Carrera contra el centralismo: ¿qué hacer?

Humberto Peinado

hum2 Ciertamente, la nube de la incertidumbre se ha posado de nuevo sobre nuestra amada región oriental. El centralismo avanza a paso firme en la búsqueda de continuar mantenerse como agente de recepción, retención y distribución de los recursos de todos los bolivianos, pero con énfasis en Santa Cruz por razones elementales: el departamento aporta el 61% de la recaudación de los impuestos nacionales, genera más del 60% de las exportaciones del sector agrícola, mueve más del 30% de las exportaciones nacionales y contribuye con aproximadamente el 24% del PIB nacional. En otras palabras, es la “vaca lechera” del centralismo andino-centrista.

Por otra parte, Santa Cruz recibe tan sólo el 24% de cada 100 aportados. Así es: los cruceños somos los bolivianos más devaluados del Estado Plurinacional; mientras que el departamento de La Paz recibe 2 por cada habitante, nosotros recibimos 1 o menos. Esta desigualdad se viene dando desde mucho antes de aprobada la Constitución del MAS, pero antes se nos discriminaba en la distribución de recursos y hoy en día se nos discrimina por no pertenecer a la nueva raza aria: los indígena-originario-campesinos, lo cual nos rebaja a ciudadanos de segunda clase en cuanto al ejercicio de nuestros derechos políticos y civiles, incluyendo la violación de los convenios internacionales de protección a la vida y las garantías fundamentales (justicia comunitaria).



Siempre me pregunto al leer innumerables artículos de opinión: ¿qué podemos hacer? Lamentablemente, contamos con un resquebrajado y frágil liderazgo dentro de las instituciones representativas cruceñas (Prefectura y Comité Pro Santa Cruz). Esta es quizás la peor gestión que se haya conocido de un Comité Cívico que tan sólo se destaca con gritos de impotencia y lágrimas. Pero líderes sobran en nuestra Santa Cruz y es por ello que debemos actuar estratégicamente, con ingenio. Vale decir, que ante la encrucijada y el embargo político del rodillo masista, busquemos formas de seguir en carrera contra el centralismo.

Una de ellas, la que pongo a consideración, es la siguiente: ante los recortes de nuestros recursos económicos y la pérdida de ejercer momentáneamente presión política, podemos demandar, vía iniciativa legislativa ciudadana a través de la recolección de firmas, la realización de un Censo Nacional de población que de llevarse a cabo significaría millonarios ingresos por recursos de coparticipación a todo el departamento, que hoy subvenciona a casi un millón de migrantes del interior del país que buscaron El Dorado en nuestras hermosas tierras orientales y que deben ser provistos de servicios básicos, salud y educación del mismo presupuesto de aquellos que estamos contados en el censo del 2001.

Esta forma democrática de defender nuestros derechos no implica ninguna clase de acuerdos políticos. Tan sólo requiere de iniciativa e ingenio para con obtener del Estado lo que por ley nos corresponde. Esto también podría significar un aumento en el número de parlamentarios cruceños en la Asamblea Plurinacional, aunque esto necesitaría de aquella capacidad que los líderes coyunturales no poseen: destreza en las negociaciones políticas.