Murió Alberto Andrade, gran alcalde de Lima

image Empresario y político peruano (1943-2009)

Alberto Andrade Carmona, alcalde de Lima en dos períodos consecutivos, líder de Somos Perú, congresista por Alianza Parlamentaria, falleció en un hospital de Washington, a causa de una fibrosis pulmonar que lo mantuvo varios meses postrado en la cama. El sepelio se celebrará esta semana en Lima.

Andrade ha dejado una profunda huella de lo que debe ser un político digno, consecuente y comprometido con la identidad y los problemas del Perú. Los medios peruanos lo despiden con calificativos de gran alcalde de Lima, defensor de la democracia, férreo luchador contra la dictadura maquillada del presidente Alberto Fujimori.



Abogado de profesión, empresario de éxito, nació en Lima el 24 de diciembre de 1943. Deja esposa y cuatro hijos. Sus amigos lo describen cariñosamente como un criollo jacarandoso y bonachón. Embargado por la nostalgia, y para asegurarse de que así será recordado, pidió que, al momento de la sepultura, le dediquen con guitarra y cajón la canción “300 libras de oro”, en recuerdo a Ferreñafe, la tierra de sus abuelos.

Andrade ingresó a la política en 1984 como regidor del municipio limeño de Miraflores, donde por dos veces ganó la alcaldía (1990-1995). En los periodos 1996-1999 y 1999-2002 fue alcalde de Lima metropolitana. Demócrata a carta cabal, fue reconocido por su bonhomía y su amor por la música criolla. Como alcalde de Lima recuperó el Centro Histórico tras superar las trabas del régimen fujimorista. Andrade consiguió lo que parecía imposible, que en la zona colonial de la ciudad virreinal imperara el  orden, limpieza, autoridad. Para ello, tuvo que despejar los espacios públicos ocupados caóticamente durante décadas por el comercio informal.

El 2000 postuló a la presidencia de la República y seis años después fue elegido congresista.

Su oposición a las prácticas dictatoriales de Fujimori y Montesinos provocó que el régimen lanzara una persistente campaña de hostilidad. Dio una dura batalla para hacer valer los derechos de la ciudad, así como para defender las libertades políticas y de expresión, que eran acosadas por un régimen autoritario. En los años más negros del terrorismo de Sendero Luminoso –el horrible atentado de Tarata ocurrió en 1992 cuando era alcalde de Miraflores-,  promovió marchas por la paz y la reconciliación nacional

El presidente del Congreso, Javier Velásquez, dijo: “Andrade debe ser recordado como gran defensor de la democracia”.

Desde la alcaldía de Lima fundó Somos Perú, partido que aunque ha tenido discreta presencia convocó a destacadas personalidades que hoy ocupan alcaldías y otros importantes cargos.

En 1995, Andrade logró derrotar al candidato del fujimorismo que se presentaba a la alcaldía de Lima “con todo el apoyo” mafioso. Fujimori eligió como venganza una campaña de prensa basura contra Andrade en el 2000, con el tema de que era un gordo, y cosas peores.

Según explica el comentarista Mirko Lauer, el proyecto político de Andrade fue convertir su prestigio como administrador moderno y práctico de Lima en un partido municipal con alcances nacionales. Lo logró a medias: en las municipales de 1995 su agrupación fue la primera fuerza nacional con 21%, frente a los independientes con 56% en todo el país. El auge de candidaturas de siglo local era un avance del sentimiento regionalista. En las municipales de 1998 mejoró, con un 28% nacional frente a un 33% de los independientes. Cuando compitió para entrar al Congreso, su presencia nacional bajó a 7%. Lauer sentencia que el transvase de lo municipal a otros espacios de la política es una tarea dura, casi imposible.

Joaquim Ibarz