Después del Carnaval todo sigue…peor

Las fiestas carnavaleras producen una especie de sopor, de adormecimiento; nos alejamos de la realidad cotidiana por unos cuantos días y nos sustraemos de los problemas personales o nacionales por un tiempo. Pero siempre llega el momento de volver a la realidad y ciertamente resulta doloroso constatar que aquellos problemas que se pretendió eludir con bailes y «Ch’alla», están ahí, impávidos, esperándonos.

image

El presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro Garcia bailaron en la tradicional ch’alla de carnaval (foto Abi)



El Miércoles de Ceniza es como despertar una madrugada con una tremenda resaca después de los excesos cometidos durante la noche. Sin embargo sabemos que si bien se trata de un malestar muy molestoso, nos reconforta la convicción de que se trata de algo pasajero que ojala tuviéramos la certeza que es también el caso del país.

Luego del taquirari, la morenada, la diablada y los caporales nos damos cuenta de que ¡ay! el país “se sigue estando” con sus mismas acechanzas, con un Presidente elevado a la categoría de divinidad por sus aduladores y que considera que él y nadie más que él tiene la palabra definitiva sobre todo.

Todavía con los humos de la cerveza, el ron o el singani se puede percibir que se está preparando el golpe final contra una justicia que se encontraba alicaída por cuanto quienes estaban a cargo de administrarla, así sea de forma defectuosa, se corrieron muy rápido ante las amenazas, que no estuvieron a la altura de las circunstancias, que no tuvieron la talla de verdaderos jurisconsultos y que miedosos prefirieron ponerse a buen recaudo.

En pocos días más la justicia estará en manos del presidente Evo Morales quien no solo nombrará a sus allegados en puestos clave sino que en los hechos tendrá potestad de decidir que es justo y que no lo es.

En estos días de desenfreno nos olvidamos que fue el presidente Evo Morales quien desmontó de manera sistemática toda la estructura judicial para, llegado el momento, percatarse de que es necesario proceder a nuevos nombramientos a fin de asegurar su funcionamiento. Como es lógico suponer los nombramientos deben realizarse cuando el “líder espiritual” tiene en sus manos todos los instrumentos (leyes aprobadas por la mayoría masista), de lo contrario ¿de que hubiera servido tanto desmadre?

Como ya se lo ha venido haciendo, será el Ejecutivo quien decida quien es culpable o quien es inocente, su “sentencia” será inapelable y quienes muestren un mínimo atisbo de crítica hacia el gobierno debieran estar listos para que en cualquier momento sean trasladados encapuchados a La Paz y puestos a la sombra en el penal de San Pedro.

Nos olvidamos también que está lista una “ley anticorrupción” que servirá para reprimir a la oposición de la misma forma en que se lo esta haciendo con los llamados «separatistas» (autonomistas) con el pretexto de “impedir la división del país”.

En suma, el Miércoles de Ceniza nos damos cuenta de que en el país todo sigue igual y las intenciones se ponen cada vez más negras contrariamente al colorido de los días pasados.