¿Qué embajada le darán a Santos?

Rada es el intermediario entre Evo y Santos para buscar una salida «honorable» que evite un escándalo mayor.image El diablillo Santos es un hueso duro de roer, se lo ve muy tranquilo, con el cinismo de quien sabe que no lo pueden  «fregar» así nomás, sabe mucho y el dinero que acumulaba también llegó hasta muy arriba.Ceremonia. El Gobierno hizo un acto público el 14 de julio de 2008 para suscribir el contrato con Catler Uniservice (foto archivo)El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, está cumpliendo la poco grata tarea de intermediar en las negociaciones entre el gobierno y el ahora expresidente de YPFB, Santos Ramírez. Ocurre que Santos que nada tiene de santo y se las sabe todas ya ha afirmado que si el cae, varias cabezas, al más alto nivel caerán con él y por tanto el gobierno está buscando desesperadamente llegar a un acuerdo, no vaya a ser que a alguien se le suelte la lengua y termine arrojando más barro que ya  el gobierno lo tiene hasta el cogote.Este domingo, la residencia presidencial de la zona de San Jorge, fue escenario de múltiples idas y venidas de emisarios que llevaban encargos a Ramírez y traían los de este. Estos últimos ocasionaron una fenomenal rabieta de Evo Morales ya que lindaban con la amenaza.Santos Ramírez tiene una buena coartada. El gabinete en pleno, incluido el presidente Evo Morales, conocía de las condiciones en que fue firmado el contrato con la Catler Uniservice , sin embargo no se hizo observación alguna y es más, en junio del pasado año, en uno de esos rimbombantes actos que tanto le gustan, anunció en medio de fanfarrias, el inicio de la industrialización de gas natural.Por otra parte es claro que el contrato con la Catler Service no implica solo la compra de unos cuantos bolígrafos o de algún otro material de escritorio, operación usual en las reparticiones del Estado, sino que compromete más de 86 millones de dólares y no es, por tanto, una operación de morondanga que incumba solo al presidente de una empresa, por estratégica que esta sea y a algunos funcionarios subalternos.Además debe ser un caso único en el mundo en que una empresa que tiene un capital de 50 mil bolivianos pudo adjudicarse una licitación de semejante magnitud.A estos se agrega que  la supuesta industrialización del gas es mostrada como un objetivo central del gobierno del MAS y su tratamiento involucró a las más altas esferas, incluido el ministro polivalente y ahora presidente interino de YPFB, Carlos Villegas.En consecuencia Ramírez ha manifestado en su círculo de allegados en forma totalmente clara que no está dispuesto a ser el pato de la boda y que en su caída podría arrastrar a varias personas por lo que más les valdría darle una salida “honorable”, similar a la que tuvo el primer presidente de YPFB en el gobierno del MAS, Jorge Alvarado.Como se recordará, Evo, muy a su pesar tuvo que destituir a Alvarado, de quien, de igual forma que con Ramírez, estaba muy vinculado y con quien también se trataban de “carnal”. Ocurre que Alvarado quiso hacer un negocito particular con la empresa Iberoamérica Trading a la sombra de YPFB pero fue denunciado a tiempo por el entonces Superintendente de Hidrocarburos, Víctor Hugo Sáinz.Alvarado argumentó que su negocito no llegó a concretarse y por tanto no existió daño económico para el Estado. Pero el escándalo fue de proporciones y tuvo que ser destituido y en “castigo” fue enviado a Venezuela en calidad de Encargado de Negocios. Saínz fue también destituido para escarmiento de quienes quieran hacer en el futuro este tipo de denuncias.Es claro que Ramírez quiere un arreglo de este tipo y es evidente que tiene todos los mecanismos a su alcance para lograrlo, lo cual es conocido por todos los miembros del gobierno quienes tiemblan ante la sola posibilidad de que Santos suelte la lengua y abra la caja de Pandora y para evitarlo, se ha sabido que desde el gobierno han salido instrucciones a ciertos niveles de la fiscalía y la policía para que presionen a los hermanos Córdova, a cambio de sentencias convenientes, a fin de que estos deslinden de toda responsabilidad a don Santos y su esposa, «todo lo demás es negociable».La «doctora» Suxo, por su lado, tiene la misión  de evitar se conozcan los múltiples negociados del MAS de los cuales se descubren solo una parte gracias a que la viceministra de Lucha contra la Corrupción , se encarga muy comedidamente de taparlos y por tanto solo salen a la luz cuando ya no hay más remedio.