Gobierno ordena investigar la activación de cohete en la FAB


Accidente: Se cree que un proyectil salió disparado por una falla eléctrica cuando estaba siendo instalado en el ala de un avión T-33 en la Base Aérea de El Alto.

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Trabajo: bomberos miden el daño causado por un proyectil a una casa en El Alto.



El ministro de Defensa, Rubén Saavedra, instruyó ayer a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) que levante un sumario informativo sobre la activación de un cohete que el martes por la mañana casi impactó contra el nuevo avión presidencial y que ocasionó daños en un inmueble ubicado la zona 16 de Julio de El Alto.

De acuerdo con informes preliminares, el proyectil estaba siendo instalado en una de las alas de uno de los aviones T-33 que efectivos de la FAB emplean para entrenamiento militar.

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La hipótesis de los investigadores es que el objeto se activó por una falla eléctrica en la aeronave, que el país adquirió en 1973 pero que había sido fabricada para la Guerra de Corea (1950-1953).

El elemento pasó a un metro aproximadamente de la cola del nuevo avión presidencial, un Falcon Dassault, adquirido recientemente en 38 millones de dólares. Atravesó una de las paredes de la Base Aérea de El Alto y alcanzó un immueble perteneciente a Bruno Tinini.

Esa vivienda estaba desocupada, pues su propietario planificó someterla a una reparación general, por lo que el incidente no causó daños personales.

El ministro Saavedra señaló que el sumario informativo fue llevado a cabo por un oficial de la Fuerza Aérea y “esperamos que en un plazo de 48 horas tengamos un resultado final del proceso”.

Respecto de la vivienda afectada, ubicada sobre la avenida Juan Pablo II de El Alto, Saavedra aseguró que la FAB “correrá con los gastos de reparación por los daños causados”.

Al conocer el percance, el propietario del edificio afectado se puso en contacto inmediato con la Unidad de Bomberos, cuyos especialistas en explosivos observaron los boquetes abiertos en las paredes y recogieron parte del objeto.

El reporte oficial dio cuenta de que se produjo la detonación de un artefacto de origen desconocido, aunque el dueño de casa declaró a los medios sus sospechas de que el proyectil partió de la base aérea de la FAB.

Testigos del hecho informaron alarmados “que la nueva aeronave se salvó de ser impactada por un pelo”.

Militares artillaban, en el hangar del Grupo de Aerofotogrametría, un avión T-33. Los investigadores suponen que como efecto de la estática del lugar se activó el mecanismo y se produjo la eyección.

Un circunstancial transeúnte narró: “No sabemos qué ha pasado exactamente, sólo escuchamos la explosión, creo que incluso afectó a casas que están ubicadas en la avenida Juan Pablo II”.

Horas después, un entendido asuntos de este tipo y quien también estuvo en el lugar del hecho declaró a la Red Erbol: “El cohete es de 2,75 milímetros, que no se puede accionar por estática, sino que está en el empalme del punto de amarre del ala del avión T-33, donde hubo una falla eléctrica de accionamiento que provocó accidente”. La Prensa