La segunda vuelta

Debemos destacar como positivo el mantenimiento del mecanismo de la segunda vuelta para la elección del Gobernador de Santa Cruz…

laPrensa Editorial La Prensa

No se puede negar que el Órgano Electoral Plurinacional avasalló las atribuciones del Poder Legislativo al aprobar un reglamento al cual sujetará las elecciones para gobernadores, alcaldes y autoridades indígenas que se celebrarán en el próximo mes de abril de 2010. Ese tema era materia de una ley modificatoria que solamente podía sancionar el Congreso Nacional y luego ser promulgada por el Poder Ejecutivo.



Son obvias las presiones emanadas del Gobierno nacional para que el máximo organismo electoral tomara la decisión referida. Así lo delata el instantáneo y masivo apoyo masista que ha tenido ésta. Sin embargo, debemos destacar como positivo el mantenimiento del mecanismo de la segunda vuelta que para la elección del Gobernador del departamento de Santa Cruz establece el Estatuto Autonómico de aquel departamento que mayoritariamente aprobó el pueblo cruceño en las urnas.

Naturalmente que al Gobierno del MAS no le convenía mantener tal principio. En verdad estaba ejecutando toda una estrategia para ganar por simple mayoría, en la primera vuelta electoral, la Gobernación de aquel departamento. Para ello le allanaba el camino a este objetivo la fragmentación de la oposición regional en varias opciones electorales.

La segunda vuelta le representa ahora al Gobierno los riesgos de una probable derrota, toda vez que en aquella ronda los cruceños, ubicados en la trinchera opuesta a la del oficialismo, se verán forzados a sufragar por un solo candidato opositor. Es decir, por aquel que obtuvo la mayor votación en la primera vuelta, circunstancia que le habilita para enfrentarse al postulante del Gobierno. Si se toma en cuenta el cuadro de correlación regional de fuerzas político-electorales que establecen los resultados regionales de las pasadas elecciones generales, se colige de manera inmediata que al Gobierno le resultará imposible salir airoso de la polarización política inherente a la segunda instancia electoral.

Es lo poco que cabe destacar en un reglamento cuyo origen es totalmente ilegal, por lo que, sin duda alguna, sectores de la oposición interpondrán los respectivos recursos legales contra su aprobación. Es poco probable, sin embargo, que se obligue al Poder Ejecutivo y al Órgano Electoral Plurinacional a echarse atrás. El Congreso Nacional hoy vigente ya se halla en retirada y preparando la apertura de puertas a la flamante “Asamblea Plurinacional”. Por otro lado, no tenemos más remedio que admitir que virtualmente ya no existe el Tribunal Constitucional.

Consecuentemente, nada ni nadie podrá impedir que se aplique el reglamento acordado en circunstancias ilegales por el Órgano Electoral Plurinacional en las elecciones regionales que ya se avecinan. Sin embargo, por lo menos, al pueblo de Santa Cruz no se le privó de la segunda vuelta, algo que, repetimos, es muy importante destacar.