El Hitler «bolivariano»

…Cuando malos vientos soplan en los llanos venezolanos es seguro que llegarán tempestades al altiplano boliviano.

En 1933, la república de Weimar se encontraba moribunda y los nazis se habían apoderado de los mecanismos formales del poder. El Reichstag o parlamento alemán estaba en sus manos mediante el uso de una fuerte pero no mayoritaria presencia sumada a la presión de los grupos de choque conocidos como las SA (secciones de asalto) caracterizados por sus vistosas camisas pardas.

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El presidente Hugo Chávez durante un acto oficial en Caracas (foto AFP)

Sin embargo a Hitler no le interesaba el poder formal, es decir el control de las instituciones del Estado, así sea total. El tenía otra concepción. Concebía al poder como el control absoluto por parte de su persona de todos los aspectos de la vida de los alemanes y su método favorito para hacerlo era la violencia.

El primer escollo que debió vencer para establecer su poder absoluto, fueron los medios de comunicación que en una sociedad muy culta como la alemana tenían una gran influencia además que no contemporizaban con ninguna corriente autoritaria y tenían una larga tradición liberal.

Hitler y sus camisas pardas no se fueron con vueltas cuando actuaron contra los medios de comunicación. Cientos de ellos fueron cerrados y los periodistas fueron camino del exilio o de los campos de concentración. Luego de ello todo lo que decían los medios debía ser aprobado por el ministro de Propaganda, Joseph Goebbels y desde luego se trataban solo de alabanzas al genio y a la figura del «fuhrer» y deseos de una larga vida al “reich de los mil años”.

Este preámbulo para entrar en ambiente sobre lo que está ocurriendo en la actualidad en Venezuela. Hugo Chávez desde hace tiempo que tiene su mirada dirigida a los medios de comunicación y está haciendo todo lo posible por acallarlos, unas veces acudiendo a supuestas normas legales y otras, a la violencia, pura y simple.

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Lina Ron (izq) una histórica militante chavista, encabezó los ataques contra el canal Globovisión. Las hordas chavistas (der) detonaron bombas lacrimógenas dentro de la televisora.

Chávez ya cerró 34 radioemisoras y se apresta a hacerlo con cerca de 300 estaciones de radio y televisión. El pretexto es que no cumplieron con las normas, pero también ha mostrado que no está dispuesto a cuidar las formas y ha actuado en forma abierta propiciando que sus grupos de choque, en este caso “camisas rojas”, ataquen a la cadena Globovisión, a la que considera opositora a su régimen.

No fue producto del fervor de un grupo de «revolucionarios». Se trata de una acción sistemática ejecutada por hordas chavistas que se están convirtiendo en la regla. Chávez está mostrando cada vez de forma más descarnada al fascista que lleva adentro y al que quiere disfrazar con su retórica populista y supuestamente izquierdista.

Muy malos vientos soplan desde hace tiempo en la patria del Libertador Simón Bolívar. Dos de los mayores próceres latinoamericanos nacieron en Venezuela que fue también la cuna de Andrés Bello, quien concibió a la educación como instrumento liberador.

Hugo Chávez encarna ideales radicalmente opuestos a los que abrazaron estos próceres a pesar de proclamarse “bolivariano” y en Bolivia, con un presidente a su imagen y semejanza, debemos estar muy bien advertidos ya que es sabido que cuando malos vientos soplan en los llanos venezolanos es seguro que llegarán tempestades al altiplano boliviano.