Los investigadores desmienten que la señal de la ‘caja negra’ del Airbus haya sido detectada

image La información publicada por el diario ‘Le Monde’ aseguraba que la marina francesa había oído un "débil sonido"

ANTONIO JIMÉNEZ BARCA – París – 23/06/2009 – elpais.com



La Oficina de Investigación y Análisis (BEA), que se ocupa de esclarecer el siniestro del Airbus A330 que se estrelló en el océano Atlántico, ha desmentido la información publicada por el diario Le Monde que aseguraba que la marina francesa había encontrado una "señal muy débil" de la caja negra del aparato.

Un Airbus A330-200 de la compañía Air France con 228 personas a bordo, desapareció el lunes de madrugada mientras sobrevolaba el océano Atlántico. – Mariano Zafra, Rodrigo Silva, Antonio Alonso, Guadalupe Cruz

Según un escueto comunicado de la BEA, no se ha podido confirmar hasta el momento ninguna señal acústica de las balizas. Philippe Guillemet, comandante de la nave francesa Pourquoi Pas, que coordina las búsquedas relacionadas con el siniestro en el Atlántico, ha declarado a la emisora Europa 1 que es falsa la noticia de que la caja negra haya sido localizada. "Se han detectado señales acústicas, pero no hay nada verificado, desgraciadamente", ha explicado Guillemet, quien ha añadido que prosiguen los trabajos de investigación.

Le Monde informó a primera hora de hoy, sin revelar fuentes, que la señal que emiten las balizas de la caja negra del Airbus que el 1 de junio se precipitó sobre el Atlántico ha sido recibida por uno de los barcos franceses. Ayer, por primera vez, el pequeño submarino Nautilus, que puede operar con tres técnicos pero en movimientos limitados de seis a siete kilómetros diarios, se sumergió en su búsqueda. Según el periódico francés, la marina ha dado con un débil sonido, que parece venir de la caja negra (compuesta por dos aparatos, uno con las grabaciones de los pilotos y otra con datos del vuelo), clave para esclarecer por qué el avión cayó al mar con 228 personas a bordo.

El sonido que sale de las balizas es un toc-toc-toc, parecido al de un martillazo continuo, preciso e intermitente, que puede registrarse desde los 5.000 metros de profundidad. Esta señal empieza a sonar desde el preciso momento en que entra en contacto con el agua. El toc-toc-toc suena hasta que se le agota la batería. Como mínimo, tiene energía para un mes. Por eso, según han reconocido los expertos de la investigación, a partir del 1 de julio "la probabilidad de encontrarla es mínima". Un miembro de este equipo confesó hace días que encontrar la caja negra: "Es una auténtica carrera contrarreloj".

La zona de búsqueda se caracteriza por su dificultad al encontrarse de lleno en lo que se denomina la Dorsal Atlántica, esto es, una cordillera que atraviesa el océano Atlántico de arriba abajo, con unas simas a 4.500 metros y otras crestas a 800. La caja negra, del tamaño de una de zapatos, puede estar sepultada a la mayor profundidad o haber caído algo más cerca de la superficie.

El rastreo de cadáveres y de la caja negra del aparato se lleva a cabo con aviones, helicópteros y navíos de Brasil, Francia y Senegal, además del avión Fokker F-27 de la fuerza aérea española, que se sumó el pasado miércoles. En este rastreo participa un submarino nuclear francés equipado con un sónar y dos remolcadores, también franceses, que, atados a cables de más de 6.000 metros, pasean unos ultrasensibles hidrófonos cedidos por el Pentágono capaces de percibir ese toc-toc-toc a más un kilómetro y medio de distancia. (Consulte en un gráfico los efectivos de la búsqueda)

Mientras tanto, las autoridades brasileñas han identificado 11 de los 50 cuerpos recuperados tras el accidente del vuelo AF-447 de Air France. Los nombres de las víctimas no han sido divulgados, pero el Instituto de Medicina Legal de Recife ha indicado que se trata de 10 brasileños y un extranjero de sexo masculino.