El delito del tráfico de drogas

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Brasil toma las riendas

  2. El Día: El día de la puñeta

  3. El Día: Bolítica

  4. El Día: La seguridad, atributo esencial del derecho

  5. El Día: Prístina democracia

  6. El Día: En busca de los Mandelas árabes

  7. Los Tiempos: EL DESVANECIMIENTO DEL SEGURO UNIVERSAL DE SALUD

  8. El Deber: Ante otra emergencia

  9. Cambio: Una causa nacional

  10. La Prensa: ¿El pacto de Bogotá es solución?

  11. El Diario: El delito del tráfico de drogas

  12. El Mundo: Indetificación

  13. Opinión:

  14. Clarín, Argentina: El diario, una carta cotidiana escrita en democracia


El Día: Brasil toma las riendas



Brasil comenzará a monitorear mediante imágenes satelitales los cultivos de coca en Bolivia, tal como lo establece un acuerdo entre ambos países, que además incluye la cooperación de Estados Unidos y la ONU en la lucha contra el narcotráfico.

Este convenio fue logrado luego de la visita al país del canciller brasileño Antonio Patriota, quien se encargó de hacerle saber al Gobierno de Evo Morales, que la participación estadounidense  en el combate al narcotráfico es imprescindible, sobre todo para asegurar que Bolivia no se convierta en lo que hoy es México para Estados Unidos, lo que equivale a decir que ya nos hemos convertido en una amenaza continental. De hecho, más del 60 por ciento de la cocaína que circula en las calles de San Pablo y Río de Janeiro proviene de Bolivia y semejante desborde alimenta a mafias que amenazan con generar brotes desestabilizadores en territorio brasileño.

La reciente visita de Obama a Brasil, ha servido para que Washington ratifique su decisión de delegarles a los brasileños la responsabilidad de asumir el liderazgo en América Latina. Seguramente se habrá fijado algunos límites, especialmente después de la fallida intervención de Lula en el conflicto de Honduras y más que nada, por los abrazos tan efusivos que se dieron entre el líder brasileño y el autócrata iraní Mahmud Ajmadinejad, que obligaron a la Casa Blanca a lanzarle a Brasilia algunas advertencias.

La lección parece bien aprendida y ni bien partió Obama de Brasil, el gobierno de Dilma Rousseff asumió su posición y también su primera tarea, consistente en fijarle a Bolivia el tono, los métodos y las condiciones en los que se debe establecer la lucha contra el narcotráfico. Cuando se habla de fijar es porque la inclusión de Estados Unidos (es decir, de la DEA), seguramente sigue siendo rechazada por el Gobierno de Evo Morales, pero es algo que ya no puede objetar, no después del caso Sanabria. A juzgar por las reacciones de algunos miembros del oficialismo sobre este convenio, las posturas terminantes parecen haberse esfumado y no queda más remedio que comenzar a “tragar sapos”, antes de que aparezcan más “narcogenerales”.

Hace mucho que el Gobierno de Brasil tenía pendiente la necesidad de hablarle claro a Bolivia sobre el narcotráfico. El único que lo hizo fue el candidato de la oposición José Serra, ya que Lula, en su afán de llevarse bien con Dios y con el diablo, se colocó una guirnalda de hojas de coca en el Chapare y se hizo el desentendido con lo que pasaba en los reinos de la droga de las favelas de Río, realidad en la que intervino sólo cuando ya tenía un pie en el estribo.

Los términos en los que Brasil toma las riendas del combate al narcotráfico en Bolivia son casi idénticos a los que tenía la DEA antes de que fuera expulsada del país. Geopolíticamente es mucho más complicado dada la enorme cantidad de intereses brasileños que pueden verse envueltos detrás de una tarea netamente policiaca. Habrá que ver también el tacto con el que los nuevos cooperantes desarrollan su trabajo, presumiblemente menos sutiles, dados los antecedentes de la policía del vecino país. Lo más interesante, sin embargo, será la reacción de los cocaleros, un sector clave en la política boliviana. Qué van a decir cuando constaten que va en serio la nueva estrategia antidrogas comandada por los brasileños.
 

Hace mucho que el Gobierno de Brasil tenía pendiente la necesidad de hablarle claro a Bolivia sobre el narcotráfico. El único que lo hizo fue el candidato de la oposición José Serra, ya que Lula, prefirió llevarse bien con Dios y con el diablo.

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El Día: El día de la puñeta

A partir de hoy, el presidente Morales agregará a la lista de sus innumerables ocupaciones la tarea de controlar quién levanta el puño izquierdo cada vez que se canta el Himno Nacional. Es posible que no le alcance el tiempo para hacerlo a conciencia y habrá que buscar también quién asuma esa responsabilidad cuando el jefazo esté de viaje. No sería raro entonces que, mediante un decreto (aunque la “Asamblea-sindicato” legislativa estaría gustosa de convertirlo en ley), se decida crear una repartición ministerial dedicada exclusivamente a fiscalizar la dichosa pose de pasajero de micro. Desde este humilde espacio sugerimos bautizar esta oficina como la “Dirección de la Puñeta”, que sería la encargada de redactar un “Manual de la Puñetería Plurinacional”, con el fin de verificar el estricto cumplimiento del ritual, no sea que algunos avivados no aprieten bien el puño y otros levanten el brazo apenas a la altura del pecho. Habrá los que pretendan hacerle modificaciones y terminen imitando a un tal Adolfo. La nueva dirección podría hacer un ranking semanal del militante o funcionario más puñetero del régimen. Más vale que preparen muchos premios porque pueden faltar.

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El Día: Bolítica

Necesitamos dejar de lado la mantenida desvalorización que ha hecho el Gobierno de opiniones que no sean las de ellos y finalmente no podemos seguir improvisando políticas, esto requiere el concurso de absolutamente todos".

Juan del Granado
jefe Del mov. sin miedo


Se dice que: Contradictoria posición del Gobierno sobre la demanda marítima obliga a la posición exigir una Cumbre Nacional que defina su suerte sobre este tema".


Tendrán que establecer la lógica de un mínimo consenso con los diferentes sectores, con la propia oposición; ellos no nos van a imponer la lógica de que lo diga el presidente en el tema marítimo es una verdad cerrada que todos deben respaldar"

Bernard Gutiérrez
senador de
convergencia nacional

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El Día: La seguridad, atributo esencial del derecho

Todos los países cuentan con un ordenamiento jurídico que rige la organización del Estado y las relaciones sociales que en él se desarrollan, siendo el instrumento más importante la Constitución porque en ella se dan las normas y principios a los cuales habrán de sujetarse las demás disposiciones legales. Por ello hay (o debe haber) un especial cuidado en redactar una Constitución por ser el soporte de toda la estructura política y jurídica del Estado. Pero, además, configura un marco dentro del cual están enunciados los derechos fundamentales de la persona humana y señaladas las garantías para su pleno ejercicio, como corresponde a un sistema democrático. Por eso decimos, con el apoyo de tratadistas autorizados, que “la Constitución, en el sentido pleno de régimen constitucional efectivo, sólo tiene existencia real en la democracia. En una autocracia, sólo es simulación y disimulo”. 

La Constitución boliviana promulgada el 7 de febrero de 2009, con varios cuestionamientos, estuvo seguida de leyes orgánicas aprobadas para diferentes materias, judicial, legislativa, ejecutiva y electoral, que han motivado una serie de análisis y reflexiones sobre sus virtudes y defectos, o si salen del marco constitucional,  análisis que por cierto debe continuar dado que emergen de una Constitución de clara orientación estatista.  Con este nuevo repertorio jurídico quedaron modificados  varios aspectos del Derecho boliviano con nuevas instituciones y líneas de orientación no siempre compatibles  con un auténtico espíritu democrático. Hay, por ejemplo, una modificación, con repercusiones no sólo formales sino sustanciales en el plano político,  la sustitución del término “República de Bolivia” con la de “Estado Plurinacional”, aunque una lectura cuidadosa del texto constitucional, nos permite encontrar todavía el uso del término “República de Bolivia”  dentro de un importante principio constitucional.

El Derecho tiene, bien sabemos, un destinatario único: la persona humana, y por ello su contenido normativo debe brindarle al individuo y a la sociedad en la cual se desenvuelve, un ámbito de garantías que asegure la realización de sus derechos y que le permita el pleno desarrollo de su libertad. De manera que el legislador está obligado a cuidar por que las reformas a la constitución o a la ley no respondan a conveniencias hegemónico-partidistas, ni a poner al Estado por encima de la persona ubicándola en situación de precariedad que le haga difícil resguardar su libertad y sus derechos frente a los “intereses del Estado” que al final se identifican con los del partido político en función de Gobierno. No se olvide que “en el campo del Derecho no cabe sino aceptar la libertad, como una condición necesaria , sine qua non, de todo ordenamiento jurídico”.

Hay mucho, entonces para analizar y reflexionar sobre la reforma constitucional producida en Bolivia y otras las leyes orgánicas emergentes de ella que al parecer han dado rumbo incierto a la aplicación del Derecho, siendo así que la seguridad y la certeza son las cualidades intrínsecas de todo ordenamiento jurídico.

 

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El Día: Prístina democracia

Cierto que en algunos casos la picana podría resultar efectiva.  Por ejemplo si se la aplica en la cabeza al senador masista Eugenio Rojas, defensor de la tortura como práctica de interrogación, para ver si con el shock se pone a pensar.  ¿Porque qué puede haber en la mente de un degollador de perros?  Mierda, pura mierda, que es, después de la cocaína, lo abundante en este paraíso socialista de Evo-Álvaro, puntales de la derecha retrógrada y fascista del mundo, junto a sus socios Qadhafi, Assad, Ahmadinejad, a quienes -la suerte nos honre- veremos actuar en el teatro Horca de marionetas.
 
A veces ya no quiero escribir sobre esto.  Se hace reiterativo, aburrido, pero, por otro lado, creo que hay que machacar hasta que el jolgorio termine.  Mucho no les queda, no lo digo como agorero ni quiromántico.  Claros son los datos al respecto.  Que duren un poco más, puede ser, porque no hablamos de un país regido por la lógica, sino por uno que todavía se maneja en niveles difíciles de calificar, donde un demagogo ignorante es capaz de alucinar a unas masas atormentadas por eterna esclavitud, por ignominia, abyección, estupro, alcoholismo, coca, cuyas tradiciones van delineando una imagen que quisiera haber tenido Cesare Lombroso para sus prejuiciadas conclusiones.
 
Hay que observar los detalles.  Este Rojas, creo que de Achacachi, defendiendo la tortura. Si pensamos que no otra cosa vio desde su infancia, el abuso en casa, en la escuela, en el cuartel, la alcaldía, o donde fuere o viviere, qué podemos esperar. El seminarista ministro de Gobierno, igual que el presidente y la antropomorfa cohorte de senadores y demás acólitos, incluida la niña mala, divagan por un entramado complejo y convulso, donde la prédica decora simplemente el saqueo, y donde el horizonte se borra por oscuro.
 
Los detalles.  Filman "También la lluvia", en Bolivia.  Y regalan una carabela utilizada en la producción a las autoridades.  Carabela perdida, robada.  La reclamaría la revolución "moralista", como reclama todo y ya no consigue nada, ni el Nobel ni nada, porque la hidra se descubrió, develando en su policefalia el rostro del gran líder, el guerrero del sur, el cocalero, epítome de la mentira, del capitalismo más salvaje de destrucción ambiental, el ekeko con su tesoro individual en medio de la miseria colectiva.    

 

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El Día: En busca de los Mandelas árabes

Ahora que las rebeliones en Libia, Yemen, Bahrein y Siria están en ebullición, no es una exageración afirmar que la olla a presión del autoritarismo que ha sofocado la libertad en el mundo árabe durante siglos finalmente puede estar dejando salir a 350 millones de árabes al mismo tiempo.

Estoy convencido de que es lo que tarde o temprano tendrá que suceder. Que el ómnibus de los autócratas vaya calentando motores; y el tuyo también, Ahmadinejad. Como alguien que siempre ha creído en el potencial democrático de esa región, las perspectivas futuras tiñen mis sentimientos de verdadera esperanza y preocupación al mismo tiempo.
 
Esperanza, porque los pueblos árabes están luchando por tener gobiernos más representativos y más honestos, que es precisamente lo que necesitarán para superar los tremendos déficits en materia educativa, libertades individuales y derechos femeninos que los mantienen tan rezagados respecto del resto del mundo. Pero para recorrer esa distancia hay que atravesar un campo minado de conflictos tribales, sectarismos y problemas de gobernabilidad.
 
La mejor manera de comprender el potencial y los riesgos de esta transición es pensar en el caso de Irak. Ya sé que Irak ha generado una división tan amarga en Estados Unidos que nadie quiere oír hablar de ese país. Pero esa experiencia nos ofrece algunas lecciones sobre cómo manejar la transición hacia gobiernos democráticos en un Estado árabe multisectario cuya tapa a presión acaba de saltar.
 
Para una democracia hacen falta tres cosas: debe haber ciudadanos -o sea, personas que se sienten parte indiferenciada de una comunidad nacional en la que cualquiera puede ser gobernante o gobernado-; debe existir autodeterminación, vale decir, derecho al voto, y también eso que Michael Mandelbaum, autor de Democracy’s Good Name, llama "libertad".
 
Y el establecimiento de la libertad es realmente difícil. Si ya será durísimo en países con mayorías amplias y homogéneas, como Egipto, Túnez e Irán, será doblemente complicado en todos los demás países, divididos por identidades tribales, étnicas y sectarias, donde la inminencia de la guerra civil es una amenaza permanente.
 
En ese sentido, ningún país estaba más dividido que Irak. ¿Qué aprendimos allí? Primero, aprendimos que cuando levantamos la tapa a presión del autoritarismo hicieron erupción las tensiones entre kurdos, chiitas y sunnitas, y cada una de esas facciones quiso probar fuerzas en una guerra civil de poca monta.
 
Pero también aprendimos que otros muchos iraquíes expresaron un anhelo igualmente profundo de vivir en comunidad. A pesar de todos los esfuerzos asesinos que hizo Al-Qaeda por desatar una guerra civil total en Irak, eso nunca sucedió.
 
Lección uno: si bien las identidades tribales están profundamente arraigadas y pueden entrar en combustión en cualquier momento, existen también contrafuerzas igualmente poderosas en el Medio Oriente moderno, urbano y conectado de la era de Facebook.
 
Lección dos: hubo un elemento crucial para que la guerra civil acotada de Irak no explotara, crucial para que los iraquíes lograran redactar una Constitución que les permitiera vivir en sociedad, y crucial para ayudar a los iraquíes a celebrar elecciones, y ese elemento fue la presencia de un árbitro creíble y neutral que estuvo presente a lo largo de toda la transición: Estados Unidos.
 
Para Estados Unidos, el precio fue enorme; no siempre lo desempeñó a la perfección, pero al fin y al cabo lo hizo. En Egipto, ese papel fue ocupado por el ejército egipcio. Y alguien tendrá que hacerlo en cada uno de estos países en revuelta, para que puedan plantar con éxito los cimientos tanto de la democracia como de la libertad. ¿Quién ocupará ese papel en Libia? ¿Y en Siria? ¿Y en Yemen?
 
Irak tiene algo más para enseñarnos, y es que si bien los árbitros externos pueden ser necesarios, con eso no alcanza. Nos iremos de Irak hacia fines de este año. Sólo lo iraquíes pueden sostener su democracia después de nuestra partida.
 
Y lo mismo ocurrirá en todos los pueblos árabes que anhelan esa transición hacia el autogobierno. Tienen que generar sus propios árbitros, sus propios Nelson Mandela, vale decir, líderes chiitas, sunnitas y tribales que se pongan de pie y se digan unos a otros lo que la persona de Mandela dijo respecto de los blancos de Sudáfrica en la película Invictus: "Debemos sorprenderlos con nuestra moderación y generosidad".
 
Eso es lo que estos nuevos líderes de las rebeliones árabes tienen que hacer: sorprenderse a sí mismos y entre ellos por su férrea voluntad democrática, de unidad, de mutuo respeto. Cuantos más Mandelas surjan en el mundo árabe, más capacidad tendrán sus pueblos de manejar la transición por sí mismos, sin generales del ejército ni extranjeros. ¿Surgirán esos líderes? Hay que estar atentos y tener esperanza. No nos queda otra. La olla ya está destapada.

 

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Los Tiempos: EL DESVANECIMIENTO DEL SEGURO UNIVERSAL DE SALUD

El SUS agoniza antes de nacer porque, como siempre, las limitaciones económicas se interponen entre los deseos y la realidad

En mayo del año pasado, hace ya más de 10 meses, al presentar el proyecto de Ley del Sistema Único de Salud (SUS), la ministra de Salud y Deportes aseguró que la ley sería aprobada antes de agosto de 2010 y el nuevo sistema puesto en vigencia a principios del año 2011. Afirmó que la rápida aprobación de la nueva ley era necesaria para cumplir lo que manda el artículo 18 de la nueva Constitución Política del Estado, que en su parágrafo III establece que "el Sistema Único de Salud será universal, gratuito, equitativo, intercultural, participativo, con calidad, calidez y control social".

Ha pasado ya casi un año desde entonces y todo parece indicar que el optimismo de la ministra de Salud tiene cada día menos fundamento. Es que no sólo el proyecto de ley no ha sido aprobado con la agilidad y presteza que ella auguraba, sino que con el transcurso de los meses las dificultades que ha encontrado en su camino no han hecho más que multiplicarse. La más reciente, y una de las más importantes pero no la única de ellas, es la firmeza con la que las universidades autónomas han decidido negarse a compartir los recursos de sus respectivos seguros de salud.

Así, en este caso como en muchos otros, la terca realidad se interpone entre los buenos deseos y las posibilidades reales de plasmarlos en hechos concretos. Lo que ocurre con el SUS es muy ilustrativo al respecto, pero es sólo uno más de varios casos en los que pese a contar con una abrumadora mayoría en ambas cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional, el MAS no logra llevar a la práctica lo que con tanta facilidad propuso en el plano de las intenciones.

Como es fácil colegir, tales dificultades traen aparejadas otras tantas frustraciones pues nunca resulta fácil enfrentarse a la realidad cuando previamente se ha perdido toda mesura al imaginar fantásticos escenarios en los que hasta los más difíciles problemas parecen solubles con sólo un acto de buena voluntad.

El caso que nos ocupa, el del Seguro Universal de Salud, es probablemente uno de los que más nítidamente deja ver la magnitud de la brecha que separa los deseos y la realidad. Es que llegado el momento de hacer cálculos contables, el de las imprescindibles sumas y restas, ocurre que los números no cuadran y no hay manera de financiar ni de dar un mínimo de viabilidad económica a las ilusiones.

De nada sirven pues los meses y a veces años que se desperdician en "consensuar", "socializar" y "perfeccionar" este tipo de proyectos de ley si se deja para el final el relativo a su financiamiento, como si de un insignificante detalle se tratara, siendo así que por una elemental racionalidad práctica, tendría que ser más bien el punto de partida de cualquier plan y, con mucha mayor razón, si de uno tan ambicioso como el que se propone garantizar servicios de salud igualitarios a todos los habitantes de Bolivia se trata.

Así, no es sorprendente que uno tras otro se vayan desbaratando los ofrecimientos y desvaneciéndose las ilusiones que con tanto esmero fueron alimentadas durante los últimos años.

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El Deber: Ante otra emergencia

Desde la década de los 60 del siglo pasado, nuestra demografía capitalina, que también es social y cultural, sufrió progresivos cambios a consecuencia de sucesivos y cada más intensos golpes migratorios de la zona rural del occidente, particularmente del altiplano. Nadie puede cuestionar las mutaciones originadas en el fenómeno, toda vez que no existen en el mundo sociedades inmunes al paso del tiempo y a los hechos que le acompañan.

Así que nos corresponde asumir con toda objetividad que Santa Cruz ya no es lo que antes fuera.  Son ostensibles los  nuevos rasgos  del comportamiento social y sus tradiciones. En lo que respecta a  música y folclore, carecen hoy del vigor que los caracterizaba en el pasado.

Lo realmente preocupante son los efectos del atiborramiento demográfico que en nuestra ciudad origina la referida e imparable migración.  Santa Cruz  se aproxima poco a poco a los dos millones de habitantes, cifra que alcanzará en unos cuantos años.

A la expansión de la mancha urbana por los cuatro costados de la ciudad sigue el auge de la delincuencia, fruto de la desocupación y de las carencias que se dan en todos nuestros barrios populares. 

Actualmente, existen en el país factores propicios para que tal migración golpee a Santa Cruz con más fuerza que nunca.  Nos referimos a las sequías e inundaciones que en varias zonas del altiplano y los valles  (La Paz, Oruro, Chuquisaca y Potosí, principalmente) malograron las cosechas de papa, quinua y otros cereales que son la fuente de subsistencia para quechuas y aimaras.

La contingencia determina también la pérdida de considerables cantidades de ganado ovino, vacuno y camélido. Al mismo tiempo, miles de familias  han  perdido sus cosechas por las inundaciones en el norte del departamento de La Paz, cuyas vías de conexión con Beni y la capital de Gobierno se hallan interrumpidas, lo que igualmente padecen comunidades rurales de Pando y Beni. 

A raíz de todo lo referido, especialistas en el sector e instituciones como la Coordinadora del proyecto de Seguridad Alimentaria de Pastoral Social de Oruro coinciden en sus vaticinios de que a partir de ahora se incrementará de forma drástica la migración campo-ciudad.  No mencionan el destino predilecto de este éxodo, pero obviamente que será Santa Cruz, toda vez que El Alto dejó de serlo por hallarse ya totalmente atiborrada de aimaras y quechuas de procedencia rural y castigada por los bajos ingresos y una creciente desocupación.

Así que debemos prepararnos para lo que nos espera.

El incremento de la ola migratoria desde el occidente hacia nosotros golpeará no solo a la ciudad, sino también a la zona rural de la región, creando situaciones críticas ante las cuales corresponde que nos mantengamos en guardia.

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Cambio: Una causa nacional

La reintegración marítima boliviana es una causa nacional. Por eso y conforme pasaron los días, tras el anuncio del presidente Evo Morales de acudir a tribunales internacionales para demandar legalmente una salida libre y soberana al océano Pacífico, muchas voces se sumaron al nuevo enfoque que no deja de lado la continuidad de las negociaciones bilterales con Chile en el marco de la agenda de 13 puntos sin exclusiones, que desde 2006 discuten ambos gobiernos.

En ese marco, el nuevo enfoque de la causa marítima recibió ayer el pleno respaldo de los ex presidente Jorge Tuto Quiroga Ramírez (2001-2002) y Carlos Mesa Gisberth (2003-2005), quienes coincidieron en expresar su respaldo a la iniciativa gubernamental y aseguraron que las diferencias políticas con el presidente Morales "quedan suspendidas" ante una causa nacional como es la demanda para que Bolivia retorne al Pacífico. Además, organizaciones indígenas y sociales también se sumaron.

"Mi concurso, si es necesario, está en disposición plena para el Gobierno y para el Presidente en algo que es una causa nacional", afirmó Mesa. "Quiero reivindicar la política planteada el 23 de marzo, la recuperación de la política de Estado en 1979 del multilateralismo", agregó respecto de la resolución aprobada en La Paz por la Asamblea de la Organización de Estados (OEA).

En tanto que Quiroga señaló que "en este momento todo lo que sea necesario para apoyar al Gobierno y avanzar; lo haremos, si se tiene que acudir no sólo en el espacio multilateral, como la OEA, sino también a las instancias de derecho", y demandó "un análisis concienzudo, detallado para saber exactamente dónde va a terminar".

La Resolución Nº 426 de la OEA aprobó "recomendar a los Estados, a los que este problema concierne directamente, que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el océano Pacífico (…) y asimismo tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales".

Ayer, el Jefe de Estado, a través del ministro de Comunicación, Iván Canelas, anunció que convocará a ex presidentes y ex cancilleres para analizar la estrategia que impulsa el Gobierno con el objetivo de recuperar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico.

Según el historiador chileno Cástulo Martínez, autor del libro El mar de Bolivia, "la información encontrada en libros coloniales y en datos oficiales del Archivo de Indias me indicó que Chile nunca tuvo derecho legítimo a los territorios disputados, que fueron motivo de tres tratados de límites con Bolivia".

"Más aun, el 28 de septiembre de 1872, el gobierno de Chile reconoció, por intermedio de su ministro de Relaciones Exteriores, Adolfo Ibáñez, que Tarapacá pertenecía a Bolivia. En efecto, al contestar varias preguntas que le había hecho el diputado Cruchaga, el ministro Ibáñez declaró ante la Cámara de Diputados, en parte, la siguiente frase que recogemos de los archivos oficiales: ‘La primera de las preguntas que contiene la interpelación debe más bien dirigirse al gobierno de Bolivia que al de Chile, porque correspondiendo al primero la soberanía del territorio donde está situado el puerto de Antofagasta, es a ese gobierno a quien conviene dar las garantías de permanencia y estabilidad que se pretenden’".

En ese contexto, que la causa nacional por la reintegración marítima reciba el respaldo de gran parte de la sociedad boliviana fortalece una posición de Estado en demanda de la reparación de una injusticia histórica que ya lleva 132 años.

Es que las heridas abiertas por la Guerra del Pacífico —que desangra a un país mediterráneo— se encuentran abiertas, y solamente cicatrizarán, como asegura el historiador chileno Cástulo Martínez, "cuando Bolivia tenga una salida soberana al océano Pacífico. En vano nos adormecemos con la errónea idea de que a Bolivia nada le debemos. Le debemos un puerto".

Las heridas abiertas están abiertas y sólo cicatrizarán "cuando Bolivia tenga una salida soberana al océano Pacífico. En vano nos adormecemos con la errónea idea de que a Bolivia nada le debemos, le debemos un puerto".

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La Prensa: ¿El pacto de Bogotá es solución?

Corresponde realizar un análisis del mismo a efectos de definir si dicho instrumento es idóneo para la acción pretendida por el Estado.

¿La ratificación por parte del Congreso Nacional del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas del 30 de abril de 1948, conocido como el Pacto de Bogotá, constituye la vía jurídica para la reivindicación marítima del Estado Plurinacional de Bolivia frente a la República de Chile? Si bien el Tratado de referencia tiene como objetivo establecer los procedimientos de solución de controversias entre Estados, corresponde realizar un análisis del mismo a efectos de definir si dicho instrumento es idóneo para la acción pretendida por el Estado.

Inicialmente, nos referimos al Artículo XIII del instrumento, toda vez que en dicho acápite se exige que las partes (Chile y Bolivia) ?acuerden? iniciar un procedimiento de mediación. La mediación es un método de solución de controversias, basado en el diálogo y la concertación, a través del cual y con la intervención de un tercero denominado ?mediador?, quienes creen tener un conflicto, pueden lograr resolver sus diferencias. Se resalta la necesidad de un acuerdo, como condición inicial sine qua non, para instaurar la mediación. ¿El presidente Piñera expresará su voluntad de iniciar un procedimiento de esta naturaleza después del discurso vertido el pasado 23 de marzo de 2011 por su homónimo boliviano? ¿Si no existe voluntad de ambas partes, se puede hablar de mediación?

Siguiendo el flujo procesal estipulado en el Pacto de Bogotá, continúa a la mediación, siempre y cuando no exista satisfacción de intereses, la conciliación. El Artículo XV del Tratado señala que ?el procedimiento de investigación y conciliación consiste en someter la controversia a una comisión de investigación y conciliación?? ¿Qué sucede si en esta siguiente instancia los Estados no logran un arreglo? La norma dispone que ante la ausencia de solución, siempre y cuando no se haya convenido un arbitraje, la causa podría ser recurrida ante la Corte Internacional de Justicia con sede en la Haya. Conforme se tiene conocimiento, Bolivia y Chile no han comprometido la solución del problema marítimo a una jurisdicción arbitral.

Sin embargo, recordemos que tampoco han decidido, siquiera, someter sus diferencias a un procedimiento de mediación.

Supongamos por un momento que Bolivia logra la vía judicial ante la Haya. ¿El objetivo de la causa, esto es la reivindicación marítima frente a la invasión chilena con el uso de las armas y la fuerza, tendrá posibilidades de éxito? No lo sabemos con certeza. Llama la atención lo dispuesto por el Artículo VI del Tratado: no podrán aplicarse los procedimientos (refiriéndose a la mediación, conciliación e inclusive la vía judicial internacional) para asuntos ya resueltos entre partes que ?se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de celebración del presente pacto.? El Gobierno chileno ha manifestado, a través de su Primer Mandatario, que no tiene asuntos pendientes con Bolivia. ¿Se referirá a esto? Es evidente que el Tratado de 1904 se encontraba vigente a momento de celebrarse el Pacto de Bogotá, esto podría ser un inconveniente.

Como si lo señalado precedentemente no bastase, el Tratado literalmente sentencia que ?si la Corte se declarare incompetente para conocer de la controversia por los motivos señalados en los artículos V, VI y VII de este Tratado, se declarará terminada la controversia.? Es decir, que si la Corte Internacional de Justicia declinara competencia para conocer la litis, argumentando que el Tratado de 1904 se encontraba vigente el año 1948, fecha de celebración del Pacto de Bogotá, Bolivia corre riesgo de que el juicio sea terminado, sin haberse discutido siquiera la petición de fondo.

Para concluir, un par de preguntas? ¿Chile ha ratificado, por las vías constitucionales, el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas? ¿Alguien se preguntó esto antes de pretender motivar una acción internacional? ¿Si la respuesta fuese negativa, el Pacto de Bogotá resulta inaplicable? ¿Se cae la estrategia legal? Tal vez deberíamos haber empezado la trama respondiendo estas interrogantes. A veces las cosas en Bolivia se hacen al revés, disculpas por ello.

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El Diario: El delito del tráfico de drogas

El descubrimiento de narcotráfico en el puerto de Arica, Chile, en el cual se encontró a un ex General de Policía, que en otro momento fue Jefe de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) y a la vez alto funcionario del Ministerio de gobierno, se ha convertido en un escándalo de magnitud internacional. Es más, este caso amenaza convertirse en un problema mayor, ya que hasta el momento -según analistas especializados- lo encontrado es sólo la punta del iceberg y recién está por verse lo principal.

El hecho de que una ex alta autoridad policial del Gobierno del Estado Plurinacional hubiese sido encontrado traficando 144 kilos de cocaína y que habría exportado hasta entonces alrededor de cinco toneladas de esa droga a varios continentes, ha superado todos los antecedentes de tráfico de drogas en el país e inclusive sobrepasó el caso del “narcoavión”, en el cual se descubrió en el aeropuerto de Lima cuatro toneladas de cocaína.

Este caso es en sí mismo un delito de alta gravedad que podría originar que el ex General involucrado sea condenado a cadena perpetua por la justicia en Estados Unidos. Tiene todas las agravantes posibles y no pueden existir argumentos para disminuirlo o para quitar responsabilidad al autor, autores y cómplices de semejante acto delictivo. En efecto, al margen de cualquier opinión que trate de reducir la magnitud, el acto ha sido cometido y lo único que queda es aclarar todo lo ocurrido en torno a este vergonzoso asunto que puede quitar al Gobierno toda credibilidad interna y externa.

Es una verdad que la producción de coca y cocaína subió notablemente en el último decenio, ya que mientras entre los años 2000 y el 2005 sólo se producía anualmente alrededor de 40 toneladas de cocaína, entre los años 2005 y 2011 la producción de droga alcanzó a más de 200 toneladas. No se debe descontar que la producción de coca subió de alrededor de 15.000 a casi 35.000 hectáreas, aparte de considerar que la productividad de la hoja por hectáreas aumentó en buen porcentaje, ya que los cocaleros utilizan abonos, riegos por goteo y, además, gozan de todas las libertades para cultivar, comercializar y hasta para “pisar” la hoja. Es más, están empezando a ampliar sus actividades en ese sentido, ya que se anuncia mayor consumo de la hoja para su “industrialización” libre, libertad de “pijcheo”, despenalización de toda forma de consumo, etc.

Últimamente las fuerzas antidroga han descubierto varios casos de tráfico de cocaína, inclusive algunos de ellos en el exterior. Pero eso se explica porque la producción del alcaloide en el país ha crecido en proporción a los esfuerzos realizados, al extremo que se afirma que Bolivia ya no produce kilos sino toneladas de cocaína. También se puede observar que los casos descubiertos fueron de “tráfico hormiga” de uno o dos kilos y no de la magnitud del encontrado en Chile con casi cinco toneladas, ello gracias a agentes chilenos y sin participación de funcionarios bolivianos. También es preciso preguntarse ¿de dónde sale tanta producción de cocaína y a dónde va a parar la que es decomisada?

En síntesis, al margen de cualquier argumento que trate de reducir la culpabilidad del ex General de Policía, lo único que existe es un delito flagrante y cuyo principal responsable fue encontrado “con las manos en la masa”. Que se acuse a la DEA, al imperio, a la oposición, a algunas autoridades del Estado Plurinacional o a las malas lenguas de tener alguna relación con el caso, es otra cosa. Aquí hay un delito específico, hay que considerarlo como tal y es absolutamente inútil querer desviar la atención de la opinión pública en otro sentido.

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El Mundo: Indetificación

Al cumplirse un nuevo año de la vida del partido de gobierno, el presidente Evo Morales ha advertido a los militantes y en especial a quienes comparten las mieles del poder que quien no se ponga firme y con el puño izquierdo en alto será fichado para tomar las medidas que se crea convenientes.

Anteriormente ya se había realizado una convocatoria parecida, invitando a todos los miembros del partido para que participen en una jornada nacional del acullico que dio lugar a que los compañeros se dieran cita en las principales plazas del país, a demostrar su afición por la masticación de la hoja sagrada, con el riesgo de ser desconocidos, en caso de no cumplir con ese homenaje a la Pachamama que como se sabe, ha estado dando muestras de su enojo de diferentes maneras.

Lo grave resulta que mientras el Presidente del Estado Plurinacional, jefe del partido y presidente de las seis federaciones dispone que los miembros del partido se identifiquen como tales, existen también otras personas que tratan de adivinar qué secretos ocultos encierra ese puño cerrado.

Si bien en un momento las autoridades dispusieron la salida de la DEA del país, junto al Embajador de los Estados Unidos que por supuesto no se animaban a demostrar su adhesión con el puño en alto; pese a las seguridades que se daba de que la DEA no volvería al país, por ninguna razón, los hecho denostaron con pruebas fehacientes que ese organismo regulador del tráfico de drogas se encontraba en plena actividad, con contactos con los Carabineros de Chile, siguiendo los pasos de un hombre fuerte del Ministerio de Gobierno que ha sido desconocido porque no se lo había visto nunca con el bolo y el puño izquierdo, a pesar de que disponía de algunas toneladas para realizar actividades comerciales, como aprendió en sus cursos con ese organismo americano.

Sin embargo, el conflicto no viene por ese camino, los compañeros han dejado de levantar el puño porque el rato menos pensado tendrán más bien que extender la mano, en busca de apoyo para llenar la canasta familiar, ya que los que eran considerados los más leales no dejan de protestar contra las autoridades, durante su visita diaria a los mercados, al advertir que los precios siguen en ascenso a pesar de que el gasolinerazo fue derogado dos días después de la promulgación.

Inclusive aquellos que levantaban el puno izquierdo para sujetarse en el micro, tuvieron por varios días que dejar de hacerlo, porque trepados en los camiones de tres pesos el pasaje, tenían que sujetarse hasta con los diente para no caerse, dejando de lado aquella demostración que hacía que se los considere leales a la acción gubernamental.

Resulta que ahora, como quien se encargaba de observar el comportamiento de los países latinoamericanos, en especial los de la ALBA, se encuentra entretenido en el norte del África, está dejando campo libre para que la primera potencia del sur se haga cargo de algunas tareas.

Es precisamente ahora que el representante de doña Dilma Russeff para los problemas internos, estará negociando la posibilidad de ejercer control conjunto, para ayudar a evitar que el tráfico y la corrupción se vayan por el lado oriental del continente, una vez que las relaciones con los vecinos del Pacifico se han vuelto tensas, en especial por las dificultades que se han presentado en las negociaciones, unas vez que el general Sanabria estuvo realizando conversaciones para facilitar la circulación de algunos contenedores con rumbo hacia el norte y el anuncio de un juicio en la corte internacional.

En varias oportunidades se ha pedido que se den a conocer con claridad los planes para saber qué rumbo tomar sin vernos despistados, ahora ha nacido una nueva oportunidad de conocer detalles con la anunciada reunión del mandatario con los ex presidentes, claro que ellos, además del diálogo, ya han sido citados por los fiscales a cargo del caso a prestar sus declaraciones, así de a buenas es posible que terminen convencidos, hasta de levantar el puño.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: El diario, una carta cotidiana escrita en democracia

Es en su falta cuando se advierte en toda su profundidad la importancia de la democracia. Es en la restricción de las libertades de prensa y de expresión cuando se constata el valor prioritario que tienen estas libertades en un orden republicano. Siempre es necesario recordar estas lecciones, más aún en nuestra sociedad, cuya historia está marcada por dictaduras y rupturas del dispositivo constitucional, para alimentar la conciencia del valor cotidiano de la democracia. Pero es urgente tenerlo presente ahora, ya que el domingo se ha tenido un ejemplo, una experiencia de falta de libertad lo suficientemente grave como para que se advierta la alteración en la vida de las personas que puede provocar un giro autoritario.

Lo sucedido el domingo permite decir que democracia es acceder al diario que uno elige; que democracia es que un medio de comunicación exprese informaciones e ideas sin censura directa o indirecta; que democracia es cuidar la atmósfera de libertad que respiramos en la esfera pública. No es democracia, en cambio, que el diario que uno elige leer no pueda hallarse por una medida coactiva. No es democracia, asimismo, que las autoridades políticas no cumplan decisiones judiciales. No es democracia que se le ordene a la Policía no intervenir para evitar la comisión de un acto lesivo a la Constitución. Y eso no es democracia porque afecta a la regla que la conforma, la Constitución, y porque ataca y busca debilitar a la opinión pública. La democracia es el cultivo de la esfera pública a través de informaciones y opiniones, libremente emitidas.

Los periodistas y los lectores hemos sentido especialmente esta lesión, y resulta conmovedora la lealtad y solidaridad que estos últimos han manifestado. Un diario no debe ser noticia y si lo es, como ha ocurrido y se ha reflejado en los principales medios de comunicación del mundo, es porque la libertad de prensa ha sido lesionada. Y esto no es positivo.

El Gobierno ha persistido en su conducta omitiva, indiferente a la Justicia y en este caso también a la Constitución. Se escudó en una protesta prefabricada, ilegítima, inexplicable, irrepresentativa, de una oscuridad que remite a las peores prácticas de la cultura barrabrava. Pero el Gobierno es una institución cuyas obligaciones están pautadas y por ello es de esperar que respondan por el incumplimiento de las sentencias judiciales que han establecido la ilicitud de los bloqueos a las plantas de edición de diarios. Un sector del sindicalismo, el que ha privilegiado en sus acuerdos el Gobierno, debe reflexionar sobre la cultura política que lo anima, su adhesión al pacto constitucional y la relevancia de las libertades de prensa y de expresión. El uso del poder sindical para la acumulación de bienes personales, la violencia y la impunidad, choca con nuestro ideal democrático de sociedad y afecta el desenvolvimiento de derechos básicos.

El orden democrático se basa en la subordinación de todos, simples ciudadanos y autoridades, a las mismas reglas. En democracia, todos somos súbditos de las leyes y todos también participamos a través del Estado de Derecho en el proceso de formación de las normas. La Constitución garantiza esta sujeción a la ley y a través de ella señala una meta social básica: afianzar la justicia. Para esta tarea, las instituciones tienen que cumplir roles reglados, y su función básica es preservar y efectivizar los derechos de las personas. Si quienes ocupan los cargos políticos utilizan el poder con indiferencia a la ley, o manipulando su contenido, el tejido de la democracia queda severamente dañado. La atmósfera de la democracia, como ha sido puesto en evidencia el domingo, puede dañarse. Y para cuidarla es necesario que las instituciones cumplan con sus funciones, velando por los principios constitucionales.

La democracia es la atmósfera que respiramos. Ese aire democrático permite el contacto cotidiano entre un diario y sus lectores, asegura la libertad de expresión. La asfixia a un diario, entonces, lesiona a la opinión pública y a la democracia. Los lectores y los periodistas, en general, han sido especialmente concientes de la profundidad de la lesión cometida el domingo.

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