Tribunal Penal Internacional dice que Gadafi planeaba la muerte de civiles

t_gadafi_967[1] El fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI) indicó el martes que el organismo tiene pruebas de que el Gobierno de Muamar Gadafi tenía planes de aplastar las protestas matando a civiles antes de que estallara un levantamiento en Libia.

Las protestas contra el Gobierno que comenzaron el 15 de febrero se fueron transformando en una guerra civil, después de que las fuerzas de Gadafi abrieran fuego contra los manifestantes.

Más tarde, el líder sofocó los levantamientos en el oeste de Libia, dejando el este y la ciudad de Misrata en manos rebeldes.



Las fuerzas lideradas por la OTAN están manteniendo el equilibrio en Libia, pero no han sido capaces por el momento de dar a los rebeldes una victoria indiscutida.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que el 17 de marzo aprobó ataques aéreos contra el Gobierno de Libia para prevenir que continuara con matanzas civiles, remitió en febrero el caso al TPI, el primer tribunal mundial permanente para juzgar crímenes de guerra.

El fiscal, Luis Moreno Ocampo, debe presentar un informe a Naciones Unidas el 4 de mayo y se espera que solicite órdenes de arresto.

"Tenemos pruebas de que tras los conflictos en Túnez y Egipto en enero, personas del régimen estaban planeando cómo controlar las manifestaciones dentro de Libia", indicó Moreno Ocampo.

"Estaban escondiendo eso (…) y planeando cómo manejar a las multitudes (…) la prueba que tenemos es que disparar a civiles era un plan predeterminado", apuntó.

Moreno Ocampo explicó que al principio el plan era utilizar gas lacrimógeno, y si eso fallaba, se dispararía contra los manifestantes.

Desertor buscado

El fiscal quiere hablar con el ex ministro libio de Exteriores Mousa Kousa, que desertó a Reino Unido la semana pasada indicando que lo hacía por los ataques contra civiles lanzados por fuerzas de Gadafi.

La deserción de Kousa se tomará en consideración en la investigación sobre Gadafi, sus hijos y asesores, indicó Moreno Ocampo, insinuando que otros miembros del Gobierno podrían imitar al ex titular de Exteriores.

"El hecho de que Mousa Kousa desertara es interesante porque es una opción que uno tiene. Si no se tiene poder para frenar los crímenes entonces se puede desertar para mostrar que uno no es responsable", indicó.

La lucha en el frente en la ciudad petrolera de Brega se ha estancado, con la ventaja de los tanques y la artillería de Gadafi contrarrestada por ataques aéreos liderados por la OTAN, que en la práctica respalda a los rebeldes.

Los esfuerzos diplomáticos para poner fin al conflicto han fracasado. El bando del Gobierno ha ofrecido concesiones, pero insiste en que Gadafi permanezca en el poder, mientras que los rebeldes se muestran inflexibles en su demanda de que deje un cargo en el que lleva 41 años.

Tras una serie de rápidos avances rebeldes seguidos por retiradas precipitadas, los insurgentes mantienen sus posiciones en Brega, poniendo sus fuerzas mejor entrenadas en la batalla y alejando a los voluntarios desorganizados.

Los insurgentes han señalado que los ataques aéreos son menos efectivos desde que la OTAN tomó el mando de la operación de manos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos la semana pasada.

Después de más de dos semanas de ataques aéreos, la OTAN dice haber destruido un 30 por ciento de la potencia militar libia.

El área en torno a la ciudad de Misrata es la principal prioridad para los ataques aéreos, dijo la alianza militar.

El brigadier general Mark van Uhm, un importante funcionario de la OTAN, respondió en una rueda de prensa en Bruselas a las críticas de los insurgentes, diciendo que el uso de escudos humanos por parte de las fuerzas de Gadafi y el ocultamiento de sus unidades blindadas en áreas pobladas obstaculizaban las operaciones de la alianza.

"El ritmo de operaciones continúa, pero hemos visto un cambio de tácticas (de Gadafi). Cuando se utiliza a personas como escudos nosotros no atacamos", explicó.

Van Uhm confirmó que varios civiles han muerto en Brega en los últimos días en los ataques aéreos de la OTAN, pero no dio cifras estimadas.

Los rebeldes parecen haber recibido un respaldo con la llegada a uno de sus puertos de un petrolero con capacidad para 1 millón de barriles de crudo, valorado en más de 100 millones de dólares, en el que sería su primer envío de petróleo desde que estallaron las disputas.

"Una fuente de ingresos sostenible de las exportaciones de crudo enviará una fuerte señal de que la oposición está aquí para quedarse y sólo puede crecer mientras intenta realizar más y más exportaciones de crudo", dijo el analista de Energía de IHS Samuel Ciszuk.

Los líderes rebeldes dijeron que Qatar ha acordado comercializar petróleo desde los campos al este de Libia, después de que el estado del Golfo reconociera al consejo revolucionario en Bengasi como Gobierno legítimo.

Reuters