Marcelo Soza, el fiscal que investiga el caso Rózsa, piensa que Irlanda y Hungría son países muy parecidos a Bolivia. En estas bellas y queridas tierras se puede violar la jurisdicción de las autoridades judiciales y es posible llevar adelante una investigación paralela por encargo del Ministerio de Gobierno. En Irlanda y Hungría, las autoridades judiciales y policiales se han movilizado para saber qué cuernos pasó el 16 de abril en el hotel Las Américas, donde murieron tres ciudadanos europeos a manos de la Policía. Ellos están casi seguros que lo de esa madrugada fue una ejecución, un cruel asesinato cometido por órdenes superiores (el presidente Morales dijo ese mismo día en Venezuela que fue él quien dio la orden), pero de la sospecha a la evidencia hay mucho por recorrer. Los europeos son serios y no tienen prisa, pero algún día van a dar con la verdad y con los verdaderos responsables. “Sozita” cree seguramente que es capaz de hacer el mismo trabajo en esos países, es decir, torcer la investigación para el lado que más les convenga a sus patrones. Y por eso está preparando su viaje a Hungría e Irlanda. Que le vaya bien.
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