Narco-censura

toda_censura_es_mala_by_yitux-724934 Primero fue el ministro de gobierno, Sacha Llorenti, que al verse complicado para responder a las preguntas de la prensa en el escándalo del general René Sanabria optó por la descalificación y el intento de intimidación, hablando de “medios de derecha” y forzando la citación a declarar en La Paz para el ex zar antidroga Ernesto Justiniano, crítico de la pasividad gubernamental frente al crecimiento del narcotráfico. Luego fue el turno de la cúpula policial, que anunció una serie de procesos judiciales contra seis medios de comunicación -los mismos que Llorenti había definido como “derechistas”- por “afectar la dignidad de la institución” al informar sobre la narco-penetración en la fuerza del orden. Por último, el Ministro de Gobierno saltó una vez más al ruedo para anunciar un proceso por desacato, esta vez contra un senador que habló sobre el tema. Lo cierto es que en la Bolivia de Evo es cada vez más difícil informar sobre la expansión del narcotráfico y la contaminación producida por esa actividad ilícita en esferas estatales. Estamos ante una incipiente narco-censura de prensa, por la cual se busca desactivar los mecanismos de alerta social ante el desborde de este problema. En definitiva, el gobierno está dando demasiadas señales de que Sanabria no estaba solo en sus andanzas, ya que de lo contrario, la reacción lógica habría sido actuar con la mayor transparencia.

¿Evo se enojó con los generales?

En este contexto al rojo vivo se produce el cambio de la cabeza de la Policía Nacional, cumpliendo el general Óscar Nina el viejo rol de “chivo expiatorio” para purgar las responsabilidades -por acción u omisión- de otras autoridades. Lo anecdótico del caso es que, entre los apurones y el nerviosismo, en el nombramiento del nuevo jerarca policial el gobierno volvió a olvidarse de la legalidad, ese pequeño detalle que Evo Morales suele obviar para que “lo arreglen los abogados”. Sucede que la Constitución es meridianamente clara al señalar que el generalato es condición sine qua non para desempeñar el cargo de Comandante Nacional de Policía, aspecto que a todas luces no cumple el coronel Ciro Farfán. ¿El mal rato con Sanabria provocó que Evo se enoje con todos los generales, al punto de descartar a toda una promoción de altos oficiales? Ya nos podemos imaginar el tremendo malestar que esto ha generado dentro de la Policía…

Recontraespionaje

El vicepresidente Álvaro García Linera, que acaba de mandar a los diputados de oposición “a hacer historietas”, podría por su parte ensayar suerte en la novela de espionaje. Dice el ideólogo del “socialismo comunitario” y el “capitalismo andino” que el gobierno creará una contrainteligencia, “una inteligencia que investigue a la inteligencia”, según sus propios términos. Sospechamos que el temible servicio de recontraespionaje propuesto por el Vicepresidente 86 no estará destinado a evitar el surgimiento de narco-capos de inteligencia, sino a buscar a los “agentes encubiertos de la DEA y la CIA” que el gobierno ve en las sombras.



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