la fuente de su autoridad, todo me lo ha encomendado mi Padre, nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre y quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar.

13.- La autoridad de Jesús le viene, sobre todo de la coherencia entre lo que habla, lo que vive, lo que lleva dentro; lo que lleva dentro es esa fuerza del Espíritu y la fuerza que viene de Dios, esa vida que ha participado de Dios, esa vida que es de Dios, se la lleva en el corazón y es por eso que le impulsa al amor, a la misericordia, a la sensibilidad que tantos y tantos problemas le darían en su entorno.

14.- Hay dos mensajes que la Palabra de Dios nos da hoy:

En primer lugar, que tomemos conciencia de escuchar la Palabra de Dios, que la Palabra de Dios tiene que ser fuente de vida para la Iglesia, que la Palabra de Dios tiene que ser fuente de vida para el cristiano. Acabamos de celebrar el sínodo de la Palabra, el Papa Benedicto XVI nos decía: Es necesario que los cristianos tengan amplio acceso a las escrituras para que las personas cuando encuentren la verdad puedan crecer en el amor auténtico; es necesario que cada uno nos acostumbremos a leer, estudiar, profundizar y orar la Palabra de Dios. ¿Lo hacemos? Tenemos que preguntarnos: ¿La palabra de Dios es fuente de de vida en nuestra vida personal, en nuestra vida de familia, en nuestra vida comunitaria?.

– La otra cosa a que nos invita la palabra de Dios es a tomar conciencia de nuestro prójimo, a tomar conciencia de nuestra misión evangelizadora, que no es solamente de unos poquitos, sino de todos aquellos que se sienten cristianos y que la hemos recibido el día de nuestro bautismo, el cristiano es profeta para anunciar la venida de Jesucristo y para denunciar todo aquello que se opone a la realización del mismo, para ser misioneros, discípulos y gestores de esa gran empresa a la que nos ha expuesto la Iglesia de América Latina, para ser misioneros de la Misión Continental en nuestro continente y nuestro pueblo de Bolivia.

Ojalá que vivamos esas dos dimensiones con autenticidad, con sinceridad y con empeño, porque esa es la actitud que tiene que tener el cristiano.