Dieron en el clavo

La misión de la Unión Europea puso el dedo en la llaga y provocó una airada reacción de los “guardianes de la fe” (masistas) que consideran que todo lo que contradiga la sacrosanta voz oficial es simple y llanamente una imperdonable herejía que debe ser castigada de manera implacable.

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Conferencia de prensa de la Misión de Observadores de la Unión Europea sobre las elecciones y el proceso de votación. Foto: ANF



Uno de los aspectos que fue observado por la misión europea es el relacionado con la ausencia del Tribunal Constitucional, lo que, en los hechos, deja inerme y desprotegido a cualquier ciudadano, más aún si es candidato opositor, ante los embates del poder.

No se trata de una exageración. Leopoldo Fernández ya apunta para el año y medio a la sombra sin que se le haya iniciado un proceso judicial, se le impidió cualquier intento de hacer campaña y cuando se dirigió al electorado, lo tuvo que hacer de manera subrepticia.

Manfred Reyes Villa enfrenta un proceso montado a la rápida, primero con fines electorales y ahora simplemente como escarmiento para que en el futuro a nadie se le ocurra ponerse al frente del caudillo que quiere eternizarse en el poder.

La familia de un ex líder cívico cruceño también ha empezado a pagar la factura por la resistencia que opuso el Comité pro Santa Cruz a los arremetidas del centralismo masista. El gobierno acaba de quitar a los Marincovic una propiedad de 12 mil hectáreas. 

La misión europea en su informe atribuye esta situación a la «fragilidad en el sistema de control judicial y constitucional» y sostuvo que «para el futuro del país es importante que en el proceso de desarrollo legislativo de la nueva Constitución se fortalezcan las instituciones de derecho, se protejan los derechos fundamentales y sociales y se cultive un clima de diálogo democrático».

No puede menos que ponderar  la precisión de cirujano con la que la misión de observadores internacionales ha descrito la situación imperante en Bolivia y que amenaza con ser más grave en el futuro.

Otro de los aspectos que fueron señalados por la misión de la Unión Europea es la enorme desproporción entre la propaganda de la candidatura oficialista que utilizó discrecionalmente los medios de comunicación del Estado en tanto que el acceso de la oposición, particularmente de un candidato, estaba no solamente restringido sino vetado.

De igual forma observó que el binomio masista tuvo a su entera disposición todos los medios y recursos públicos (dinero, vehículos, helicópteros) lo que implica una situación francamente inequitativa e injusta respecto de los otros candidatos.

La misión de observadores europeos no dijo nada que sea un secreto para los bolivianos. El presidente y candidato Evo Morales, tuvo a su disposición no solo un helicóptero venezolano sino otros dos adquiridos recientemente con recursos del Estado, lo que le permitió hacer campaña en todos los rincones del territorio nacional.

Además tampoco es un secreto que los funcionarios públicos fueron obligados a hacer aportes para la campaña y a asistir a los actos proselitistas de la candidatura oficialista.

Sin embargo y a pesar de todas las evidencias, desde Morales y Garcia Linera y  los todavía diputados y autopostulados candidatos a la prefectura paceña, Jorge Silva y Gustavo Torrico, además de César Navarro, quien está detrás de la prefectura potosina, se salieron de madre y no ahorraron calificativos contra el informe de la UE.

Repitieron el mismo libreto. Los tildaron de neoliberales y afirmaron que para ellos un informe de ese tipo no tenía validez alguna. Como ya es su costumbre se autoasignaron el papel de los “buenos” e intocables. Es interesante ver como los europeos son excelentes colaboradores cuando hacen donaciones y apoyan los programas del gobierno, pero cuando hacen críticas, por obra y gracia de la alquimia masista, vuelven a su rol original de “colonizadores”.

Sin embargo estas salidas destempladas ya no provocan sorpresa, por cuanto la intolerancia es uno de los rasgos que caracterizan a los jerarcas del oficialismo. Para los observadores electorales habría resultado muy difícil negar lo que es evidente y que sin duda se repetirá en los comicios de abril de 2010.

En las próximas elecciones para  prefectos y/o gobernadores y alcaldes, otra vez se tendrán candidaturas oficialistas funcionando a todo vapor, sin reparo alguno y con todas las ventajas; algunos candidatos «opositores» funcionales al gobierno y otros, también opositores, pero que si no son capaces de evitar la dispersión del voto terminarán por entregar a sus regiones a la voracidad hegemónica del MAS.