Néstor Kirchner fue traicionado por los suyos

Kirchner acelera su caída y dimite como presidente del peronismo

Fernández minimiza la derrota en las legislativas y no remodelará el gobierno

ROBERT MUR  – Buenos Aires. Corresponsal – LA VANGUARDIA



El gobierno perdió el control parlamentario y sufrió derrotas en las principales provincias y ciudades

El ex mandatario argentino Néstor Kirchner dimitió ayer como presidente del Partido Justicialista (PJ) tras perder en las elecciones legislativas del domingo. Kirchner, candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, obtuvo el escaño pero quedó en segundo lugar, algo más de dos puntos por debajo de su rival directo, el peronista disidente Francisco de image Narváez. Las causas de esta derrota hay que buscarlas en el desgaste sufrido por el gobierno de la esposa de Kirchner, Cristina Fernández, que mantuvo el tono de confrontación durante el año y medio que lleva en el poder. El conflicto de cuatro meses con los productores agrarios le pasó factura.

El mal resultado del kirchnerismo puede hipotecar el mandato de Fernández que, sin embargo, ayer minimizó la derrota durante una infrecuente rueda de prensa, la segunda de su mandato. La presidenta descartó una remodelación del gabinete. "No veo por qué haya que hacer cambios", indicó Fernández. No obstante, la mandataria reconoció que necesitará "acuerdos para asegurar la gobernabilidad".

"Quiero andar con mucha libertad", dijo , por su parte, Néstor Kirchner, en una falsa rueda de prensa grabada y enviada ayer a las cadenas de televisión para anunciar su dimisión. A su lado estaba el gobernador bonaerense y número dos del partido, Daniel Scioli, nuevo presidente del PJ. Scioli, de perfil conservador, suena desde hace tiempo como presidenciable del kirchnerismo para el 2011, preveyendo el desgaste del matrimonio gobernante. "Hemos perdido por muy poquito", insistió Kirchner.

"Se gana por un voto y se pierde por un voto", había dicho el ex presidente la madrugada del lunes, consecuente con el carácter plebiscitario que su candidatura suponía. Para entonces, De Narváez hacía rato que celebraba su victoria, mientras Kirchner aún soñaba con revertir la catástrofe.

El ex presidente fue derrotado y traicionado por los suyos, los perennes alcaldes peronistas del conurbano bonaerense, barones que controlan la maquinaria electoral del PJ. Los alcaldes fueron obligados por Kirchner a ir en las listas para evitar que se desmarcaran. Sin embargo, le dejaron solo, como demuestra el llamado corte de boletas.En Argentina, las papeletas electorales se dividen en dos mitades, que pueden cortarse: en una figuran los cargos nacionales y en la otra los candidatos provinciales o municipales. El domingo muchos alcaldes ordenaron a sus organizadas bases cortar la papeleta. Varios comentaristas repetían ayer una antigua norma justicialista, que dice que un peronista acompaña al jefe muerto a las puertas del cementerio, pero no entra.

Si Kirchner hubiera ganado por un voto a De Narváez no sólo no hubiera dimitido, sino que el resultado nacional habría quedado en segundo plano. El kirchnerismo ha perdido la mayoría en la Cámara de Diputados, tiene un ficticio empate en el Senado y sus candidatos han caído en las grandes provincias y capitales. Y también en la provincia natal de Kirchner, Santa Cruz. En la ciudad de Buenos Aires ganó la candidata del alcalde Mauricio Macri, aspirante a la presidencia, y el candidato de Kirchner quedó cuarto. La sorpresa la dio el cineasta izquierdista independiente Pino Solanas, que quedó segundo en la capital.

Los soldados de Néstor se quedaron sin confeti en su noche más triste

BUENOS AIRES  – Corresponsal

Soy argentino, soy soldado del pingüino", cantaban unos cincuenta militantes de la "gloriosa" Juventud Peronista (JP) la noche del domingo. Los jóvenes celebraban en un hotel de Buenos Aires la victoria del ex presidente Néstor Kirchner en la provincia bonaerense, augurada por todos los sondeos a pie de urna. Los cañones con el típico confeti albiceleste estaban dispuestos para disparar la euforia, y sólo faltaba la llegada al pequeño escenario, con pantalla gigante, del matrimonio presidencial. Pero Néstor y Cristina estaban recluidos en el piso 19, esperando. Los periodistas también esperaban. Iban y venían del escenario a las ordenadores con los resultados oficiales. Eran las diez de la noche y nadie creía que esa incipiente tendencia a la derrota acabara consolidándose. Y se hicieron las once y las doce y la una. Y Kirchner perdía. "Dicen que no bajará" y "están intentando darle vuelta al resultado" eran las dos afirmaciones más repetidas en la sala de prensa. Al final, Kirchner bajó, pasadas las dos de la madrugadada, sin Cristina y con cara de poema. Serio, casi asfixiándose durante sus primeras palabras, mandó callar varias veces a los jóvenes que trataban de enmascarar con sus cánticos el fracaso del líder, que el ex presidente amplificaba con cada gesto. Ningún asesor de comunicación hubiera aconsejado una rueda de prensa pero Kirchner siempre toma el camino inesperado. No tenía prisa, como queriendo aparentar una calma que no tenía. "¿Qué le dijo la presidenta?", preguntaron. "¿La presidenta? Me dio un beso [ risas y aplausos]. A veces, un gesto de amor vale más que cien palabras [ más aplausos y más risas], contestó Kirchner. Musiquita peronista, nada de confeti y chao. En la calle lloviznaba, pero la JP, como si nada, erre que erre: "No nos han vencido".

Un ex tupamaro enfila en Uruguay la presidencia

R, Mur

El ex guerrillero tupamaro de 74 años, José Mujica, se convirtió el domingo en presidenciable del Frente Amplio, movimiento gobernante en Uruguay, tras ganar las primarias de la formación. Mujica tiene todos los números para suceder al mandatario Tabaré Vázquez en las elecciones del próximo 25 de octubre. En las primarias de la oposición se impusieron el ex presidente Luis Alberto Lacalle en el Partido Nacional, y Pedro Bordaberry en el Partido Colorado.