Gobierno rechaza denuncias y declara a Yapacaní zona roja del narcotráfico

Señala a pobladores por una explosión en Yapacaní. Lugareños bloquean vía para ayudar a 30 víctimas. Gobierno admite la existencia de cultivos ilegales en Yapacaní, Chapare y Yungas.

image Escenario. Al lado de la carretera, en Nuevo Horizonte, fue incinerada coca que originó explosiones y causó heridos

Guider Arancibia Guillén | El Deber



Recurren a bloqueo de vía para ayudar a 30 víctimas

Explosión. Pobladores interrumpieron el paso de vehículos en la zona de Nuevo Horizonte. Transportistas y comunarios hicieron aportes ‘voluntarios’. Deslindan responsabilidad de Umopar

La cantidad de personas que resultó con quemaduras tras una explosión registrada en Nuevo Horizonte, a 35 kilómetros de Yapacaní, cuando efectivos de Umopar quemaban hojas de coca, alcanza a por lo menos 30. De esa cantidad, 10 están en estado grave, de las cuales siete permanecen internadas en el hospital Nuevo Horizonte de Yapacaní y tres en la clínica Unimax de Montero.

Molestos porque nadie se estaba haciendo cargo de la curación de las víctimas, pobladores de Nuevo Horizonte y de otras comunidades bloquearon ayer la carretera al norte, exigiendo al Gobierno que asuma los gastos.

El bloqueo de la vía duró sólo algunas horas, pues los campesinos decidieron dar un cuarto intermedio a la medida hasta el martes, informó Cimar Victoria, dirigente de la zona.

Durante el bloqueo los pasajeros y transportistas protestaron contra la medida, pues consideraron que ellos no tenían la culpa por el accidente. Hubo amagos de enfrentamiento, pero al final se solidarizaron con éstos e incluso dieron dinero para colaborar en el pago de las curaciones de las víctimas.

El alcalde de Yapacaní, Juan Ramos, manifestó que los heridos fueron más de 30 y que inicialmente acudieron a los hospitales, pero muchos regresaron a sus casas por falta de recursos.

Ramos señaló que tuvieron que enviar ambulancia a las casas para sacar a los heridos y volverlos a los hospitales para que reciban atención.

Los pacientes más graves, que tienen quemaduras de segundo grado, especialmente en el rostro, están internados en la  clínica Unimax de Montero. Ellos son Erwin  Pocota Choquepitlla (12), Judith Guarayo Martínez, (28, en estado de embarazo) y Ana María Coro Cruz (28).

En el hospital de Yapacaní están Edilfredo Serpa (40), Sandro Vargas Cruz (23), Raquel Justiniano Amendano (32), Idilio Gonzales Vásquez (22), Lourdes Gonzales Vásquez (22), Aurelio Pinto (27) y Constancio Cruz (24). Este último fue evacuado a Cochabamba para ser atendido. “Nosotros ya estamos gastando Bs 4.000 en curaciones”, dijo Agustina Vásquez, Madre de Idilio y de Lourdes.

Según el diagnóstico médico, el menor Erwin Pocota es el más grave. Su madre, Ángela Choquepitlla, dijo tener nueve hijos y que fue abandonada por su esposo, por lo que pide ayuda a la población.

Familiares de los heridos responsabilizaron por el accidente a Umopar, por quemar la coca a un lado de la carretera y en medio de un colegio y una posta. Dijeron que prendieron fuego y después se fueron, incluso antes gasificaron a unos jóvenes. “Hubo dos explosiones, las llamas alcanzaron a los curiosos y a otros que pasaban por el lugar”, comentaron.

El director nacional de la fuerza antidroga, Óscar Nina, dijo que no se sabe cómo es que había un artefacto explosivo en medio de la coca y negó que se tratara de un operativo de Umopar. Cimar Victoria fustigó el accionar de Umopar al quemar gran cantidad de dicha hoja en un lugar peligroso y aseguró que el bloqueo de la vía fue para exigir que las autoridades se hagan cargo de las víctimas. Otras versiones dan cuenta que los que intentaron rescatar la coca son los heridos.

Mientras tanto, en las unidades antidrogas de Bulo Bulo y de la Fuerza de Tarea Conjunta imperaba el silencio. No obstante, algunos agentes señalaron que en la zona hay bastante movimiento de traficantes.

Tres ataques a Umopar en una zona roja

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, negó que hayan sido los policías de la Unidad de Patrullaje Rural (Umopar) los responsables de la explosión en Nuevo Horizonte, que dejó como saldo varios heridos.

Cáceres dijo que entre los pobladores de Yapacaní hay una «desconfianza» por las características de las labores de interdicción, al recordar que esa región se convirtió en una zona roja del narcotráfico. Asimismo, lamentó que en menos de 48 horas se registren tres ataques a policías de Umopar cuando realizaban su labor de control contra el narcotráfico.

«Los policías en cumplimiento de su función tratan de que no se obstruyan las acciones. Esta gente tiene que definir si apoyan al narcotráfico o al desarrollo de la comunidad», dijo Cáceres.

Según datos del Gobierno, en los primeros cinco meses de este año se han erradicado 129 hectáreas de cocales en Yapacaní, donde está prohibido el cultivo de la hoja de coca.

  Acciones  

– Las fuerzas antidrogas erradicaron 2.252 hectáreas de hoja de coca ilegales y se incautó de 1.830 toneladas de droga en los primeros cinco meses de 2009.

– Se racionalizaron 1.960 hectáreas de coca en el trópico de Cochabamba y 162 en Yungas. Para evitar la aparición de plantaciones de coca se destruyó 12.148 m2 de almácigos, de los cuales 9.638 son del trópico de Cochabamba y 2.148 de Yungas y 362 de Yapacaní.

– En 5.583 operativos de interdicción, la Felcn se incautó de 1.830 toneladas de droga: 11 de pasta base, 1,6 de clorhidrato y 1.818 de marihuana.

Gobierno rechaza denuncias y declara a Yapacaní zona roja

La Paz, 12 jun (ABI).- El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, rechazó el viernes las denuncias en contra de los policías antidroga que fueron inculpados por pobladores de Yapacaní por las quemaduras que sufrieron varias personas cuando intentaron recuperar coca decomisada en esa población y que estaba destinada a la elaboración de cocaína, en una población considerada zona roja del narcotráfico.

    «El Gobierno nacional y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), deslinda toda responsabilidad en la quema de coca y destrucción de químicos», aclaró la autoridad.

    «En Yapacaní no hay cocaleros, es una zona ilegal y la gente que sufrió quemaduras, seguramente querían rescatar la coca y los precursores de la incineración», precisó.

    Sin embargo, acotó que por solidaridad estudian, con el Ministerio de Salud, cómo cubrir gastos para la curación de esas personas.

    A su vez, el director de la FELCN, coronel, Oscar Nina, informó que el pasado miércoles personal antidroga se presentó en la zona Nuevos Horizontes de Yapacaní, donde incautaron en varios lugares 218 taques de coca molida y en estado natural, preparada para elaborar cocaína.

    Además de 260 litros de gasolina, 30 litros de diesel y más 6.900 gramos de carbonato de sodio, 4 motores para moler hoja de coca.

    Tras acumular las evidencias con la presencia del fiscal antinarcóticos, Oscar Olivares, se aprestaban a trasladar la coca incautada al puesto de Bulo Bulo, para luego entregar lo decomisado a la Dirección General de Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), «pero una turba obstaculizó se cumpla con el procedimiento», explicó.

    La turba, añadió, estaba encabezada por el dirigente, Valerio Barrientos Llanos, solicitando que todo lo incautado se incinere en el lugar.

    Fue tan fuerte la presión que el Fiscal decidió, a través de un acta, se proceda a la quema de los 218 taques de coca y los elementos para elaborar la pasta base de cocaína.

    Nina cree que cuando «el personal de la FELCN abandonó el lugar las personas fueron alcanzadas por el fuego en su intento de recuperar precursores y la coca incautada.

Gobierno señala a pobladores por una explosión en Yapacaní

UN POLICÍA FUE HERIDO EN ESA ZONA

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Herido: Sandro Vaca, uno de los heridos por la explosión de precursores, es atendido en Montero

La Prensa

El Ejecutivo admite la existencia de cultivos excedentarios en Yapacaní, el Chapare y los Yungas.

El Gobierno responsabilizó ayer de la explosión ocurrida el miércoles por la tarde en Nuevos Horizontes, Yapacaní, a “alguna gente” que quiso rescatar parte de la coca en estado natural que era incinerada por efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, aclaró en conferencia de prensa que los efectivos de la FELCN, con asiento en el Chapare, no son los responsables del hecho, tal como mencionó Címar Victoria, ex dirigente campesino del norte integrado cruceño.

Alrededor de las 08.30 del miércoles, agentes antidroga secuestraron en varios inmuebles de la comunidad Nuevos Horizontes, 218 taques de coca molida y en estado natural, 260 litros de gasolina, 30 litros de diésel, 6.900 gramos de carbonato de sodio, y cuatro motores para la molienda de coca, tres eléctricos y uno a gasolina.

En el traslado del material incautado al puesto de Bulo Bulo, un grupo de pobladores liderado por el dirigente Valerio Barrientos Llanos presionó para que ese material no salga de la zona y sea incinerado a un costado del camino.

A fin de evitar un conflicto mayor, los policías aceptaron y quemaron la coca y los precursores en ese mismo sitio, lo que ocurrió alrededor de las 11.30.

“Una vez que se fueron los uniformados —dijo Cáceres—, alguna gente, queriendo aprovechar el momento, trató de recuperar algunos paquetes, seguro movieron los bultos de coca y en eso llegaron a los bidones, que explotaron. Eso pasó a las cuatro de la tarde. El Gobierno nacional y nuestros efectivos deslindamos cualquier responsabilidad”.

El diario El Deber, de Santa Cruz, informó que 15 pobladores fueron trasladados a un hospital de Montero, donde sólo cinco permanecen por presentar quemaduras.

“El Gobierno —añadió el Viceministro de Defensa Social—, por una cuestión de humanidad, está viendo la forma de cubrir algunos gastos médicos. Uno no se explica que una comunidad obstruya la función de los policías. Esta gente tiene que definir si apoya o no al narcotráfico”.

Un día antes, el martes, un policía de la FELCN fue herido por un disparo de arma de fuego en la comunidad de San Germán, Yapacaní, mientras se desarrollaba un operativo frustrado por habitantes del lugar.

Cáceres reconoció que hay coca excedentaria en el país, pero que se cumplen las metas de erradicación. Desde enero al 9 de junio de este año se destruyeron 2.252 hectáreas de coca, de las cuales, 1.960 están en el trópico de Cochabamba; 162, en la Asunta, los Yungas, y 129, en Yapacaní.