Alteños descontentos marchan sobre La Paz y piden renuncia de Evo Morales

“¡Evo, Goni, la misma porquería! ¡Linera, Goni, la misma porquería!..”; “¡Gobierno incapaz, andate a Venezuela!. Los sectores sociales enfurecidos desafiaron a la Policía antimotines y reclamaron la anulación del Decreto Supremo 748 del gasolinazo

image La violencia destrozó las oficinas de la Fejuve y COR y el peaje de la autopista

La Prensa



Alteños descontentos marchan sobre La Paz y piden renuncia de Evo Morales

Cientos de vecinos organizados en la Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El Alto mostraron su descontento en una marcha que descendió hasta La Paz, donde pidieron la anulación del gasolinazo, la renuncia de algunos ministros, del vicepresidente García y del propio Evo Morales.

“¡Evo, Goni, la misma porquería! ¡Linera, Goni, la misma porquería!..” Con estos estribillos, cientos de vecinos de la ciudad de El Alto marcharon hasta la sede del Gobierno, manifestaron su molestia y protestaron contra el gasolinazo que dictó el Gobierno de Evo Morales el pasado fin de semana.

Luego del discurso presidencial del miércoles, que anunció medidas que intentaron aliviar la carga del alza de los combustibles, los ciudadanos alteños resolvieron continuar las movilizaciones en demanda de la anulación del Decreto Supremo 748.

El dirigente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Claudio Luna, recalcó que su petición es la anulación del incremento de precios de los carburantes. Afirmó que el mensaje del Primer Mandatario dejó “sabor a poco” y por ello pidió la dimisión del vicepresidente Álvaro García y del ministro de Economía, Luis Arce; sin embargo, sus bases y los más radicales exigieron la renuncia del presidente Evo Morales.

Los manifestantes comenzaron a concentrarse desde las 07.30 en las puertas del Multifuncional de la Ceja de aquella ciudad y poco después descendieron, multiplicados por cientos, por la avenida Naciones Unidas. En la columna no sólo se observó a hombres, mujeres y jóvenes, sino también a personas de la tercera edad. Varias mujeres hicieron sonar sus cacerolas vacías.

En la zona de La Portada, en la intersección de las avenidas Kollasuyo y Ballivián, un grupo de personas, entre vecinos, transportistas y líderes de la zona de Alto Lima, aplaudió a la columna de marchistas, pero además en tono molesto censuró a los dirigentes oficialistas.

En todo el recorrido por la Kollasuyo había personas que expresaban su apoyo pleno a la manifestación, incluso con voces de adhesión tales como: “Adelante compañeros, ya no podemos aguantar más”.

El cierre de algunas tiendas comerciales fue inevitable a pedido de los manifestantes. Ante la multitud envalentonada, los comerciantes cerraron presurosos sus puertas y quienes hicieron oídos sordos a esa demanda sufrieron las consecuencias de las piedras y los insultos. Ni las instituciones públicas estuvieron ajenas a la violencia de la gente, que apedreó el edificio de la Unidad Operativa de Tránsito y destruyó los vidrios de una ventana.

En la movilización participaron también universitarios y algunos dirigentes de los originarios de occidente, como Rafael Quispe. Y a pesar de que la dirigencia de la Fejuve está dividida por el partido gobernante, ambos sectores participaron en la protesta. Incluso un grupo de la organización Mujeres en Equidad de Género, regional El Alto, hizo una representación arrastrando zapatos viejos y bidones de aceite de cinco litros vacíos.

Antes de desconcentrarse, cercaron la plaza Murillo y se quedaron en vigilia en cada una de las esquinas, donde permanecían los policías que resguardaban el centro del poder político. Los marchistas pedían a gritos el apoyo de los uniformados: “¡Con veinte por ciento nada van a comprar!”, exclamaban.

Opiniones

“Ratificamos el pedido de anulación del Decreto Supremo 748, la renuncia del Vicepresidente (Álvaro García), del Ministro de Economía (Luis Arce) y de la Presidenta de la Aduana Nacional (Marlene Ardaya) por no haber hecho gestión y por no haber consensuado con las organizaciones sociales este decretazo que está haciendo daño a la economía del pueblo”.

Claudio Luna / Dirigente de la Fejuve

“El mensaje del señor Presidente ayer no ha sido satisfactorio para la ciudad de El Alto, y nos imaginamos que para toda Bolivia. Ha sido una explicación vaga para la economía del país, no va a ayudar en rebajar los precios en lo absoluto. Van a aumentar el salario a 20 por ciento a cuatro sectores del país, como si solamente ellos fueran los afectados por el gasolinazo”.

Fanny Nina / Dirigente de la Fejuve

“No aceptamos el Decreto Supremo 748 del Gobierno. El pueblo no está de acuerdo con esa norma y tampoco vamos a mirar del balcón, porque el estómago no aguanta; por eso la Central Obrera Regional de El Alto tiene una marcha el día lunes a partir de las 08.00. Partirá desde el Multifuncional. No se va a permitir vándalos políticos que se han infiltrado”.

Remigio Quispe / Ejecutivo de la COR

Miles de paceños fueron reprimidos y piden que Evo Morales deje de gobernar

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Represión policial: efectivos antidisturbios gasifican la movilización de la ciudadanía

Vecinos, gremiales, maestros, universitarios y trabajadores en salud participaron en la marcha convocada por la Federación de Juntas Vecinales de La Paz. Los sectores sociales enfurecidos desafiaron a la Policía antimotines y reclamaron la anulación del Decreto Supremo 748 del gasolinazo

“¡Gobierno incapaz, andate a Venezuela!, ¡que renuncie, caramba; que renuncie, caramba!”. Ésos fueron algunos de los estribillos que se escucharon ayer por la tarde entre los miles de paceños que acudieron a la marcha convocada por la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de La Paz contra el gasolinazo y el alza de precios de los productos de la canasta familiar.

Mientras se cumplía un paro total de transporte, hacia las 14.00 la población paceña se concentró en la avenida Montes, donde la Fejuve organizó la protesta también respaldada por el alcalde opositor Luis Revilla.

“No estamos de acuerdo con el gasolinazo del Gobierno. Queremos que abrogue el Decreto Supremo 748, porque traerá mayor pobreza”, subrayó Benjamín Cáceres, presidente de la Confederación de Juntas Vecinales (Conaljuve) de Bolivia, mientras la marcha descendía por los dos carriles de la avenida Montes.

Las movilizaciones cobraron vigor luego de que el Gobierno ratificara el miércoles el incremento de los precios de la gasolina y el diésel, en más de 70 por ciento. El presidente Evo Morales, en un mensaje, anunció el incremento salarial de 20 por ciento a educadores, trabajadores en salud, Fuerzas Armadas y Policía.

“Evo no sabe gobernar, por eso pedimos que se vaya y que nos deje en paz a los bolivianos”, gritó enfurecido Román Mamani, un vecino que dijo estar insatisfecho por las políticas económicas gubernamentales.

La marcha llegó a la plaza Pérez Velasco y el grupo se dividió en el lugar. El primero bajó por el carril derecho y enfiló la calle Potosí para aproximarse al kilómetro cero (plaza Murillo). El segundo se dirigió al paseo de El Prado. A su paso, varias de las personas que no participaban en la marcha aplaudían en gesto de apoyo.

Vanos fueron los intentos de ambos grupos de llegar a la plaza Murillo. Todo el perímetro permaneció con resguardo policial. Estribillos como “¡Policía, amigo, tu pueblo está contigo”, “¡Policía, escucha, únete a la lucha!”, no convencieron a los uniformados verde olivo.

Una cuadra abajo, en la calle Mercado, otro grupo de vecinos marchaba saludando al alcalde de La Paz, Luis Revilla.

Ahí, la autoridad edil dijo que “la convocatoria fue hecha por la Fejuve paceña, no por la Alcaldía”. Además aclaró que “la movilización no es político-partidaria”. Después de unos minutos, el grupo de vecinos que se apostó cerca de la Gobernación encontró a su paso una camioneta amarilla de la institución departamental e intentó incendiarla, aunque no logró su propósito. El motorizado quedó con el parabrisas y vidrios rotos.

En ese momento, efectivos policiales lanzaron cápsulas de gas lacrimógeno y chorros de agua desde el carro antidisturbios Neptuno. La estrategia dispersó a la gente enardecida por unos minutos.

Entretanto, otro grupo de personas que gritaba “La lucha, de octubre no ha terminado” inició una fogata a la puerta de la Vicepresidencia del Estado. En la esquina de la calle Loayza y Potosí, un sector de manifestantes quemó fotografías del presidente Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera.

Mientras los minutos pasaban, los ánimos de las personas se caldearon, y lanzaron piedras a edificios de instituciones públicas.

El ataque comenzó en el frontis del Ministerio de Trabajo y luego en el edificio de la Vicepresidencia y, en respuesta, un contingente de la Policía antimotines disparó proyectiles de gas lacrimógeno a los marchistas.

La población enfurecida por la gasificación trató de rearticularse en la plaza del Obelisco y gritó insultos a la entidad del orden. “Vendidos, con un 20 por ciento de aumento se conforman”, gritaban al unísono.

En ese momento, efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) descendieron en motocicletas desde la plaza Murillo y gasificaron a la muchedumbre. Los manifestantes lanzaron piedras de mediano tamaño. Ese intercambio de gases y piedras duró cerca de media hora.

Entretanto, en la plaza Venezuela, otro grupo de personas enfurecidas derribó el mástil en el que flameaba la bandera venezolana. “Evo, Chávez, la misma porquería”, gritaban los vecinos y luego quemaron ese emblema.

A las 18.30, una muchedumbre se aproximó a las puertas de la estatal YPFB y la Policía la dispersó. En la avenida Camacho, la gente apedreó los vidrios del edificio La Urbana, donde está el canal estatal; del Ministerio de Agricultura y de Boliviana de Aviación (BoA).

Algunos datos

Convocatoria. Los vecinos de La Paz iniciaron la marcha a las 15.00, como estaba previsto.

Diversidad. En las filas de los marchistas se pudo observar a mujeres, jóvenes y niños.

Gritos. Los pedidos de renuncia y de abrogación del decreto caracterizaron la marcha.

Violencia. En la plaza del Obelisco, la Policía gasificó y la gente respondió con piedras.

Conflicto. La movilización duró cerca de cinco horas y concluyó hacia las 19.00.

Alegato. La Policía informó que la Guardia Municipal fue la que gasificó a los marchistas.

Aclaración. No obstante, la Alcaldía dijo que ningún “frutilla” gasificó a la población paceña.

La violencia destrozó las oficinas de la Fejuve y COR y el peaje de la autopista

image Manifestación: vecinos de la Fejuve alteña mostraron su indignación por las calles del centro paceño y cercaron la plaza Murillo por unos minutos

La Prensa

La turba enardecida intentó tomar la Alcaldía Quemada, donde funciona el Concejo Municipal, al igual que tumbar el monumento del guerrillero Ernesto Che Guevara en la Ceja alteña. Las bases rebasaron a los dirigentes y los fantasmas de febrero y octubre de 2003 rondaron la urbe.

El Alto revivió por horas las duras jornadas de febrero y octubre de 2003. La violencia se desbordó mientras la marcha cívica alteña se dirigía a la ciudad de La Paz y pasó factura a las oficinas de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), la Central Obrera Regional (COR) y el peaje de la autopista y causó destrozos a las dependencias de la Alcaldía y el monumento al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara.

Todo comenzó hacia las 10.30, cuando un grupo se desplegó a las sedes de las entidades vecinal y obrera cercanas a la Ceja y quemó neumáticos. Alteños enardecidos apedrearon las ventanas de estos sitios y maltrataron las puertas de estos inmuebles. En las puertas, las fogatas consumieron afiches con la imagen del presidente Evo Morales, al son de estribillos que exigían su renuncia y de sus principales colaboradores.

En medio de las protestas apareció un hombre que cubría su rostro con un pasamontañas y portaba un fusil Mauser, quien alegó que llegó desde la comunidad de Achacachi e incitó a los movilizados a cometer excesos. Posteriormente, la ola conflictiva se desplegó a las oficinas del Concejo Municipal, situadas en la Alcaldía Quemada, que también fueron castigadas por las piedras y las llantas quemadas.

El Comando Regional de la Policía desplegó contingentes armados con lanzagases a los inmuebles amenazados. En la Alcaldía Quemada, los medios televisivos informaron de un leve enfrentamiento con los movilizados, quedando dos uniformados heridos. La bronca no acabaría allí, sino que se ensañó después con el peaje y las dependencias de Vías Bolivia en la autopista que une a La Paz y El Alto.

Esos ambientes fueron saqueados y quemados. La turba dejó sólo escombros a su paso y también encendió fogatas con neumáticos viejos. Los policías que vigilaban el lugar fueron rebasados y sólo atinaron a escapar bajo la lluvia de piedras que caía sobre ellos. La furia también llegó a la vagoneta de un ciudadano que circulaba por el sitio, que fue detenida y luego quemada sin que el dueño pudiera evitarlo.

El caos imperó en el lugar hasta cerca de las dos de la tarde, cuando un contingente de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), que lanzó gas lacrimógeno para despejar la zona. Los vecinos enardecidos sólo atinaron a escapar despavoridos por donde podían. Pero no había nada que cuidar, sólo escombros, fue así como los uniformados se retiraron tras un leve enfrentamiento con los movilizados.

Pero los fantasmas de febrero y octubre de 2003 aún rondaron la urbe alteña por la tarde y la noche. Los movilizados también intentaron derribar la efigie del Che en la Ceja, un símbolo del socialismo propugnado por Evo Morales, lo que habrían logrado si no lo impedía la Policía. Lo que no pudieron evitar los efectivos fue que en la noche las oficinas de la Fejuve y la COR resultaran saqueadas y quemadas. Así se completó una jornada de protesta por el gasolinazo del Gobierno del MAS.

Conflicto en la 16 de Julio

Las movilizaciones de El Alto no pudieron hacer cerrar los puestoos de la tradicional feria de la 16 de Julio, donde los comerciantes defendieron con los dientes apretados el asomo de las turbas que desplegaron violencia por la ciudad. El que no pudo detener a los enardecidos fue un ciudadano que sufrió la quema de su vagoneta cuando intentaba pasar por el peaje de la autopista que une a las urbes alteña y paceña. A las dos de la tarde, con ayuda de policías, él recién pudo recuperar su vehículo chamuscado y sin ventanas ni parabrisas, que a pesar de todo, encendió su motor para abandonar el sitio conflictivo.

“Octubre de 2003 renació por horas”

“En principio, lo sucedido ayer en El Alto es una sorpresa, nadie se esperaba esto. El pueblo alteño ha sido muy paciente. Si bien el miércoles se convocó a una marcha, no fue muy contundente. Pero ayer las bases rebasaron a sus dirigentes porque ellas saben que éstos han sido cooptados por el Gobierno. Pero el alteño ha tomado la iniciativa y los dirigentes se han tenido que acomodar. Es un gran avance. Y ha sido el pueblo alteño muy paciente en escuchar el mensaje presidencial, que no ha sido nada complaciente. Ellos esperaban que, si bien no se abrogaba el gasolinazo, se lo aplique gradualmente. Pero Evo Morales mostró el miércoles su verdadera cara. Todos creían que el gasolinazo vino de Álvaro García y que Evo lo desconocía. Pero El Alto se dio cuenta de que fue trabajado por el Presidente.

Ayer, en horas, El Alto vivió lo mismo de 2003, fue muy rápido porque en 2003 fue un conflicto acumulativo. Y hubo mensajes simbólicos. El peaje de la autopista fue nuevamente quemado porque es un sitio estratégico para la movilización de los alteños, desde 2003; la memoria es muy rápida y los alteños se acordaron de ello. Segundo, la toma y quema de la Fejuve y la COR sucedieron porque sus dirigentes son parte del oficialismo; fue una señal de que no están con la protesta de la gente que tiene ansias de revolución. Por lo tanto, otros tomaron estos entes y se desmarcaron de sus dirigentes. Pero la tercera señal, la más importante, es el intento de tumbar el monumento del Che, una señal ideológica muy profunda. Es que El Alto no es socialista, sino comunitarista, su población es aymara y los alteños se dieron cuenta de ello y por eso intentar hacer caer el monumento del Che iba a ser un símbolo muy fuerte para el mundo, era como decir que en Bolivia nadie quiere al Che, que el socialismo cubano y venezolano lleva a la pobreza. Han asociado este momento histórico, cuando un gobierno supuestamente socialista ha hecho un decreto neoliberal. Es una señal de que este socialismo ha estado llevando a la pobreza. El alteño no quiere saber de socialismo, porque con este gobierno también lo ha asociado con la pobreza. Éstas son las lecciones para Evo Morales”.

Félix Patzi / Sociólogo aymara y líder del IPC