China vive la peor temporada de lluvias desde 1998, con unas inundaciones que en lo que va de año han provocado la muerte de 701 personas y la desaparición de otras 347, y la situación puede agravarse aún más, según reconoció hoy el Gobierno. Las cifras anunciadas por el ministerio de Asuntos Civiles y la Oficina Estatal de Control de Inundaciones y Sequía señalan que las lluvias caídas en 27 provincias han afectado a 117 millones de personas y han obligado a reubicar a más de 8 millones.
Las pérdidas materiales directas suman 142.200 millones de yuanes (20.880 millones de dólares o 16.280 millones de euros), con 645.000 viviendas derrumbadas y siete millones de hectáreas de cultivo anegadas. Estos datos sólo son comparables, en la historia reciente de China, con la situación vivida hace 12 años, cuando las inundaciones centradas en el río Yangtsé, el de mayor caudal del país, mataron a 4.150 personas y provocaron la evacuación de más de 18 millones.
Sin embargo, Liu Ning, director de la Oficina Estatal de Control de Inundaciones, declaró hoy en rueda de prensa que la situación sigue siendo crítica, ya que todavía está por llegar el período del año que tradicionalmente trae más lluvias al país, entre finales de julio y principios de agosto.
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"En el sur de China las lluvias son un 30% superiores a los registros históricos medios", apuntó Liu, que remarcó que, debido a los persistentes aguaceros, el país tiene 230 ríos cuyo caudal supera el nivel de alerta. Además, otros 25 ríos, entre ellos algunos tan importantes como el río de la Perla (sur) y el Huaihe (centro), registran niveles superiores a cualquier medición histórica.
El enorme flujo de agua en los ríos reventó seis presas de pequeño tamaño a lo largo de todo el país, aunque se han descubierto problemas en otro millar de instalaciones similares. "Existen eslabones débiles. Necesitamos reforzar muchos pequeños y medianos diques", aseveró el funcionario.
Noticias de TV: Unitel.