Es mejor mirar adelante y no al pasado de Pinochet

imageEl presidente Barack Obama se abstuvo el martes de pronunciarse sobre la necesidad de expresar disculpas a Chile por la intervención de la CIA en el golpe militar de 1973 que instauró una de las más cruentas dictaduras de América Latina y dijo que era más bien oportuno "mirar hacia el futuro" en las relaciones con ese país.

Por NESTOR IKEDA – WASHINGTON – Junio 23, 2009 – AP

"Estoy interesado en mirar hacia el futuro y no hacia atrás", dijo en la Oficina Oval de la Casa Blanca al concluir un diálogo con la presidenta Michelle Bachelet. "Estados Unidos ha sido una enorme fuerza de bien en el mundo, hubo momentos en que cometimos errores, pero pienso que lo importante es mirar lo que son nuestras políticas ahora y lo que mi gobierno pretende hacer en cooperación con la región".



El comentario fue formulado al responder a un reportero chileno a quien Obama le concedió "la excepción" de formularle una pregunta durante una comparecencia con Bachelet destinada solamente a unas breves palabras de cada uno y las fotografías de ocasión. Unos minutos después, Obama fue mucho más allá todavía al ofrecerse a posar para una foto junto con los reporteros chilenos que acompañan a la presidenta.

Bachelet había iniciado su intervención afirmando justamente que Obama era "un ídolo en nuestro país" y que la entrevista era ansiosamente esperada en Chile.

Dijo que el encuentro transcurrió "maravillosamente porque creemos que estamos muy cerca de la forma en que el presidente Obama está comprendiendo al mundo, sus retos y cómo construir buenas relaciones con los países de América Latina".

La CIA fue elemento crítico en la destitución del entonces presidente socialista Salvador Allende por el general Augusto Pinochet, según documentos de la época ahora de dominio público. Una comisión investigadora chilena estableció que entre 1973 y 1990 se registraron unas 3.400 desapariciones.

El reportero chileno mencionó en la introducción de su pregunta que la presidenta había comentado anteriormente que en Estados Unidos no hubo golpe militar porque nunca ha tenido una embajada estadounidense. Obama reaccionó riéndose y Bachelet se vio forzada a aclarar que era "un chiste".

En una rueda de prensa antes de la entrevista, Obama dijo que Chile era "el ejemplo" a seguir en metas para el desarrollo y el manejo económico en la región.

"Chille está mostrando el ejemplo", dijo. "Pero, lo mismo es válido para, por ejemplo, Brasil".

Bachelet fue el segundo presidente latinoamericano que Obama recibe en su oficina, después del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, desde que asumió el cargo hace cinco meses. La próxima semana seguirá el colombiano Alvaro Uribe. Antes de asumir el cargo en enero, Obama se entrevistó con el presidente mexicano Felipe Calderón en Washington.

La presidenta chilena había dicho en una disertación en Brookings Institution, antes de la entrevista, que Obama no debería desaprovechar la "luna de miel" que todavía tiene con los gobernantes de la región, derivado del mensaje que el estadounidense llevó a la Cumbre de las Américas en abril en Trinidad y Tobago.

"Lamentablemente, las lunas de miel duran muy poco", dijo Bachelet. "Este es el momento de construir una relación firme".

Señaló que como parte de esa nueva relación, gobierno y Congreso de Washington deberían considerar la aprobación de los tratados de libre comercio con Colombia y Panamá, firmados hace más de un año.

Bachelet, hablando al lado de Obama, dijo que en la entrevista se dio la oportunidad de "intercambiar puntos de vista" sobre cómo Chile y Estados Unidos podrían ser parte de la solución latinoamericana para enfrentar la crisis económica, recibir los capitales que se necesitan y enfrentar "retos como la pobreza, salud y educación".

Chile y Estados Unidos firmaron en la jornada un acuerdo de cooperación en el campo energético y, según Bachelet, estaban "entusiasmados" por el potencial de las energías limpias y las acciones comunes en el cambio climático, así como la continuación de la política chilena de enviar centenares de estudiantes a universidades estadounidenses para capacitarse.

Bachelet dijo que también los dos países estaban trabajando en la lucha contra el cáncer e investigaciones relacionadas con la influenza, enfermedad a la cual era necesario darle más atención debido a que Estados Unidos se aproximaba al otoño en que "puede ocurrir otro brote".

"Debido a que la presidenta es doctora (médico pediatra), se debe tomar literalmente sus palabras", bromeó Obama arrancando esta vez una carcajada de Bachelet.

A su salida de la reunión, pero todavía en los jardines de la Casa Blanca, Bachelet volvió a hablar ampliamente sobre la entrevista, que se realizó tres años después de un encuentro en el mismo escenario con el presidente George W. Bush, antecesor de Obama.

"Una vez más hemos reafirmado las perspectivas, valores y principios en los cuales creemos y que nos permiten mirar con mucha esperanza el futuro", dijo.

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