Deudas que estrangulan y empobrecen más al país

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: La fiesta de la vida

  2. El Día: La ficción y el futuro

  3. El Día: La doctrina social de la Iglesia católica (II)

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: Los nuevos enemigos

  6. El Día: El abandono de la Bimodal

  7. Los Tiempos: LLEGÓ EL TIEMPO DE LA GESTIÓN

  8. El Deber: Las leyes necesarias

  9. Cambio: Mar, el grito de un pueblo

  10. La Prensa: Llegó el tiempo de la gestión

  11. El Diario: Deudas que estrangulan y empobrecen más al país

  12. El Mundo: Contrasentido

  13. Clarín, Argentina: Lavado de dinero, bajo la lupa


El Día: La fiesta de la vida



Moros y cristianos saben que estamos en la Pascua. Pero son pocas las personas que saben cómo se ha originado la Pascua y que la Pascua de Jesús es su Resurrección de entre los muertos. Por ello, es conveniente saber el origen de la Pascua.

Los orígenes de las fiestas de Pascua se encuentran en la prehistoria. Cuando los judíos la asociaron con la victoriosa como milagrosa salida de Egipto, la celebración de la Pascua estaba vigente en la comarca. Se trataba de la fiesta de la primavera del hemisferio norte, ante el eterno milagro de la vida que renueva los campos… El primer “paso” o la “Pascua” que se ve es el de la vida que vuelve a dar a la tierra, flores y frutos.

Israel asoció la Pascua con el nacimiento del pueblo de Israel. El pan ácimo de las fiestas agrarias se hizo recuerdo de aquella partida apresurada, la noche de la liberación. Era el Dios poderoso que con su brazo fuerte pasó para liberar al pueblo de la esclavitud. La salida de Egipto y el paso del Mar Rojo, camino de la libertad, es el gran acontecimiento de la historia de la liberación del pueblo de Israel.

La Resurrección de Jesús es el paso definitivo de Dios por la historia de la humanidad. Es también el paso definitivo del hombre hacia Dios. La resurrección confiere un sentido nuevo y definitivo a las celebraciones de la Pascua.

Dentro de la celebración más importante del año, la Vigilia Pascual -durante siglos los cristianos empezaban la vigilia al atardecer y terminaban al amanecer-, en el pregón pascual de esa noche se cantan las tres perspectivas pascuales: a) la de los judíos; “esta noche en que sacaste de Egipto a los israelitas”; b) la de Cristo: “esta es la noche en que rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo”; c) la nuestra: “esta es la noche en la que los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos a la gracia y agregados a los Santos”.

Es una pena que la celebración de la vigilia pascual se celebre en un par de horas y que siendo la celebración capital de todo el año sean pocos los que participen en ella.

Pascua es nochegrande, así como llamamos a Navidad nochebuena. La fuerza renovadora de la vigilia debe acompañarnos los cincuenta días de la Pascua.

La Pascua está pregonando la vuelta a la vida, o sea, el paso a la vida inmortal de Jesús de Nazaret condenado por la justicia injusta: “ustedes renegaron del Santo y del Justo, y, pidiendo como una gracia la liberación de un homicida, mataron al autor de la vida” (Hech. 3,14-15).

Este es el gran acontecimiento de la Pascua. Cristo ha resucitado saliendo victorioso del sepulcro. Este es el acontecimiento que da sentido a nuestra fe en Cristo, el Señor de la vida. Si somos cristianos, al igual que los mil doscientos millones de cristianos y, otro tanto de otros grupos cristianos, es por eso, porque Jesús de Nazaret no se quedó en el sepulcro, sino que la fuerza de Dios  le hizo pasar a una nueva existencia en la que está para siempre, y desde la que se nos hace presente continuamente, especialmente en la  Santa Eucaristía.

Es verdad, “¡ha resucitado el Señor!” exclaman los discípulos de Emaus. Esta noticia es el centro del Credo cristiano. Cristo ha resucitado. Es necesario dejarnos embargar por esta alegría del acontecimiento de la Pascua. Los cristianos no seguimos a un muerto, seguimos a alguien que está vivo y camina junto a nosotros. El aviso del Ángel junto al sepulcro vacío la mañana de Pascua es la consigna para todos los tiempos, para los discípulos de hoy en este siglo XXI: “ha resucitado de entre los muertos y va delante de ustedes…”.

Durante la Cuaresma se nos invitaba a seguir a Cristo, tomando la cruz de cada día, para poder llegar a resucitar con Cristo. Es fácil entusiasmarse con la alegría de la Pascua, pero es necesario pensar que no se llega a vivir en profundidad la alegría pascual sin pasar por la cruz.

La muerte en cruz no fue un accidente, sino la comprensible derivación de todo un estilo de vida. Le mataron porque fue como fue, porque enseñó lo que enseñó, porque pasó haciendo el bien, porque hizo la voluntad del Padre.
 

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El Día: La ficción y el futuro

La mayor parte de la humanidad vive una realidad que no le gusta y rechaza. En  reacción desesperada planea constantemente evadirse o superarla, con planes inmediatos. La razón nos señala que sólo la ficción admite el corto plazo, vivir el presente, o  la locura. Es lo que  lleva a disfrutar del circo. Durante horas introduce al mundo donde lo imposible es posible. Infinidad de trucos, instrumentos de la ilusión, la niña vuela, el trapecista se suspende en el aire, el presdigitador saca un número casi infinito de palomas desde su negra brillante galera; los leones no se comen al domador y el elefante es capaz de sostenerse en una pata. Un fiero  varón corta por la mitad a una dama que después sale elegante caminando. Todo, actores, luces, música, acompañan e incrementan la tensión  generando el efecto ilusorio. Pero la función se acaba, y el director al igual que el público se dirigen lentamente hacia las puertas de salida, a la oscuridad de la noche que envuelve al circo y a la ciudad. La función se acaba y con ella se acaba toda la fantasía.

Las sociedades, los países, exigen futuro, no ficción. El tiempo es una variable esencial. Los cambios apuntan al futuro, y eso exige tiempo. Abundan los ejemplos de países que con realidades similares a las nuestras han salido adelante, mejoraron las condiciones socio económicas de sus poblaciones de manera significativa. Mientras que otros siguen dando vueltas a las ruedas de molino en lo que se han convertido los programas de siempre, como mejorar la infraestructura básica, ampliar el acceso a la educación y elevar su calidad, dotar de un sistema de salud lo más universal y competente posible, facilitar planes de vivienda accesible a los que requieren apoyo de veras para conseguir un hogar en el término de su vida, que se desenvuelva en marcos de seguridad mínima que permita “vivir en paz”. Esos países han conseguido desarrollar sus  economías en una magnitud suficiente como para convertir la justicia distributiva de un concepto vacío a una verdadera posibilidad social, donde la solidaridad guiada por normativa clara se traduce en planes de apoyo a los más atrasados en oportunidades. Países que generan tanta inversión que tienen la posibilidad de crear empleo seguro y digno, que es estabilidad e ingresos suficientes para no estar  preocupados en cómo conseguir el saldo que le falta al sueldo para mantener su familia con un mínimo de decoro.

Andrés Oppenheimer, premio Pulitzer, Ortega y Gasset y María Moors Cabot,  presenta su libro “Basta de Historias”; congregará a personalidades de amplios sectores de la sociedad, y más aún a políticos y autoridades atentos a tener un ejemplar autografiado y la consabida foto. ¡Cómo asegurarnos de que lean el libro! Lo ideal sería que lo tomen para lectura reposada en sus fines de semana, tratando de imaginar cómo inducir políticas que recojan algunas reflexiones a las que lleva el autor; como en “Cuentos chinos”, desfilan las consecuencias de la mentalidad e ideología “populista”. En conclusión, no hay una receta para todos, pero si se demuestra que no hay un determinismo en el desarrollo ligado a la disponibilidad de riquezas naturales, ni a la de ideología imperante.  Define más,  la calidad del liderazgo que obtuvieron en un momento y que les cambió la historia.

Un liderazgo que supo torcer el cuello, dejar las rencillas de siempre con sus atavismos culturales y mirar hacia adelante: construir futuro,  apostando a la calidad de sus recursos humanos, dedicando atención a la educación generalizada, a la formación tecnológica y científica.

No es cuestión de plata, es cuestión de inteligencia, de incentivar la creatividad y la imaginación. Que el Estado Plurinacional gaste en Defensa y FFAA cerca del 50% de su presupuesto es una bofetada a una población 60% pobre y con más del 30% detrás de los muros de la miseria. Pero el presupuesto del 8.6% dedicados a la educación – cultura y a la salud el 3.9% tiene dos lecturas. Por una parte es monto pequeño, porque la economía del  país es pequeña, 17.000 millones de dólares en 2011, pero el porcentaje está adecuado a la de muchos países avanzados. Pero, lo administran mejor. La mayor parte de esos gigantes presupuestos se invierten en infraestructura, equipamiento e incorporación de tecnología (ciencia e investigación).

Aquí el 60-70% son sueldos, de maestros mal calificados, que entraron sin mayores competencias y que se mantienen por inercia de la ley y de la situación general de mediocridad en la administración del Estado. Los postulantes a las normales están entre los primeros aplazados cada año en hacer huelgas y paros reclamando más flexibilidad en el ingreso. ¿Qué califica para mantenerse en el cargo? Las pruebas en el sector fiscal, “con copie” incluido.

El país se aplaza. El número de conflictos da la medida de la calidad de educación y de  inteligencia: “La inteligencia es la capacidad de resolver problemas”, H. Gardner. Una realidad. ¿Cuántas horas sin pausa en una mesa de negociaciones que no llega a nada? Demuestran la capacidad de aguantes o, quizás, sirva de parámetro de la acción de la coca en mantenerlos despiertos.

No se ha aprendido lo más elemental: cualquier negociación debe beneficiar a todos; debe haber una renuncia voluntaria e intencional de las partes a algunos de los intereses para tener un buen aterrizaje. Se puede predecir el fracaso si continuamos ignorando que el mundo cambia, avanza y evoluciona (el Decreto 21060 relocalizó a 15.000 personas; en Cuba relocalizarán  a 1.3 millones en este y los próximos años).

El pasado nos esclaviza: ¿quién enjuicia por “racismo” a Savina Cuéllar, una madre originaria indígena quechua?; las marchas se condenan y se les echa tropas encima, cuando están las pruebas de Evo marchando por todo y por nada. Sólo la educación nos hará libres, destruirá nuestros odios y nos dará la posibilidad de definir y construir un futuro digno para todos.
 

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El Día: La doctrina social de la Iglesia católica (II)

No han escapado, ciertamente, al experimentado juicio de los Pontífices las circunstancias concretas del mundo económico de nuestros días que obligan al Estado a asumir una acción cada vez más intensa con arreglo a la creciente complejidad de la administración, de la planificación y de la racionalización técnica de los servicios públicos. Ya Pío XI en Quadragésimo Año, había expresado: “La mudanza de las condiciones sociales hace que muchas cosas que antes hacían aun las asociaciones pequeñas, hoy no las pueden ejecutar sino las grandes colectividades”. Juan XXIII, desde la perspectiva de 1961, no ha podido por lo menos reconocer que los Poderes Públicos están obligados a desenvolver en el campo económico una actividad multiforme más vasta, más profunda y más orgánica. La indiscutible necesidad de la intervención del Estado se explica sobre todo- según lo expone el texto de la encíclica- en los casos en que es forzoso reducir los desniveles económicos, contener las oscilaciones en el proceso de la producción y atender al problema de la desocupación social.

Habida cuenta de la complejidad y magnitud de estos problemas, el trascendental documento concluye, sin embargo, afirmando que “la presencia del Estado en el campo económico, por dilatada y profunda que sea, no encamina a empequeñecer cada vez más la esfera de la libertad en la iniciativa de los ciudadanos particulares, sino más bien garantizar a esa esfera la mayor amplitud posible”.

Un criterio ecuánime, de justa y prudente armonización de las funciones respectivas que en el mundo de hoy competen al Estado, a los grupos intermedios y a los individuos, inspira, en su visión de conjunto, el gran cuadro de ética social en que consiste el texto admirable de la Mater et Magistra. Aparece allí, en su formulación más rigurosa, la idea de la aportación concorde, simultánea y proporcional con que cada uno de estos factores del cuerpo social debe contribuir a su mejoramiento y a la solución de sus problemas. No menos claramente se desprende de su doctrina la imagen de los vicios a que puede ser conducida una sociedad en la que falte la iniciativa privada o en la que Estado se haya abstenido de cumplir su misión.

Interesa al magisterio pontificio dejar en claro que esta doctrina acerca de las funciones propias del Estado, lejos de empequeñecer su misión y menoscabar su autoridad, es la única merced a la cual puede fundamentarse recta y ordenadamente el poder estatal: “Por tanto, tengan bien entendido esto los que gobiernan; cuanto más vigorosamente reine el orden jerárquico entre las diversas asociaciones, quedando en pie este principio de la función supletiva del Estado, tanto más firma será la autoridad y el poder social, y tanto más próspera y feliz la
condición del Estado” (Q.A.).

Menester es -piensa la doctrina social cristiana- que quienes participan en la conducción de la cosa pública se hagan cargo de que la “necesaria intervención del Estado, como gestor del bien común, no debe llevarle a apoderarse sin límites de la vida privada, sustituyendo las fuerzas sociales por su ejército de burócratas”. (A. Perpiñá. Comentarios a la Mater et Magistra. B.A.C.).

¿Hasta dónde puede llegar el poder del Estado? ¿Es lícito, es conveniente que el Estado imponga una reglamentación política en un uso social como es el saludo, según se vio en tiempos del nazismo, o que disponga de un rígido sistema con arreglo al cual habrá de ser educados nuestros hijos, o que establezcan inapelablemente cuántos niños puede procrear una familia o cómo habrá de emplear los ciudadanos sus ocios o bajo qué condiciones podrán las personas viajar, cambiar de ocupación, dedicarse al arte, cumplir su anhelo de servir a Dios, buscar la relación con los demás? ¿No hay límites al avance del Estado sobre la conciencia individual?

Hace algunos años, tuvimos ocasión de escuchar en el Colegio Mayor de Santa Teresa, de Madrid, al filósofo Julián Marías, quien disertaba sobre estas materias. El papel del Estado, repetía Marías siguiendo la doctrina expuesta por Juan XXIII, no debe ir más allá de orientar, estimular, suplir, integrar la actividad de los particulares. El nombre que antiguamente se daba a un Ministerio- concluía aquel pensador- podría servir, tal vez, para designar la verdadera función del Estado: Ministerio de Fomento. En efecto, cuando el Estado desconoce la existencia de una esfera privada, cuando infiere grave daño a las instituciones intermedias, cuando pretende suplantar la libre iniciativa de los ciudadanos, en todos estos casos pervierte la verdadera misión para la que fue creado. La tarea propia del poder público queda expresada de un modo admirable en aquel ya citado vocablo: fomentar. “Toda actividad social es, por naturaleza, subsidiaria; debe servir de sostén a los miembros del cuerpo social y jamás destruirlos o absorberlos” (Juan XXIII).
 

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El Día: Bolítica

"La sola posibilidad de portar armas de fuego libremente por cualquier ciudadano es sin duda una preocupación para los órganos judiciales, porque si bien todos ansían mayor seguridad el uso de armas se constituiría en un peligro mayor".

Mario Uribe
Fiscal general del estado plurinacional


Se dice que: En pasados días, dirigentes indígenas del Conamaq, reclamaron ante el Legislativo la legalización reglamentada del uso de armas en poder de civiles, ante la creciente ola de inseguridad ciudadana.


"Dotar armas a civiles no resolverá el tema de la inseguridad. Se debe pensar en un plan nacional de seguridad ciudadana a partir de la cumbre convocada por el presidente Evo Morales que se desarrollará en la ciudad de Santa Cruz en mayo".

César Cocarico
Gobernador de La Paz

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El Día: Los nuevos enemigos

Durante años, el Gobierno de Evo Morales se encargó de estigmatizar a los sectores de la oposición con epítetos como “oligarcas”, “gamonales”, “golpistas”, etc, etc. Ahora la cosa se va poniendo pareja, nada menos que con los aliados de siempre. El Presidente acaba de llamar “chantajistas” a los indígenas porque supuestamente no dejan trabajar tranquilas a las empresas petroleras extranjeras que operan en el país. No es la primera vez que lo hace y tampoco es el único sector que ha recibido “agüita de palta” del jefazo. Hace poco a los dirigentes de la COB les dijo “golpistas, aliados de la derecha y de los neoliberales”, después de haberse burlado de sus demandas salariales. El ministro de Economía, Luis Arce, les propinó una yapita bastante dura cuando afirmó que con el sueldo que pedían los trabajadores se podrían haber empachado. Recién nomás, un alto representante del Estado Plurinacional dijo que un aumento del 5 por ciento para los jubilados está por demás, ya que los viejitos se pueden arreglar con poca plata. Cambiar de discurso no es cosa para rasgarse las vestiduras en este país, pero cambiar de enemigos de la noche a la mañana es como para preocuparse. Uno nunca sabe cuándo le va a tocar su turno.

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El Día: El abandono de la Bimodal

La otrora denominada obra modelo y referente nacional de terminales: la Bimodal de Transporte Interdepartamental de Santa Cruz, ha quedado como otras, y en poco tiempo, despojada del apoyo sustancial para cumplir con su cometido. El abandono al que ha sido sistemáticamente sometida durante años, ha hecho de esta infraestructura digna de mejor suerte, en un ejemplo más de la mala imagen que viene ofreciendo la capital cruceña frente a propios y extraños. No se ha valorado como debiera el hecho que Santa Cruz se ha constituido en un polo de desarrollo donde convergen visitantes del interior del país, atraídos por su progreso, y un número creciente de viajeros de otros países.
 
De esta manera, la impresión que se llevan quienes vienen de afuera no es precisamente de las mejores, al grado que la propia y tradicional hospitalidad cruceña queda desvirtuada ante el deficiente servicio y las continuas incomodidades para llegar como para salir de la Terminal Bimodal. Si en un principio las carencias podían ser disimuladas por la promesa que constituía una obra relativamente nueva, pronto quedó evidente que, a medida que se hizo más intensa la dinámica de la Terminal, más perentoria se hacía la necesidad de mejoras inmediatas, al menos para subsanar las ya notorias insuficiencias que el paulatino paso del tiempo ha corroborado ampliamente.
 
Sin embargo, las sucesivas autoridades locales y las propias administraciones de la Terminal Bimodal han claudicado a su turno. Se ha permitido que en el interior crezca el desorden y el abuso, al mismo tiempo que los previstos negocios de recuerdos, restoranes, librerías, cafés y otros para los pasajeros en el segundo piso de la infraestructura queden truncos. En tanto, en los alrededores de la Terminal crecía sin pausa el comercio informal de comidas y pululaban los vendedores ambulantes. Todo ello fue como un imán para la delincuencia y un creciente riesgo para los viajeros y para las propias empresas de transporte. De hecho, la Bimodal se convirtió en zona roja.
 
Los vecinos de las calles aledañas a la Terminal denunciaron muchas veces, sin que nadie les haga eco, que los lenocinios, bares, boliches turbios y permanentes microbasurales comenzaban a cercar el lugar, al punto que ya no era seguro caminar por la Bimodal y sus alrededores sin correr el riesgo de ser víctima de asaltos y vejámenes. No extraña, por ejemplo, que los “roba chicos” hayan encontrado en la terminal de transporte el lugar ideal para llevarse los niños que se alejan de sus padres o, como ha ocurrido hace poco, arrancarlos con engaños de los propios brazos de sus madres. Poco han hecho las autoridades ediles y policiales para poner fin a este tipo de anomalías.
 
Hoy por hoy, la inseguridad es la constante. Conviene recordar también que varios accidentes de carretera han tenido su origen en vehículos conducidos por choferes ebrios y que salen de la Terminal sin el mantenimiento técnico mecánico adecuado. Esta irresponsabilidad ha cobrado un importante número de víctimas fatales. En definitiva, en la Terminal Bimodal brota pus afuera y dentro. Esa imagen negativa que propios y extraños se llevan de Santa Cruz debe acabar de una vez por todas. Para ello, autoridades ediles y policiales, empresas de la Terminal están obligadas a un giro de 180 grados para revertir lo que hoy constituye una vergüenza a todas luces intolerable.


Esa imagen negativa que propios y extraños se llevan de Santa Cruz, debe acabar de una vez por todas.

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Los Tiempos: LLEGÓ EL TIEMPO DE LA GESTIÓN

La etapa política interna ha sido cumplida en forma exitosa. Ahora hace falta una estrategia que se traduzca en una política de Estado coherente y duradera

Es posible señalar que con el acto organizado ayer por el Gobierno, para respaldar la institucionalización del 29 de abril como "Día de la Reivindicación Marítima", ha terminado una etapa de activa labor movilizadora, de alto contenido afectivo, para dar paso a la necesaria etapa de diseñar, en forma participativa, plural y democrática -lo que no significa necesariamente pública- una estrategia que se traduzca en una política de Estado que posibilite a Bolivia la recuperación de una salida soberana al Océano Pacífico.

Esto es más importante aún cuando claramente se puede encontrar que hay profundas y legítimas divergencias sobre, por un lado, el juicio histórico, sobre las causas que motivaron que el país pierda esa salida soberana con la que nació a la vida republicana y, por la otra, los caminos que se deben seguir para reparar el daño infligido por una invasión y una guerra absolutamente injustificables.

Con este objetivo es indispensable revisar la historia con la mayor objetividad posible, lo que sólo es posible hacer desterrando visiones ideológicas y prejuicios que sólo obnubilan y compartimentan el análisis, el diagnóstico y, por tanto, la elaboración de una propuesta de acción que tenga posibilidad de llegar a buen puerto.

En este sentido el Gobierno ha dado un paso importante que no debe ser olvidado: convocar a cinco ex mandatarios para que participen en ese proceso. De esa manera, se conocerá y recuperará su experiencia, aspecto vital para poder determinar qué aspectos nos acercaron más al objetivo final y cuáles más bien nos alejaron de éste.

Sin desconocer que un deseo inherente y trascendente de todos quienes han ejercido circunstancialmente el poder en Bolivia ha sido la recuperación de la salida al mar, una premisa que se debe adoptar es que lo que se ha hecho en el pasado en este tema no, necesariamente, ha respondido a oscuros intereses; sino, de una parte, a las condiciones objetivas en las que las acciones se ejecutaron y, de la otra, a que sus responsables tuvieron el sincero propósito de que el país rompa este más que centenario encierro. Incluso una gestión muy dudosa en sus orígenes, como fue la que se realizó en la dictadura de Hugo Banzer Suárez, se transformó, de acuerdo a los entendidos, en una de las negociaciones que más nos acercó al objetivo de obtener una salida soberana al mar.

Por otra parte, no hay que olvidar, como ha señalado el Presidente en la jornada de ayer, que reparar la injusticia del encierro boliviano es una responsabilidad regional. Incluso mencionó algunos mecanismos de integración que deberían tener este problema irresuelto como uno de sus temas de permanente revisión, porque sólo si se llega a una satisfactoria solución al problema la integración será posible  y se podrá transitar por "los caminos propios del sur".

En definitiva, hay elementos que permiten afirmar que la etapa política interna ha sido cumplida en forma exitosa, y ha llegado el tiempo del trabajo de laboratorio que, con seguridad, será más difícil, pero también el que, bien cumplido, nos permitirá acercarnos al mar que nos espera.

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El Deber: Las leyes necesarias

En vísperas del 1 de mayo, el Gobierno nacional se ha propuesto anunciar grandes reformas a las leyes del país, reformas que abarcarían todos los rubros de la actividad económica y financiera.

Los responsables de la difusión de estas noticias han dicho que con seis leyes cuya elaboración será anunciada en el Día del Trabajador, quedará enterrado el DS 21060 aprobado el 29 de agosto de 1985 por el gobierno del presidente Víctor Paz Estenssoro.

La idea es desmontar la estructura que sostiene la realidad económica del país desde aquel año, cuando la crisis había llegado a niveles de pánico, por la hiperinflación que se vivía.

Han pasado 26 años y ahora el gobierno del presidente Evo Morales, que lleva cinco años en el poder, muestra impaciencia por acabar con aquella estructura que sostiene el andamiaje económico.

La explicación del Gobierno es que se propone hacer estos anuncios porque los trabajadores se lo han pedido y porque algo hay que festejar en esta fecha, además de honrar la memoria de los mártires de Chicago.

El Gobierno nacional tiene la intención de reivindicarse con los sindicatos, después de haber tenido agrios encuentros y cuando todavía no se ha resuelto el problema del descuento por los días no trabajados.

Por lo tanto, se vienen anuncios sobre leyes decisivas para la vida económica del país, anuncios que serán hechos en ocasión del Día del Trabajo.

No parece apropiado referirse a leyes tan importantes sólo en una fecha como la del 1 de mayo, y sólo para complacer a los sindicatos con los que se tiene mala relación.

Si todo el sistema de leyes que rige el comercio, la industria, la banca, la minería, etcétera, tiene que ser cambiado, habría que hacerlo con criterio racional, sin que los anuncios tengan que coincidir necesariamente con fechas del calendario sindical.

Desde hace cinco años el gobierno del presidente Morales anuncia leyes diferentes para casi todas las actividades económicas del país, pero no las da a conocer.

El trabajo de elaboración de esas leyes parece haber caído en espacios de ineficiencia en el Parlamento, porque resulta difícil concebir que la elaboración de esos cuerpos legales tome tanto tiempo.

Otra clase de leyes, referidas a temas políticos, como aquellas del control de los medios de comunicación, tienen tratamientos más expeditos, pero estas leyes, que tienen que ver con el progreso del país, con el trabajo de los sectores legales, tienen la mala fortuna de estar enmarañados en inexplicables esferas de ineficiencia.

Todo un histórico auge de los precios de los minerales se está dando en el país cuando se vive un vacío legal, por un cambio que nunca llega. Del mismo modo, el sector petrolero se mantiene en la incertidumbre dejada por los anuncios de nuevas leyes.

La falta de empleo digno y honorable para los bolivianos debería ser algo que impulse a los gobernantes a darse prisa en estas leyes. Igualmente, la desnutrición infantil tendría que mover a quienes deben hacer lo necesario para que la economía comience a andar.

El 1 de mayo podría ser motivo para meditar sobre estos temas.

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Cambio: Mar, el grito de un pueblo

Cientos de miles de bolivianos participaron ayer del Día del Derecho a la Recuperación Marítima en las nueve capitales departamentales del país y millones sumaron su voz a una histórica movilización popular que lanzó un mensaje azul como el mar, un grito de verdad que demandó al mundo la reparación de una injusticia que, desde hace 132 años, enclaustra a Bolivia como consecuencia de una guerra de conquista que precipitara Chile el 14 de febrero de 1879.

El epicentro de ese grito soberano de esperanza y de solidaridad entre los pueblos latinoamericanos tuvo como escenario el estadio Hernando Siles de La Paz —coloso que tantas veces unió el sentimiento nacional—, pero sus réplicas se sintieron en la geografía patria y trascendieron allende de nuestras fronteras.

"No pierdo la esperanza ante el Gobierno de Chile para resolver todos los problemas que tenemos con la hermana vecina la República de Chile, pero tengo mayor confianza en el pueblo chileno, sus fuerzas sociales, sus trabajadores, sus artistas, sus movimientos indígenas que serán el puntal para que Bolivia rápidamente vuelva al océano Pacífico, con soberanía", arengó a la multitud el presidente Evo Morales, quien asumió la voz de diez millones de bolivianos.

Pero no solamente fueron voces nuestras las que demandaron el retorno soberano a las costas del océano Pacífico sino que se sumaron a esa exigencia de justicia, hermanos chilenos que llegaron a La Paz expresamente a participar de una ceremonia que —por sus alcances— será recordada por las futuras generaciones como la ratificación irrenunciable de volver al mar, de la voluntad de un pueblo cansado de un pérfido encierro geográfico que en pleno Siglo 21 constituye una afrenta, no sólo a la integración de los pueblos latinoamericanos sino al género humano por sus nefastas consecuencias económicas, políticas y sociales.

Por eso y en el camino de la integración latinoamericana, por el que recorren nuestros pueblos, a la histórica jornada se sumaron artistas chilenos, como los integrantes de los grupos Los Miserables e Inti Illimani; y el cantautor argentino Piero, quien expresó que la causa marítima boliviana no sólo es compartida por los pueblos latinoamericanos sino por el propio pueblo chileno.

En ese contexto, ayer quedó claro que Bolivia  nació a la vida  independiente con un territorio costero bajo su soberanía y se desnudó la falacia que sostienen algunos historiadores chilenos de que Bolivia nunca tuvo acceso al océano Pacífico.

Además, el denominado Tratado de Paz y Amistad —suscrito entre Bolivia y Chile el 20 de octubre de 1904— es legítimanente cuestionado porque fue producto de una imposición de Santiago respaldado por la fuerza. Es decir, el resultado de una guerra de conquista y fue firmado cuando Chile ocupaba militarmente el territorio que fuera incuestionablemente boliviano y amenazaba con reanudar las acciones bélicas si La Paz no accedía a convertir el Pacto de Tregua —suscrito en 1884, por el que Bolivia entregó en administración temporal de Chile parte de su Litoral— por el mentado Tratado de Paz impuesto en 1904 a un pueblo indefenso, y ratificado por un Congreso controlado por la oligarquía minera boliviana a cambio un ferrocarril y 300 mil libras esterlinas.

"No podemos esperar más, el gobierno y el pueblo chileno consideran que han esperado con paciencia", aseguró en 1900 el embajador chileno Abraham Koening, y reivindicó que los ‘derechos’ de su país sobre el Litoral boliviano "nacen de la victoria, ley suprema de las naciones". No obstante, ni la victoria militar es la ley suprema de las naciones ni Chile tuvo ‘paciencia’ para apoderarse del rico territorio que hasta 1879 fue boliviano.

Bolivia sí tuvo paciencia porque esperó desde hace 132 años volver a las costas del Pacífico, tuvo paciencia y negoció cuantas veces pudo para imponer la razón a la fuerza, pero esa paciencia se agotó y por eso apela a la justicia para reparar una histórica injusticia que le privó del mar.

Desde hace 132 años Bolivia espera volver a las costas del océano Pacífico, tuvo paciencia y negoció cuantas veces pudo para imponer la razón a la fuerza, pero esa paciencia se agotó y por eso apela a la justicia para reparar una histórica injusticia.

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La Prensa: Llegó el tiempo de la gestión

La etapa política interna ha sido cumplida en forma exitosa. Ahora hace falta una estrategia que se traduzca en una política de Estado coherente y duradera.

Es posible señalar que con el acto organizado por el Gobierno ayer para respaldar la institucionalización del 29 de abril, como Día de la Reivindicación Marítima, ha terminado una etapa de activa labor movilizadora, de alto contenido afectivo, para dar paso a la necesaria etapa de diseñar, en forma participativa, plural y democrática ?lo que no significa necesariamente pública?, una estrategia que se traduzca en una política de Estado que posibilite a Bolivia la recuperación de una salida soberana al océano Pacífico.

Esto es más importante aún cuando claramente se puede encontrar que hay profundas y legítimas divergencias sobre, por un lado, el juicio histórico sobre las causas que motivaron que el país pierda esa salida soberana con la que nació a la vida republicana y, por la otra, los caminos que se deben seguir para reparar el daño infligido por una invasión y una guerra absolutamente injustificables.

Con este objetivo, es indispensable revisar la historia con la mayor objetividad posible, lo que sólo es posible hacer desterrando visiones ideológicas y prejuicios que sólo obnubilan y compartimentan el análisis, el diagnóstico y, por tanto, la elaboración de una propuesta de acción que tenga posibilidad de llegar a buen puerto.

En este sentido, el Gobierno ha dado un paso importante que no debe ser olvidado: convocar a cinco exmandatarios para que participen en ese proceso. De esa manera, se conocerá y recuperará su experiencia, aspecto vital para poder determinar qué aspectos nos acercaron más al objetivo final y cuáles más bien nos alejaron de éste.

Sin desconocer que un deseo inherente y trascendente de todos quienes han ejercido circunstancialmente el poder en Bolivia ha sido la recuperación de la salida al mar, una premisa que se debe adoptar es que lo que se ha hecho en el pasado en este tema no necesariamente ha respondido a oscuros intereses, sino, de una parte, a las condiciones objetivas en las que las acciones se ejecutaron y, de la otra, a que sus responsables tuvieron el sincero propósito de que el país rompa este más que centenario encierro. Incluso una gestión muy dudosa en sus orígenes, como fue la que se realizó en la dictadura de Hugo Banzer Suárez, se transformó, de acuerdo con los entendidos, en una de las negociaciones que más nos acercaron al objetivo de obtener una salida soberana al mar.

Por otra parte, no hay que olvidar, como ha señalado el Presidente en la jornada de ayer, que reparar la injusticia del encierro boliviano es una responsabilidad regional. Incluso mencionó algunos mecanismos de integración que deberían tener este problema irresuelto como uno de sus temas de permanente revisión, porque sólo si se llega a una satisfactoria solución al problema la integración será posible y se podrá transitar por ?los caminos propios del sur?.

En definitiva, hay elementos que permiten afirmar que la etapa política interna ha sido cumplida en forma exitosa, y ha llegado el tiempo del trabajo de laboratorio que, con seguridad, será más difícil, pero también el que, bien cumplido, nos permitirá acercarnos al mar que nos espera.

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El Diario: Deudas que estrangulan y empobrecen más al país

Es preocupante el hecho de que el Gobierno tenga el propósito de conseguir préstamos destinados a obras de infraestructura; angustia el hecho porque el endeudamiento que tenemos es muy grande y podría decirse que sobrepasa las posibilidades en producción y generación de medios financieros para soportar tal peso, especialmente si se tiene en cuenta que no podemos ni debemos estar atenidos a las reservas que llegarían a algo más de diez mil millones de dólares.

El endeudamiento nuestro, interno y externo, llega a un total de doce mil millones de dólares; esto implica que las deudas sobrepasan con creces a las reservas. Muchas veces se ha sostenido la necesidad de ejecutar préstamos y presupuestos determinados en cada gestión, para obras públicas; pero hay que convenir que ni el Gobierno conoce o sabe de qué obras se trata.

El país no tiene un listado completo de todo lo hecho con la partida “inversiones públicas” porque a ninguna autoridad se le ocurrió cumplir con la información pormenorizada al respecto. ¿Cómo, pues, podemos sostener hoy la posibilidad de construir nuevas obras? Por otro lado, no es cuestión de anuncios sino de planes, proyectos debidamente formulados, sean rentables, sostenibles en el tiempo y tengan presupuestos bien calculados para evitar sobreprecios posteriores porque “no alcanzó lo originalmente previsto” (este extremo ha sido, en muchos casos, simplemente resultado de la corrupción).

Las deudas tienen un efecto inmediato: estrangulan al país y, en lo mediato, impiden planificación alguna sobre la base de nuevas inversiones basadas en préstamos, especialmente si éstos son obtenidos de organismos o bancos bilaterales; otro, muy diferente es el caso de los préstamos contraídos de organizaciones como el Banco Mundial, la CAF, el BID y otros de carácter multilateral, cuyos porcentajes en intereses y plazos son ventajosos. De todos modos, las deudas acumuladas y los nuevos préstamos incrementan la inflación.

En forma previa a cualquier proyecto para nuevos préstamos, convendrá que el Gobierno, por propia responsabilidad y como base para lo que se propone hacer, tendría que informar al país sobre lo realizado desde el mes de enero de 2006, porque se supone que en cinco años (sesenta meses) algo se tuvo que haber realizado. Hasta ahora, si hubo informaciones al respecto se refirió a obras deportivas o sociales a favor de los trabajadores; de hospitales, locales para la educación, cambio de equipos en los nosocomios, etc., muy poco conoce la comunidad.

Es poco, por otro lado, lo que parece haberse hecho en el campo de construcción de carreteras, mantenimiento de caminos y otros que el país requiere con suma urgencia. En cambio, se ha hecho alarde con la compra a costo millonario de un avión para uso personal del Presidente cuando podía utilizar, como otros mandatarios del continente, aviones comerciales para sus múltiples viajes, cuyos resultados tampoco se los conoce.

El manejo de la economía del Estado tiene que ser escrupuloso, honesto y responsable, no estar atenido al “calor de nuevas ofertas de préstamos” que pudiese hacerse al país. Previamente, es preciso saber nuestra capacidad de endeudamiento, las posibilidades de producir para pagar y, muy importante, tener pleno conocimiento de cuánto, en qué y cómo se invertirá.

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El Mundo: Contrasentido

El Gobierno tuvo que esperar que se realice una movilización sacrificada de los jubilados, para decidir incrementar las rentas en una proporción que dista en un cincuenta por ciento, de aquella que fue concedida al sector laboral, entendiendo posiblemente que se trata de una parte de la población que ha dejado de aportar su esfuerzo para los planes de producción, aunque ellos no existan. La actitud del Gobierno resulta un contrasentido, en razón a que por un lado hace esfuerzos por limitar su aporte, para compensar las necesidades de quienes en su momento no solo brindaron su trabajo sino que también aportaron una proporción de sus salarios, precisamente para satisfacer esas necesidades.

No se trata de la primera oportunidad en que las autoridades de Gobierno deciden adoptar medidas sobre la base de los reclamos y como resultado de las presiones, sin que haya una política clara que permita hacer que sus decisiones obedezcan a una programación y no a los resultados de las circunstancias.

No solo los rentistas y jubilados o los trabajadores de la COB, sino todos los sectores de la ciudadanía que en algún momento ven sus intereses desfavorecidos o menguados por alguna determinación, optan por hacer escuchar su voz en base a presiones, debido a que las autoridades no tienen diseñadas las políticas correspondientes, para afrontar cada una de las situaciones que se presentan.

Por una parte, deciden que las jubilaciones se realicen a una edad más temprana, lo que equivale a decir que los jubilados que tendrán que reclamar la mísera de las compensaciones serán cada ver más numerosos.

Con la Ley de Pensiones, el Gobierno ha decidido que también se beneficien con las rentas quienes, llegada una edad mayor tengan imposibilidad de trabajar, aunque no lo hayan hecho de forma asalariada en el transcurso de su vida.

Nos resulta extraño pensar que se tenga el deseo de compensar el trabajo realizado e inclusive pensar en entregar una renta a las personas que no aportaron, pero que luego, en el momento de cumplir con ese propósito, se tenga un trato diferente a otros sectores de la ciudadanía.

La actitud de las autoridades no hace otra cosa que mostrar que los conceptos de solidaridad y reconocimiento solo funcionan cuando son las personas que tiene que hacer los esfuerzos para cumplirlos, porque en las esferas del Gobierno no existe la menor intención de hacer que se conviertan en una realidad.

Pensando en la manera en que lo hace, lo importante hubiera sido que el Gobierno mantenga los limites de edad en las proporciones que se mantenían anteriormente, con el fin de que la cantidad de personas que aportan sea mayor, pensando precisamente en esas personas que no reciben rentas y que los otros se encuentran aportando para poder gozar de ese beneficio.

Lo importante seria también que el Gobierno cancele los montos que adeuda a los fondos de pensiones, para que ellos puedan cumplir con el pago de los beneficios, en la proporción que las mismas leyes establecen.

Para un Gobierno que toma las decisiones sobre la base de las reacciones de los sectores sociales que en alguna oportunidad hizo algo pensando que era lo más necesario y luego decidió dar marcha atrás, porque se lo pidieron los compañeros, resulta natural que se le arranquen decisiones en base a la presión.

Lo lamentable fue que en este caso, los jubilados no estaban en condiciones de ejercer mayor presión y aceptaron las propuestas, más por cansancio que por estar conformes con los ofrecimientos que si se toman en cuenta los montos a los que ascienden las jubilaciones, resultan irrisorias.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: Lavado de dinero, bajo la lupa

Hay solo dos formas de legislar sobre Lavado de dinero. O bien para cumplir formalmente con el GAFI y evitar sanciones que pueden llegar hasta nuestra exclusión del G-20 o bien hacerlo a favor del pais y sancionar una ley eficaz en términos de condena y castigo a los llamados ?delitos determinantes? que subyacen en el lavado de activos y que son Corrupción, Narcotráfico y Terrorismo. Estamos hablando de Delitos del Poder que en la Argentina gozan de total impunidad.

De eso justamente se trata el Lavado de Activos. De la puesta en circulación en el mercado de activos provenientes de operaciones sospechosas. Ninguna ley realista puede desconocer que en la Argentina la Corrupción y el Narcotráfico son típicas operaciones sospechosas de lavado.

Sin embargo en el Congreso Nacional no todo esta tan claro. El pasado 14 de Abril las Comisiones de Legislación Penal y Finanzas de la Cámara de Diputados emitieron dos dictámenes sobre Lavado . Oficialismo y Oposición coinciden en la configuración de un nuevo tipo legal de lavado independizado del delito de encubrimiento y difieren sobre el mecanismo de designación y atribuciones del Organo estatal de control del Lavado (la UIF).

Toda la discusión entre mayoría y oposición esta reducida y limitada a este punto. Este reduccionismo en el análisis del Lavado , no solo es equivocado en términos jurídicos sino que es casi suicida en términos de país. Silenciar -como se esta haciendo- que la Corrupción y el Narcotráfico son las verdaderas matrices del Lavado de Activos implica avalar la Impunidad que tienen los delitos del Poder . Y es una demostración clara de que no hay voluntad política de la dirigencia de luchar en serio contra la Corrupción y el Narcotráfico.

No es creíble una norma punitiva en materia de lavado sin que sancionemos de manera simultánea un tipo legal punitivo para los actos de Corrupción.

Resulta imprescindible incluir en el tipo penal del artículo 303 del Código Penal la figura de enriquecimiento ilícito privado como figura típica de la operación de lavado de activos.

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