Senador Surco se salva de ser agredido y no retoma control de federación


Caranavi: Los colonizadores se opusieron firmemente a que los allegados a Fidel Surco asumieran el control de la Federación de La Paz. Surco llegó rodeado por un numeroso grupo de guardaespaldas y se refugió en un domicilio en Entre Ríos.

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Legislador: Fidel Surco hace declaraciones a los medios en La Paz, el 1 de abril



La Prensa

Caranavi: En el Congreso de los colonizadores paceños sólo se pudo formar una comisión revisora de los estatutos de la entidad.

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Los colonizadores de Caranavi se opusieron firmemente a que los allegados a Fidel Surco asumieran el control de su organización matriz en el Congreso Orgánico de la Federación de La Paz, ayer en Entre Ríos, localidad ubicada a unos 30 kilómetros de esa capital provincial del norte paceño. Surco llegó a la zona, pero se refugió en un inmueble particular para no ser agredido por los pobladores.

Justino Huiza, secretario de Organización de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), actual denominativo de la Confederación de Colonizadores, informó que el senador oficialista llegó a la sede del evento, rodeado por un numeroso grupo de guardaespaldas y se refugió en el domicilio de una autoridad de la población.

“En caso de haber sido visto, con todo el malestar que ha generado en la provincia Caranavi, se habría producido una agresión y quién sabe qué cosas más”.

A pesar de que asistieron más de mil afiliados, por decisión del directorio de la Federación paceña, solamente 13 secretarios regionales tuvieron derecho a intervenir en el debate con los representantes departamentales y nacionales del gremio.

“Fue una medida discriminadora, que niega los principios de la democracia sindical y que se asemeja a la forma en que se manejaban los neoliberales”, dijo Huiza.

Al final, los asistentes al Congreso formaron una comisión revisora del estatuto orgánico de la entidad, que deberá poner sus conclusiones a consideración de otro congreso, que tendrá lugar dentro de 60 días en una sede todavía no definida.

En lo formal, el encuentro persiguió cambiar la razón social a Federación de Comunidades Interculturales de La Paz y adoptar una posición ante el Congreso Ordinario nacional que se llevará a cabo en Cochabamba el 20 de este mes.

En esa reunión que aglutinará a las bases de las nueve regiones, los colonizadores renovarán la composición de su Comité Ejecutivo, que hasta principios de junio era dirigido por Surco, pero una fuerte corriente promueve su remoción.

El principal propósito del evento de ayer era que se reconociera una entidad paralela de colonizadores, que se formó hace una semana bajo el liderazgo de Luis Surco, hermano menor del legislador.

Durante las deliberaciones, los caranaveños se opusieron a esa organización compuesta por representantes de Alto Beni, Taypiplaya y Carrasco La Reserva, donde los Surco gozan de simpatía. Las dos últimas subcentrales se encuentran dentro del municipio de Caranavi.

El viernes, los colonizadores de Caranavi denunciaron que los partidarios de Surco compraron cien cajas de dinamita para emplearlas contra ellos en caso de que pretendieran intervenir en el congreso; sin embargo, ayer no hubo actos de violencia.

La ruta está expedita

Comoquiera que Richard Quispe y Luis Achu, dirigentes de la Federación Agraria Provincial de Colonizadores de Caranavi (FAPCCA), quedaron en libertad por decisión del juez Álvaro Melgarejo, los caranaveños dejaron sin efecto la amenaza de bloquear la ruta troncal que une La Paz con el norte tropical paceño, la región aurífera y los departamentos de Beni y Pando.

Ambos dirigentes fueron aprehendidos por los fiscales Sergio Céspedes y Carlos Fiorilo, quienes les imputaron 12 delitos supuestamente relacionados con el conflicto en la región caranaveña que se desarrolló en mayo, entre ellos asesinato, intento de asesinato, organización criminal, amenazas, lesiones leves y graves, lesiones graves y gravísimas, atentado contra la seguridad de los servicios públicos y contra la libertad de locomoción y otros.

Entre el 26 de abril y el sábado 8 de mayo, Caranavi interrumpió esa ruta hacia el norte y dejó completamente desabastecidas a las cooperativas auríferas y poblaciones benianas, por lo que surgió la posibilidad de que se libraran enfrentamientos entre grupos civiles. La exigencia fue la instalación de una planta de cítricos, proyecto también exigido por Alto Beni.

Una violenta intervención policial desbloqueó la ruta, pero en los enfrentamientos dos estudiantes de Caranavi perdieron la vida por impactos de bala, en tanto que otras 29 personas sufrieron heridas de distinta consideración.

Fiscal apeló liberación de dos dirigentes

El fiscal Carlos Fiorilo presentó ayer el memorial que apela la decisión del juez Álvaro Melgarejo, quien dispuso el viernes la libertad de Richard Quispe y Luis Achu, dirigentes de la Federación Agraria Provincial de Colonizadores de Caranavi (FAPCCA) a quienes se imputa responsabilidad de la violencia desatada durante el desbloqueo policial a la ruta al norte paceño entre el viernes 7 y sábado 8 de mayo, informó la agencia ABI.

“La aprehensión de los dirigentes de Caranavi Luis Achu y Richard Quispe ha sido apelada porque no se presentaron en el Ministerio Público del lugar en las tres oportunidades que la comisión de fiscales estuvo ahí, por esa razón se ha presentado la apelación formal en contra de la resolución de medidas cautelares que dictó el juez, para que sea la Corte Superior de Distrito que defina esta situación”. La representante del Ministerio Público aclaró que todavía no expidió órdenes de aprehensión contra los otros tres dirigentes de Caranavi Filemón Aruni, Esteban Tola y Sinforiano Cusi, quienes se declararon en la clandestinidad, pero espera que se presenten ante su autoridad en los siguientes días.

Caranavi no tiene policías

Un reporte del periodista Johnny Ibáñez, de Radio Fides-Caranavi, da cuenta de que desde el 8 de mayo la Policía no ha regresado a Caranavi y que 20 guardias municipales cumplen funciones de vigilancia en coordinación con el fiscal René Blanco.

Durante los enfrentamientos del 7 y 8 de mayo, los pobladores incendiaron el edificio policial y advirtieron que no aceptarían en el futuro a los uniformados.

Al saber que no hay vigilancia policial en la ciudad, delincuentes de otros distritos se establecieron en Caranavi, que se vio sacudida por una ola de asaltos, aun de día. Los robos en viviendas se multiplicaron e incluso dos mujeres, una menor entre ellas, fueron asesinadas, crímenes que aún no se investigan.

La nueva administración municipal formó hace un mes una guardia compuesta por 20 jóvenes que patrullan las calles de día y de noche y atraparon fundamentalmente a menores de edad en estado de embriaguez. Los progenitores de estos últimos debieron recogerlos del Ministerio Público.

La Alcaldía reparó los ambientes de la Escuela Básica Policial, donde debe funcionar el nuevo Comando Regional, pero los agentes no han regresado a Caranavi.