La comandante de vuelo más guapa

Cristina Cotrell y otras ‘misses’. El tiempo pasa y, quienes una vez ganaron el certamen, ahora son mujeres completamente diferentes.

image Cristina Cotrell fue Miss España en 1981, ahora tiene 45 años.

foto: Óscar Monzón



Blanca Menéndez | Belén Velasco |

sábado 18/07/2009. elmundo.es

Hoy, por primera vez en su historia, Miss España se celebra fuera de nuestro país, en Cancún, tal y como adelantó ‘La Otra Crónica’. Son 52 las chicas que están deseando saltar a la fama a partir de un concurso que comenzó en 1929, cuando la ganadora aún se llamaba señorita de España.

El tiempo pasa y, quienes una vez ganaron el certamen, ahora son mujeres completamente diferentes. Les presentamos nueve historias de ganadoras a quienes el concurso no les ha impedido triunfar también profesionalmente, alejadas de los flashes y focos que tanto adoran las misses actuales.

Cristina Cotrell (1981)

Los mismos ojos azules y la misma cara tímida que en la foto que le hicieron en 1981, pero Cristina (45 años) dice tener todo lo de Miss España en el olvido. Entonces, cuando ganó por Málaga, apenas había cumplido los 17, y si se presentó fue por culpa de su hermano, «le dijeron que tendría consumiciones gratis en una discoteca si presentaba a alguna conocida a Miss Torre del Mar».

A partir de ahí fue ganando títulos hasta que llegó a Miss España; después vendrían Miss Europa (fue segunda dama de honor), Miss Mundo y Miss Universo, «sólo me queda Miss Galaxia Estelar», bromea. «Guardo buen recuerdo, pero me ayudó a darme cuenta de lo que no quería, el propio Luis María Anson me dijo que no siguiera en este mundo».

Alicia Borrás (1965)

Pertegaz fue el primero en descubrir sus aptitudes de modelo y, en 1965, Miss España la encumbró. Esta menorquina de 63 años reconoce que está exactamente igual que cuando se coronó a los 19. «Creo que gané por no ser el prototipo de mujer española, era diferente al resto». Alicia explica con pesar que las cosas no son como en la actualidad, el premio era de 50.000 pesetas, por lo que no se podía vivir de ser miss. «Ahora hubiera ganado un montón de dinero», dice.