Assange niega conocer al militar de EEUU acusado de filtración

MANNING ASSANGE El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, negó conocer al antiguo analista militar estadounidense que está acusado de proporcionar a su organización los informes secretos que podrían llevar a que Assange fuera acusado de espionaje en Estados Unidos.

Al mismo tiempo, al día siguiente de ser puesto en libertad bajo fianza por las acusaciones de violación y de irse a pasar la Navidad a una casa de campo inglesa, Assange dijo que es víctima de una campaña de difamación.

En una entrevista con el programa de televisión "Good Morning America", de la cadena ABC, el experto informático australiano dijo que el sistema informático de WikiLeaks está diseñado para mantener el anonimato de las fuentes que le dan documentos gubernamentales delicados, como los despachos diplomáticos secretos estadounidenses que han expuesto valoraciones cándidas y bochornosas de dirigentes mundiales.



El especialista militar Bradley Manning, un analista de inteligencia de 23 años, ha sido acusado de obtener el vídeo clasificado de un ataque con helicóptero en Irak en 2003 en el que murieron una docena de personas, entre ellas dos periodistas de Reuters, y de haber descargado más de 150.000 documentos del Departamento de Estado.

Las autoridades estadounidenses sostienen que Manning filtró algunos de los despachos que descargó, pero no han querido decir si son los mismos dados a conocer por WikiLeaks. El vídeo del ataque por helicóptero fue filtrado por la web en abril. Manning está detenido en la base militar de Quantico, en Virginia.

"Nunca había escuchado el nombre Bradley Manning antes de que fuera publicado en la prensa", dijo Assange en la ABC.

"La tecnología de WikiLeaks (fue) diseñada desde el principio para asegurar que nunca supiéramos las identidades o los nombres de las personas que nos envían material. Ese es, al final, el único modo con el que las fuentes pueden ser garantizadas que permanecen anónimas", agregó.

Assange, de 39 años, salió el jueves de una prisión londinense gracias al pago de una fianza de 200.000 libras (unos 236.000 euros), después de nueve días en la cárcel. Suecia pide su extradición para interrogarlo por supuestas agresiones sexuales a dos voluntarias de WikiLeaks.

Al salir de prisión mostró su preocupación porque Estados Unidos intente pedir su extradición, acusándole de espionaje por la filtración de los cables.

"Algo es muy equivocado en esta situación, y algo va mal en Estados Unidos cuando una investigación así contra mí y de hecho contra mi organización, y ahora vemos llamamientos graves contra el New York Times, cuando todo eso se está llevando en secreto", dijo en otro programa, "Today", de la NBC.

Campaña de difamación

El experto informático de 39 años dijo que los controles que le aplican, que él describió como un "arresto domiciliario de alta tecnología", no frenarán la difusión de los secretos oficiales.

"Esta ha sido una campaña de difamación muy exitosa y muy equivocada", dijo Assange a la BBC después de llegar el jueves a la casa de campo en Suffolk, en el este de Inglaterra, donde pasará Navidad y Año Nuevo.

Agregó que esperaba que hubiera más intentos de difamación de las autoridades suecas, pero no dio detalles.

Assange desató la furia de las autoridades estadounidenses después de empezar a difundir algunos de los 250.000 cables diplomáticos secretos de Estados Unidos que obraban en su poder, enviándolos a periódicos alrededor del mundo para amplificar su impacto.

El australiano dijo que sus enemigos han aprovechado las acusaciones en su contra para atacar a WikiLeaks.

"Uno sólo necesita mirar la sonrisa burlona del secretario de Defensa (Robert) Gates al enterarse de mi arresto (…) para entender el valor de los opositores de esta organización", dijo Assange. Gates describió la semana pasada su arresto como una buena noticia.

Assange está acusado de mantener relaciones sexuales sin protección con una mujer y de sexo con otra que estaba dormida.

Las condiciones de la libertad bajo fianza incluyen que deberá permanecer en la casa del ex oficial del Ejército británico Vaughan Smith, ubicada cerca de la ciudad de Norwich, a unas tres horas en coche de Londres.

Smith ha dicho que su conexión a Internet en la casa no es buena. Assange, quien debe presentarse ante la policía diariamente, cumplir un toque de queda y utilizar una pulsera electrónica, dijo que las condiciones eran "un grave impedimiento a mi trabajo", pero que no le detendrían.

"Ahora que estoy de vuelta para ayudar a dirigir nuestro barco, nuestro trabajo avanzará de una manera más rápida. Pero como hemos visto con mi ausencia, las cosas están bien organizadas aún sin mi participación directa", afirmó.

Reuters