Libertadores: Bolívar se para mal y lo paga caro en su debut

El planteamiento del primer tiempo no le condujo a nada. En el segundo periodo falló en la definición. En cambio, Alianza Lima se defendió bien y fue práctico y efectivo de mitad de cancha para adelante.

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El defensa Ronald Rivero (izq.), del club Bolívar, y el jugador Édgar González, de Alianza Lima, se disputan un balón en el aire. Dos futbolistas peruanos siguen la jugada.



La Prensa

Bolívar no hizo una buena lectura de sus errores durante la Copa AeroSur, se dejó encandilar por el título obtenido en el torneo de pretemporada y ayer, al llegar al terreno internacional, lo pagó caro. El Alianza Lima peruano, muy bien parado atrás, y a la vez práctico en su juego y contundente en el ataque, le hizo tres (1-3) en Miraflores (le pudo hacer alguno más), y le cortó súbitamente la ilusión copera.

Fue un papelón de la Academia si se toma en cuenta que desperdició todo el primer tiempo jugando con un sistema que al técnico le convence pero que los jugadores no sienten. En el segundo, cuando volvió al antiguo, se notó la mejoría, pero emergieron las fallas en la definición, algunas increíbles, más allá de que el golero visitante se hubiera convertido en la figura tapando todo lo que estuvo a su alcance.

Bolívar tomó un trago amargo en su regreso a la Copa Libertadores, sufrió un golpe demasiado duro y, aunque le queden cinco partidos por jugar en la llave

—discurso harto conocido—, difícilmente va a poder recuperar esos tres puntos, por lo que desde ahora —salvo brillante recuperación— tiene que ser consciente de que lo de ayer pudo haber sido debut y despedida.

En el fútbol no es cuestión de tener la pelota y llevarla de un lado para el otro como lo hizo ayer el campeón de la AeroSur. Eso de dominar no lleva a ninguna parte si, con el sistema que los celestes jugaron ayer, los laterales no salen lo suficiente y si carece —porque Álex no lo es— de un conductor, uno tipo Sanjurjo —de Wilster—, que sepa ponerles pelotas a los delanteros, y no dejarlos huérfanos como estuvieron Ferreira y Gonzaga.

En esa primera fracción más fue el ruido que las nueces. Basta anotar que la primera y única jugada de peligro propiciada por el local llegó ¡a los 43 minutos!, cuando Abdón se internó por la izquierda y mandó un centro perfecto que Ferreira cabeceó mandando el balón pegadito al palo derecho.

Centrito por aquí, remate por allá… argumentos sin valor. Nada de fútbol, ninguna llegada a tres toques, o con triangulaciones, o por las puntas, como para hacerle daño a una doble línea de cuatro, muy ordenada, que puso Alianza.

Si el peruano se animaba en esa primera parte, por ahí enchufaba el primero. Con dos toques lo tuvo Fernández, a los 31 minutos; menos mal que Arias estuvo certero.

Como haciendo borrón y cuenta nueva, los de celeste volvieron a la cancha con un 4-4-2; Escobar puso a Charles, reforzando el medio ofensivo, y sacó a Ithurralde, y a partir de ahí hubo un pasaje en el que se notó la mejoría.

A los 10″ pudo llegar el primer gol bolivarista: Ferreira, solo frente al arquero y con arco a disposición, se lo comió, quizás porque no esperaba que el balón le cayera en los pies, porque en verdad llegó hasta ahí de pura casualidad.

Poquito después (13″), Libman le sacó un balonazo a Da Rosa, y 60 segundos más tarde, otra vez el joven golero peruano reaccionó a tiempo ante un cabezazo del uruguayo. Por si fuera poco, del rebote Rivero le pegó al esférico con alma y vida, pero con los ojos cerrados, y el travesaño evitó la conquista.

Tanto iba el agua al cántaro que se presagiaba el primer gol. Lo evitó una vez más Libman ante Álex (16″), y luego puso la mano para negarle el tanto a Ferreira en un tiro libre (23″) bien concebido.

Fue el “cuarto de hora” de Bolívar en el que pudo haber cambiado la historia del partido. No embocar le iba a pasar una gran factura al paceño.

El despertar de Alianza fue a través de un contragolpe, con un par de pases. A los 27″, Villamarín se fue volando por la izquierda sin que nadie pudiera agarrarlo, y su centro perfecto, a ras del piso, mirando para quien, encontró a Fernández, cuyo cachetazo de primera invalidó la volada de Arias (0-1).

Un balde de agua fría que dos minutos después se transformó en hielo puro para los celestes. Éstos quedaron helados con el error de Méndez, quien se dejó quitar el balón con Fernández y el goleador de los aliancistas tampoco perdonó esta vez. Partido resuelto en cuanto al resultado.

El penal, un cobro dudoso por cierto, convertido por Ferreira (44″), no sirvió de nada porque Bolívar no supo sacarle tajada a los descuentos, a diferencia de Alianza, que con una obra de arte de Montaño puso el definitivo score en el segundo minuto de descuento.

Alianza tuvo un impecable orden para defenderse e hizo todo simple para ganar, además leyendo las licencias que le otorgaba su rival. Una lección para un Bolívar que se creyó preparado y no lo estaba.

El dibujo fue el mayor error

Las dudas en Bolívar parecen tener un origen: el técnico hasta ahora no está seguro de qué dibujo táctico es el mejor para su equipo, si la habitual línea de cuatro

(4-4-2) o la de tres (3-4-1-2). Ésta fue la que utilizó más en la Copa AeroSur y por la que se decantó en el arranque de la Libertadores, con el resultado ya sabido.

Quedó claro que jugando como lo hizo ayer en el primer tiempo, la Academia no tiene por dónde llegarle al rival si éste se le planta defensivamente bien, sin dejar huecos y sin salirse de un libreto. Por esa parte ayer Bolívar volvió a tener problemas de creación, y como resultado, un magro volumen de juego ofensivo, por no decir nulo.

La cosa cambió en el segundo tiempo con un volante más creativo y las llegadas demostraron que ése era el camino. Sin embargo, había un problema no resuelto: las lagunas de mitad de cancha para atrás, y es que el equipo no trabajó con ese sistema en los últimos 10 días, sino con el otro, y pagó las consecuencias.

El primer gol de Alianza es una clara muestra. Dos pases fueron suficientes para que el peruano llegara con gran libertad y definiera. No había cobertura de parte de la defensa. El segundo se originó en un grueso error de Méndez, al que tampoco hay que sepultar, porque la inseguridad es un mensaje con origen en el banco.

Mal atrás, débiles en el medio (Flores y Leonel están bajos en el quite y la precisión) —donde Alianza ganó la madre de las batallas— e inefectivos adelante dan como resultado lo que ayer pasó en la cancha del “Siles”.

Bolívar tiene jugadores. ¿Y lo otro?

EL ÁRBITRO

REGULAR

Fueron bastantes las imprecisiones del ecuatoriano Samuel Haro, menos mal que sin incidencia directa en el resultado. La principal fue el penal a favor de Bolívar, porque en realidad no hubo tal y se dejó impresionar por la caída de Ferreira. También le costó amonestar, pasó por alto algunas faltas fuertes como para amarilla.

LA FIGURA

SALOMÓN LIBMAN

Antes que aparecieran las certeras definiciones de José Carlos Fernández, autor de los dos primeros goles de la visita, fue el arquero el gran responsable para que el resultado no se hubiera movido. Sacó pelotas difíciles y les ganó el duelo a los principales definidores de la Academia. De paso tuvo de su lado a la fortuna.

LA OTRA MIRADA

“FUERA ESCOBAR”

Buena parte del público se desfogó ayer atacando al técnico de Bolívar. Tras el primer gol de la visita, la gente empezó a fustigarlo, peor luego del segundo y ni qué decir al final del cotejo. En las butacas, a la altura del banco de suplentes de Alianza, Marcelo Claure, el hombre de BAISA, no sabía dónde meter la cabeza. Alguien recordó en voz alta: “¿No fue él quien trajo a este colombiano?”. Efectivamente.

LO NUEVO CUESTA CARO

Bolívar tenía el año pasado una defensa respetable, pero se le fue su principal baluarte, el argentino Alejandro Schiapparelli. A falta de uno llegaron tres: Méndez, Ithurralde y Rivero, pero hasta ahora ninguno hace pie. Cabe un detalle: el que vino de afuera no es, de momento, ni la sombra del que se fue.

SE OLVIDARON

William Ferreira y Anderson Gonzaga fueron en 2009 una dupla temible, además se entendían a la perfección. Ayer se volvieron a encontrar en la cancha después de tiempo, y sintieron —lo demostraron— que en el fútbol hay que practicar. En lo que va del año, ellos sólo compartieron una vez el ataque, en el entrenamiento del miércoles, y ante Alianza parecían unos extraños.

LA MANO DE COSTAS

Técnico caro, pero efectivo. Así le resultó a Alianza el argentino Gustavo Costas, hombre estudioso del fútbol, que se nota que vio y mucho el desempeño previo de Bolívar. Los videos de los cotejos más recientes de la Academia le bastaron y sobraron para defenderse bien y contragolpear mejor.

El dato

Ya son cuatro partidos consecutivos en Copa Libertadores que Bolívar no logra ganar. Los tres de 2007 —un empate contra Boca Juniors y dos derrotas, frente a Cienciano y Toluca— y la caída de ayer ante el Alianza Lima. De 12 puntos posibles, sólo ha sumado uno en Miraflores.

SÍNTESIS

BOLÍVAR 1

Carlos Arias

Limbert Méndez

Ignacio Ithurralde

(1″ST Charles da Silva)

Ronald Rivero

Didí Torrico

Abdón Reyes

Leonel Reyes

(22″ST Enrique Parada)

Wálter Flores

Álex da Rosa

Anderson Gonzaga

(11″ST Gabriel Ríos)

William Ferreira

DT: Santiago Escobar

ALIANZA LIMA 3

Salomón Libman

Amilton Prado

Carlos Solís

Héctor Sosa

Édgar Villamarín

Henry Quinteros

(17″ST Juan Jayo)

Jean Carlo Tragodara

Édgar González

Joel Sánchez

(20″ST Alexander Sánchez)

Wilmer Aguirre

José Carlos Fernández

(34″ST Johnnier Montaño)

DT: Gustavo Costas

Goles Min. Autor

0-1 27″ST Fernández (AL)

0-2 29″ST Fernández (AL)

1-2 44″ST Ferreira (B), penal

1-3 47″ST Montaño (AL)

Estadio: HERNANDO SILES

Recaudación: Bs 582.775.-

Público: 15.852 entradas vendidas

Árbitro: Samuel Haro (ECU)

Asistentes: Luis Alvarado y Marco Muzo (ECU)