El discurso del Presidente

¡Qué oportunidad perdida, señor Presidente! ¡Qué pésimo trabajo el de los asesores y gente de confianza que debe preservar la figura del Jefe de Estado!

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La Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático planificada por el oficialismo como la plataforma para la proyección internacional del presidente Evo Morales será recordada como en la que el discurso inaugural del Primer Mandatario ha desatado críticas tanto dentro como fuera del país.



“La calvicie es una enfermedad”, “El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres”. En lugar de la Coca-Cola “es preferible tomar chicha (de maíz), ésa que embriaga”. Ésas fueron algunas de las frases con las que el Presidente se expuso ante millones de personas en el globo terráqueo.

¡Qué oportunidad perdida, señor Presidente! ¡Qué pésimo trabajo el de los asesores del Palacio de Gobierno!

El mal gusto que ha exhibido el Jefe del Estado Plurinacional en su alocución de Tiquipaya perjudica su imagen internacional, desprestigia la causa de la Madre Tierra y hace que Bolivia pierda puntos en su liderazgo.

En Tiquipaya, adonde fueron campesinos, dirigentes de movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales y científicos, Evo Morales expuso mitos ya superados, desnudó ciertos prejuicios de algunos grupos andinos y lanzó expresiones homofóbicas, con el apoyo de un equipo que le alcanzó utensilios de plástico y ponchos andinos tejidos a mano.

Los gobernantes tenían la pretensión de que desde la Cumbre de Pueblos Indígenas se proyectara la figura de Morales como el líder espiritual de los pueblos del mundo. “Somos los guerreros del arco iris”, había declarado el canciller David Choquehuanca para sostener que encarnaban las profecías de los llamados a salvar al planeta.

En los círculos políticos se conoce que el Presidente y el vicepresidente Álvaro García Linera cuentan con un equipo de asesores expertos en comunicación. Se sabe que Evo Morales los escuchaba hasta hace poco, pero es probable que aquello haya cambiado por el incremento de su autoestima.

Como fuere, el equipo de colaboradores del Mandatario está en la obligación de preservar la figura pública del Presidente del Estado Plurinacional y en ello debe extremar sus esfuerzos. Resulta que el discurso poco serio y poco criterioso ha lastimado la sensibilidad de las comunidades de homosexuales, grupos muy bien organizados.

Y esos asesores deben saber actuar ante el Presidente ante este tipo de situaciones. Para ello, son personas de su entera confianza y, además, deberían evitar culpar al empedrado, como ayer intentaron cuestionar a los medios de comunicación por el tratamiento informativo.

Pero aquí también es preciso que Evo Morales tome en cuenta que está poniendo en juego el prestigio del país. No vaya a ser que, junto con el respeto que puedan tener los extranjeros por la causa de don Evo, se pierda también el aprecio por el país.

Si el mundo cree que ha nacido en Bolivia una esperanza referida a temas políticos o del medio ambiente, sería conveniente que el presidente Evo manejara con más precaución los mensajes que se propone emitir.