Policía prevé echar a 1.500 efectivos por observaciones

Nina fija plazo de 45 días para mostrar los cambios. Policía dispondrá de agentes encubiertos para descubrir la corrupción en la institución.

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Coronel Óscar nina, comandante de la Policía boliviana, anuncia que en Colombia y Chile se hizo una depuración similar a la que se propone.

La Razón

Minutos después de su posesión como Comandante de la Policía, el 24 de enero, la autoridad policial perfiló lo que pretendía durante su gestión. A un mes de ese día, reveló a La Razón que uno de los desafíos es luchar frontalmente contra la corrupción en su institución y hacer que la población vea en los policías a hombres de apoyo y no de cuidado.

En el acto de su posesión anunció una depuración y recomendó a los malos policías alistar maletas y dejar la Policía. ¿Cuánto se avanzó en los lineamientos que trazó?

Como lo dije entonces, no vamos a tolerar bajo ninguna circunstancia que algún miembro de la Policía esté comprometido con hechos irregulares. Si son descubiertos en hechos delictivos, serán sometidos a la acción de la justicia y a nuestros reglamentos (de Faltas y Sanciones). En el pasado han habido hechos difíciles de comprender, porque policías que fueron sorprendidos en actividades ilícitas, incluso que ingresaron a la cárcel, volvían a vestir el uniforme y a hacer gala de su autoridad. Ahora, sin embargo, las cosas cambiarán y aquel elemento policial que sea sorprendido en acción delincuencial, obviamente lo vamos a dar de baja con ignominia y para ello estamos preparando un proyecto. Hemos hecho una propuesta a nuestro presidente, Evo Morales: le hemos planteado el hecho de que nosotros podamos sacar o depurar de nuestra institución, qué sé yo a 1.500 hombres y mujeres que ya no tengan aspiraciones institucionales de superación o que cuenten con antecedentes, como el haber pasado por la justicia o que hayan cometido faltas graves policiales. Muchos policías no tienen aspiraciones, entonces esa gente, lejos de aportar, no todos por supuesto, ven como una forma de vida el asistir (a su trabajo) y lo hacen sin emoción, esperando que pase el tiempo para que puedan jubilarse; entonces, lo que estamos proponiendo es que toda esa gente pueda ser, si el término cabe, relocalizada, o sea, sacada de la institución, obviamente recibiendo un beneficio, o no sé, un desahucio u otra figura.

¿Esta iniciativa de depuración de policías sin aspiraciones abarcará a todos los rangos?

Efectivamente afectará a los diferentes rangos. Un policía nace a la vida institucional con un nombre y apellido, que se resume en su año de promoción, por ejemplo, la mía es de 1978. Ahora, por diferentes motivos, causas y razones (muchos uniformados) se van quedando, se van postergando (en sus aspiraciones institucionales) y sólo llegan algunos a la cúspide institucional. A veces es pernicioso mantener (a esos policías), porque finalmente como ellos no tienen ninguna aspiración, no tienen nada que perder y pueden ser muy vulnerables y proclives a caer en actos de corrupción. Ése es el aspecto que nos induce a proponer esta medida revolucionaria, naturalmente esto va a implicar una decisión gubernamental para ver si se la ejecuta o no.

Hizo mención a 1.500 efectivos que serán depurados o relocalizados. ¿Se conoce cuántos son oficiales y jefes?

El número simplemente era un cálculo, una apreciación; pueden ser más. Una vez que se apruebe la legislación en esta materia, seguramente se va a reglamentar aspectos como quiénes, cómo y cuándo, entonces en ese momento podemos establecer cuál es la cantidad exacta de uniformados que tienen que irse de la institucional policial.

La depuración de al menos 1.500 policías, ¿no afectará la efectividad policial en la lucha contra el delito?

Es probable que así ocurra. Imagínese provocar un déficit de 1.000 ó 2.000 hombres y mujeres, esto va a tener su efecto, pero naturalmente esto va a ser compensando con un esfuerzo, un sacrificio de la parte que se quede en la institución. No obstante, esta no es una medida revolucionaria que por primera vez se aplique en una institución policial. Hubo en épocas anteriores, en otras instituciones del mundo y Latinoamérica, como Colombia y Chile, donde se han hecho estas prácticas. No es, entonces, una cosa inédita, es una solución para disponer de recursos realmente idóneos en los que la sociedad confíe plenamente.

¿Esta iniciativa entrará en vigor este año?

Esto deberá pasar por un proceso. Primero tiene que haber una aceptación por parte del Gobierno, ya que la Policía no tiene presupuesto para compensar el retiro voluntario de la gente, además tendría que ser un poco atractivo el monto que se les ofrecerá, de tal manera que cada uno decida.

El desafío que se plantean requiere de una contraparte de la sociedad y del Gobierno, ¿la tienen?

Claro que necesitamos del apoyo de la población, porque en cada hecho de corrupción hay una persona que corrompe y otra que se corrompe. Si uno de estos elementos desaparece, obviamente vamos a poder decir que se está eliminando o disminuyendo los niveles de corrupción. Ahora bien, también necesitamos del apoyo del Estado en áreas como tecnología. Con un sistema en red computarizado ya no hay necesidad de que el policía, físicamente, tome contacto con el ciudadano, este es el momento en el que el individuo le induce al policía a saltar procedimientos para acelerar algún trámite. Nosotros evidentemente ahora estamos proponiendo iniciativas para transformar a la Policía, pero para cumplir necesitamos apoyo de tecnología para convertirnos en una prenda de garantía para la sociedad; una golondrina no hace verano.

¿Los policías que se queden serán la base sobre la cual se construirá la nueva Policía?

El mando institucional va a alentar la transformación institucional de la Policía boliviana sobre la base de promover un policía de la revolución, del cambio y del pueblo. Cuando hablamos del policía de la revolución estamos señalando el camino del cambio de nuestra forma de pensar, sentir y actuar basada siempre en nuestra cultura milenaria del ama sua, ama quella y ama llulla. Cuando hablamos del policía del cambio es porque no podemos estar ajenos a este proceso de construcción de una Bolivia soberana, digna democrática y productiva. Cuando hablamos del policía del pueblo estamos proponiendo una interacción más identificada con su pueblo. Nuestro objetivo es constituirnos en la institución bandera del Estado Plurinacional; no se trata de pedir y pedir, queremos demostrar primero de lo que somos capaces y luego, con la satisfacción del deber cumplido, tendremos la moral para exigir.

Bajo esta nueva filosofía, ¿los movimientos sociales harán control social en la Policía?

La Policía es una institución vertical, de mando lineal. En la actualidad proponemos una estructura más horizontal, más flexible y abierta al control social.

La Policía dispondrá de agentes encubiertos

Acciones • Estos agentes se infiltrarán y lucharán contra la corrupción en la institución.

La Policía Boliviana dispondrá de agentes encubiertos para detectar hechos de corrupción en las distintas reparticiones de la institución del verde olivo. “Ésta es una muestra más de la voluntad de enfrentar la corrupción”, aseguró ayer su comandante, el coronel Óscar Nina.

“Vamos a incorporar un sistema de contrainteligencia para que hagan trabajos donde nosotros sospechemos que hay un acto de corrupción. Ellos podrán ejecutar acciones preventivas”, explicó la autoridad policial.

La lucha contra la corrupción es uno de los ejes del proceso de transformación que plantea el actual mando de la institución del verde olivo. Nina informó que se inició la selección de los policías que cumplirán las labores de agentes encubiertos.

Aunque no precisó el número o el rango de los elegidos, anticipó que podrán actuar a cualquier hora y en cualquier unidad policial donde se sospeche o denuncie actos de corrupción.

“Nuestro planteamiento de lucha contra la corrupción se llama Punto Final, que no es una simple frase, sino es, precisamente, el punto final a todos estos actos de corrupción”, afirmó.

El planteamiento policial surge luego de que se denunciara hechos delictivos en los que estaban involucrados policías.

Uno de esos casos es el de Ana Suárez, que recibía informes de inteligencia policial de dos sargentos a quienes contrató para proteger a su banda de al menos 50 miembros. No se descartó que estén involucrados más policías.

Ante esta situación, la Policía modificó su Reglamento de Faltas y Sanciones para procesar de forma rápida aquellos policías involucrados en ilícitos.

Nina aseguró que trabajarán en el objetivo de hacer de la Policía una institución transparente y alejada de aquellos hechos que hasta el momento sembraron dudas sobre su accionar.

Nina fija plazo de 45 días para mostrar los cambios

Apuesta • El Comandante de la Policía apuesta a la conciencia de los uniformados y a los nuevos jefes policiales para avanzar en el proyecto.

Una vez se anuncien los ascensos a generales, el comandante de la Policía, coronel Óscar Nina, anunció que se fijará un plazo de 45 días para empezar a mostrar cambios institucionales como un mejor servicio a la sociedad y una lucha frontal contra la corrupción en distintas reparticiones.

En los primeros 15 días se desplegará todo un operativo destinado a concientizar a los uniformados sobre la necesidad de cambio bajo los lineamientos de servicio a la comunidad y la trilogía indígena del ama súa, ama llula y ama k’ella.

En los siguientes 30 días, explicó, se pondrá en práctica una labor policial asentada en la nueva filosofía. “Pasado este plazo de 45 días se espera cosechar resultados e invitaremos a los movimientos sociales a visitar las diferentes unidades para verificar si se avanzó en la transformación de la Policía”, anunció.

Nina reconoció que la oficina de tramitación de licencias de conducir y de Identificaciones son apuntadas como las más proclives a la corrupción. Éstas, añadió, estarán abiertas al control social y de cualquier otra autoridad de la sociedad.

“Si nuestra propuesta no sería seria no hablaría de plazos, inclusive a riesgo de equivocarnos o que determinados sectores institucionales puedan reaccionar si se ven afectados”, sostuvo.

Nina depositó su confianza en los nuevos jefes policiales para lograr el éxito en su plan de transformación policial.

“El Comandante es responsable de lo que haga o deje de hacer su unidad, por lo tanto vamos a recomendar que los niveles de control y supervisión sean más efectivos. No estamos planteando una receta para erradicar la corrupción”, planteó.

La autoridad explicó que pasó el tiempo de las políticas de “reestructuración” y que ahora se debe apostar a construir una institución aprovechando el proceso de cambio en el país.

“Estamos actuando de manera más seria en procura de tener una policía respetada, una policía que tenga aceptación en nuestra sociedad; ese es el objetivo final”, insistió la autoridad.

Avance

Proceso • La transformación policial estará enmarcada en el proceso de cambio que marca la Constitución Política del Estado, aprobada el 2009.

Ascensos • El Gobierno aún no envió la lista de ascensos a generales al Senado. Los mandos policiales están bajo mando de coroneles.