Conflicto diplomático

El desconocimiento de la historia de Bolivia por parte de las autoridades nacionales, la influencia ideológica del presidente Hugo Chavez sobre su homólogo Evo Morales Aima, la falta de un buen asesoramiento profesional en el Gobierno, que tampoco cuenta con una correcta política internacional, ocasionan un conflicto diplomático entre Bolivia y Perú, que tiende a agravarse y puede derivar en una ruptura de relaciones.

elDiario Editorial El Diario.

Los ataques de Morales Aima a su similar Alan García están sobrepasando los límites del respeto, la consideración y de la confraternidad que debe existir entre Estados y sobre todo en quienes son sus primeros ciudadanos. Desde la derrota del candidato Ollanta Umala, contrincante electoral de García en Perú, buscó el enfrentamiento con el Mandatario peruano, incurriendo en el ridículo de criticarlo por su contextura física o utilizar calificativos como “chabacano”. Esas y otras muestras de antipatía personal comprometen a todos los bolivianos, pues se trata del Presidente de la República, por lo que la mayoría de la población se opone a esa forma de proceder en contra de un país hermano con el que incluso formamos la Confederación Perú-Boliviana, cuyo protector fue el Mariscal Andrés Santa Cruz Calahumana. Son hechos históricos que no deberían ser ignorados sobre todo por quienes llegan al poder, por lo tanto no hay que involucrar a todo un país solamente porque los mandatarios de los dos países no comulgan con la misma ideología o por la influencia perniciosa de un tercero, en este caso el Presidente de Venezuela, quien difiere con su homólogo peruano, porque éste concedió asilo político a un alto militar venezolano opositor a Hugo Chávez.



La crisis diplomática entre ambos Estados se debe a que el boliviano con frecuencia lanza insultos, hace comentarios que no se ajustan a las relaciones internacionales, sacando cara por un tercer país que tiene un conflicto limítrofe con el Estado peruano. La confrontación que se está dando entre Alan García y Evo Morales es de resonancia mundial, donde la peor parte le corresponde al boliviano, por sus excesos y falta de conocimiento de lo que es la diplomacia.

Un ex Presidente de Bolivia, al referirse al impasse que está causando Morales Aima con Perú, afirmó que es por la influencia del Presidente de Venezuela sobre su homólogo boliviano. Entre los ejemplos que dio al respecto hizo notar que cuando Hugo Chávez anunció que no iría a El Salvador para participar de la asunción del mando presidencial de Mauricio Funes, que se realizó el pasado lunes, poco después hizo lo mismo Morales Aima, sin dar una explicación valedera sobre esa determinación que coincide con la de su homólogo venezolano.

También llama la atención que algunos se rasguen las vestiduras con la finalidad de parecer leales al Presidente, como el Portavoz del Gobierno, quien denunció que el Canciller peruano cometió injerencia en asuntos de Bolivia cuando justificó el asilo diplomático que dio su país a tres ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada, por dudas sobre la imparcialidad de la justicia boliviana. Dicha autoridad llamó la atención de los ministros de la Corte Suprema por no reaccionar ante el despropósito de la autoridad peruana, pero aseguró que el Ejecutivo salió en defensa de la justicia boliviana. Pero entonces ¿por qué el MAS trata de descabezar al Poder Judicial?, ¿cuál es el motivo para cuestionar a la los jueces de la Corte Suprema de Justicia, además de querer enjuiciar a una magistrada y demandar un proceso contra el presidente de ese alto tribunal, que es defenestrado por la Cámara de Diputados, donde el partido de gobierno es mayoría? Ante esta realidad, dicho representante del Ejecutivo no debería hacer comentarios fuera de lugar.

No se puede olvidar que el gobierno del Movimiento Al Socialismo protege a un terrorista peruano, miembro del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, que fugó de su país, donde es sometido a un proceso judicial. Cuando las autoridades peruanas pidieron su extradición y luego la expulsión del emeretista, el Gobierno boliviano declaró que no daría curso a tal pedido porque respeta las convenciones internacionales sobre refugio y asilo políticos. Sin embargo esto mismo ocurre en Perú cuando se concede asilo a los tres ex ministros de Sánchez de Lozada, por lo tanto el MAS debería ser consecuente con lo que dice y defiende.

Con la mencionada actitud, Morales Aima favorece a Chile, desconociendo que este país invadió y se apoderó de gran parte del territorio boliviano ubicado en la costa del Litoral, además que desvío las aguas del río Lauca y se niega a pagar lo que corresponde por la utilización de las aguas del Silala por más de cien años. Lo peor es que el Mandatario boliviano se pone al frente de uno de los aliados naturales e históricos que tiene Bolivia en la región, como es Perú.