La progenitora y el supuesto padrastro de la chica han sido acusados por la Justicia neozelandesa por forzarla a contraer matrimonio y a mantener relaciones sexuales con su nuevo esposo.
El Deber. Una mujer neozelandesa ha sido acusada de agredir y raptar a su propia hija de 17 años para obligarla a casarse y a mantener relaciones sexuales con el padre de su novio, que pagó como dote un cerdo y unas alfombras, informó hoy la prensa local.
Según el diario Sunday Star-Times, la chica, de origen tongano, se negó a aceptar el matrimonio impuesto y se escapó durante la noche de bodas para reunirse con su novio, pero, su madre la agredió repetidamente y la llevó contra su voluntad de vuelta a la casa matrimonial
La progenitora y el supuesto padrastro de la chica han sido acusados por la Justicia del país por forzarla a contraer matrimonio y a mantener relaciones sexuales con su nuevo esposo después de que la víctima denunciara los hechos en una comisaría.
La madre, que acumula seis cargos diferentes en el caso y podría enfrentarse a una pena máxima de 14 años, aseguró que la boda, celebrada el pasado año "fue buena".
"Los problemas de mi familia han desaparecido, no quiero decir nada más", agregó.
Fuentes próximas a la familia indicaron al Sunday Star-Times que tras esos incidentes la chica sigue viviendo con su marido en contra de su voluntad. (EFE)