La producción de coca aumenta en 20%, la de cocaína en 50%

image Podemos afirma que el control es un rotundo fracaso y una prueba es el caso de la familia de Margarita Terán y sugiere que el Gobierno realice un estudio real del consumo interno de coca que daría menos de la mitad de lo que se considera producción legal.

La Paz/Opinión.- En lo poco más de tres años de la actual administración de Gobierno, la producción de coca creció en un 20 por ciento en tanto que la producción de cocaína aumentó en 50 por ciento: de 80 a 120 toneladas al año, según el experto en el tema, ex viceministro de Defensa Social y diputado por Podemos, Ernesto Justiniano:

Opinión: ¿Cómo analiza los resultados de Naciones Unidas que revelan un aumento de 6 por ciento en los cultivos de coca, en el último año?



Justiniano: Es un informe oficial por parte del Gobierno también. Una primera conclusión es que es una admisión de parte del Gobierno de un incremento de 20 por ciento de los cultivos de coca durante la gestión de Evo Morales y un incremento de la capacidad de producir cocaína de 37.6 toneladas al año.

He visto repercusiones del Gobierno tratando de ignorar lo que esto significa. Es una situación grave, pero peor aún es la tendencia de que se mantenga el aumento. Es una cuestión de política que ejecuta el Gobierno desde antes de administrar el país.

El 2004, con la firma de los ministros de Carlos Mesa, conjuntamente la Federación del Trópico de Cochabamba encabezada por el actual presidente Evo Morales, dieron un cambio en la política en cuanto al tema de erradicación, cultivos de coca y los permisos asignados. Específicamente en el tema del Chapare y lucha contra el narcotráfico.

A partir de entonces hemos visto un cambio en la tendencia. Lo más preocupante es que el aumento de cultivo de coca sí o sí genera un aumento a la producción de cocaína. El Gobierno trata de hablar una media verdad en sentido del aumento de las incautaciones que siempre serán un 10 a 20 por ciento del total traficado en una región geográfica determinada.

Por ejemplo, si en Bolivia hablamos de una producción de cien toneladas, se van a incautar entre 10 y 20. Se debe tomar en cuenta que estamos produciendo a diciembre del año 2008 más de 120 toneladas. El informe de Naciones Unidas en junio de 2009 se refiere a datos tomados nueve meses antes, es decir septiembre de 2008.

En otras palabras, si son 120 toneladas de cocaína producidas a septiembre de 2008, el año pasado deberíamos haber estado entre 12 y 24 toneladas de cocaína incautada.

El 2004 se hace la firma de ese documento, en ese entonces se habla de un cato por familia, luego Evo entra al Gobierno y habla de un cato por afiliado. Después dan el permiso de 8.000 hectáreas en el Chapare, luego hablan de 20.000 hectáreas a nivel nacional, en una estrategia que debe ejecutarse hasta el 2010. Luego asignan 6.500 hectáreas en el Norte del departamento de La Paz.

Todo se hace en el tema de la coca para aumentar la capacidad de producción en diferentes regiones. Esto genera un mensaje muy fuerte para todos aquellos que pasan por problemas económicos: dediquémonos a la coca, no importa el lugar geográfico, puede ser el Chapare, puede ser el Norte del departamento de La Paz y ahora hay un área sensible y posiblemente será el próximo Chapare, es Yapacaní.

Ahí vemos el doble discurso del Gobierno. Dice que esa coca es para el narcotráfico. Me permito recordar al Gobierno que la coca del Chapare también es para narcotráfico.

Opinión: ¿Qué información tiene sobre el manejo de la coca en mercados legales?

Justiniano: Si se revisan los informes de los ministros, se ve que de toda el área del Chapare, unas 10.000 hectáreas, para redondear, el año pasado enviaron el equivalente a 120 hectáreas a los mercados legales. Significa que un uno por ciento de la coca producida en el Chapare se va a los mercados legales y el 99 por ciento se va a los mercados ilegales que es sinónimo de narcotráfico.

La situación es grave, el país está muy enfermo de narcotráfico y el Gobierno potencia la causa de la enfermedad lo que anuncia que habrá más cocaína que en años posteriores. No se ve en el Gobierno ningún afán político ni acción para mitigar la causa de la enfermedad.

Otros síntomas complicados, es que la erradicación todos los años ha estado en los mínimos exigidos por la Ley 1008. En otras palabras se continúa erradicando, pero en una cantidad que no hace que cambie la tendencia del aumento de los cultivos de coca año tras año.

Por lo tanto, estimo que a fin de año, vamos a estar en unas 150 toneladas de cocaína producidas al año si sigue la actual tendencia. Yo saqué 31.000 hectáreas a diciembre de 2008, luego que se tomaron fotografías de 14 meses atrás. Estuve muy cerca de los números de Naciones Unidas, que con datos de septiembre de 2008, habla de 30.500 hectáreas. Siempre trato de que mis números sean conservadores.

Opinión: El Gobierno ejecuta un plan de control de cultivos mediante el “control social” a cargo de los sindicatos de campesinos productores…

Justiniano: Ha servido para fomentar la corrupción. He visto los resultados que tenemos y son que se han agarrado diez millones de euros de una donación de 30 millones de euros de la Comunidad Europea. No sabemos qué se hizo con esos fondos, no sé si alguien ha rendido cuentas.

Pero peor, vemos que los familiares de Margarita Terán, que fueron encontrados in fraganti, una semana entran a la cárcel, otra semana salen, no hay dureza contra ellos. Hablando de control social le recuerdo que fue la FELCN la que sorprendió a esa familia traficando cocaína y no los mismos cocaleros que bajo el sinónimo de hacer control social no informaron nada.

Control social es un nombre bonito, puede parecer hasta una linda fantasía, pero desde el punto de vista de los resultados, al momento de articular la parte técnica, la gente necesita Estado que significa leyes, instituciones y coerción. El tema de control social no tiene ningún aspecto de coerción y está al libre arbitrio del ser humano que es egoísta y trabaja para sí mismo y su comunidad.

El control social ha sido un fracaso porque no tenemos ninguna señal ni registros positivos más allá del discurso.

Opinión: Como estudioso del tema, ¿qué propuestas tiene?

Justiniano: Es imperante que el Gobierno realice el estudio de mercado con instituciones que puedan dar fe de un buen trabajo para conocer cuánto de la coca se consume en forma legal en Bolivia. Me refiero al acullico, té, mate, etc. Y con eso cuántas hectáreas equivalentes de coca tienen que quedar.

Es un tema urgente. Los actuales miembros del Gobierno lo asumieron el año 2003, cuando lo trabajamos, al extremo que en sus diez mandamientos del programa de campaña prometían que iban a hacer el estudio de mercado. Han tenido el dinero y todas las condiciones, pero como el mono, se tapan los ojos, la boca y las orejas, no quieren hacer estudio de mercado pese a que lo pueden hacer solos, en tanto que antes se obligaba a que participen instituciones externas.

No lo han hecho porque ellos al igual que yo deben tener personas que estudian los datos que se manejan y, en un aproximado, lo que entra a los mercados legales de toda la coca producida en Bolivia es equivalente a 10.400 hectáreas . Ellos se dan cuenta que no van a tener cómo justificar que exista una mayor cantidad, incluso en relación a las 12.000 legales que están actualmente en la Ley 1008.

Y deja el discurso de sus 20.00 hectáreas, que no sé dónde sacaron ese número, en la cuerda floja. Es importante que todos insistamos para que se defina cuánto debiera haber de hectáreas legales en el país mediante un estudio de mercado.

Otra sugerencia que le doy al Gobierno es que ya que ellos tienen el poder en varios aspectos del Estado, que terminen el viva el capitalismo de los cocaleros y realmente se pongan a nacionalizar todo lo que es el control de la administración de la coca en el país.

Ellos dicen muera el neoliberalismo, sin embargo vemos que la coca está liberada a los precios del mercado, con la condicionante de que está la mafia introducida en todo el manejo de la coca. El Gobierno debiera nacionalizar la lucha contra el narcotráfico para que el Estado maneje los mercados legales, que haya un control real.

No puede ser que haya completa libertad en el tema de la coca. Otro dato: de toda la coca que entra a los mercados legales, el cien por cien de coca un porcentaje equivalente a 25 por ciento se destina a los mercados legales, un 75 por ciento de la coca producida se va a los mercados ilegales. Es importante tomarlo en cuenta.

Dicho de otra manera, de cuatro hojas de coca que se producen en el país, una hoja va a los mercados legales y tres hojas van al narcotráfico. En esas tres hojas que van a los mercados ilegales, es totalmente inoperante la Policía, el Estado, el Gobierno. Menos del uno por ciento de esas tres hojas se está incautando.

Prácticamente el cien por cien de la coca dirigida para ser pichicata no está interdictada ni siquiera en un uno por ciento. Eso nos da otra señal porque hay una combinación de la coca y la cocaína. El Presidente decía no cero coca pero cero cocaína. Ese discurso no funciona porque si dejamos a la coca como hasta ahora se convierte en cocaína y se debe atacar el tema de la administración de la coca.

Me imagino en una linda fantasía: que el Gobierno se meta a los mercados legales para controlarlos. Hoy día tenemos la tecnología, podríamos tener referencias cruzadas con computadoras para saber cuánto de coca salió de tal lugar, dónde se desvía, cuánto llega a destino. Pero ese tema no le interesa al Gobierno porque sabe que se benefician directa o indirectamente los cocaleros con el dinero que genera el narcotráfico.

Círculo vicioso

Opinión: Hay un círculo vicioso que es erradicar y volver a plantar. No se avanza, siempre se vuelve al mismo lugar….

Justiniano: Cada año se tiene una meta de erradicación, lo cual es bueno, porque desde el punto de vista del enfermo por lo menos se le dan algunas pastillas para mitigar la fiebre.

Las metas que se dan de erradicación están por debajo de lo necesario para nivelar o generar una pausa dinámica. En un momento se planteaba una pausa estática, donde se deje de cultivar y de erradicar. Se vio que era imposible trabajar la pausa en el cultivo.

Ya que no se da una pausa estática, porque siempre se seguirá cultivando, por lo menos que haya una pausa dinámica, donde las fuerzas dinámicas del cultivo por lo menos sean emparejadas por las fuerzas dinámicas de erradicación. Pero también hay otro hueco porque sin duda los resultados son claros: hay un 20 por ciento de cultivos de incremento en la gestión de Evo Morales.

Uno puede decir 20 por ciento no es mucho pero depende cómo se mira. El incremento se da en las zonas más productivas, que tienen una producción de 2.700 kilos de coca al año versus zonas que tienen apenas 1.300 kilos. Le hablo del Chapare comparando con la zona tradicional de Yungas.

Ese 20 por ciento genera más de un 50 por ciento en la producción de cocaína al año y así se explica por qué hemos aumentado tanto. Cuando iniciamos la gestión de Evo Morales teníamos una capacidad de producir 80 toneladas. A diciembre de 2008, hablamos de 120 toneladas, un incremento de 50 por ciento de cocaína, comparado con un incremento de 20 por ciento de coca.


La cocaína alcanzó niveles de hace 10 años

Opinión.- La producción de cocaína en Bolivia creció a niveles similares de hace una década, cuando se considera se produjo un tope en esa actividad delictiva en el país, según un informe de Naciones Unidas, compartido por el Gobierno boliviano.

El informe señala que el cultivo de hoja de coca en Bolivia creció 6% en el 2008, alcanzando un total de 30,500 hectáreas. La producción potencial de cocaína aumentó 9% a 113 toneladas métricas.

Estos incrementos, aunque relativamente pequeños, continúan la tendencia notada en años anteriores. Comparado con el 2005, el potencial de producción de cocaína ha aumentado 41%, y el área bajo cultivo de hoja de coca 20%, agrega.

Ambos, el cultivo de hoja de coca y la producción de cocaína están en sus máximos niveles desde 1998, aunque todavía lejos de los máximos alcanzados a mediados de los 90, aclara el informe oficial.

El área con el mayor incremento, explica, sigue siendo La Asunta, en los Yungas de La Paz, donde no se realiza erradicación o desarrollo alternativo. Existe también un incremento detectado en el cultivo de hoja de coca en los parques nacionales, por lo que “Bolivia debe enfocar sus esfuerzos a la erradicación manual, y podría beneficiarse de mayor asistencia para el desarrollo que permita a los cocaleros dejar de depender del cultivo de coca”.

Un acierto del Gobierno

El estudio destaca también que el “Gobierno de Bolivia merece ser elogiado por el significativo incremento en la interdicción de drogas. Ha habido un incremento de 45% en las incautaciones de pasta base de cocaína, de 14,912 kg a 21,641, y un incremento de 145% en las incautaciones de clorhidrato de cocaína, además, el número de laboratorios desmantelados continúa en aumento”.

El cultivo de hoja de coca en Bolivia alcanza a 18% del total de la producción mundial en el 2008, por debajo de los niveles estimados a principios y a mediados de los años noventa cuando Bolivia tenía cerca de un cuarto del total global. En 2008, el cultivo de hoja de coca en Bolivia permaneció por debajo de los niveles de cultivo en Colombia y Perú.

El incremento del cultivo de hoja de coca en Bolivia entre 2007 y 2008 se debe al crecimiento en las dos zonas principales: los Yungas de La Paz y el trópico de Cochabamba. El cultivo de hoja de coca en los Yungas llegó a 20,700 ha, un incremento del 5% y en el trópico de Cochabamba a 9,500 ha, representando un aumento del 8%, explica.


En los Yungas de La Paz está el 69% del total cultivado en 2008

Opinión.- El total de 30,500 hectáreas incluye las 12,000 ha (39% del total de cultivo) permitidas por la Ley 1008 (Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, 1988) para usos tradicionales como masticación de la hoja (akullicu o pijcheo), mate de coca y medicinas.

“En el trópico de Cochabamba, se encontraron un total de 2,063 ha de cultivo de hoja de coca en dos parques nacionales, (Isiboro Sécure y Carrasco) representando el 22% en esta región, lo que significa un incremento del 13% comparado con el 2007”.

“Los ecosistemas en parques nacionales son particularmente frágiles y la deforestación para el establecimiento de cultivos de hoja de coca contribuye a la fragmentación de su hábitat, pérdida de biodiversidad y erosión del suelo, entre otros daños”.

El informe recuerda que en el 2006 la ONUDD realizó un estudio de rendimiento del cultivo de hoja de coca. Los resultados de este estudio aplicados a la superficie cultivada en el año 2008 permiten estimar que se generan aproximadamente 54,000 toneladas métricas de hoja de coca seca, de las cuales, 36,200 toneladas métricas podrían ir a la producción de cocaína.

Estudios anteriores con la cooperación internacional concluyeron que para la producción de 1 kg de cocaína en la región del trópico de Cochabamba se necesitan 370 kg de hoja de coca y en los Yungas 315 kg. Por tanto, la producción potencial de cocaína en Bolivia, alcanzaría a 113 toneladas métricas en 2008 aproximadamente. Esta cifra representa un incremento de 9% comparado con el estimado de 104 toneladas métricas en el 2007.