Empresarios anuncian baja de ingresos por sismo en Japón

Balance: Bolivia logró un intercambio comercial favorable en 2010 con ese país, de $us 147 millones.

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Expectativa: una tienda de repuestos para vehículos en La Paz exhibe productos de procedencia japonesa



Una baja en los ingresos por la exportación de gas natural y un descenso en las cotizaciones internacionales de minerales serán los primeros efectos que soportará la economía boliviana, tras el terremoto que golpeó a Japón, el principal comprador de materias primas, según un primer análisis realizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

“Japón es la tercera economía más importante en el mundo —luego de EEUU y China— por lo que, directa o indirectamente, Bolivia será afectada por la catástrofe del tsunami sobre aquel país”, expresó a La Prensa el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez.

Como ejemplo, señaló la suspensión de operaciones en cuatro refinerías de crudo en Japón, un evento que influyó en una baja de los precios del petróleo en el mercado internacional.

A ese ritmo y por el descenso en la cotización del producto, los ingresos por las exportaciones de gas, calculados en función del mercado petrolero, sufrirá una reducción, explicó el IBCE.

En el año, Bolivia consiguió una ventaja en el intercambio comercial con el país asiático. En 2010, las exportaciones fueron de 460 millones de dólares y las importaciones fueron menores, con 312,8 millones de dólares, según los datos preliminares procesados por el IBCE con base en informes del estatal Instituto Nacional de Estadística (INE).

La evaluación de Rodríguez identificó a los cuatro principales productos exportados a Japón: zinc (316 millones de dólares); plata (91 millones de dólares); estaño (34 millones de dólares) y plomo (10 millones de dólares).

“En la medida que la industria pesada del Japón se vea afectada, es posible que baje la demanda de minerales y su precio caiga, lo que afectaría a Bolivia”, explicó Rodríguez.

La explicación del ejecutivo se sustenta en la suspensión de operaciones de 10 plantas de las automotrices Toyota, Honda y Nissan.

Reforzó su punto de vista con una probable recesión en la economía japonesa tras la destrucción y el proceso de rehabilitación de las zonas afectadas por el sismo.

“Eso puede ocasionar un menor crecimiento de la economía mundial y menores precios para las materias primas e insumos, además, un portentoso incremento de la ya abultada deuda pública de aquel país”.

Pero también observa una dificultad para exportar a Japón, porque la caída de la cotización del yen frente al dólar puede generar una desventaja porque los empresarios bolivianos obtendrán, en tal caso, menores ingresos por la diferencia del tipo de cambio. La representación diplomática de Japón en Bolivia estima que no habrá mayores cambios en las relaciones comerciales y se descartó una reducción de la asistencia que asigna el Gobierno asiático.

Demora en las importaciones

La importación de los vehículos Mazda podría sufrir la demora adicional de un mes, debido a que la cadena de suministros para ensamblar partes fue dañada por el tsunami de la semana pasada, informó el jefe del departamento Técnico e Importaciones de la Compañía Csapek, Sergio Villegas. “Por nuestra parte, como Compañía Csapek mantendremos los precios de los productos importados desde Japón”.

Precios, sin variaciones

Los vehículos y autopartes de la marca Toyota no sufrirán variación alguna de precios, informó el vicepresidente de la importadora Toyosa S.A., Gerónimo Melean. “El tsunami ocurrido en Japón —dijo— no tendrá ninguna repercusión en Bolivia, porque no afectó a ninguna de las plantas” de la industria. “Los puertos donde está la ciudad de Toyota no sufrieron impacto y por ello no habrá ningún cambio hacia el futuro en el tema de precios”.

Continuará el programa de asistencia japonesa a Bolivia

El embajador de Japón en Bolivia, Toshio Watanabe, descartó un recorte de la ayuda financiera que ofrece el país asiático y que alcanza a unos 100 millones de dólares.

“No creo que se retire la cooperación. Ciertamente una parte del noreste del Japón ha recibido los daños del terremoto, que ha sido muy grande”, pero eso no significará un recorte en la asistencia, dijo.

El consejero de la Embajada del Japón, Hiroyuki Makiuchi, dijo que aún no se puede saber si habrá efectos en los precios de importación de los vehículos, autopartes (repuestos) y maquinaria que realiza Bolivia. “Aún no se puede definir si habrá una consecuencia negativa, no podemos presumir de momento, porque el Gobierno y todos están ocupados en atender a los damnificados”. El diplomático confirmó que las compañías de automóviles en Japón están paralizadas porque una parte de las fábricas que producen autopartes han sido afectadas por el tsunami registrado el viernes. Informó que los vehículos que son fabricados en Japón y exportados a países sudamericanos, como el caso de Bolivia, tardarán mucho más en ser llevados a destino.

Para destacar

Diferencia. Bolivia vendió productos a Japón por 460 millones de dólares en 2010.

El saldo. Las importaciones alcanzaron a 312,8 millones de dólares, según el IBCE.

Demanda. La compra japonesa de minerales bolivianos ayudó a este escenario favorable.

Impacto. Tras el sismo, se estima que caerán el precio del petróleo y el de los minerales.

Efecto. Bolivia podría percibir menores ingresos por la nueva situación de su principal cliente.

Lidia Mamani-Franz R. Chávez, La Prensa