El mismo gabinete, la misma incertidumbre

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Todo parece indicar que las decisiones no estarán guiadas por la racionalidad técnica y económica, sino por los dictados del pragmatismo político

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Fracaso ratificado

  2. El Día: Mal de muchos

  3. El Día: Bolítica

  4. El Día: Palabras Mayores

  5. El Día: ¿Estos son países?

  6. El Día: Elección de magistrados

  7. El Día: La batalla de Samuel

  8. Los Tiempos: EL MISMO GABINETE, LA MISMA INCERTIDUMBRE

  9. El Deber: Solución de fondo a un problema vial

  10. Cambio: Sueño de la abundancia

  11. La Prensa: Gestión sin bronca

  12. El Diario: La Defensoría del Pueblo

  13. El Mundo: Plurinacional

  14. Opinión:

  15. Clarín, Argentina: Atraso cambiario y competitividad




El Día: Fracaso ratificado

Hacer cambios estructurales en el gabinete hubiera significado para Evo Morales, incurrir en una grave contradicción respecto del paradisiaco panorama que pintó un día antes en casi cuatro horas de discurso, celebrando con feriado, fanfarria y todo, el primer año de vigencia del Estado Plurinacional de Bolivia.

Evo Morales decidió hacerle un maquillaje a su equipo ministerial como para que no quede en nada el pedido que le hicieron distintas organizaciones indígenas y campesinas sobre un golpe de timón en la conducción del Gobierno. En teoría, el presidente ha escuchado al pueblo y le ha hecho caso, cambiando algunos nombres y sobre todo, restableciendo una importante cuota de poder para la Ciudad de El Alto, cuya virulencia se hizo sentir otra vez durante los días del gasolinazo.

El problema del Presidente, a juzgar por el rosario mal hilvanado de cifras, estadísticas y confusión de papeles, es que ya no ve al pueblo. No ve filas para comprar alimentos, no ve la escasez de azúcar, tampoco el precio del pollo y el maíz a 160 bolivianos el quintal. Su realidad pasa por tasas de desempleo que ponen a Bolivia al nivel de países del norte de Europa y que desconocen al 75 por ciento de informalidad. A no ser que se considere trabajo estable y digno contrabandear gasolina en mamaderas o “bicicletear” en las tiendas de Emapa con el azúcar la harina.

El discurso del 22 de enero era la ocasión ideal para iniciar un proceso de recuperación de credibilidad de este régimen, sumido en un pozo de desconfianza, como se puede advertir en el bajísimo nivel de popularidad del presidente Morales. Lamentablemente la opción sigue pasando por reforzar los mitos como el de la nacionalización, las reservas del Banco Central, la baja inflación y el supuesto equilibrio fiscal, percepciones que contradicen el indicador más importante de la economía boliviana, un crecimiento que apenas sobrepasa el 4 por ciento, cuando en Paraguay se ha registrado un 14 por ciento y en el resto de los países vecinos esta cifra ronda el ocho y nueve por ciento.

Cuesta creerle al Primer Mandatario, cuando un par de días antes del 22 de enero se reúne con los empresarios de Santa Cruz para pedirles ayuda para enfrentar la crisis alimentaria y en su discurso vuelve a defenestrarlos y llamarlos “oligarcas”. Evo Morales no dice cómo es que se van a perforar 41 pozos petroleros este año, cuando el 2010 sólo se perforó uno. Recitar números y leer a tropezones los cuadros que le pasaron sus colaboradores no significa establecer una agenda y muchos menos esbozar un plan para enfrentar los problemas de abastecimiento que se avecinan. En el mejor de los casos, la respuesta presidencial fue eludir su responsabilidad y pedir que no le echen la culpa por la situación del país.

Pese a la mezcla de teorías y definiciones que hace, el vicepresidente García Linera es mucho más sincero cuando anticipa un nuevo año de conflictos en el país, a los que prefiere denominar con el disimulado nombre de “tensiones creativas”. Lo hizo a propósito de las protestas por el gasolinazo y seguramente en relación a los nubarrones que se avecinan en el mismo horizonte donde Evo Morales ve un país nadando en diapositivas. Aunque él también se atrevió a abrir el paraguas y pedir que “no haya broncas”.  

El problema del presidente, a juzgar por el rosario mal hilvanado de cifras, estadísticas y confusión de papeles, es que ya no ve al pueblo. No ve filas para comprar alimentos, no ve la escasez de azúcar, tampoco el precio del pollo y el maíz a 160 bolivianos el quintal. Su realidad pasa por tasas de desempleo que ponen a Bolivia al nivel de países del norte de Europa.

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El Día: Mal de muchos

Con la partida de Lula, Uribe y Bachelet, se fue la ola de los presidentes súper populares en América del Sur y a juzgar por las últimas encuestas, la tendencia se ha revertido, es decir, la aprobación se ha convertido en rechazo. Los casos de Evo Morales y del peruano Alan García son los más notorios. El primero es rechazado por el 64 por ciento de la ciudadanía y el segundo, por el 70 por ciento, aunque, como se sabe, rechazar a los presidentes en Perú es un hobby muy común, por más que el crecimiento sea del ocho por ciento y la economía esté boyante, como sucede en realidad. Los casos del uruguayo Mujica (50% de reprobación) y el chileno Piñera (53%) es una prueba de que los pueblos de hoy ya no tienen tanta paciencia como en el pasado y el periodo de “luna de miel” suele ser muy corto. Afortunadamente, tanto en Chile como en Uruguay, lo de la popularidad es lo de menos, pues al margen del inquilino de turno que haya en el palacio de gobierno, las políticas se  mantienen inalterables. El  problema lo tenemos en Bolivia y en Venezuela (Chávez tiene un 55% de rechazo), donde nunca se sabe qué harán los presidentes para mejorar su imagen.

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El Día: Bolítica

La COB en el tema de la reactivación del aparato productivo ha sido muy clara, ésta debe ser la parte fundamental y la estructura misma para mejorar el problema económico de los trabajadores y del país, creando más fuentes de empleo".

Ramiro Condori
strio. de finanzas de la cob

Se dice que: La Central Obrera Boliviana (COB) insistió en su pedido al Gobierno de reactivar el aparato productivo para crear nuevas fuentes de trabajo y mejorar la economía de los trabajadores.

    Si hay claridad de qué se va hacer los próximos años en materia económica si es que no va haber más sorpresas (como el gasolinazo), yo creo que los precios van a calmarse de manera mucho más rápida".

Samuel Doria Medina
JEFE NACIONAL DE UN

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El Día: Palabras Mayores

"Evo no gobierna, el que gobierna es García Linera, por eso proponemos un referendo para revocarlo"

celestino condori
presidente de comcipo

el cambio de tres ministros y el discurso presidencial no dieron ninguna respuesta a los problemas de la población para frenar la crisis"

Juan del granado
jefe del mov. sin miedo

LO QUE HIZO (Núñez del Prado) lo hizo en cumplimiento de un deber, cumpliendo órdenes superiores"

rafael puente
ex vicem. de rÉgimen interior

una ministra que no quiero nombrar, se negó a atenderme y tampoco me permitieron comunicarme con el Presidente"

josÉ santos
alcalde municipal a.i. de sucre

 

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El Día: ¿Estos son países?

De México para abajo la estupidez y la corrupción  están por todo lado. Las diferencias de comportamiento entre los países al sur del Río Grande son sólo graduales, unos son más corruptos, ladrones y descarados, otros no tanto. Estúpidos son todos.

Las radiografías de estos pueblos fueron hechas hace unos 100 años por brillantes pensadores. En Bolivia,  Alcides Arguedas publicó “Pueblo Enfermo”, en Argentina, José Ingenieros editó “El Hombre mediocre”. Sus elocuentes títulos son la síntesis de lo que ellos desglosarían en sus páginas.

El resto de las naciones también tienen sus Arguedas e Ingenieros, simplemente no los leí. Arguedas, que era de lectura obligatoria en los colegios bolivianos, hoy está prohibido por el gobierno goebeliano-indigenista. También está prohibido hacer cualquier comentario que pueda ser considerado ofensivo para el ultra acomplejado Evo Morales y sus ministros. De José Ingenieros ni se comenta en los colegios argentinos que hoy son el preámbulo de la carrera sindicalista-piquetera-socialista. La corrupción mexicana es de antología. El PRI gobernó casi durante una centuria en la que un presidente le pasó el cetro al otro y todos los que lo recibieron se hicieron multimillonarios junto a sus amigos. 

No es por casualidad que el hombre más rico del mundo sea mexicano. Cuando uno obtiene el monopolio telefónico de un país de semejante población no es para menos. No hay que ser creativo como un Bill Gates, un Steven Jobs o un Mark Zuckerberg, hay que saber con quién compartir la torta.

En Brasil no es diferente, los millonarios crecen. Especialmente los que están relacionados con el gobierno. Lo mismo ocurre en la Argentina, Bolivia, Venezuela y los demás países sudamericanos, tal vez con excepción de Chile donde no hay necesidad de coimear a nadie porque la libre empresa es libre en serio y el concepto de justicia y corrección son más elevados. No importa el color político ni la vestimenta de los que gobiernan o gobernaron. Izquierdas, derechas, militares y civiles son iguales. Unos más ladrones otros menos, pero ladrones, autoritarios, corruptos y sinvergüenzas, son prácticamente todos. ¿Se puede construir sociedades sanas y productivas con semejante materia prima?

En toda su historia los pueblos latinoamericanos no han sido capaces de contribuir con nada al desarrollo de la humanidad. Quisiera que alguien pueda mencionarme tres valores universales que sean característicos de los habitantes de estas tierras. No existe ninguna universidad latinoamericana entre las 200 mejores del mundo. La pobreza moral e intelectual es brutal, pero viven en el autoengaño, creyéndose mejores que todos.

Tanto los brasileños como los argentinos viven en su propio planeta, convencidos de ser lo más grande que parió la madre tierra. Ni qué decir de los pluriculturales indios bolivianos, para quienes la madre tierra es su diosa. Ninguno de los gobernantes de esos países tiene la capacidad de asimilar el know how que hizo grandes a los grandes de verdad. Costa Rica y Uruguay, dos estados del tamaño de la estancia de algún hacendado brasilero amigo de Lula, siempre fueron “proteccionistas”.

¿Y qué diablos protegen estos países donde no se produce nada más que escasas materias primas y sus derivados? En ambas naciones, comprar un automóvil era un lujo, y lo sigue siendo para la mayoría. ¿Alguien vio alguna vez un automóvil tico o charrúa? No obstante, los impuestos a los vehículos son o fueron tan exagerados que en el Uruguay siguen circulando modelos Ford T, y no para lucirlos como coleccionables. El Uruguay está mejor que antes, no por su gobierno izquierdista, sino porque el gobierno de su vecino rioplatense es diez mil veces más estúpido. Al imponer tarifas, retenciones, subsidios, impuestos insólitos y toda imbecilidad socialista que se les ocurre para timar al pueblo, los argentinos dejaron de abastecer los mercados externos de carne que Uruguay ha sabido copar.

El Uruguay siempre ha sido estatista, de mentalidad improductiva, sin la creatividad suficiente como para convertirse en un país semejante a Andorra, Liechtenstein o Mónaco, que además de vivir del turismo y la banca, ofrecen sistemas impositivos livianos. Si Uruguay se hubiese convertido en un puerto libre, de economía abierta, entre los dos gigantes que lo limitan, hoy sería una potencia económica.

Perú necesitó de un ex socialista que fracasó como socialista, para darse cuenta del camino a seguir. Ecuador está convirtiéndose en una peligrosa autocracia comunista, igual que Bolivia y Venezuela. Colombia tiene la cabeza bien puesta. Las FARC y el narcotráfico le obligaron a ubicarse.  Chile habló de izquierda pero gobernó a la derecha durante 20 años,  hoy Piñera habla de derecha y actúa de izquierda. Paraguay tiene un presidente socialista controlado por un congreso de derecha que lo tiene permanentemente marcado, para que no pretenda subírsele encima como hizo con sus mujeres, disfrazado de cura. Las naciones centroamericanas nunca aprendieron a explotar su potencial turístico. Panamá fue la más inteligente de todas, le abrió las puertas al dólar, al capitalismo, creó la zona franca, estableció la libre empresa, la banca, el turismo, los casinos, y sigue siendo la más moderna.

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El Día: Elección de magistrados

No cabe duda que el sufragio es la fórmula democrática por excelencia para la conformación de los poderes públicos, porque permite que el ciudadano (hombre o mujer), decida con su voto quién o quiénes integrarán esos organismos del Estado. La nueva Constitución promulgada el 7 de febrero de 2009 ha incorporado al Poder Judicial (Órgano Judicial) dentro de los órganos a elegirse por sufragio universal según dispone el art. 182.I de la Constitución:  “Las Magistradas y los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia serán elegidas y elegidos mediante sufragio universal” – dice el artículo citado. En lo formal la redacción del texto pudo ser más precisa, sin afectar las reglas gramaticales de la concordancia, indicando que “…serán elegidos”.

Pero no se trata de una cuestión gramatical que, en el caso, no afecta al fondo y sentido de la norma escrita, sino de la nueva  modalidad que se ha adoptado en el país para elegir magistrados de Tribunal Supremo de Justicia a través del sufragio universal que también se aplicará al Tribunal Constitucional Plurinacional y al Tribunal Agroambiental. Hasta antes de promulgarse la Constitución de 2009, esta elección era atribución del Poder Legislativo.  O sea que ahora se ha introducido un verdadero cambio –no por ello positivo- en el proceso de elección de los componentes de estos órganos jurisdiccionales que según la opinión gubernamental, expresada en varias oportunidades, es único en el mundo y garantiza la independencia del Órgano Judicial.
       
Sin embargo, surge la duda sobre las bondades del nuevo sistema, pues aparte de que las elecciones llevan siempre a tomar opciones políticas, sobre todo tratándose de los poderes públicos, el sufragio universal para elegir miembros del Poder Judicial estará precedido, además, de una preselección de candidatos que debe hacer la Asamblea Legislativa Plurinacional,  según establece el art. 182.I y II de la Constitución.  O sea que esta precalificación llevará el sello inconfundible político partidista dado que en la composición de dicha Asamblea Legislativa hay predominio del partido oficial. No es difícil, por tanto (salvo imperdonable ingenuidad), prever que los resultados de esta “preselección” serán favorables al oficialismo y, por consiguiente, también la elección de magistrados que se realizará dentro de un marco político definido.

Lo que más interesa en la conformación del Órgano Judicial, es que se garantice su independencia, principio ineludible para que la administración de justicia funcione al margen de presiones externas provenientes especialmente del Ejecutivo o del partido gobernante, y garantice la vigencia del Estado de Derecho y del régimen democrático, y sea un atajo a toda forma de autoritarismo de quienes ejercen circunstancialmente el poder y no resisten a la tentación de conculcar derechos con pretextos nada convincentes.  Desde luego que a esa independencia debe sumarse la idoneidad de los jueces traducida en una sólida formación académica. Sin embargo, no será en una justa electoral – como la señalada para elegir magistrados- que se haga la valoración adecuada y precisa de estos requisitos, por el contrario más pesará la afinidad o simpatía política y tendremos así un órgano judicial comprometido y de poca o ninguna incidencia en la defensa eficaz de la Constitución y de los derechos fundamentales.

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El Día: La batalla de Samuel

Samuel Encinas Arias estaba feliz por su inminente jubilación luego de 30 años de un duro trabajo en la Policía Boliviana, lo que le permitió sustentar con honestidad a su esposa y sus tres hijos, producto de un virtuoso matrimonio durante 25 años. Sin embargo, su destino cambiaría súbitamente un infausto 21 de enero de 2003. El Teniente Administrativo Samuel Encinas Arias salió ese día en un operativo del Control Operativo Aduanero (COA), a donde fuera comisionado en 1999, pera nunca retornó.
 
Ocho años pasaron desde aquella incursión del COA para combatir el cáncer del “contrabando” en una localidad del Departamento de Oruro. El enfrentamiento de la patrulla del COA con un camión indocumentado tuvo como desenlace el hecho que Samuel habría sido secuestrado y desde entonces su estatus es: “desaparecido”.
 
Cuánto dolor se siente cuando un cónyuge o un padre pierde la vida. Pero ¡qué tortura debe ser, el no saber qué es lo que le pudo pasar a ese ser querido! Dramáticas historias llegaron a oídos de su familia, pero la verdad se desconoce. Samuel sigue desaparecido.
 
Muchos parajes fronterizos del país contaminados por el delito del contrabando son casi “tierra de nadie” -sin Ley, sin Estado, sin Dios-, pero con un férreo código de conducta que respetan sus habitantes: el “silencio”. Este código es el que oculta lo que le pudo pasar a quien, cumpliendo su deber, enfrentó con otros tres efectivos a implacables contrabandistas.
 
Ejemplar trabajador, padre y amigo -como lo recuerdan- sufrió a lo largo de su carrera dos accidentes, y en ambos salvó la vida. Su familia quisiera aferrarse a la idea de una tercera oportunidad, pero tras ocho años su resignación tiene que ver -más que encontrar la verdad- con hallar su cuerpo “para darle cristiana sepultura”.
 
Samuel tenía 49 años. No pudo conocer a su nieto que nació solo un mes después de su desaparición. Además, un miembro del Grupo Voluntario de Salvamento (SAR) perdió la vida accidentándose durante la búsqueda de Samuel. Así como el diablo mata, igualmente el contrabando que privó a Samuel de su familia; a éste, de disfrutar de sus nietos en su retiro; y, a los deudos, del voluntario del SAR.
 
Vanos resultaron los esfuerzos de los familiares de Samuel para dar con su paradero durante los últimos ocho años. Muchas puertas fueron tocadas, pero así como el abominable contrabando pervive en el país, así también el silencio cómplice. ¿Estará alguien dispuesto a corregir tanta impunidad? La desgracia ocurrida a la familia Encinas no es la única y tiene que ver con el abierto ejercicio del delito y la deliberada afrenta a la Ley.
 
Muchos otros efectivos del COA han sufrido y sufren agresiones, heridas y muerte en el ejercicio de su labor. Una labor mal recompensada desde el Estado, por cierto, no sólo por la escasa paga que otorga, sino porque la guerra entre la fuerza del bien (COA) y los delincuentes (contrabandistas) es -por decirlo de alguna forma- como mandar palomas a pelear contra buitres. De ello hablaré en otra Columna, con varias propuestas.
 
Entre tanto, que este artículo -aparte de causar indignación sobre el dolor que causa el cáncer del contrabando en el país- sirva para ayudar a develar el paradero de Samuel. Cualquier información se recibirá con absoluta reserva en los teléfonos 2152894, 2440624, 2440611, 71595084 y 73091564, en Bolivia; y, 56-58-254577 ó 562-6730893, en Chile.  Si puede ayudar, hágalo…

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Los Tiempos: EL MISMO GABINETE, LA MISMA INCERTIDUMBRE

Todo parece indicar que las decisiones no estarán guiadas por la racionalidad técnica y económica, sino por los dictados del pragmatismo político

Cuando todavía no había terminado de despejarse la sensación de confusión e incertidumbre que dejó el mensaje del presidente Evo Morales el pasado sábado, la ratificación del grueso del equipo ministerial, con sólo tres excepciones, ha introducido un motivo más para sospechar que al Gobierno del MAS le está resultando mucho más difícil de lo que se suponía afrontar el momento por el que está atravesando.

A primera vista, podría suponerse que tanto el mensaje como la ratificación del gabinete son muestras de autoestima gubernamental, de confianza en la eficiencia de sus acciones y, sobre todo, de certeza en la corrección del rumbo que siguen y del norte que guía sus actos. Se diría que el Presidente en verdad cree que el equipo que preside es el autor de un milagro económico y que por tanto no hay por qué atender a las cada vez más numerosas y diversas voces que ponen en duda la veracidad de esa suposición.

Una segunda interpretación posible podría partir de la suposición contraria. Es decir, que en los más estrechos círculos gubernamentales hay plena consciencia de la magnitud del entuerto al que los han conducido cinco años de confusión entre las ilusiones y la realidad y de lo difícil que es enmendar el rumbo cuando ya se ha avanzado tanto en la dirección equivocada. Si ése fuera el caso, cabría suponer que la estabilidad del equipo gubernamental es resultado del temor a que cualquier movimiento ocasione el desmoronamiento de una excesivamente frágil estructura gubernamental.

Cuál de las dos hipótesis es la que más se acerca a la realidad es algo que el tiempo lo dirá. Y tendrá que hacerlo pronto, pues si algo está cada día más claro es que no puede prolongarse indefinidamente el estado de incertidumbre en el que quedó sumido nuestro país desde la última semana de diciembre.

Y si esa urgente necesidad de certidumbre se refleja en todos los aspectos de la vida nacional, es mucho más evidente en todo lo relativo al pilar fundamental de la estabilidad económica y, por consiguiente, política y social de nuestro país: el sector hidrocarburífero.

Y es por eso, por lo importante que es el tema de los hidrocarburos, que llama la atención que sea precisamente en ese sector donde más nítidamente se deje ver el extravío gubernamental. No parece casual que uno de los tres ministros sustituidos haya sido el de Hidrocarburos, con lo que suman seis, en cinco años, los responsables del funcionamiento del motor principal no sólo de la economía nacional, sino del proyecto político enarbolado por el MAS.

Pero como en los cinco anteriores cambios, de nada parece haber servido el más reciente, pues se ha ratificado la decisión de que las más importantes decisiones, como la relativa al precio de los combustibles, no estarán en manos del equipo ministerial y mucho menos del flamante ministro de Hidrocarburos, sino de los movimientos sociales. Es decir, las decisiones no estarán guiadas por la racionalidad técnica y económica, sino por los dictados del pragmatismo político. Razón más que suficiente para temer que lejos de despejarse, la incertidumbre no hará más que crecer.

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El Deber: Solución de fondo a un problema vial

Año que pasa se vuelve mucho más peligroso aquel tramo montañoso de la vieja carretera Santa Cruz-Cochabamba que vincula a la capital con los valles cruceños. Nos referimos a las provincias Florida, Manuel María Caballero y Vallegrande. Miles de medianos y pequeños productores de artículos alimenticios utilizan dicha ruta para colocar sus cosechas de maíz, patatas, frutas y hortalizas en los diferentes centros feriales y de abastecimiento de Santa Cruz de la Sierra. Forma igualmente parte del recorrido de buses de transporte de pasajeros hacia y desde Vallegrande, Comarapa, Samaipata, Mataral, El Trigal y una serie de pueblos ubicados a un lado de la carretera, entre Samaipata y Comarapa. Corresponde asimismo señalar que miles de habitantes de Santa Cruz, particularmente en las fiestas de fin de año y durante Carnaval, van de turistas a Samaipata, Comarapa, Vallegrande y otras localidades vecinas.

El referido tráfago, tanto comercial como de pasajeros, se extiende también a Cochabamba, pasando por ese rocambolesco trayecto de la denominada Siberia.

El caso es que cada vez que llueve de forma más o menos intensa, en la respectiva estación anual, toda esa gente resulta seriamente perjudicada. La mayor parte de las laderas de la ruta, entre El Torno y Samaipata, son de textura tectónica o de tierra suelta proclive al movimiento y al desprendimiento de rocas que caen sobre la carretera. No pocas veces, estos pequeños aludes aplastan vehículos y provocan muertes, cortando el tráfico, lo cual obliga a las unidades encargadas del mantenimiento de carreteras a despejarlas con maquinaria pesada, tarea que demora horas o algunos días.

Por muy eficaz que fuese el referido trabajo de mantenimiento, dada la naturaleza de la tierra de las laderas de la carretera en el tramo mencionado, seguirán repitiéndose las emergencias, acaso con mayor rigor, en cada estación lluviosa. Actualmente, en algunos tramos de la ruta ya no hay capa asfáltica.

La solución, en perspectiva de futuro, es de tipo estructural. Debemos pensar en la necesidad de sustituir el trazado del referido tramo por otro que surque un terreno más firme, mejor estabilizado. Muchos geólogos y especialistas en la materia, a su tiempo, cuestionaron la conflictiva ruta y propusieron una alternativa que nos liberara de los riesgos que la primera conlleva.

Sería bueno que se reactualizaran estos estudios y que los mismos condujeran a planes concretos cuya ejecución permita a los viajeros viajar con seguridad y confianza.

Al cabo, una solución estructural del problema le ahorrará al país el millonario gasto que le representará al Estado mantener y reparar el citado tramo carretero en cada estación lluviosa.

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Cambio: Sueño de la abundancia

Miles de personas llenaron ayer calles y plazas de las ciudades de La Paz y El Alto —y en algunas del interior del país— en la apertura de la tradicional Feria de la Alasita (comprame, en aymara) y ratificaron, con fe y devoción, una de las expresiones culturales más trascendentales de los pueblos andinos bolivianos y cuyo personaje central: el Ekeko, es postulado actualmente ante el Fondo de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco) como patrimonio intangible de la humanidad.

La Feria de la Alasita es una exhibición artesanal cuya característica principal es la venta y compra de miniaturas con la finalidad ritual de que las mismas se conviertan en realidad bajo los auspicios de la deidad aymara el Ekeko. Es una de las tradiciones más enraizadas dentro de la paceñidad.

Según muchos autores se extiende más allá del ya lejano 1781 cuando el entonces gobernador de La Paz, Sebastián Segurola, mandó a celebrar la feria tras el cerco a la ciudad por parte de miles de indígenas, liderados por Túpac Katari, que se rebelaron por su libertad en contra del colonialismo español.

Pero para comprender mejor esta costumbre principalmente paceña, es necesario procurar remontarnos a sus origenes, de este modo Fernando Diez de Medina indica que "la fabulosa corte mitológica de los dioses y divinidades de la teogonía aymara, brilla por su atractiva figura, cautivantes hechos y manifiestas virtudes, el diminuto dios de la fortuna, de la alegría y del amor: el Ekeko".

Es decir, la Alasita es una fiesta dedicada al Ekeko, quien con su actual figura regordeta y repleta de cosas en miniatura aparentemente tiene la potestad de llenarnos de abundancia y riqueza material, espiritual, emocional e incluso sexual. Es por eso que el escritor costumbrista Rigoberto Paredes —citado por Huáscar Vega— manifiesta: "El Ekhako popularizado con el nombre alterado de Ekhekho, era el dios de la fortuna y de la prosperidad entre los antiguos collas" ¿Y cómo es que ahora es el diosecillo de la fortuna y prosperidad tambien, pero de los criollos citadinos de La Paz y otras ciudades, a pesar de sus raíces, de sus orígenes? Pero ese traspaso cultural, si bien no se explica del todo, es posible comprenderlo en base a las investigaciones de Arturo Posnansky, quien menciona que "la fiesta del Ekeko siempre fue indígena y no una costumbre introducida por el coloniaje".

Desde Sebastián Segurola, la Alasita se celebra todos los años el 24 de enero, se inicia al medio día y se extiende por el lapso de aproximadamente tres semanas. Otra de sus características es el masivo consumo del Plato Paceño que consta de un choclo, un pedazo de queso frito, habas cocidas en su propia vaina, papa y un pedazo de asado de carne de res.

La fuerza de la riqueza cultural que representa la Alasita no sólo ha permitido que se extienda hacia el interior del país sino que ha transpuesto las fronteras de Bolivia a la Argentina, el sur del Perú y el norte de Chile, amén de otras naciones del orbe donde existen colectividades bolivianas. Por ejemplo, en la ciudad peruana de Puno, la Alasita es instalada el 3 de mayo con la participación de al menos 2.000 expositores peruanos de la misma población, Piura, Arequipa y Lima, además de bolivianos que viajan desde La Paz y Cochabamba.

No obstante y como ocurre con otras expresiones culturales bolivianas como la Diablada, algunas autoridades peruanas intentan mostrar a la Alasita como una tradición propia de ese país.

En ese contexto, La Paz y El Alto fueron escenarios ayer de la apertura de la Alasita-2011. En la sede de gobierno participaron el presidente Evo Morales y el alcalde paceño Luis Revilla, quienes destacaron esta tradición del pueblo, almorzaron juntos e incluso departieron un partido de futbolín. Es que la Alasita es una festividad boliviana que no distingue ideas políticas, clase social ni credos religiosos; su sincretismo une una tradición aymara con la religión católica por voluntad de un pueblo que deposita en la compra de miniaturas sus esperanzas de bienes materiales y de mejores días. Por eso los fieles hacen que amautas o yatiris andinos ch’allen la miniatura adquirida y los sacerdotes católicos también la bendigan.

Actualmente la Alasita moviliza la economía con sus efectos multiplicadores en un contexto del fenómeno religioso-cultural que germina entre las personas sentimientos de fe y esperanza de posesión.

Por ejemplo, las personas que desean construir una vivienda, compran calaminas y ladrillitos; los estudiantes un diploma de bachiller o un título profesional, las madres de familia se aprovisionan de muebles, víveres y billetitos de moneda nacional y extranjera, y los jóvenes —según el sexo— compran gallos y gallinas de yeso con la esperanza de encontrar pareja. Otras personas acuden a la feria para buscar lotes, vehículos, herramientas, computadoras, maletas, pasajes, pasaportes y cuanto bien material esperan tener a lo largo del año.

Sin embargo, para hacer realidad el sueño de la abundancia es necesario que los eventuales beneficiarios aporten su cuota parte. Es decir, deben asumir plenamente que sólo será posible edificar una casa, comprar un automovil o titularse como profesional, si la esperanza expresada al dios de la fortuna es apuntalada con decisión y esfuerzo personal.

Para hacer realidad el sueño de la abundancia, los eventuales beneficiarios deben asumir que sólo será posible edificar una casa, comprar un automovil o titularse como profesional, si la esperanza expresada al dios de la fortuna es apuntalada con decisión y esfuerzo personal.

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La Prensa: Gestión sin bronca

Acaso el aspecto más saliente del discurso del Presidente fue una exhortación: que acaben las broncas por el bien del país y su desarrollo.

Nada nuevo bajo el sol dejó la prolongada, tediosa y desprolija alocución del presidente Evo Morales con motivo del primer año del ?Estado Plurinacional? que se celebró en La Paz, en tanto en el resto del país la celebración pasó casi inadvertida. Como que para el grueso de la población boliviana no había motivo de qué regocijarse en una fecha, la del 22 de enero, declarada incluso ?feriado nacional?.

En tres horas y media, el Jefe de Estado ?sin poder disimular su incomodidad frente a los papeles que tenía sobre el atril? habló con largueza de cifras y forzosas comparaciones con otras gestiones gubernamentales a las que cargó poco menos que toda la culpa del desbarajuste actual. Cuando se esperaba un mensaje de rectificación y con una pizca de autocrítica tras la reciente ?embarrada? del gasolinazo, el Mandatario se ocupó de describir, citando números y más números, el país del power point como lo apuntara un analista atento a un discurso que dejó sabor a poco porque soslayó el día a día de los bolivianos que, entre el hartazgo y la desesperación, soportan la escasez y/o carestía de artículos de primera necesidad.

No obstante, el Presidente convocó a los sectores productivos a establecer una alianza para garantizar la seguridad alimentaria en Bolivia. Hay cierto avance después de un encuentro de Morales con las cabezas de ese sector y que los empecinados en soluciones por la vía del desastre se apresuraron en descalificar tildando de ?traidores? ?vaya a saberse a qué causa? a los que acudieron al Palacio Quemado para reunirse con el Presidente.

Volviendo al discurso, Morales puso sobre el tapete el ?cáncer? que afecta a la economía nacional por la subvención de los hidrocarburos y convocó al debate a los ?movimientos sociales? porque ya se sabe que Evo gobierna obedeciendo al pueblo. Para muestra evidente está el ?reculazo? cuando por la creciente protesta social tuvo que dar marcha atrás dejando sin efecto la osada medida de elevar, como nunca antes, el precio de los combustibles.

Evo admitió las debilidades en la lucha contra el narcotráfico por la falta de apoyo tecnológico que le hicieron demandar una mayor cooperación internacional. Después de la expulsión de la DEA para que del ?imperio? no quede huella en el país, la ilícita actividad registra un inquietante crecimiento en el territorio boliviano.

Como para matizar sus referencias con relación al litio, cuya futura explotación dizque representa el anhelado salto cualitativo al bienestar y a la modernidad que le hace falta dar a Bolivia, a S.E. no se le ocurrió nada mejor (o peor) que hablar de la ?pronta recuperación de Atacama?, lo que poca o ninguna gracia le causó al Gobierno chileno tan suelta y alegre referencia a sus dominios territoriales y que, en todo caso, podría tensar la relación bilateral. Aunque como quiera que más allá de nuestras fronteras ya es conocido el talante de Morales, probablemente se tomen con agua sus recientes expresiones.

Acaso el aspecto más saliente del discurso fue una exhortación, formulada casi al final de su extenuante mensaje: que acaben las broncas entre los bolivianos por el bien del país y para trabajar por su desarrollo.

Pasando de las palabras a los hechos, que sea el presidente Evo Morales el primero en cumplir con su pública y necesaria

exhortación.

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El Diario: La Defensoría del Pueblo

Si la independencia y la imparcialidad son condiciones necesarias e indispensables de toda autoridad, cuánto más tendrán que ser en algunas instituciones que como la Defensoría del Pueblo tienen a su cargo la atención a la ciudadanía frente al poder público, la protección de las personas que acuden para ponerse a salvo del abuso, del mal trato o de la negación de sus derechos. Bajo principios semejantes es sorprendente que ex funcionarios del Ministerio de Gobierno, el más político de todos los del Poder Ejecutivo, no sólo hubieran encontrado cobijo en la Defensoría, sino que el principal de ellos se hubiera convertido en su segunda autoridad y al poco tiempo nada menos que en Defensor Departamental de La Paz, habida cuenta que Carlos Núñez del Prado tuvo a su cargo prácticamente los servicios de inteligencia de dicha Cartera y, por consiguiente, había sido estrecho colaborador del ex Ministro de Gobierno, Alfredo Rada. En tales circunstancias, no se podía dudar de su absoluta identificación con el actual Gobierno, además de un historial político de extrema radicalidad que obligan a suponer que su actuación carecería en todo momento de la debida imparcialidad y objetividad, como también ocurriría con un extremista de derecha.

No tener conocimiento de tales antecedentes -como afirma el Defensor- no le salva de culpa e implica una gran imprudencia por lo delicado de las funciones encomendadas, aunque en concepto generalizado se trataría de una retribución por los votos que le otorgó el oficialismo en la Asamblea Plurinacional para su nombramiento. Pero no sólo contemplamos esto, sino que desde el cargo de Secretario General de la institución, Núñez del Prado se rodeó de una variedad de funcionarios que le eran afines, hecho que se denomina “cuoteo” o partidización, añadido a un visible nepotismo. Situaciones como esta evidencian que, por lo menos en lo que hace a las instituciones públicas, el decantado “cambio” brilla por su ausencia.

La supuesta participación de Núñez del Prado en el soborno a un individuo que de partícipe de un grupo terrorista abatido y desbaratado en Santa Cruz, pasó a delator y “testigo” de cargo, sumada a la militancia del primero en facciones terroristas como el ELN, según confesiones de sus más íntimos allegados, y su reciente desempeño en los servicios de Inteligencia que por tradición en el país no tienen otro carecer que la represión, vendrían a revelar que más allá del indianismo propalado, la actual Administración se nutre de elementos de la extrema izquierda foquista -como se la denominó- en niveles claves de su sostenibilidad política, desde donde ha quedado lamentablemente contaminada la Defensoría del Pueblo.

Por un principio de independencia inherente a la Defensoría, se hace inexplicable que el titular hubiera sostenido reuniones en diversas ocasiones con los Ministros, si, además, por ley, esta autoridad sólo debe informar anualmente a la Asamblea Legislativa. Entonces resulta extraño el motivo de dichas conferencias, sobre las que el Defensor niega que tuvieran carácter de presión. Ante tan demoledora situación, lo cierto es que esta instancia ha perdido independencia y confiabilidad ante la ciudadanía en sus distintos estratos sociales a pocos años de lo que fuera su esperanzadora creación.

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El Mundo: Plurinacional

La recordación del primer aniversario del Estado Plurinacional ha servido para mostrarnos que hemos estado recorriendo por el mismo camino de los cuatro años anteriores y que el panorama, al margen de las permanentes esperanzas de los bolivianos, no ha cambiado nada.

Al cumplirse ese primer año, el Presidente hizo un análisis de lo recorrido durante los cinco años de gobierno que tiene cumplidos hasta el presente y como era de suponer, hizo esfuerzos para encontrar sólo los datos positivos de todo ese tiempo, aunque por lo escasos, tuvo también que apelar a los ostros.

La recordación se completó al día siguiente con la renuncia del equipo de ministros, un hecho que se venía anunciando en forma permanente y que las sectores sociales aspiraban que se realice de otra manera; posiblemente, como ha sucedido en otros campos de la actividad, el pedido no satisfecho seguirá dando lugar a nuevos pedidos, especialmente en cuanto a las carteras de economía y gobierno se refiere y cuyo desempeño llega de una manera directa a la mayoría de la comunidad.

Dentro de las tareas pendientes del ejecutivo se encuentran especialmente el desabastecimiento y la elevación del costo de los artículos de primera necesidad y el anuncio de cambios, en la misma dirección. Si los reclamos se acentúan habrá que hacer intervenir a la Policía que se ha convertido en la institución adulada del Estado, por su capacidad de reprimir a los ciudadanos en cuanto el jefe se lo solicita.

En nuestro permanente afán de prever el futuro, a la luz de los hechos de la historia, el Estado Plurinacional nos trajo a la memoria la Segunda República que fue declarada con bombos y platillos, por otro gobernante que en su afán de corregir la marcha de estado, que a su criterio andaba mal, intentó aplicar la fórmula de borrón y cuenta nueva y nos trajo como réglalo un período de dieciocho años de gobiernos antidemocráticos, muchos de ellos dictatoriales. Durante largos períodos de la vida de la república, los bolivianos tuvieron que soportar cambios entre gobiernos de extrema derecha, patrocinados por los imperialismos y otros de posición opuesta que buscaban el apoyo de gobiernos contrarios a esa línea, incluyendo como opción tanto al fascismo europeo como al comunismo ruso y sus aliados. Como denominador común el pueblo, las mayorías nacionales, quedó seriamente afectado no solo en su economía, sino también con actos de represión, al intentar hacer prevalecer sus derechos.

Dado que cada posición ofrece ventajas, pero también muchas posibilidades de fracaso, lo ideal es buscar el equilibrio y poner como ejemplo a aquellos que obtienen, con ese criterio, resultados positivos y tratar de imitarlos.

La solución parece sencilla, pero difícil de ser llevada a la práctica por la necesidad original que existe de deshacerse de los intereses personales que generalmente derivan en actos de corrupción y enriquecimiento.

Por lo general, quienes ejercen el mando aseguran que su vida está consagrada al servicio de la sociedad, pero en la práctica se encuentran contradicciones que vale la pena analizar, para evitar su repetición; muchas veces el hecho de tener el poder en las manos lleva a satisfacer algunos caprichos de tipo personal, la consecuencia es el enriquecimiento ilícito que alienta la posibilidad de seguir teniendo esas ventajas luego de dejar el mando que aunque se pretenda mantener, no es eterno.

Tala vez el problema mayor radique en el comportamiento de las personas que integran el equipo de trabajo y que no siempre comparten las expectativas de quien las encabeza y dirige.

La creación de un ministerio contra la corrupción parecía una fórmula adecuada; sin embargo, la tarea no debería comenzar por aquella de sancionar a quienes gobernaron en el pasado, sino de ver cómo se desarrollan las actividades dentro de casa, para buscar las medidas correctivas más adecuadas.

República, País o Estado se deben medir por los resultados y no por el nombre.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: Atraso cambiario y competitividad

Uno de los escenarios más inquietantes de la creciente inflación se plantea en la cotización real del dólar. Según el INDEC, el año pasado la inflación aumentó un 11%, pero las evaluaciones privadas y provinciales indican incrementos que rondan el 25% y las previsiones para el presente año no bajan de ese porcentaje. Paralelamente, el Banco Central anuncia que prevé un incremento del dólar de un 5%, lo cual promete una fuerte revaluación del peso.

Hasta el momento, esta tendencia ha sido parcialmente compensada por la revaluación del real, la cual mejora la rentabilidad de las exportaciones hacia Brasil, pero el nuevo gobierno del país vecino ya ha dado señales de que tomará medidas para evitar que esta apreciación se mantenga.

Es decir que las exportaciones con menores ventajas comparativas, es decir las industriales, se enfrentarán con crecientes dificultades, salvo en los rubros en los cuales, como sucede con las de automotores, la apreciación monetaria es compensada por el dinamismo de la demanda brasileña.

Por otra parte, la revaluación estimulará las importaciones, poniendo una creciente presión al debilitado balance comercial. El aumento de las importaciones significa, además de más gasto de divisas, pérdidas de puestos de trabajo.

Por este motivo, incluso economistas que simpatizan con la política económica oficial, y que son concientes de la extrema sensibilidad del kirchnerismo a las críticas, hacen referencia abiertamente al peligro de la primarización del sector externo y de la economía, una advertencia que también circula desde hace tiempo en Brasil.

Si la moneda local efectivamente se valoriza, debería compensarse con medidas para promover la competitividad de los exportadores y de la producción local ante la competencia externa, las cuales pueden incluir créditos de largo plazo, actualmente inexistentes, así como apoyos para mejoras tecnológicas y para la comercialización de los productos locales en los mercados externos.

El aumento de la inflación genera preocupación por la revaluación de la moneda nacional, lo cual deteriora la competitividad de sectores productivos, en especial industriales.

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