Se abre un nuevo proceso histórico

mauricio_aira3.JPG Mauricio Aira

Vistos los hechos de las últimas semanas se puede colegir que se ha iniciado un proceso histórico sin precedentes en que aparecen indisimulados ingredientes. La pérdida de un millón de electores para el partido oficial. Las iniciales dificultades económicas para financiar el presupuesto General de la Nación. El ofrecimiento de un precario aumento del 5% en el haber salarial. La rebelión de Caranavi en contra de uno de los líderes del MAS muy cercado al entorno palaciego. La deserción de connotados exmasistas llevándose consigo a sus seguidores y mucho más.

Resultó más impactante la rebelión de la COB (Central Obrera Bolivia) mediáticamente aliada de Morales y co-partícipe y corresponsable en importantes medidas como la aprobación de la NCPE y la disminución del poder de la oposición en el Congreso y las regiones. Algunas escenas del alzamiento recordaron los trágicos sucesos de febrero y octubre del 2003 que “mancharon de sangre la azarosa historia de la República” (Ver: Bolivia 2003. M.Aira. Ed. A&B Barcelona) Si bien la OEA dio por resultado 34 muertos y 205 heridos y señaló como responsables a los efectivos policiales que se habían amotinado contra el orden constituido. Tal informe fue rechazado por el MAS que operaba de opositor no obstante que el documento había sido suscrito por expertos de Brasil, Colombia y los Estados Unidos. Lo evidente es que se produjo una batalla en plena Plaza Murillo entre carabineros amotinados y FFAA que cumplían su deber en la defensa del Orden Constitucional. Quedan como testimonio indeleble las crónicas de valientes comunicadores que aún a riesgo de sus vidas registraron el criminal amotinamiento del 12 y 13 de febrero instigado por Evo Morales dirigente de los cocaleros del Movimiento al Socialismo. Cientos de crónicas e imágenes se pueden ver en la hemeroteca de los grandes diarios nacionales y del exterior.



Hoy la fuerza contestataria al MAS está formada por los trabajadores fabriles de La Paz, aguerrido sector clásico por sus acciones revolucionarias junto a los mineros, los maestros, los empleados públicos y los policías invisibles por la amenaza de ser echados del cuerpo policial, aunque representados por sus esposas e hijos y se dice que también actuaron representantes de los soldados bajo banderas. Se puede ver cierta similitud cuando el vicepresidente previene “los que deliberan y usan uniforme tienen que despojarse del mismo. Si llevan uniforme están prohibidos de deliberar” en clara advertencia para impedir que los uniformados reclamen por mejores salarios. ¿Quiénes alentaron el mitin de los policías que levantaron las manos en el momento de mayor peligro para la seguridad de la República? La respuesta aún no ha llegado al conocimiento público, aún cuando no hay cómo perderse afirmando que fueron los subversivos, los complotadores, los traidores a la Institucionalidad Patria. Hoy en día mediante al generoso uso de los medios de comunicación desde el poder lanzan anatema para impedir que soldados y policías participen del reclamo salarial.

Más todavía si las declaraciones del mandatario culpan a “la derecha que ha penetrado la dirigencia sindical” y “al imperio que representa Human Rights Watch” que acaba de llamar la atención por las carencias del sistema judicial boliviano y su inhabilitación para juzgar a los ex presidentes con tribunos nombrados por el jefe del Ejecutivo, y explicando que la compra de aviones de lujo para el Presidente, y misiles y otras armas rusas, y satélites comunicacionales son parte del desarrollo que no se puede eludir, para responder a la crítica generalizada de porqué tanto gasto cuando “no hay recursos” para mejorar la oferta a los asalariados. Otra etapa se ha iniciado.