El sector gasífero a la deriva

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Todos contra Humala

  2. El Día: Carter y Raúl Castro

  3. El Día: Para no creer en las estadísticas petroleras

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: Más deuda que reservas

  6. El Día: ¿Podrá Ollanta con Perú?

  7. Los Tiempos: EL SECTOR GASÍFERO A LA DERIVA

  8. El Deber: Nuevos impuestos

  9. Cambio: Un paso más hacia el mar

  10. La Prensa: Nuevos impuestos

  11. El Diario: “Petrocontratos”, ¿pretexto para anular a contrarios?

  12. El Mundo: Hermoso ejemplo

  13. Opinión:

  14. Clarín, Argentina: La interrupción de servicios públicos


El Día: Todos contra Humala



La característica más original de Ollanta Humala, predilecto para la Presidencia del Perú en las elecciones del próximo domingo 10, es la de tratarse de un reiterado “ex: ex militar, ex indigenista populista, ex perdedor en las anteriores elecciones. Sorpresivamente, el “ex” está resultando la vedette de la campaña electoral del Perú. Conociendo las experiencias populistas del moribundo castrismo, el creciente hazmerreír Hugo Chávez, y don Evo Morales en pleno descenso de popularidad, el candidato peruano se desprendió del lastre populista, se centro derechizó y ahora propone una política económica nacional de libre mercado. La buena estrella que tuvieron Hugo Chávez y Evo Morales entró en su ocaso y Humala tiene la intención de entrar con buen pie desde la aurora de su probable mandato. Por eso habla de reformas de política económicas moderadas.

Entre los cinco candidatos que pelearán la Presidencia del Perú el próximo domingo, dos de ellos, Keiko Fujimori y Alejandro Toledo, iniciaron su carrera electoral en cabeza. Pero muy pronto, Ollanta Humana se colocaría en la cabeza de los aspirantes al mando del Perú.
 
Según el último informe del Banco Mundial este vuelco del electorado peruano a favor de Humala, tiene sus orígenes en la coordinación de dos factores principales: el primero lo conforman las buenas políticas del Gobierno de Alan García que incluyen la estabilidad, la disciplina fiscal, la inversión extranjera y la libertad comercial. Puro neoliberalismo, imperialismo y neocolonialismo, claman los sorprendidos populistas. El segundo factor es la buena suerte en los precios de los minerales que exporta Perú, a saber, plata, cobre, zinc y oro, así como el desarrollo de la agricultura. Lo dicho parecería llevarnos al pronóstico de que Humala ganaría la primera vuelta en las elecciones del próximo domingo.
 
No obstante, si no obtiene la mitad más uno de los sufragios, se pasará  la segunda vuelta, lo cual parece lo más probable. En tal caso, los perdedores unirán fuerzas bajo la consigna de “Todos contra Humala”, logren dominar el Parlamento nacional y dificulten el mandato de Humala. Bajo este ángulo de visión, habrá que deducir unas cuantas interrogantes relativas a las relaciones boliviano-peruanas. La más reactualizada es la referida a qué idea tendrá el nuevo Gobierno peruano sobre el problema marítimo boliviano, porque Perú tiene otro diferendo específicamente marítimo con Chile. Otro asunto ineludible es la droga. Perú se ha colocado en el primer lugar en la exportación de cocaína.
 
La moraleja de este pronóstico, es que, la mayoría del cuerpo electoral peruano se ha desengañado de los anteriores gobiernos populistas, incluso militares. Y esta vez optará por el sistema democrático de izquierda moderada. Pero todavía le quedará la rémora de la mayor parte de los países latinoamericanos que es la vergonzosa distancia que separa a los muchos muy pobres, de los muy pocos y muy ricos. Así también deberá encarar los problemas de drogas, la inseguridad ciudadana, la ineficiencia de la administración y la corrupción, particularmente, de la Justicia. El pronóstico que hemos ensayado puede confirmarse o darnos una sorpresa. Así ocurre en casi todas las elecciones.

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El Día: Carter y Raúl Castro

Jimmy Carter fue a visitar a Raúl Castro. La iniciativa fue de Raúl. Quería dejarle saber al presidente Obama que todo era negociable, incluida la puesta en libertad de Alan Gross, un norteamericano condenado a quince años de cárcel en la Isla por obsequiar computadoras y equipos de comunicación para que los desinformados cubanos pudieran acceder a Internet. De momento, no liberó a Gross, pero todo se andará. Es cuestión de tiempo.

No está nada claro por qué Raúl Castro no recurre a los diplomáticos norteamericanos acreditados en Cuba para mandar sus mensajes, pero es probable que no confíe en Hillary Clinton y en el Departamento de Estado. Acostumbrado, como está, a que las decisiones importantes las toma él, como las tomaba su hermano, no entiende el funcionamiento institucional de Estados Unidos y tampoco percibe que los asuntos cubanos apenas tienen importancia para el inquilino de la Casa Blanca.

¿Qué quiere Raúl Castro a cambio de su rehén? Tiene,  fundamentalmente, dos objetivos: que la Casa Blanca elimine las restricciones de viaje a los norteamericanos para que rápidamente se duplique o triplique la actual cifra anual de turistas que visitan la Isla –unos dos millones—, y que Washington interrumpa de manera permanente la ayuda económica y la distribución de equipos electrónicos a la oposición cubana. En todo caso, esa ayuda hoy está detenida por obstáculos legales interpuestos por el senador demócrata John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Internacionales.
¿Tiene Raúl algo más que brindar, además de la libertad de Gross? Tiene poco y es escasamente elegante: se trata, fundamentalmente, de un cambio en la estrategia represiva. En síntesis, maltrata con menor crueldad a sus compatriotas. Escalonadamente, ha puesto en la calle a los 75 demócratas presos en la llamada “primavera negra” del 2003, deportando a España a la mayor parte, y es posible que continúe liberando gradualmente al centenar de presos políticos que todavía quedan en las cárceles.
Ya no condena a los disidentes a largas penas. Se limita a infiltrarlos para saber sus movimientos, los golpea, los intimida y los detiene por períodos breves. Cuando se reúnen o salen a las calles, lanza contra ellos turbas dirigidas por la policía política en lo que allí  llaman “actos de repudio”. Raúl ha comprobado que para mantener a la sociedad asustada y en un puño, evitando que el poder se le escape de las manos, bastan esas medidas coercitivas. No es necesario encerrar a los adversarios. Basta con aterrorizarlos. Fidel era exageradamente punitivo.

Pero eso no es todo. También es posible que Raúl abra un poco más la mano económica en el VI Congreso del Partido Comunista que se celebrará en abril. Sabe que la inmensa mayoría de los cubanos

esean poder comprar y vender sus viviendas y no hay razón para continuar con las absurdas reglas que lo impiden.
Tampoco ignora que el deseo de los cubanos de poder salir de Cuba o entrar libremente en ella trasciende la cuestión ideológica: comunistas, anticomunistas e indiferentes están de acuerdo en que el gobierno no tiene derecho a prohibir el libre movimiento de las personas. Eliminar ese permiso de salida y de entrada sería extraordinariamente bien recibido por toda la población y él sería aclamado sin necesidad de efectuar ningún cambio trascendental.

Sottovoce, los cubanos suelen señalar que Raúl Castro no tiene moral para quejarse de que el presidente norteamericano no deja viajar a los norteamericanos a la vecina Isla, cuando él mantiene secuestrado a su propio pueblo.

¿Habrá un cambio sustancial en la política de Estados Unidos hacia Cuba tras la visita de Carter? No lo creo. La percepción general en Washington, a juzgar por los WikiLeaks, es que el régimen cubano está en una fase final de desmoralización y desgaste y no tiene sentido hacer nada que detenga o revierta esa tendencia.

La corrupción es rampante, los hijos de muchos dirigentes se marchan discretamente del país, y el estado anímico que prevalece en los cuadros medios es de fin de régimen. Raúl no ignora nada de esto, pero no tiene modo de impedirlo mientras insista en mantener un régimen colectivista de partido único y obediencia total. Hasta la derrota siempre, General.
 

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El Día: Para no creer en las estadísticas petroleras

En el curso de estos tres primeros meses del año  el Ministerio de Hidrocarburos ha presentado dos informes: el primero publicado en enero: “Informe de Gestión 2010”y el segundo a finales de marzo, titulado: “Anuario Estadístico Gestión 2010”. Ambos son documentos oficiales y ambos provienen de la cabeza del sector energético nacional.
En la introducción del Anuario, el Ministro del ramo menciona que “(…) es una contribución a mejorar el conocimiento de las autoridades, los actores del sector público y el público en general, sobre la información y las políticas que definen el rumbo del sector hidrocarburífero.”

No habría por qué dudar de la seriedad y veracidad de la información contenida en estos informes oficiales, sobre todo si están dirigidos a mejorar el conocimiento de las autoridades Sin embargo, una lectura atenta  de ambos documentos evidencia  una discordancia  inexplicable entre las cifras correspondientes a  los mismos rubros. Veamos algunos ejemplos.

Producción de hidrocarburos líquidos
La diferencia en los dos informes se acerca a cincuenta mil barriles de líquidos en el año.

Rubro    Informe de Gestión    Anuario     Diferencia    Diferencia en el año
Producción de
líquidos (BPD)    42,668    42.802    134    48.910 Barriles/año

Pero en el mismo Anuario hay dos cuadros de la producción de líquidos  de los últimos años que muestran también diferentes cifras entre sí.

Barriles por Día (BPD)/Año    2008    2009    2010
Anuario:  Cuadro Punto 1.4     46,932    40.732    42.802
Anuario: Cuadro  Punto 1. 7    46.758    40.746    46.555

Producción de RECON
El Anuario dice que entre enero y diciembre del año 2010, la producción de crudo reconstituido (RECON), se elevó de 21.376 M3 (Igual a 4,337 BPD) a 43.167 M3 (igual a 8.758 BPD), lo que significa un promedio anual de 6.531 BPD. Al mismo tiempo informa que la producción de gasolina blanca fue de 1.479 BPD. Sin embargo, de acuerdo al Informe de Gestión, la producción de petróleo crudo sólo fue de 4,959 BPD. Como se sabe el RECON es producto de los residuos pesados de la destilación del petróleo a los que se mezcla gasolina blanca para poder bombearlo por ducto. Si se suma toda la producción de petróleo mas toda la producción de gasolina blanca, se tendría un promedio de 6.438 BDP, volumen más bajo que el RECON producido.
La ineficiencia se manifiesta en dos aspectos: 1. Que el mayor salto productivo de las refinerías ha sido la producción de residuos (duplicaron la producción de RECON entre enero y diciembre) y, 2. El balance de materiales no cuadra porque se obtiene más producto que la suma de los componentes. Ni aún mezclando todo el crudo virgen a la gasolina blanca se podría producir tanto RECON.

Mercados y Volúmenes de gas.
Los volúmenes de gas comercializado en los mercados, tienen también diferencias notables en los dos informes del Ministerio.

Año 2010 (Millones M3/Día)    Anuario    Informe de Gestión
Exportación  a Argentina    4,91    4,74
Exportación a Brasil    26,57    27,14
Mercado Interno    7,90    6,71
Total    39,38    38,59

Las diferencias que se anotan  en los puntos analizados, se refieren únicamente al ámbito productivo y comercial en los que la única fuente de información es YPFB. ¿Será que YPFB envía al Ministerio cifras incorrectas?

Respecto al gas natural, se debe anotar que son solo tres mercados, cuya información se concentra en el Ministerio y en ninguno de los cuales las cifras coinciden. No son decenas de mercados como para que puedan confundirse.  ¿Cómo es posible que tan alto nivel del gobierno no pueda emitir dos informes sobre lo mismo, con tan corta diferencia de tiempo, con los mismos números?
El desorden evidenciado es fruto de la desinstitucionalización de las entidades del Estado, de la improvisación y de la ineficiencia de sus funcionarios, sería recomendable que el Ministerio se preocupe de crear un departamento de estadísticas con personal calificado que elabore informes y anuarios con cifras coherentes o por lo menos coincidentes entre sí. Para eso cuenta con un presupuesto de 152 millones de bolivianos para el año 2011.
 

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El Día: Bolítica

Los descuentos pueden variar del 1% (de la diferencia entre el total de ingresos menos Bs 13.000); del 5% (de la diferencia entre el total de ingresos menos Bs 25.000); y del 10% (de la diferencia entre el total de ingresos menos Bs 35.000)".

Mario Guillén
Viceministro De Pensiones


Se dice que: Quien tenga ingresos adicionales al salario, como por ejemplo alquileres, honorarios por consultorías y cuentas bancarias, aporta más al Fondo Solidario establecido en la Ley de Pensiones para financiar la renta solidaria"


Sí, claramente, en el anexo se establece la definición de cuáles son los ingresos que van a ser gravados y ahí están los ingresos por alquileres, los depósitos al sistema financiero, los dividendos y los salarios por consultoría".

Samuel Doria Medina
Empresario Boliviano

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El Día: Más deuda que reservas

Uno de los principales ejes del discurso del gobierno de Morales respecto a las ‘bondades’ de su política económica es la ampliación de las Reservas Internacionales Netas que actualmente ascienden a $us 10.482 millones, producto de la bonanza en los precios de los hidrocarburos en el mundo. Lo que se oculta sistemáticamente es que el monto de la deuda pública boliviana ha llegado a exceder a las reservas, alcanzando un total de $us 12.227 millones, entre endeudamiento interno y externo. Por una parte, el ministro de Hacienda, Luis Arce, reconoció que la deuda externa llegó a los $us 2.927 millones hasta febrero de 2011. El presidente del Banco Central de Bolivia admitió que la deuda interna en títulos llegó al 88,7% del total de las reservas internacionales, es decir, a los $us 9.300 millones. En resumen: lo que se debe, supera en $us 1.745 millones a lo ahorrado. Así se entiende la urgencia de la nueva clase burocrática gobernante para encontrar recursos donde sea, ya se trate del aumento en el precio de los combustibles, la confiscación de los fondos de pensiones o un eventual impuestazo a los salarios. En vez de todo esto, ¿no sería mejor un plan de austeridad que recorte gastos superfluos como el avión presidencial o el satélite chino?. Tomado de Notishots/Eju.tv
 

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El Día: ¿Podrá Ollanta con Perú?

Desde hace más de una década Perú le está quedando muy grande a sus gobernantes. Le quedó grande a Alan García, cuyo mérito fue simplemente acompañar y mantener los grandes logros en materia económica que han convertido al país vecino en uno de los destinos más apetitosos para las inversiones, con niveles de crecimiento muy superiores al promedio latinoamericano. El actual presidente pudo recomponer en cierta forma la imagen que dejó en su primer mandato, pero fue incapaz de avanzar en importantes desafíos como la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, que siguen postergando el despegue del Perú hacia el desarrollo sostenido. Es por eso que el mandatario se va con un bajo nivel de popularidad.

El Perú es un buen ejemplo del notable aprovechamiento de la coyuntura internacional que ha favorecido la exportación de materias primas, especialmente de minerales e hidrocarburos, actividades que han tenido un despegue notable. Las reservas peruanas de gas han desplazado del segundo lugar a Bolivia y en cuanto a potencial minero, se disputa los primeros lugares con Chile en el contexto sudamericano. La mayoría de las factorías textiles que se vieron obligadas a emigrar del territorio nacional por la pérdida de las ventajas arancelarias de la ATPDEA se fueron a Perú y obviamente los beneficios se notan, no sólo en la explosión de las exportaciones no tradicionales, sino también en el empleo y la lucha contra la pobreza, gracias a la expansión del emprendedurismo y la microempresa como puntales de la economía.

Muchos creen que los logros del Perú no pueden ser atribuidos a ninguno de los últimos gobernantes, sino a todos y por parte, desde Fujimori y Toledo, hasta García, que supo capear con gran destreza política los embates del populismo chavista, que intentó sentar sus bases desde el Caribe y del fundamentalismo indigenista, que estuvo a punto de generar un grave proceso de desestabilización, con el masismo racista boliviano como gran influencia.

El domingo, el Perú concurrirá a unas elecciones claves, aunque no tanto como las que le dieron el triunfo a Alan García en el 2006, cuando se truncaron las aspiraciones del candidato populista Ollanta Humala, en un momento muy crítico, pues en ese momento, el movimiento bolivariano impulsado por Hugo Chávez se encontraba en plena expansión y amenazaba con tomar el suelo peruano. Hoy la situación es distinta y si bien el ex militar es favorito para resultar primero en la primera vuelta de los comicios, se verá obligado a establecer alianzas para poder ganar la segunda ronda y por otro lado, su triunfo podría llegar cuando el chavismo atraviesa por un periodo de fuerte deterioro.

Ollanta Humala ha estado haciendo grandes esfuerzos por deshacerse de la influencia venezolana que lo marcó en el 2006 y lo ha estigmatizado esta vez. Varios de los asesores del ex presidente brasileño Lula da Silva han estado trabajando en su campaña y es posible que una vez en el poder adopte la misma posición del salvadoreño Mauricio Funes, quien se desembarazó de Chávez porque se dio cuenta que era un perjuicio en lugar de una ventaja. Y tuvo razón: luego de tres años de ejercicio de la presidencia, Funes tiene un 83 por ciento de aprobación de la gente. Obviamente existe el riesgo de que Ollanta se dispare con la suya y es obvio que sería capaz de destruir todo lo que han logrado los peruanos. Bolivia es el mejor ejemplo de cómo un país puede arruinar el mejor momento económico de su historia.

Humala hace grandes esfuerzos por deshacerse de la influencia venezolana que lo marcó en el 2006 y lo ha estigmatizado. Varios asesores del ex presidente brasileño Lula da Silva trabajan en su campaña y es posible que una vez en el poder adopte la misma posición del salvadoreño Mauricio Funes, quien se desembarazó de Chávez porque se dio cuenta que era un perjuicio en lugar de una ventaja.
 

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Los Tiempos: EL SECTOR GASÍFERO A LA DERIVA

Pese a lo abundantes que son las pruebas sobre lo mal encaminado que está el negocio del gas, siguen sin verse las urgentes medidas correctivas

Por cuarto año consecutivo, el Gobierno ha incumplido la Ley 3740 de Desarrollo Sostenible del Sector de Hidrocarburos, que fija el 31 de marzo de cada año como fecha límite para que YPFB entregue un informe actualizado sobre la cantidad de reservas de gas natural que posee nuestro país. Considerando que, ya antes de la aprobación de la mencionada ley, YPFB había obviado su deber de publicar ese dato, ya son cinco los años durante los que el real potencial gasífero de nuestro país tiene la categoría de secreto de Estado.

Según lo establecido por el artículo 7 de la ley promulgada en 2007, entre las obligaciones de YPFB está contratar, previa licitación internacional, a empresas especializadas en certificación de reservas de hidrocarburos y publicar cada año un informe actualizado. Mediante la misma ley se hizo una excepción con los datos de 2008 al aceptar que la publicación de los mismos se postergue por tres meses, hasta junio de ese año, lo que no ocurre hasta el día de hoy.

Tan prolongada omisión es algo más grave que un simple incumplimiento de lo que manda una norma legal. Si sólo eso fuese, no habría mucho de qué sorprenderse pues sería sólo una más entre las decenas de leyes que a diario son incumplidas. Lo que hace especialmente alarmante el asunto es que los datos relativos a las reservas de gas son un instrumento básico, la piedra angular de cualquier planificación del futuro económico de nuestro país.

Sin conocerse la real magnitud de las reservas hidrocarburíferas, resulta teórica y prácticamente imposible tomar decisiones certeras sobre asuntos tan importantes como los volúmenes que serán destinados al consumo interno, a la industrialización, a la generación de energía termoeléctrica, al desarrollo de proyectos como El Mutún sin poner en riesgo los compromisos de exportación ya adquiridos.

Tal ausencia de datos oficiales, sin embargo, no impide que quienes saben de materia hidrocarburífera puedan formarse una idea bastante aproximada sobre lo que ocurre en realidad, independientemente de las expresiones de buenos deseos de las autoridades gubernamentales. Se ha sabido así que durante los últimos años Bolivia dejó de ocupar el segundo lugar en reservas probadas de gas natural en Sudamérica.

En el mismo periodo de tiempo, Perú, que hasta hace no muchos años ocupaba un lugar marginal entre los proveedores de gas, se ha incorporado al selecto grupo de países que ocupan un lugar privilegiado en el mercado internacional. No sólo que ha incrementado notablemente sus reservas, sino que se ha puesto a la vanguardia en el manejo de nuevas tecnologías de almacenamiento y transporte, lo que permite exportar prácticamente a todo el mundo mientras Bolivia se condena, cada día más, a depender de los mercados de Brasil y Argentina, los que, para colmo de males, son cada vez menos dependiente del gas boliviano.

Tan elocuentes datos, lamentablemente, no parecen hacer mella en quienes tienen a su cargo el sector hidrocarburífero nacional. Por lo menos eso puede suponerse al ver cómo transcurren los meses y los años sin que se adopten las imprescindibles medidas correctivas.

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El Deber: Nuevos impuestos

El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, admitió en una entrevista con un medio de comunicación muy próximo al Gobierno que se prepara un impuesto adicional a los ingresos de las personas.

El hecho provocó inquietud en la opinión pública, además de comentarios de expertos acerca de los motivos que tendría el Gobierno para una medida semejante.

Algunas autoridades del Ejecutivo salieron al paso negando la existencia de proyecto alguno en el sentido indicado por el ministro Arce Catacora.

Pero la preocupación se mantiene viva en vista de que la noticia surgió del ministro que figura como cabeza del área económica, varias veces beneficiado con expresiones de apoyo y confianza de parte del presidente Evo Morales.

No se hace un anuncio de ese tipo sin un respaldo en proyectos precisos en las esferas de decisión del Gobierno.

Los desmentidos no han tenido efecto ni han tranquilizado a la opinión pública debido a que es bien sabido que la situación del TGN sigue siendo “insostenible”, como la definiera el propio presidente Morales a fines de diciembre pasado.

En efecto, desde aquel diagnóstico preocupante, hecho cuando todavía se consideraba factible el “gasolinazo”, la situación no ha cambiado, y si ha cambiado es porque se ha hecho más grave todavía, por la inflación y el aumento de las subvenciones.

En ese estado de cosas, con diagnósticos tan angustiosos de parte de la primera autoridad del país, parece coherente cualquier anuncio de medidas que vayan a mejorar la situación de las finanzas públicas.

Se sabe que aumentar impuestos, pero sobre todo pensarlos para gravar los ingresos, es una medida muy delicada, por las repercusiones que puede provocar.

Este tipo de medidas, e incluso el sólo intento de aplicarlas, ha provocado graves situaciones de convulsión social y de alteración de la democracia en la década pasada en el país.

Las declaraciones hechas por funcionarios del Gobierno, negando la existencia de este proyecto del que habló el ministro Arce Catacora, tendrían que ser suficientes para tranquilizar a la opinión pública.

Pero voceros de la Confederación de Empresarios Privados y expertos en el tema financiero insisten en pedir que el Gobierno haga conocer, de manera formal y definitiva, si tiene o no el propósito de incrementar los impuestos en el país.

Lo que contribuye a mantener la duda y el temor es que los portales de Internet donde figuran las cifras de las finanzas públicas contienen datos atrasados o directamente incompletos.

Las cifras del INE han dejado de ser un referente para quienes quieren conocer los indicadores de la economía nacional, debido a la modificación de los sistemas de medición, como es el caso del dato de la inflación. Incluso han surgido sistemas alternativos de medición de la variación de los precios al consumidor, a cargo de instituciones privadas.

Con estas noticias no se juega ni se actúa con ligereza, porque se está poniendo en riesgo la tranquilidad ciudadana.

El Ministerio de Comunicación, recientemente creado, tendría que tomar el control de todo lo que difunde el Gobierno, dando algo de coherencia a lo que comunican los funcionarios. Crear un Ministerio de Comunicación y cometer errores de comunicación parece un desperdicio, además de una contradicción.

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Cambio: Un paso más hacia el mar

El ex ministro de Defensa Nacional, Rubén Aldo Saavedra Soto, asumió la noche del martes como director de la Dirección Estratégica Marítima, instancia que será la encargada de llevar adelante una demanda ante tribunales internacionales —anunciada el pasado 23 de marzo por el presidente Evo Morales— por la que Bolivia emplazará legalmente a Chile su retorno libre y soberano al mar, acceso del que fuera privado a consecuencia de la Guerra del Pacífico —entre 1979 y 1882— y enclaustrada luego por el impuesto Tratado de 1904.

El canciller David Choquehuanca fue el encargado de tomar posesión a Saavedra, quien desempeñará esas altas funciones en su condicion de Embajador Plenipotenciario y liderará la nueva estrategia marítima boliviana basada en los antecedentes legales e históricos, en los acuerdos bilaterales que Santiago rompió unilateralmente en el pasado, en la agresión militar del 14 de febrero de 1879 y en la evidencia de que el Tratado de 1904 fue impuesto por Chile —bajo amenaza militar— sobre un país que entonces prácticamente se encontraba indefenso.

La posesión del principal responsable de la Dirección Estratégica Marítima se constituye en un paso más, el más trascendente, en el largo camino que Bolivia deberá recorrer para recuperar de forma pacífica su acceso soberano al océano Pacífico. Antes de su posesión, el Senado Nacional sancionó el Pacto de Bogotá, que ratifica el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, suscrito en Colombia el 30 de abril de 1948, el cual permitirá a Bolivia hacer viable una demanda judicial contra Chile por una salida soberana al mar.

También se conformó el Consejo Marítimo, presidido por el Primer Mandatario e integrado por los titulares de los ministerios de Defensa, de la Presidencia, de Gobierno, de Relaciones Exteriores, y de Transparencia y Lucha contra la Corrupción. A esta instancia se sumaron los ex presidentes Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez, quienes fueron invitados por el Gobierno nacional.

Es cierto que el camino para la reintegración marítima será largo y complicado, pero la decisión de reparar una injusticia histórica —mediante el derecho internacional— demandará que cada uno de los pasos que se dé sea prudente pero firme.

Es que este 23 de marzo Bolivia marcó un punto de inflexión histórico respecto de nuestro enclaustramiento marítimo, porque ese día el presidente Morales anunció que la patria recurrirá a instancias y tribunales internacionales para denunciar una infamia y hacer conocer su demanda de derecho de acceso soberano al Pacífico.

Es que la patria nació con mar y este hecho no puede ser negado por el gobierno de Sebastián Piñera. El Primer Tratado de Límites entre Chile y Bolivia fue suscrito el 10 de agosto de 1866 que fijó como límite el paralelo 24º de latitud sur y confirmado el 6 de agosto de 1874 por un Segundo Tratado. No obstante, tras un terremoto y tsunami que en 1877 sembró muerte y devastó Tocopilla y Cobija y luego de que Bolivia decidiera cobrar impuestos a las empresas que explotaban sus recursos naturales en esa región, unilateralmente Chile rompió el Tratado de 1874, y el 14 de febrero de 1879 invadió militarmente Antofagasta.

Y en el contexto de la memoria histórica, el hecho de que Bolivia haya decidido acudir a tribunales internacionales por su causa marítima no representa ningún acto de provocación sino una demanda justa para su reintegración soberana al mar. Por eso, que Santiago intente desconocer el derecho que posee el país al océano Pacífico, implica ignorar la historia y la paciente espera de Bolivia  —durante 132 años— de una respuesta favorable de Chile, la que nunca llegó.

"Una cosa es perder un pedazo de tierra, pero otra cosa es enclaustrarnos, encerrarnos, condenándonos sin salida al mar. A eso llega la injusticia y lo que buscamos es justicia, al margen de cuál será el resultado", asegura el presidente Morales.

"Una cosa es perder un pedazo de tierra, pero otra cosa es enclaustrarnos, encerrarnos, condenándonos sin salida al mar. A eso llega la injusticia y lo que buscamos es justicia, al margen de cuál será el resultado".

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La Prensa: Nuevos impuestos

Se sabe que aumentar impuestos, pero sobre todo pensarlos para gravar los ingresos, es una medida muy delicada por sus repercusiones.

El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, admitió en una entrevista con un medio de comunicación muy próximo al Gobierno que se prepara un impuesto adicional a los ingresos de las personas.

El hecho provocó inquietud en la opinión pública, además de comentarios de expertos acerca de los motivos que tendría el Gobierno para una medida semejante.

Algunas autoridades del Ejecutivo salieron al paso negando la existencia de proyecto alguno en el sentido indicado por el ministro Arce Catacora.

Pero la preocupación se mantiene viva en vista de que la noticia surgió del Ministro que figura como cabeza del área económica, varias veces beneficiado con expresiones de apoyo y confianza de parte del presidente Evo Morales.

No se hace un anuncio de ese tipo sin un respaldo en proyectos precisos en las esferas de decisión del Gobierno.

Los desmentidos no han tenido efecto ni han tranquilizado a la opinión pública debido a que es bien sabido que la situación del TGN sigue siendo ?insostenible?, como la definiera el mismo presidente Morales a fines de diciembre pasado.

En efecto, desde aquel diagnóstico preocupante, hecho cuando todavía se consideraba factible el ?gasolinazo?, la situación no ha cambiado, y si ha cambiado es porque se ha hecho más grave todavía, por la inflación y el aumento de las subvenciones.

En ese estado de cosas, con diagnósticos tan angustiosos de parte de la primera autoridad del país, parece coherente cualquier anuncio de medidas que vayan a mejorar la situación de las finanzas públicas.

Se sabe que aumentar impuestos, pero sobre todo pensarlos para gravar los ingresos, es una medida muy delicada, por las repercusiones que puede provocar.

Este tipo de medidas, e incluso el sólo intento de aplicarlas, ha provocado graves situaciones de convulsión social y de alteración de la democracia en la década pasada en el país.

Las declaraciones hechas por funcionarios del Gobierno, negando la existencia de este proyecto del que habló el ministro Arce Catacora, tendrían que ser suficientes para tranquilizar a la opinión pública.

Pero voceros de la Confederación de Empresarios Privados y expertos en el tema financiero insisten en pedir que el Gobierno haga conocer, de manera formal y definitiva, si tiene o no el propósito de incrementar los impuestos en el país.

Lo que contribuye a mantener la duda y el temor es que los portales de internet donde figuran las cifras de las finanzas públicas contienen datos atrasados o directamente incompletos.

Las cifras del INE han dejado de ser un referente para quienes quieren conocer los indicadores de la economía nacional, debido a la modificación de los sistemas de medición, como es el caso del dato de la inflación. Incluso han surgido sistemas alternativos de medición de la variación de los precios al consumidor, al cargo de instituciones privadas.

Con estas noticias no se juega ni se actúa con ligereza, porque se está poniendo en riesgo la tranquilidad ciudadana.

El Ministerio de Comunicación, recientemente creado, tendría que tomar el control de todo lo que difunde el Gobierno, dando algo de coherencia a lo que comunican los funcionarios. Crear un Ministerio de Comunicación y cometer errores de comunicación parece un desperdicio, además de una contradicción.

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El Diario: “Petrocontratos”, ¿pretexto para anular a contrarios?

Desde que el gobierno del MAS asumió el poder el año 2006, existen muchos cargos en contra de quienes han tenido bajo su responsabilidad el manejo del Estado; denuncias y acusaciones de toda laya dirigidas especialmente contra ex-primeros mandatarios, ex-ministros y altos funcionarios, llenan seguramente miles de carillas; pero, sin que, en ningun caso se hayan presentado pruebas y la concordancia con esto es que no hay sentencia alguna de jueces que, se supone, tienen a su cargo la tramitación de los juicios respectivos.

Los contratos sobre la explotación de petróleo y gas son motivo para endilgar faltas y delitos a ex–Presidentes; dos de ellos, y hace pocos días, han sido citados a prestar declaraciones ante el fiscal respectivo sobre los llamados “petrocontratos”. Ambos ex–Presidentes, en sus declaraciones, han sido categóricos y terminantes al demostrar que nada de lo que se les endilga tiene fundamento o validez alguna. Han exigido, como es lógico, que se presente pruebas que respalden las acusaciones del fiscal y, finalmente, aseguraron que ellos estarán llanos a demostrar su inocencia y dejar, con la transparencia debida, sus administraciones.

Con las acusaciones a los ex–presidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa, parecería que se busca, de todas maneras, inculparlos de hechos que en realidad no han ocurrido porque así lo han demostrado ambos con sus declaraciones, ya que nada tuvieron que ver con los delitos o faltas que se aduce cometieron. ¿Qué busca el fiscal que notoriamente sigue instrucciones políticas del Gobierno? ¿Por qué no se aporta las pruebas precisas y contundentes que demuestren efectivamente culpabilidad por lo que hasta ahora está visto no ocurrió?

Ambos personajes que ocuparon la Presidencia de la República parece que deben cargar con culpas endosadas y ser, además, también víctimas de hechos que sirven sólo para mantener encarcelados a otros personajes cuyos juicios no tienen visos de concluir, evidentemente porque faltan pruebas de lo que son acusados.

Muchas veces se ha sostenido: “la justicia boliviana es la peor injusticia”. Esto vendría a propósito de la mala administración de justicia, de la lenidad de jueces, fiscales, abogados y personal de tribunales que se prestan simplemente a directivas políticas del poder Ejecutivo. Este hecho, por supuesto, no es atribuible sólo al actual régimen puesto que en el pasado también el Poder Judicial, aunque con menor gravedad, ha seguido directivas del Ejecutivo, ignorándose la independencia de poderes.

Todos los estratos políticos, sociales, económicos y culturales del país están de perfecto acuerdo con que la justicia actúe con celeridad, que la administración de justicia cumpla con los principios de equidad y ecuanimidad para que, al actuar, lo haga con transparencia, con responsabilidad y honestidad, con la libertad que, como poder debe ejercer; pero, libre de presiones o manipulaciones de cualquier poder del Estado o de intereses subalternos. Conviene no olvidar, por otra parte, que la honra de los ex–primeros mandatarios es también honra del país porque ellos son fruto de mandatos constitucionales. Ambos personajes, en este caso, cuentan con el principio de que son inocentes mientras no se demuestre lo contrario; de otro modo, tribunales e interesados políticamente, deben aportar las pruebas que correspondan.

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El Mundo: Hermoso ejemplo

La situación que ha vivido el Japón en los últimos días, ha sido tan critica que se ha considerado como algo totalmente fuera de lo ordinario, los analistas no vacilaron en afirmar que fue algo solo comparable a lo sufrido por esa nación durante la Segunda Guerra Mundial que como se sabe, fue víctima de un experimento atómico sin precedentes.

Esta vez fue la naturaleza que con una serie de terremotos, con réplicas en varios casos más fuertes que el primero y los tsunamis que llegaron como consecuencia y que a pesar de los temores de que pudieran afectar a otros lugares del mundo, terminaron teniendo como víctima al mismo país.

A pesar de la gravedad de las situaciones anotadas, las mayores de todas resultaron los daños que esos fenómenos provocaron en tres plantas nucleares y en especial la de Fukushima que destaca por la magnitud de sus instalaciones y podía haber provocado un siniestro de mayores consecuencias que el ocurrido en la planta rusa de Chernóbil, cuyas consecuencias todavía hoy son evidentes.

Sin embargo, pese a los temores iníciales, debemos convenir en que los científicos japoneses llegaron a concebir la situación que se ha presentado, ejecutando las condiciones de seguridad tales que a pesar de la magnitud del siniestro, los resultados distan mucho de haber alcanzado la magnitud de lo que se temía; los daños hasta el presente y según los cálculos que realizan los especialistas, los temores de los medios de comunicación fueron mucho mayores de los que reviste la situación actual y que por la forma en que se ha encarado dista mucho de ser diferente.

Recordemos que en su momento hubo inclusive personas que tuvieron el valor de arriesgar su vida para garantizar la seguridad de los demás, en la certeza de que esa entrega iba a contar con el reconocimiento que efectivamente se le ha dado.

Creemos sinceramente que a pesar de la magnitud de los daños y de la cantidad de víctimas que ha ocasionado la situación en su conjunto, la capacidad de los entendidos que supieron tomar las previsiones, el valor de las personas que arriesgaron su vida para evitar consecuencias mayores y la educación de la ciudadanía han dado lugar a que el siniestro sea sobrellevado en condiciones que no dejan de ser un modelo para la humanidad.

La forma de pensar que hemos advertido en la situación actual debe movernos a reflexión, ya que en este momento el mundo atraviesa situaciones especiales que merecen un análisis más profundo; mientras algunos están dispuestos inclusive a entregar su vida para conseguir que los riesgos para los demás sean menores, hay otros lugares en el mundo en los que la intervención oficiosa de algunas naciones muestra que los intereses económicos están por encima del bienestar de las personas.

No puede negarse asimismo la presencia de gobernantes que en su enajenada creencia de que son procedentes de designios divinos, optan por encaramarse en el poder y asegurar que no lo dejarán por muchos años, así la voluntad de los ciudadanos y las normas creadas por ellos mismos digan lo contrario.

Los acontecimientos que comentamos nos muestran que a pesar de las condiciones adversas e inclusive el mal ejemplo que se pueda recibir de los demás, hay personas en el mundo dispuestas a seguir laborando en base a valores y principios que ennoblecen a los seres humanos y que se encuentran sumamente distantes de los apetitos y las ambiciones personales de quienes pretenden convertirse en conductores de la humanidad utilizando para ello el poder de la fuerza, por encima de los dictados de la razón.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: La interrupción de servicios públicos

Una vez más los usuarios de un servicio público fueron víctimas de un conflicto sindical.

Días pasados el servicio de subte sufrió demoras y fue interrumpido durante dos horas en las seis líneas y el Premetro, debido a la pelea que sostuvieron dos fracciones de sindicalistas. Una, perteneciente a la UTA, pretendió hacer un paro en un reclamo por viáticos, a pesar de que la dirección del sindicato se aprestaba a iniciar paritarias. El grupo de delegados opuesto a la UTA, protagonista de numerosas protestas y paros, se opuso a la medida, dando lugar a un enfrentamiento y a la citada interrupción del servicio sin previo aviso, causando problemas a miles de pasajeros y complicando el tránsito de superficie. Dada la reiteración y el alcance de la alteración de ese medio de transporte es necesario que tanto el Legislativo como el Ejecutivo tomen medidas para regimentar el ejercicio las demandas de orden sindical en los servicios públicos para garantizar su prestación y los derechos de los usuarios.

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