Sólo 40% de la coca que llega a Yapacaní es para consumo legal

Parte de la producción de Chapare y Yungas se centraliza en esta ciudad, donde el 60 % del volumen tiene fines desconocidos. El gobierno admite falta de control y contrabando.

De 800 licencias de vendedores de coca, la mitad era falsificada.

«Umopar no extraña a la DEA». Esteban Pereira Sánchez | Comandante de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) Chapare.



image Negocio. Un taxista carga las bolsas de coca que doña Rosmery Pérez transportó desde Sacaba hasta Yapacaní. La hoja la almacena en su casa antes de venderla al raleo

El Deber

R. Navia y R. Escobar

Cultivos. Un incidente en Yapacaní reveló que allí se vende coca con licencias adulteradas. EL DEBER consiguió testimonios de cómo la hoja es desviada para fines desconocidos

ES EL CENTRO DE OPERACIONES DE COMERCIANTES Y PRODUCTORES DE LA HOJA EN EL ORIENTE

A Yapacaní llega más del doble de la cantidad de coca que los consumidores tradicionales necesitan. Esa población, ubicada a 130 km de Santa Cruz de la Sierra y a 170 km de Chapare, es el centro de operaciones de 300 comercializadores y de 400 productores de coca provenientes de Yungas. Es decir que aquí llega fácilmente hoja proveniente de Cochabamba y La Paz, los dos lugares en los que se ha dado el mayor incremento de cultivos en el último año, según el informe de las Naciones Unidas.

Datos del municipio de Yapacaní muestran que los productores de Yungas traen mensualmente 120.000 libras; y los comercializadores, 150.000, lo que hace un total de 270.000 libras. “Esto es mucho”, dice el alcalde, Juan Ramos, y fundamenta tal respuesta señalando que Yapacaní sólo tiene 40.000 habitantes, de los que, exagerando, sólo 10.000 ‘coquean’. “Si dividimos esas 270.00 libras que llegan, resulta que una persona tiene a disposición 27 libras mensuales. “Eso es mucho”, afirma, porque sabe que una persona consume un promedio de cinco libras y como máximo diez, lo que representa alrededor de 40% de la coca que llega a dicho municipio. 

A los costados de la carretera asfaltada que une a Yacapaní con Santa Cruz y Cochabamba, en la zona del mercado, hay una fila de puestos donde venden coca. Los vendedores no quieren hablar del negocio, porque el único que puede hacerlo es el presidente de la asociación que los aglutina. Mario Jiménez, presidente de la Asociación de Comercializadores Germán Busch, afirma que la venta de coca se ha doblado y que la existencia de la hoja para otros fines se la puede establecer haciendo una batida, como la que se hizo en Nuevo Horizonte (a 30 Km de Yapacaní) donde el 12 de este mes se desató un conflicto entre la Policía antinarcóticos y los productores. Cuando se pretendía quemar la coca incautada, la población reaccionó y la refriega dejó un policía herido y varios campesinos quemados. “Resulta que ahora los productores también venden al detalle y estamos en la lucha de que se sujeten a las normas”, afirmó. Ya con Jiménez en la carretera, donde están ubicados los puestos de venta de coca, los vendedores se atreven a hablar.

Una mujer apunta hacia el otro lado del asfalto y dice: “Allá es donde llega la coca en camiones. Es fácil darse cuenta cuál. Si la bajan del camión y la suben como un rayo a una vagoneta, ésa es la que va con rumbo desconocido. Esta mañana cinco cargas han llegado”, explicó en voz baja, como contando un secreto.  

Es martes 16. Son las 11:00. A un lado de la carretera hay varias bolsas de coca que trajeron del interior del país. La dueña es Rosmery Pérez Mendoza y dice que acaba de llegar del mercado de coca de La Paz. “Me vine en camión. Traje 10 taques. Es el cupo de cada mes”. Respecto a la coca de contrabando, dice que ésta llega camuflada y confirma lo que la vendedora del frente había dicho: “Ellos, los del contrabando, descargan la coca directo a los autos y se van. No-sotros esperamos en la carretera a que venga la línea de transporte y nos lleve a nuestras casas”. ¿Hay contrabando? “Uhhhh, hay harto”, responde. 

El alcalde de Yapacaní no desconoce que pueda suceder ese fenómeno y que buena parte de la hoja tenga como destino el narcotráfico, puesto que últimamente Yapacaní ha sido marcada como zona roja.  El ‘zar’ antidroga Felipe Cáceres, afirma que el descontrol en esa población se debe a algunos malos comerciantes de la hoja al detalle y a la coca que sale de contrabando tanto de Chapare como de Yungas, que después es acopiada en Yapacaní y destinada al tráfico ilícito de droga.

“El narcotraficante busca siempre lugares donde no hay controles, zonas inhóspitas e inaccesibles, pero eso no significa que Yapacaní sea una zona exclusiva del narcotráfico”, sostuvo. Pese a ser un lugar donde hay muchos simpatizantes del partido oficialista, Cáceres anunció que no se detendrá la interdicción, puesto que Yapacaní debe estar libre del cultivo de coca. Reconoció que un 20% de sus pobladores se dedica a este arbusto.

Lo ocurrido en Yapacaní el 12 de este mes, no es nuevo, el año pasado se registró un hecho similar en San Germán, también perteneciente a Yapacaní, donde se lamentó la muerte de un uniformado, debido a una emboscada.  A esto se suman las deficiencias en el control social y en la Fuerza de Tarea Conjunta. De acuerdo con el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), certificó un aumento en los cultivos de coca en el país. De 28.900 hectáreas en 2007, subió a 30.500 ha en 2008, lo que significa un incremento del 6% con relación a la gestión 2007, y del total, sólo el 39% se encuentra permitida por la Ley 1008.  Cáceres niega que haya falla en la labor de la Fuerza de Tarea Conjunta y en el control social. Por el contrario, asegura que hay eficiencia y transparencia en los miles de operativos que se hacen a escala nacional. “Antes, la lucha contra el narcotráfico era atacando a la coca y al cocalero; con este Gobierno se combate al verdadero narcotraficante”, dijo. 

Para el ex viceministro de Defensa Social, Ernesto Justiniano, no se está atacando la causa de la enfermedad, es decir, la producción de hoja de coca, que es la materia prima para la elaboración de cocaína. Si bien hay más incautaciones de droga, aclara que esto no se debe a la eficiencia de la Felcn, sino a que ha aumentado la producción de droga. “La lucha contra el narcotráfico no sólo depende de las incautaciones, sino también de la producción de coca”.

Julio Salazar, dirigente de los cocaleros del trópico cochabambino, en la misma tónica de Cáceres, aseguró que la producción en dicha zona es poca y no supera las 7.000 hectáreas, una cifra que no concuerda con los últimos datos presentados por la ONU, que revelan que la producción ha ido en aumento.

   Las estrategias de erradicación Gobierno – Cocaleros  

– Una Unidad de Desarrollo del Trópico, (Udestro), opera con entre 12 y 16 grupos distribuidos en todo Chapare. Cada grupo tiene 100 miembros aproximadamente, integrados por erradicadores (soldados) y agentes camuflados conocidos como ‘lobos’. Estos últimos son los que hacen el rastrillaje en el campo, para identificar dónde hay producción que supera el cato de coca. En coordinación con Umopar, cuentan con helicópteros para ingresar a las zonas de cultivo.

–  La segunda estrategia corresponde a los sindicatos  cocaleros. Se organizan en comisiones para visitar los campos de cultivos cuando evidencian que alguien ha plantado más de un cato de coca. Primero se hace una amonestación verbal y luego proceden a erradicar la coca excedentaria. Si el cocalero volviese a infringir o aumentar su superficie de coca, se le erradica todo, es decir el cato y lo excedentario. Y si persiste, es echado de la comunidad. No se inicia un proceso, porque esta figura no está contemplada en la ley.

– El control social. Cuando había la erradicación forzosa, tenía que inventar modos para la subsistencia, hasta una hectárea, porque la intervención le erradicaba la totalidd y para volver a plantar demora dos años y en ese tiempo no tiene recursos. Era como el gato y el ratón.

– Con el control social hay un acuerdo mutuo. Antes la organización les decía si te lo arrancan te vamos ayudar a plantar, ahora más bien la organización les dice que es mejor que arranque.

– Grupo de Control Social. Sobrepasan los 100. Son erradicadores, ‘lobos’, son civiles, hacen los rastrillajes de forma camuflada. Verifican si aumentó el cato. Según el dirigente de los cocaleros de Chapare, Julio Salazar se ha amonestado a 500 productores por exceder su cato de coca.

De 800 licencias de vendedores de coca, la mitad era falsificada

Cultivo. En Yapacaní son 700 las personas que venden la hoja. De ellas, 400 son productoras de La Paz y 300, comerciantes tradicionales. La Alcaldía procedió a reempadronarlas

image Oferta. A un costado de la carretera, en la zona del mercado de Yapacaní, están ubicados los puestos de venta de coca

Yapacaní, una zona que se caracterizaba por ser lugar de grandes producciones, sobre todo de arroz, se ha convertido en un mercado atractivo para la comercialización de la coca. De un tiempo a esta parte, esto motivó que muchos de los cultivadores de hoja de Yungas decidan recorrer más de 1.000 km para vender su producto en esta población.

No obstante, no todos los que llegaban a esa tierra estaban legalmente constituidos, así coincidieron el secretario ejecutivo de la Federación de Colonizadores, Lucas Braco, y el alcalde municipal, Juan Ramos. Este último, dijo que de los 800 productores de coca de Yungas que decían tener una licencia para operar en Yapacaní, resultó que sólo 400 lograron probar tal situación.

Ante la versión de que estaban circulando autorizaciones falsas, el municipio convocó a través de una ordenanza a una reafiliación y, de las 800 personas que debían presentarse, sólo la mitad apareció, lo que da a entender que el resto no lo hizo por no tener una autorización en regla. 

En esa población existen dos tipos de comercializadores de la hoja: los productores detallistas de Yungas (400 son los que se registraron) y los 300 comercializadores reconocidos  por el gobierno municipal y que están agrupados en dos asociaciones.

Para Lucas Braco, el tema de las licencias irregulares no es desconocido. Dijo que de 400 licencias que circulan, 200 son falsas y que fueron otorgadas por algunos funcionarios de la comuna para permitir que productores de Yungas vengan a comercializar.

El alcalde Ramos manifestó que se ha tratado de solucionar el tema con el reempadronamiento de los productores, para evitar que haya una actividad ilegal incentivada desde el municipio.

Braco dijo que entre sus asociados hay interés por luchar contra el narcotráfico, puesto que por esa actividad la población sufre por el desabastecimiento de gasolina en los surtidores, pues cree que el combustible se desvía para fines ilícitos. Varios lugareños, que prefirieron no identificarse, apenas señalaron que extrañan esos tiempos en los que Yapacaní vivía en tranquilidad con lo que sus campos producían legalmente.

   Estadísticas Gobierno versus la Unodc   

– Suman 10.000 operativos realizados en el país en este año.

– Se ha erradicado 2.384 hectáreas de coca, de las cuales, 2.070 corresponden al bastión del Presidente (Chapare) y a los parques Isiboro Sécure y Carrasco.

En los Yungas se han eliminado 176 hectáreas y en Yapacaní 138 ha, haciendo un total de 2.384 hectáreas.

– El informe certifica que el mayor incremento se registra en Yungas (La Paz) y Chapare (Cochabamba). Entre ambos acumulan un 69% del total de la coca cultivada.

– El cultivo de coca en Yungas llegó a 20.700 ha, con un incremento del 5%, respecto a 2007.

– En el trópico llegó a 9.500, representando un aumento del 8% en relación con la gestión 2007.

   Antecedentes   

– En 2004, durante la gestión del ex presidente Carlos Mesa, en negociaciones con los cocaleros se logró aprobar un cato de coca por familia. Cada uno tiene una superficie de 1.600 metros cuadrados.

– Hasta 2005, Bolivia tenía una superficie de 25.400 ha de cultivo de hoja de coca, 13.400 más de las que estipula la Ley 1008 (12.000). Después de que Evo Morales asumió como Presidente, manifestó su intención de cambiar la actual normativa para legalizar más cultivos de hoja de coca hasta 20.000. En esa oportunidad explicó que era imposible comprometerse a tener menos de 20.000 ha hasta 2010.

“Lamento mucho un problema importado por el cual tenemos que pagar”, dijo. 

– También recalcó que en el país no habrá coca cero, pero sí cocaína cero. Sin embargo, se contrapone a la política de EE.UU. que argumenta que no se podrá controlar el narcotrárfico sin reducir las plantaciones de coca, de la cual se extrae la materia prima para fabricar cocaína. Su gobierno planteó una política antinarcóticos para 2007-2010 con dos pilares: cocaína cero y revalorización de la hoja de coca.

– El Gobierno señaló que de las 20.000 ha de cultivos  legales, las 8.000 que exceden lo dispuesto por la legislación actual se industrializarán. Para ello anunció tres proyectos por $us 1.000.000, en Lauka Ñ (Chapare), Chulumani (Sud Yungas) y Coripata (Yungas).

– Se anunció un estudio integral de la coca, el cual permitirá modificar la Ley 1008, para determinar el aumento de masticadores tradicionales en el país.

– El presidente, Evo Morales, solicitó en Viena a la ONU despenalizar la hoja de coca. Dijo que se trata de una hoja y no de cocaína.No es posible que esté en la lista de estupefacientes de las Naciones Unidas.

– La nueva Constitución Política del Estado establece la hoja de coca como sagrada.

«Umopar no extraña a la DEA». Esteban Pereira Sánchez | Comandante de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) Chapare

El hombre fuerte de la lucha antidroga en Chapare, desde su cuartel que se encuentra en Chimoré, habló sobre la lucha contra el narcotráfico, momentos antes de que la ONUD diera una señal de alerta a Bolivia por el aumento en los cultivos de la hoja de coca

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Oficio. El teniente coronel Esteban Pereira nació en Potosí y estudió en Sucre. Es experto en el tema del narcotráfico. También cumplió funciones en Santa Cruz

Roberto Navia | El Deber

– ¿Umopar extraña a la DEA en la tarea de lucha contra el narcotráfico?

– No, continuamos con las mismas operaciones y las mismas fuerzas. Hemos tenido mejores resultados que cuando estaba la DEA, gracias a la ayuda que nos presta el Gobierno central.

– ¿Cómo les va con la utilización de equipos logísticos para este trabajo?

– Realizamos operaciones en coordinación con los Diablos Rojos, quienes están a cargo del manejo de helicópteros. También contamos con equipos de la Fuerza Naval, los Diablos Azules; con quienes realizamos operaciones fluviales en diferentes ríos de la zona.

– ¿Cuál es la relación de Umopar y el control social de la coca?

– Cuando identificamos las fábricas de droga, lo primero es hacer conocer a las unidades de la Fuerza de Tarea Conjunta, (FTC) y a la Unidad de Control Social. Ellos son los que identifican conjuntamente con Udestro (la Unidad de Desarrollo Económico y Social del Trópico) el lugar donde se ha encontrado la fábrica y se procede a la erradicación inmediata de los cultivos de coca. Es una labor de trabajo coordinado permanente que realizamos.

– ¿Hay más, o menos, producción de coca y de cocaína en Chapare?

– Lo que está ocurriendo es que se han trasladado las fábricas de cocaína de esta zona al área circundante de Cochabamba. Es por eso que estamos realizando operativos con éxito. Hemos secuestrado más que en la anterior gestión. Los casos más importante son, por ejemplo, de dos cisternas, uno con 665 kilos de cocaína peruana, y otro de 550 kilos.

– ¿Se ha encontrado droga producida en Chapare?

– También se ha encontrado. Permanentemente estamos procediendo a la destrucción e incineración de fábricas en diferentes sectores.

– ¿Es fácil o difícil operar en esta zona?

– El trabajo es bastante difícil. Cuesta aprehender a las personas porque las fábricas se han ubicado en las serranías. Ha cambiado el modo de producción de cocaína.Ya no son fábricas rutinarias, antiguas. Ahora tenemos las tipo colombiana, que son fáciles de transportar.

– ¿Cuánta gente maneja usted para la realización de este trabajo?

– Tengo 300 efectivos en diversos puntos y también realizamos operaciones en coordinación con las direcciones de Santa Cruz y de Cochabamba.

– ¿Cuál es la relación entre militares y campesinos?

– Considero que las políticas del Gobierno están dando resultados importantes. Hay más concertación en este momento. Se ha incrementado el control social y nos permite hacer un trabajo más tranquilo, más calmado, en algunos lugares. Lo cierto es que también hay algunos sectores en los que la gente es agresiva y no nos permite hacer nuestro trabajo. Pero Umopar ha ingresado en todos los sectores donde se tiene que cumplir con la ley.

– ¿Cuál es la zona más conflictiva?

– Yapacaní, sus alrededores, y Corani.

– Hay quienes dicen que el incremento de las incautaciones de coca y cocaína son fruto del trabajo exitoso de Umopar, y otros, consideran que el narcotráfico está en aumento, ¿usted por cuál de esas dos afirmaciones se inclina?

– En cuanto se refiere al trabajo de Umopar Chapare, nosotros hemos incrementado bastante nuestras operaciones, y también hacemos ajustes en el trabajo, de acuerdo con las tendencias del modo de operar del narcotráfico. Eso nos permite hacer una gran cantidad se secuestros.

– ¿Cómo consigue salir la coca ilegal y la droga de Chapare?

– En este último tiempo, el modus operandi que están utilizando para el transporte de droga, son los llamados ‘macacos’, que consisten en compartimientos prefabricados en el interior de los vehículos motorizados, como ser en las máscaras, en las puertas o también en los pisos.

– ¿Es verdad que se está produciendo cocaína en los patios de las casas?

– Sí, hemos encontrado en algunas poblaciones como Nuevo Horizonte, cerca de Yapacaní, no sólo la hoja de coca molida, sino precursores y algunas fábricas instaladas en el interior de las casas.

El día de ayer, en el trabajo rutinario, en un vehículo Toyota Corolla, haciendo una requisa detallada, se encontró un arma 9 mm y chalecos correspondientes a la Policía. Dos personas fueron derivadas a Umopar. Se los pasará al Ministerio Público para que investigue.